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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ANÍBAL JOSÉ GARCÍA ESPINOZA
 
Poemas Página 01
Poemas Página 02
 
Aníbal José García Espinoza

Aníbal José
García Espinoza

San Félix De Guayana, Edo. Bolívar (Venezuela)
Reside enManaos, (Brasil)

A celebrar en San Pelayo

Jotabé dodecasílabo

Hoy quiero saludar con mi poesía,
al Señor alcalde Wiliam Cavadía.

Y agradecer su apoyo incondicional,
a este glorioso evento internacional,
poetas del mundo de forma especial;
darán a San Pelayo un gran recital.

Bendigo a todos los organizadores,
la sociedad civil y los profesores.

Celebraremos juntos con alegría,
la rima Jotabé vanguardia mundial,
que une las fronteras si importar colores.



Juramento fatal


(Jotabemo dodecasílabo)


Cansado de ver a su madre llorar,
siempre una historia para disimular.

De rodillas ante Dios juró aquel día,
que de aquel tirano la defendería,
cuando llegue borracho lo enfrentaría;
había crecido y miedo no tenía.

Aquella noche fue la hora señalada,
llegó actuando de la forma acostumbrada.

Cuando se alistaba para golpear,
arremetió con gran furia y valentía;
en la lucha recibió una puñalada.


¡Hijito de mi alma! grita sin parar,
gime en sus brazos deja de respirar.

Aquella madre que por él resistía,
le tocó ver como se desvanecía,
oh, madre, madre la frase que decía;
aquel cobarde ni auxilio le daría.

Ahora se ha quedado sola enlutada,
para ella la vida no vale más nada,

Tan solo quiere a su pequeño abrazar,
entre su pecho consolar su agonía,
un frío día una arma fue disparada.



Poeta


(Jotabé dodecasílabo)


Era amante del aroma de las flores,
del atardecer pintado de colores.

Amante del murmullo de la quebrada,
de los pajaritos sobre la enramada,
amaba la vida alegre, apasionada
se perdía en el espacio su mirada.

Era imposible comprender su alma inquieta,
le colocaron como nombre poeta.

Poeta soñador, que suspira amores,
poeta que canta versos a su amada,
poeta que anhela la paz del planeta.



De niña a mujer


(Jotabé tridecasílabo)


Estabas tan feliz aquel hermoso día,
tu sueño de amor dejó de ser fantasía.

Te vi con tu traje, y contuve la emoción,
para no llorar al darte mi bendición,
dormirás esta noche en otra habitación,
conocerás el hechizo de la pasión.

Pequeña princesa parece que fue ayer,
cuando entre mis brazos miré tu amanecer.

Habrá añoranzas de tu dulce simpatía,
que muchas veces alegró mi corazón,
si lo entiendo has pasado de niña a mujer.



Yo estaba ahí


(Jotabé)


No sé si estaba entre los que lloraban,
al ver como si piedad te azotaban.

No sé si estaba entre los que mintieron,
con aquellos que tu muerte pidieron,
y un ladrón en tu lugar eligieron;
o con los perversos que te escupieron.

Tal vez me uní con los que te negaron,
con los covardes que te abandonaron.

Yo estaba ahí con los que se burlaban,
en mis manos los clavos que te hirieron;
fui uno de los que te crucificaron.



Pescado frito


(Jotabé tridecasílabo)


El oriente venezolano tiene un rito
comer en el almuerzo un buen pescado frito.

Con arroz, arepa o verduras sancochadas
juntamente con deliciosas ensaladas
no podría faltar aguacate y tajadas
un rico jugo natural o merengadas.

Despues de comer este glorioso manjar
nada como ir para la playa a descansar.

La ventaja es que allá el pescado es bien fresquito
y el toque de amor de mujeres dedicadas
¡ah, sería una dicha volverlo a provar!



Tal vez


(Jotabé dodecasílabo)


Tal vez un día no vuelva para casa,
me habrá vencido este dolor que no pasa.

Me iré lentamente entre susurro y llanto,
oirán por el camino mi triste canto,
tal vez me confundan con algún espanto
me cubrirá el suelo con un verde manto;

Tal vez alguien dirá que cobarde fui
abandoné los sueños que perseguí.

¿Somos los poetas de frágil carcasa?
entre letras ocultamos el quebranto
cuando descubren ya no estamos aquí.



La fuerza del amor


(Jotabé tridecasílabo)


Aquella fría noche se quedó a mi lado,
cuando la tristeza me había derrotado.

Cuando el barco estaba a punto de naufragar,
las fuertes olas parecían dominar,
la mano de un amigo no pude encontrar;
mas ella con gran fuerza me ayudó a remar.

Mi jardín había perdido su color,
ella lo revivió con su bendito amor.

De tenerla me siento bien afortunado,
juntos toda prueba vamos a superar,
en sus brazos se van las sombras y temor.



Vil promesa


(Jotabé)


Prometió que no la haría llorar,
mas hoy sus ojos son un triste mar.

Prometió tratarla como princesa,
que nunca faltaría una sorpresa;
un detalle de amor sobre la mesa,
mas en la soledad, su alma está presa.

Prometió un mundo de bellos colores,
hoy su día es gris sombras de temores.

¿Por qué en su vil promesa fue a confiar?
ante Dios, su corazón se confiesa.
su cuerpo sangra, gime de dolores.



No fue en vano


(Jotabé decasílabo)


Si una vida consigo salvar,
y alguna tristeza consolar.

Si consigo ser mejor cristiano,
cumplir mi deber de ciudadano,
extendiendo mi brazo al hermano,
respetar el rostro del anciano.

Si puedo amar sin ver el color,
y de la justicia un defensor.

Si una huella de paz logro dejar,
sabré que mi vivir no fue vano;
contribuí para un mundo mejor.



Tu partida


(Jotabé dodecasílabo)


Me parece ver tu silueta dormida,
cubierta con tu sábana preferida.

Cuánta soledad hoy tiene aquel lugar,
donde con amor solías esperar,
ah, aquellos besos que me hacían vibrar,
y en tus brazos yo podía descansar.

Hasta la brisa me trae tu perfume,
en la madrugada el frío me consume.

Te fuiste amor llevando también mi vida,
no encuentro las fuerzas para continuar,
tu partida mi corazón no lo asume.



Apamate


(Jotabé decasílabo)


Una lluvia de flores rosadas,
cubren con detalles las calzadas.

Apamate de sueños dormidos,
en tus ramajes abrigas nidos,
llevas marcas de amores vividos,
besos de amantes enloquecidos.

Te levantas del suelo orgulloso,
de ser un árbol firme y precioso.

En tus hojas habitan las hadas,
los buenos deseos son cumplidos,
y el caminante encuentra reposo.


Nota: El apamate es un árbol típico de nuestros bosques en América Latina. Tabebuia rosea su nombre científico.



Después de todo


(Jotabé tridecasílabo)


Después de todo, volvieron a sus labores,
estaban llenos de duda, angustia y temores.

Añoranzas de andar por aquellas regiones,
acompañando al Nazareno en sus sermones,
sanando heridas, consolando corazones,
liberando aquellas almas de sus prisiones.

Ahora su maestro se había marchado,
tal vez a lado del Padre estará sentado.

Pero él aparece para los pescadores,
sus espíritus se encienden como carbones;
la fe moribunda había resucitado.



Solo tres letras


(Jotabé)


Aún siguen los conflictos humanos
los mismos francos y republicanos.

Parar la guerra el mundo ha ignorado
con bombas a tus niños han matado
también a otra novia habrán enlutado
ni siquiera los libros se han salvado.

Detener las guerras con poesías
son sueños de justicia y no utopías.

Gloria tus esfuerzos no fueron vanos
muchos otros seguimos tu legado
el grito de paz que tanto querías.



A tu lado


(Jotabé)


Quiero cada mañana despertar
con la melodía de tu mirar.

Cubierto con tu suave cabellera,
como cubre al árbol la enredadera;
despertar como el lirio en la pradera,
unido a tus pechos de primavera.

y bañar mi cuerpo con tu rocío,
decirte al oído dulce amor mío.

Ni siquiera el tiempo podrá cambiar,
que entre todas solo a ti te prefiera;
con tu amor en mí no existe vacío.



Cómplices

(Jotabé tridecasílabo)


Embriagados por el vino de las pasiones,
hicimos el amor en varias posiciones.

Sin temor exploramos lo desconocido,
ella me reveló su secreto escondido,
la fuente de donde nadie había bebido,
abrió el portal a lo magnífico y prohibido.

Yo le permití acariciar cada rincón,
éramos cómplices en nuestra relación.

Sobre la cama desnudos los corazones,
el amanecer nos había sorprendido,
fue corta la noche para nuestra pasión.



Mi primicia


(Jotabé dodecasílabo)


Antes de hablar de la vida y el amor,
quiero darle mi primicia a mi Señor.

De él procede mi fuerza y sabiduría,
sin su sublime gracia aquí no estaría,
su mano me ayuda en esta travesía;
al éxito sin Jesús no llegaría.

En toda labor él debe ser primero,
para que llene de luz nuestro sendero.

Las flores le entregan su primer olor,
los pajaritos su hermosa melodía,
¿cómo no darle mi verso al carpintero?



Mi oración


(Jotabemo)


Oh, Señor que nada pueda apagar
los deseos de vivir y soñar.

Que la maldad no logre oscurecer
la esperanza de un nuevo amanecer,
que en la angustia la fe pueda crecer,
y el amor puro vuelva a florecer.

Señor, que la paz no sea utopía,
y que no falte el pan de cada día.

Que los huérfanos tengan un hogar,
y el emigrante consiga volver
a su amada patria con alegría.


Que otra vez nos podamos abrazar,
que el color no nos vuelva a separar.

Padres e hijos se puedan entender,
se cuide al adulto al envejecer,
que el hombre no golpee a su mujer,
y el feto tenga derecho a nacer.

En el joven brote la poesía,
sea libre de la pornografía.

Señor, ayúdanos a perdonar,
las diferencias podamos vencer,
y por fin vivamos en armonía.



Vil destino


(Jotabé dodecasílabo)


Oh, madre no vengas para esta prisión,
al verte se partirá mi corazón.

Madre cuántas lágrimas has derramado,
y ante Dios cuántas veces te habrás hincado,
al final me alcanzó mi propio pecado;
no obedecí aquel mandamiento sagrado.

Déjame morir en esta decadencia,
es el vil destino de la delincuencia.

Madre tan solo dame tu bendición,
muchas gracias por el amor entregado,
perdona también mi cruel indiferencia.



Los pasos del peregrino


(Jotabemo)


En un pesebre inició su camino,
y fue la cruz el sufriente destino.

Una estrella señaló su llegada,
el Rey Salvador promesa esperada,
con su mensaje la fe fue avivada,
y el alma en tinieblas iluminada.

Odiado por los dueños del poder,
su negocio no querían perder.

El mundo no entendió el plano divino,
solo celebra una data marcada,
la nueva estrategia del mercader.


¡Sigamos los pasos del peregrino!
las enseñanzas del sabio rabino.

Aquel que condenó la vil espada,
el tormento de una vida afanada,
trajo consuelo a la casa enlutada,
y esperanza a la tierra desolada.

Que la estrella ilumine nuestro ser,
y una ofrenda podamos ofrecer.

Para encontrarlo vestidos de lino,
cuando su venida sea anunciada,
el mundo volverá a resplandecer.



Hipnosis digital


(Jotabé dodecasílabo)


En mi celular estaba concentrado,
me olvidé de lo que pasaba a mi lado.

Un poco antes de llegar a mi parada,
miré que iba de pie una mujer preñada,
otra llevaba una niñita cargada,
hasta había uno con la pierna enyesada.

Sentí mucha vergüenza en aquel momento,
¿cómo fue posible que no di mi asiento?

Este mundo digital me ha dominado,
hasta me olvidé de la enseñanza dada,
«para hacer el bien hay que estar bien atento».



Aún me esperas


(Jotabé decasílabo)


Los años pasaron cual invierno,
mas nuestro amor permanece tierno.

Me esperas con fervor cada día,
para llenar mi alma de alegría,
con esa entrañable simpatía,
que tú posees princesa mía.

Te fascinan las cosas sencillas,
como simples flores amarillas.

Cada momento se torna eterno,
al disfrutar de tu compañía,
apegado a tus suaves mejillas.



Al mismo lugar


(Jotabé pentadecasílabo)


La piña y el maíz en el conuco discutían
por asuntos efímeros que ambos se presumían.

La piña decía con su voz bastante orgullosa,
que entre todas las frutas era la más deliciosa,
cultivada por el hombre por ser suave y melosa,
más el maíz la consideraba muy poca cosa.

Decía que como grano era mejor alimento,
ideal para preparar un manjar suculento.

Lo que la piña y el maíz tal vez no conocían,
que sin importar la belleza que tenga una rosa,
todo vuelve a la tierra convertido en excremento.



Un rito de amor


(Jotabemo)


Recuerdo bien que por curiosidad,
me quedé despierto en la navidad.

Quería tal vez desvendar el mito,
y poder conocer a aquel niñito,
que al parecer no entendía mi escrito,
siempre era una pelota o un carrito.

Una bicicleta era mi pedido,
mas no veía mi sueño cumplido.

¡Cuando lo sentí fue una novedad!
era mi padre con mi regalito,
sin que lo notara me hice el dormido.


Entonces pude entender la verdad,
y admiré a mi padre por su bondad.

Sabía que ganaba muy poquito,
daba para aliviar el apetito,
mismo así con gran orgullo lo admito;
se esforzó para darme algo bonito.

Empecé a valorar lo recibido,
de amor real estaba revestido.

Hoy lo extraño a cada natividad,
para verlo cumplir con su fiel rito,
que mi corazón mantuvo escondido.



Navidad sin voces


(Jotabé hexadecasílabo)


Otra vez estaba sola, sentada junto a la mesa,
dejó la puerta entre abierta para que entre la sorpresa.

Fueron pasando las horas entre gritos de alegría,
en la ciudad disfrutaban la familia en compañía;
mas en la casa de Inés, la noche se hacía fría,
su corazón angustiado, soledad ya percibía.

Triste Navidad sin voces, sin fe para compartir,
sin hijos para abrazar y nietos para reír.

Aquellos que tanto amó no cumplieron la promesa.
se quedaron entre sombras en su pobre hipocresía.
hijos ingratos la vida, sabrá muy bien retribuir.



La mujer encorvada


(Jotabé)


La medicina había fracasado,
su cuerpo permanecía encorvado.

En la sinagoga con devoción,
ante Dios lloraba su corazón,
pedía con ruego una solución,
para ser libre de esa maldición.

Eran dieciocho años encadenada,
mas su esperanza nunca fue menguada.

El Nazareno habiéndola observado,
le dijo: ¡Eres libre de tu opresión!
la tocó al instante fue enderezada.



Alma gitana


(Jotabé dodecasílabo)


Parecía perfecta aquella mañana,
los rayos del sol tocaban la ventana.

Los pajaritos en las ramas danzaban,
sus hermosas melodías entonaban,
las chicharras con su canto acompañaban,
y mariposas a las flores besaban.

Alguien me pregunto por mi gran amor,
eran las voces del sabio ruiseñor.

La mujer que adoré su alma era gitana,
al buscar sus suaves labios ya no estaban,
se marchó dejando este amargo dolor.



Sembrador de esperanza


(Jotabé decasílabo)


Un acto cruel encendió su celo,
extranjeros hollaban su suelo.

Su alma Guaraní se estremecía
y a la lucha fue con valentía
para enfrentar la vil tiranía
con su arma eficaz, la poesía.

Patriota corresponsal avanza
contra aquella infame triple alianza.

Una cólera detuvo el vuelo
del gran Natalicio de María
poeta sembrador de esperanza.



Piel oscura


(Jotabé decasílabo)


Un lamento en la noche callada,
el brillo triste de una mirada.

Entre las sombras yace escondida,
una flor marchita perseguida;
entre preconceptos, oprimida
belleza que no fue comprendida.

También hay fuego en la piel oscura,
de sus labios destila dulzura.

Ven conmigo serás consolada,
en mis brazos sanará la herida,
déjame perderme en tu negrura.



El silbón


(2 Jotabés dodecasílabos)


Un espanto aparece en la noche espesa,
en la inmensa llanura de Portuguesa.

Dicen que un tal Juan Hilario fue advertido,
del escalofriante y terrible silbido,
que deja a su victimario ensordecido;
no hizo caso y recibió su merecido.

El alma errante carga una maldición,
a su padre mató con obstinación.

Borrachos y mujeriegos son la presa,
les saca todo el licor en un sorbido;
los llaneros lo llamaron el silbón.


Aquel feo espanto era un joven bonito,
nació en un lugar llamado Guanarito.

Holgazán, parrandero y también mimado,
quiso un día comer carne de venado,
su padre salió a cazar lo deseado;
regreso a casa sin nada haber hallado.

El joven en un vil acto de locura,
mató a su padre y le arrancó la asadura.

Su madre al saber lo declaró maldito,
y desde entonces su alma no ha descansado;
vaga en tormento por la grande llanura.



Mi pueblito natal


(Jotabé tridecasílabo)


En Venezuela municipio Cajigal,
junto al golfo triste, mi pueblito natal.

Bosques, sabanas, montañas y manantiales,
forman parte de sus paisajes naturales;
lo rodean haciendas de cacaotales,
de coqueros, aguacates y platanales.

También ha conservado hermosas tradiciones
el baile del tambor, gaitas y galerones.

Yaguaraparo donde el trato es sin igual
son exquisitos sus platos tradicionales
la humildad de su gente atrapa corazones.



Alfarero


(Jotabé decasílabo)


Tal vez no sea el barro adecuado,
mas por ti quiero ser moldeado.

Aunque no tengo buena textura,
podrás hacer de esta masa dura,
con tu paciencia, amor y ternura,
una obra de arte hermosa figura.

Alfarero de benditas manos,
transformas corazones ufanos.

Con el barro siempre has trabajado,
a las grietas del alma das cura,
usando tus secretos arcanos.



Dos viejos amigos


(Jotabé dodecasílabo)


Dentro del armario tu viejo violín,
a sus bellos acordes le diste fin.

Lo dejaste solo con las cuerdas rotas,
como quedan olvidadas las gaviotas,
compañero de victorias y derrotas;
a tu lado por las zonas más remotas.

Hoy con gran dolor ves tu propio reflejo,
a ti también te desecharon por viejo.

Renacerán las flores en el jardín,
y fluirá como río mágicas notas;
dos viejos amigos, un nuevo trebejo.



Flores en mi corazón


(Jotabé)


Confieso que por temor me callé,
Y otras veces hasta perdí la fe.

Dijeron que mi sueño era utopía,
que a nada lleva escribir poesía,
mis letras nadie las apreciaría;
trabajar, ¡la mejor cosa que haría!

Y con lágrimas guardé en un cajón,
todos los versos de mi inspiración.

Mas me tocó la rima Jotabé,
y le devolvió a mi alma la alegría,
hoy brotan flores en mi corazón.



Rito sagrado


(Jotabem 33 hexasílabo)


Un antiguo rito,
sublime y bonito.

Del viejo un legado,
insigne y sagrado,
siempre respetado;
¡mas fue despreciado!

Vil generación,
va sin dirección.

Lo ven como un mito
un tema anticuado
decir: «bendición.


Nota: En Venezuela la tradición de pedir bendición a los padres y familiares, se realiza con los brazos cruzados.



Poder Divino


(Jotabemo)


¿Cómo podría negar tu existencia
si todo ser habla de tu presencia?

Te veo en las grandes constelaciones,
en la perfección de las estaciones,
cuando las rosas abren sus botones,
al despertar la vida en los pichones.

Estás en el arroyo cristalino,
en el campo que se viste de lino.

Veo el rastro de tu magnificencia,
en el trueno y los grandes nubarrones,
cuando el cielo se abre cual pergamino.


No pretendo convencer a la ciencia,
de su glorioso poder y omnisciencia.

Él conoce el canto de los gorriones,
visita los nidos de los halcones,
nada sobre temidos tiburones,
y sabe domar a los cimarrones.

Al viento le estableció su camino,
viaja por el mundo en un torbellino.

Cada vida le dice a mi conciencia,
que no surgieron por evoluciones,
todo es fruto de su poder divino.



José

(Jotabemo Espejo dodecasílabo)


En lo profundo del pozo, un joven llora,
por un poco de piedad suplica, implora.

Sus propios hermanos allí lo arrojaron,
por causa de un vil celo que cultivaron,
fingir su muerte entre todos concordaron;
con sangre animal, la túnica bañaron.

Como un miserable esclavo fue vendido,
convicto a un sufrimiento inmerecido.

Y con aquella patraña aterradora,
sin medir dolor, a su padre engañaron;
¡tu hijo José, una bestia se lo ha comido!


Ay, mi José grita el padre adolorido,
con tu partida una parte me arrancaron,
apenas nacía tu pequeña aurora.

Por otro sendero con su paso herido,
va andando José, muy triste y confundido.

No consigue comprender por qué lo odiaron,
como hijos de Caín contra él maquinaron,
las enseñanzas paternas despreciaron,
del camino justo y bueno se apartaron.

Los brazos amorosos de papá añora,
pero no se rinde su alma soñadora.



Vino y flores


(Jotabé Rimipri)


Nada como el gran amor que nos damos,
cada minuto que juntos pasamos.

Amada mujer de dulces amores,
adornada con mágicos colores,
apasionada despiertas fulgores;
mirada que apacigua mis temores.

Callada me hablan tus ojos marrones,
enojada tu verdad siempre expones.

Hada de mis noches nos deseamos,
velada de pasión con vino y flores,
entregada elevas mis emociones.



La oveja perdida


(Jotabé dodecasílabo)


Aquella tarde el pastor se entristeció,
al contar las ovejas una faltó.

Dejando su rebaño la fue a buscar,
con la esperanza de poderla encontrar,
recorrió los caminos sin descansar;
la luz del sol comenzaba a declinar.

Pero al fin escuchó su triste gemido,
terribles espinos la habían herido.

Entre sus brazos al redil la llevó,
convidó a sus amigos a celebrar;
¡hallé mi oveja que se había perdido!



Sin retorno


(Jotabé dodecasílabo)


Aquella noche partieron de Benin,
eran llevados a una tierra sin fin.

La horrible oscuridad del barco negrero,
hacía llorar al más bravo guerrero;
pensar en la muerte, dolor, desespero,
las marcas de la esclavitud en el cuero.

Celebran su tragedia aquellos malvados,
por armas, tabaco y ron fueron cambiados.

Miran el horizonte allá en su confín,
se ha quedado atrás su amado semillero,
mas no olvidarán a sus antepasados.



Adiós Amigo


(Jotabé)


Fue tu amistad una parte importante,
que mi corazón guarda en un estante.

Recuerdos de esos momentos vividos,
nuestros juegos que eran bien divertidos,
en todo nos mantuvimos unidos;
hasta los sueños eran parecidos.

Sin embargo, otro sendero has tomado,
nuestra amistad es cosa del pasado.

No lo niego duele verte distante,
parece que nublaron tus sentidos;
aún no entiendo por qué fui olvidado.



Sagrado deber


(Jotabé)


Hoy te levantaste al amanecer,
para cumplir el sagrado deber.

De pronto tu misión fue oscurecida,
por las dificultades de la vida,
lo intentas, sin éxito en la partida;
y no aparece una mano extendida.

No quieres llegar a casa sin nada,
la esperanza en ti ha sido colocada.

Las lágrimas no puedes contener,
¿qué le dará a sus hijos de comida?
ah, como sufre el hombre en su jornada.



Sobre la roca


(Jotabé)


Sobre la roca afirmó los cimientos,
una casa resistente a los vientos.

Cada piedra levantó con prudencia,
siguiendo el consejo de la experiencia,
su grande fe no desechó la ciencia;
la lluvia no entrará en su residencia.

Mas ¡pobre del necio que no escuchó!
y en la arena su casa construyó.

Cuando vengan los ríos turbulentos,
su miseria quedará en evidencia;
al ver que todo se desmoronó.



Quiero


(Jotabé)


Quiero escribir con rosas y claveles,
pintar unicornios con mis pinceles.

Volar alto con mi imaginación,
en las nubes figuras de algodón,
correr por el campo en mi cimarrón;
y en un papel pintar un corazón.

Quiero vivir en mi mundo real,
sin ser contaminado con el mal.

Aparten de mí aquellos hombres crueles,
cuiden como al oro mi corazón;
la inocencia es frágil como cristal.



El pájaro Guarandol


(Jotabea)


Ha venido el francés, temido cazador
en búsqueda del ave ¡que le picó la flor!

Esta vez Guarandol* está bien asustado,
se ha metido con un cazador afamado...
el final de su vuelo parece haber llegado;
este asunto también dejó al pueblo alarmado.

¡No lo mate, señor, pedimos compasión!
se encuentra arrepentido, merece su perdón.

Mas el vil cazador no escuchó aquel clamor,
todos lamentan, mas un brujo ha declarado:
¡Yo revivo ese pájaro con un palo de ron!


* El Guarandol forma parte de nuestra cultura venezolana, se trata de una danza teatro donde el cazador francés caza al pájaro Guarandol y éste cae muerto; luego el brujo lo resucita con sus poderes.



Jardín lejano


(Jotabé)


Rima triste, y otra noche en desvelo
trata de hallar el ansiado consuelo.

Ha soñado con un jardín lejano
donde no exista el fuego del verano
y al atardecer el viento solano
traiga ninfeas algún verso arcano.

De su imaginación surge Platero
pequeño y peludo fiel compañero.

Fuera de Moguer levantó su vuelo
Juan Ramón Jiménez, gran ser humano
supo adornar su canto lastimero.



Sara la profetisa


Para los que conocen la historia bíblica, saben que Sara la esposa de Abraham tubo su único hijo a los 90 años. Basado en esto escribí este Jotabea.

(Jotabea)


Ella nunca pensó que el tiempo llegaría,
a los casi cien años, un niño pariría.

Fue un milagro glorioso motivo de sonrisa,
Isaac lo llamaron que significa risa,
hay júbilo en las tiendas ¡Sara la profetisa!
Hashem la visitó justo en la hora precisa.

Un ejemplo de fe, para la humanidad,
aún casi al final y con dudas, ¡confiad!

Hoy las lágrimas vencen, retienen la alegría,
pero siempre recuerda que el Señor no improvisa;
llegarán esos días de gran felicidad.



Dama indecisa


(Jotabea)


Las marcas de un amor quedaron junto al río,
el fugitivo instante que reposar ansío.

Caminábamos juntos por los campos floridos,
y despertó la tarde nuestros labios dormidos,
entonces nos besamos perdiendo los sentidos;
sin medir el pudor despojé tus vestidos.

Melodías y versos nos susurró la brisa,
dibujaron las nubes tu mágica sonrisa.

Mas al amanecer me preguntó el rocío,
por aquellos abrazos que fueron prometidos;
juramento sin alma de una dama indecisa.



Combatiente


(Jotabem)


Otra vez lo lastimaron,
vagabundo lo llamaron.

Mundo cruel indiferente,
no ven que no es delincuente,
es un joven combatiente;
que quiere salir al frente.

Él se niega a desistir,
a pesar de su sufrir.

Sus padres lo abandonaron
el amor estuvo ausente;
canta para no morir.



Tu mirada


(Jotabé decasílabo)


Es tu mirada un toque de cielo,
fuego ardiente que derrite el hielo.

Es como un hermoso amanecer,
dulce primavera al florecer,
ojos que susurran un querer;
que tan solo yo puedo entender.

Destellos en la noche callada,
son tus ojos bella enamorada.

En donde mi alma encuentra consuelo,
cuando la angustia quiere volver
tus ojos me dan la paz soñada.



Se va mi vida


(Jotabé dodecasílabo)


Se va mi vida cual espuma del mar,
como las caricias del viento al pasar.

Y siento que no la vivo todavía,
tal vez porque me falta la compañía;
de un bello amor que me cubra de alegría,
llenando con sus besos mi alma vacía.

Juntos correr por el mundo y descubrir,
en cada rincón la magia de vivir.

Pero se va y no la consigo encontrar,
estoy solo en esta constante agonía;
que por las noches no me deja dormir.



Cuéntame


(Jotabé decasílabo)


Viejo, cuéntame sobre tu historia,
esos recuerdos de tu memoria.

Cuéntame de las cosas que hacías,
con cuáles juegos te divertías...
cuéntame de aquellas picardías;
las luchas, tus sueños y utopías.

Dime sobre tu primer amor,
si fue mi madre la única flor.

Aunque tu alegría era notoria,
viejo, ¡cuántas angustias sufrías!,
quiero tener tu fuerza y valor.



Grandes Heroínas


(Jotabé)


Lucen como flores las campesinas,
sobre las altas montañas andinas.

Aran la tierra sus manos sagradas,
van dejando las semillas plantadas,
recogen las verduras cultivadas,
y con fuerza cargan cestas pesadas.

Mujer rural ejemplo de valor,
no le temes al frío ni al calor.

Son ustedes las grandes heroínas,
por su labor deben ser valoradas,
mismo cansadas regalan amor.



Viva el pueblo que resistió


(Jotabé pentadecasílabo)


La cultura de los pueblos debe ser respetada,
ella es su identidad, la bendita esencia sagrada.

Los saberes no pueden ser llamados brujería,
la elaboración artística mera idolatría,
considerando sin provecho su filosofía;
llamar de salvaje al que en la selva feliz vivía.

Cuánto legado ancestral, la ignorancia destruyó,
y cuánta memoria el fuego cobarde consumió.

En los libros profanos otra historia fue contada,
y mancharon toda la belleza que aquí existía;
mas aún vive el pueblo guerrero que resistió.



Un poco de atención


(Jotabé)


Son tus pechos dos espigas de trigo,
que dan alimento, también abrigo.

Senos sublimes, obra primorosa,
con delicado perfume de rosa,
ellos te hacen lucir maravillosa;
de tenerlos te sientes orgullosa.

Por eso presta un poco de atención,
si observas una simple alteración.

El cáncer de mama es un enemigo,
que destruye de forma silenciosa,
cuidar de ti es la mejor solución.



Desigualdades


(Jotabemo)


Es el resultado de la desigualdad,
de un mundo que camina tras la vanidad.

Se le paga millones a los jugadores,
para seducir a pobres espectadores,
cuanto gasto en satélites exploradores;
para ir a un espacio buscando moradores.

Cuando aquí a un infante se le va la vida,
buscando en la basura un poco de comida.

Hasta en la religión existe falsedad,
se hicieron ricos los falsos predicadores;
dejan al mendigo con la mano extendida.


Mientras vivamos así en esta oscuridad,
será estúpido llamarnos humanidad.

Causando angustias, males, gritos de dolores,
creando armas, bombas para infundir terrores,
persiguiendo como fieros inquisidores,
matando, al justo y a los pacificadores.

Ha de quedarnos apenas una salida,
o la historia de Noé será repetida.

Retornemos al camino de la equidad,
al del amor, la paz, vamos a sembrar flores,
consolar al oprimido, vendar la herida.



La canoa


(Jotabé)


A la orilla del mar el pescador,
le confiesa a las olas su dolor.

En compañía de la luna llena,
el viento que escucha su triste pena,
la canoa aliada de su faena;
no consiguió atracar en la arena.

Una tormenta la hizo naufragar,
se lamenta no la pudo salvar.

Ella que fue su primer gran amor,
amiga en la noche turbia y serena,
y muchas veces le sirvió de hogar.



La Higuera


(Jotabé)

Mi homenaje a la poetisa del mes Juana de Ibarbourou tomé uno de sus poemas.


En su gran quinta crecen limoneros,
ciruelos redondos y naranjeros.

Ellos florecen en la primavera,
alrededor de una sensible higuera,
aunque luce un poco fea por fuera;
su alma tiene belleza verdadera.

Todavía no sé si habrá escuchado,
los halagos que Juana le ha dejado.

Tal vez le cuente a todos los luceros,
a los grillos y la luna viajera,
«Miren hoy a mi hermosa me han llamado».



Viejo pabilo


(Jotabem)


Se apaga el viejo pabilo,
y la vida sin bacilo.

En su corazón guardó,
la palabra que él juró,
cuando ahí lo abandonó;
su pequeño no volvió.

Promesa vana vacía,
dijo que lo cuidaría.

Noche fría en el asilo,
una vida se apagó;
sin el amor que quería.



Bartimeo


(Jotabé)


Yace triste a la orilla del camino,
nació ciego por designio divino.

Para vivir depende de un denario,
una mano amiga, alguien solidario;
que consuele su terrible calvario...
viviendo un mundo oscuro solitario.

Mas un día se escuchó un balbuceo,
por su lado pasaba el Galileo.

Arrojando la capa a Jesús vino,
compasivo hizo algo extraordinario;
le devolvió la vista a Bartimeo.



Auschwitz


(Jotabemo)


Y la muerte simulaba la vida,
mientras Auschwitz daba la bienvenida.

La espesa niebla del campo escondía
de la vista, la cámara sombría;
y era mañana, la luna dormía...
y era noche... de la raza judía.

Hombres, mujeres y niños bajaron
Del tren; de humanidad los despojaron.

La muerte, de la muerte conocida,
miró horrorizada al hombre aquel día;
los nazis a todos ejecutaron.


No hubo tiempo para la despedida,
almas acorraladas sin salida.

En el umbral un niño esperaría
el abrazo que nunca llegaría;
nazis su familia le arrancaría...
Raquel sus hijos llora todavía.

Y lo más triste es que muchos callaron;
el exterminio total apoyaron.

Una marca para siempre aderida,
que recuerda que no fue fantasía;
o un cuento que judíos inventaron.



Un poeta diferente


(Jotabé)


Lo hallaron muerto debajo del puente,
sin nombre, tan solo era un indigente.

Junto a él, una pequeña libreta,
guardaba sueños en una maleta:
poemas, quimeras, luz de cometa,
qué raro era un indigente poeta.

Parece que calmaba su agonía
escribiendo un poco de poesía.

«"Voy con mi paso lento entre la gente
miro el rostro del hombre y su careta
todos guardan una melancolía».



Luna enamorada


(Jotabé dodecasílabo)


En la aurora se quedó quieta, escondida
para mirar a su amado en su salida.

Todavía no se quiere despedir
su gran deseo, el día y la noche unir
para bailar con él hasta su cernir
y por siempre sus caricias recibir.

Luna enamorada grande es tu pasión
la distancia no detiene tu ilusión.

En realidad cuando el amor se anida
no existe barrera que pueda impedir
entregar el alma sin medir razón.



Dichosos


(Jotabé dodecasílabo)


¡Cuán dichosos son los pacificadores!
les dijo el nazareno a sus seguidores.

¡Cuán dichosos los de puro corazón!
aquellos que saben otorgar perdón
y al enemigo declaran bendición
dichosos los que sufren persecución.

Dichosos son los que evitan las rencillas
llevan la pesada carga por dos millas.

Y aquellos que lloran por sus opresores
recibirán del cielo consolación
dichosos los pobres, las almas sencillas.



Amada mía


(Jotabé)


Como praderas que exhiben sus flores
es mi doncella un huerto de colores.

Como blancos lirios entre los cardos
es mi amada con aromas de nardos
la sublime inspiración de los bardos
su silueta y sus dulces ojos pardos.

Como viñedos con frutos colgados
son sus pechos vírgenes embriagados.

Amada mía anhelan tus amores
y compiten los jóvenes gallardos
pero son míos tus besos soñados.



Mis cuarenta


(Jotabé)


Un añito más se suma en la cuenta
sí, mis compañeros ya son cuarenta.

Siento que ha sido largo el recorrido
parece incontable lo acontecido
tristezas que me dejaron herido
tiempos felices que me han revivido.

Como los que paso con la mujer
que amo, ella le da sentido a mi ser.

Mas a pesar de la dura tormenta
de la vida me encuentro agradecido
mis sueños nada los va a detener.



Antes de irte


(Jotabé Alfa)


Abrázame fuerte quiero sentirte
bésame el alma antes de despedirte.

Cruzar la frontera es tu decisión
dices que fue apenas una emoción
esas que hacen soñar el corazón
fuimos arrastrados por la pasión.

Gaviotas te acompañan en tu vuelo
hoy se tiñe de oscuridad mi cielo.

Ingrato amor solo quiero pedirte
jamas maldigas aquella ilusión
karma, no te traiga algún desconsuelo.



Antes de irte


(Jotabé Alfa)


Abrázame fuerte quiero sentirte
bésame el alma antes de despedirte.

Cruzar la frontera es tu decisión
dices que fue apenas una emoción
esas que hacen soñar el corazón
fuimos arrastrados por la pasión.

Gaviotas te acompañan en tu vuelo
hoy se tiñe de oscuridad mi cielo.

Injusta es la vida, tenías que irte
justo cuando crecía la ilusión
karma, no te traiga algún desconsuelo.



La vida es más o menos


(Jotabé eneasílabo)


Lisboa en un amanecer
al mundo te dio a conocer.

Poeta, tal vez fingidor
su espíritu gran soñador
del universo explorador
y de Ofelia un admirador.

La vida siempre es más o menos
nunca nuestros días son plenos.

Fernando así lo pudo ver
tal vez por causa del ardor
son sombras de árboles ajenos.



Jesús me salvó


(Jotabé dodecasílabo)


Aquella tarde a sus pies caí rendido
por la grandeza de su amor fui vencido.

Ha mucho tiempo le hacía resistencia
ignoraba su voz suave en mi conciencia
seguí el mal camino de la delincuencia
y me alejé de su divina presencia.

Justo cuando estaba ahogado en el lodo
sin amigos, lo había perdido todo.

Jesús me salvó con su brazo extendido
le mostró a mi alma su gran benevolencia
y en su Reino me ha dado buen acomodo.



Jerusalén


(Jotabé dodecasílabo)


Que decaiga mi diestra oh, Jerusalén
si mientras viva no ruegue por tu bien.

Para que tengas paz dentro de tus muros
y que tus días no se tornen oscuros
para vivir en tu tierra sin apuros
tus hijos jueguen en las calles seguros.

¡Vuelvan las tribus gritando con fulgor!
¡Vamos juntos a la casa del Señor!

Que resplandezca la estrella de Belén
el Mesías venga en los días venturos
a darte consuelo en sus brazos de amor.



Ella fue


(Jotabé dodecasílabo)


Tú fuiste el destello de una poesía
un éxtasis fugaz, noche de utopía.

Una orquídea de algún jardín sombrío
pequeñas gotas de un invierno tardío
calor de verano que derrite el frío
primavera que se viste de amorío.

Brisa perfumada que me acarició
aunque poco creo que también me amó.

Nunca pensé que al amanecer se iría
dejando en mi cama un eterno vacío
aún siento la fragancia que dejó.



Triste final


(Jotabé)


Tenéis un gran problema humanidad
si mi mal te causa felicidad.

Le gritas al matador con pasión
que clave su daga en mi corazón
ves mi sangre no te da compasión
insistes en tu loca diversión.

Pregunto ¿Quién será el irracional?
¿quién de la historia es el vil criminal?

Sé de nada vale pedir piedad
soy otro ser que muere sin razón
me tocó el amargo y triste final.



Carta de amor


(Jotabé)


Era una carta que hablaba de amores
con diseños y letras de colores.

A veces venía con una flor
o bañada de un agradable olor
romance genuino en pleno fulgor
los primeros latidos del amor.

¡Qué gran emoción al recibir una!
era como un viaje a la misma luna.

Aquellos años fueron los mejores
enamorar sin faltar al pudor
vivir ese instante fue una fortuna.



Beso arrugado


(Jotabé)


Querida, cuando el tiempo nos alcance
y aún esté vivo nuestro romance.

Nos daremos ese beso arrugado
con el sol saliendo por el tejado
será un beso cual vino añejado
que embriague nuestro momento dorado.

Sin duda ha de ser nuestra mayor gloria
ver que construimos una linda historia.

Conseguimos vencer todo percance
y envejecimos juntos, lado a lado
nuestra vida ha sido satisfactoria.



Aquel pequeño


(Jotabé dodecasílabo)


Cuánta añoranza tengo de aquel pequeño
que corría a mis brazos cual aguileño.

Aquel que mis pasos gustaba seguir
y me pedía un cuento antes de dormir
de mi pecho nunca querías salir
eras mi gran motivo para vivir.

Mas ahora una oscura ruta has tomado
mi cariño y consejo dejaste a un lado.

Solo espero que despiertes de tu sueño
y que la vida te lleve a percibir
este dolor que a tu padre le has causado.



Ángel


(Jotabem)


La noche estaba callada
y la luna enamorada.

Junto a la suave maleza
se extendió con sutileza
tu piel radiante pureza
nunca vi tanta belleza.

Y nació nuestro amorío
cubiertos por el rocío.

Ángel de dulce mirada
de tierna delicadeza
tu pecho aquieta mi frío.



Vendedor


(Jotabé dodecasílabo)


Recuerdo bien que un día fui vendedor;
al lado de mi padre, gran luchador.

De esa forma ganábamos el sustento
para llevar a casa el buen alimento
papá para vender tenía talento
yo en cuanto aprendía con él, bien atento.

Mas a pesar de salir a trabajar
a la escuelita no dejé de faltar.

Mi viejo quería que fuera mejor
sé que le daba bastante sentimiento
aunque sus lágrimas sabía ocultar.



Poeta de la cruz


(Jotabé)


De los poetas eres el mayor
sobre una cruz tu poema de amor.

Letras bañadas de sangre preciosa
fluyen como agua limpia, silenciosa
dejando a su paso un jardín de rosa
donde el alma dolida al fin reposa.

Poeta que avivas sueños dormidos
tu mensaje ilumina a los perdidos.

Se extendió tu canto de trovador
la justicia y la paz tu mejor prosa
tus versos son carbones encendidos.



Vil bocado


(Jotabé)


En la cama marcas de una traición
fuego fugaz que ciega la razón.

Y al llegar en casa la coartada
una historia perversa mal contada
cree poder convencer a su amada
mas la duda en el alma está clavada.

En su propia familia no ha pensado
cual Edén todo por un vil bocado.

Pensar que ella le dio su corazón
la comida a la hora, ropa planchada
amor eso no le había faltado.



Shabat shalom


(Jotabé)


Ha llegado el «Shabat» ¡Cuánta emoción!
salta de júbilo mi corazón.

La familia ya se encuentra reunida
junto a la mesa una vela encendida
agradece por estar bendecida
alza la copa y dice: «Por la Vida».

Es una celebración ancestral
un tiempo de paz sobrenatural.

Ropas hermosas para la ocasión
y se sirve una sabrosa comida
es nuestro gran momento espiritual.



Palo-brasil


(Jotabé dodecasílabo)


Un árbol grande, bastante colorado
en el nuevo continente fue encontrado.

Los portugueses a Europa lo llevaron
para teñir sus ropas, lo utilizaron
con su comercio, buena plata ganaron
ese fue el primer tesoro que explotaron.

La intensa y descontrolada exploración
casi lo lleva a la total extinción.

El «palo-brasil» así fue bautizado
todavía resiste, no terminaron
los que piensan en su fétida ambición.



Bulto pesado


(Jotabé)


«Lo digo claro, sin mucho rodeo»,
el asunto a veces se pone feo.

Las cosas no van como planeado
el sendero es mucho más empinado
nadie ayuda con el bulto pesado
provoca dejar todo abandonado.

Luego entiendo que es parte de la vida
por más difícil existe salida.

Todo muda con solo un parpadeo
tener calma es lo más recomendado
la mano de mi Rey está extendida.



Cosas de mi pueblo


(Jotabé)


Existe una planta muy peculiar
que según la *pava puede curar.

Los viejos la llamaron cariaquito
bañarse con sus hojas es el rito
después de esto parecerás bendito
y si eres feo te verán bonito.

Tal vez a la primera no funcione
mantenga la fe y no se decepcione.

En mi caso un amor pude encontrar
y desde entonces no duermo solito
mas tenga cuidado, no se ambicione.

* En Venezuela, la «pava» se refiere a la mala suerte.



Las lágrimas van al mar


(Jotabé dodecasílabo)


Si el alma que con los ojos puede hablar
también con la mirada puede besar.

Son las dulces palabras de un pensador
nacido en Sevilla tierra de esplendor
con elegancia le escribió al amor
y también soñó con ser un gran pintor.

Julia Espín la musa de su inspiración
aunque después le partió el corazón.

Mas las lágrimas son agua y van al mar
Gustavo Bécquer tu pasión fue mayor
partiste dejando tu eterna canción.

 
     
   
     
 
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