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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
JUAN GABRIEL ZÁRATE VILLALBA
 
Poemas
 
Juan Zárate

Juan Gabriel
Zárate Villalba

Puerto Presidente Franco,
Alto Parana (Paraguay)
Reside en Bilbao,
Pais Vasco (España)

Se ha nublado tu cándida mirada

(Jotabé)


Se ha nublado tu cándida mirada,
y el día está en insípida alborada.

Inerme mora aquella tu sonrisa,
renunciando a su nitidez deprisa,
se ha perdido el sonido de tu risa,
pues ahora el querer no es ya cornisa.

Ahora todo es gris, ya nada es rosa,
ahora la tristeza está frondosa.

Todos se marchan cuando ya no hay nada,
el aire queda sin ninguna brisa.
¡El desamor es una oscura fosa!



Santo Job dame paciencia


(Jotabem)


Santo Job dame paciencia
como tu plena conciencia.

Ahuyéntame el desespero
y cuida de mi "te quiero"
que sin el amor yo muero
como hundido en el estero.

Encamíname la vida
con paciencia de tu brida.

Haz paliable mi existencia
con firme sosiego austero
y con la emoción sentida.



Jorge Luís Borges


(Jotabé)


Los días tuyos ya no son; la muerte
te ha puesto en su ataúd con nombre inerte.

Mas también inmortal al corazón,
a todos con afán y de nación,
en alto alzan tu nombre y tu razón
al leer tu poema en oración.

Tu legado es del mundo en el lenguaje
un sutil y un magnífico brebaje.

Y todos quieren adquirir la suerte
de ser cual Borges, joya y devoción.
Mas se ha adelantado ya en su viaje.



Marchando te voy buscando


(Jotabém)


Marchando te voy buscando,
y los recuerdos arando.

Un nido hace el sentimiento,
traen antojos el viento
antojos y pensamiento
en el llano alejamiento.

Ansioso ya por mirarte
y todo mi querer darte.

Pero me veo llorando
porque lo que anhelo y siento
tanto el verte y adorarte

sin tocarte
y sin ser tu afable dueño
me he despertado del sueño.



La gente muere


(Jotabem)


Sí, la gente quiere vida
larga y plena... mas no herida.

Si, se confunde la gente
con el querer tercamente
pensando que eternamente
será el amor vorazmente.

Sí, la gente coquetea
estructurando una idea.

Mas es muy corta la brida
de la vida. Tenga en mente
morirá quien te rodea.

Tomar tea
y llevarla en el camino
te dará paz en el sino.



El árbol de nuestro amor


(Jotabé)


Un mágico rocío baja y toca
una hoja; en el arbusto se coloca.

Y el árbol tiene el tronco dividido
por un azote de ciclón sin nido,
que le dejó en antaño malherido,
y ahora, huella queda, establecido.

Y cual la huella duerme nuestro amor,
que espera un alba nuevo, sin dolor.

Y el rocío ha bajado y le trastoca
al árbol su señal cual es debido,
y vuelve a ser estrépito el fervor.


(Poesía Finalista del III Concurso Internacional de Poesía El mundo suena en Jotabé)



El enamorado


(Jotabé)


Varón que no conoce tal hambruna;
hay algo oculto que en su pecho acuna...

Está lúcido como un pensamiento,
dice que el viento no es un elemento...
dice que el viento es más que un simple viento...
que el viento crea cándido contento.

¿Será quien le dará locura y muerte,
el que su corazón acuna y vierte?

A sus pies se recrea la fortuna;
una mujer, que le hace encantamiento:
su luna de cristal con sol de suerte.



A algún lápiz que dibuja


(Jotabem)


Lápiz trazas el papel
cual su espada un coronel.

Y dibujas con tu mano
el retrato de un humano
quizás el no menos vano
la figura de mi hermano.

Y en ese papel fulgura
un dibujo de hermosura.

Nos deleita con su miel
el hermoso sobrehumano,
que perdurará y perdura.



El árbol del conocimiento del bien y del mal


(Jotabem)


No érase un árbol cualquiera
su fruto tenía entera

prohibición a ser comido.
Érase un árbol torcido,
con frutos que fue engullido,
y el pecado conocido.

Adán, el triste exiliado
refleja en mí su pasado:

¡Qué me apedreen quien quiera
yo también he consumido
el fruto del árbol dado!



Estamos de aniversario


(Jotabem con estrambote)


Estamos de aniversario
pues hoy fecha en calendario.

El Jotabé es la fortuna
en la numerosa y una
como sabor de aceituna
lo que somos bajo luna.

Quien podría en esta magia
no perderse pues contagia.

Yo, lo saboreo a diario
Tú, dices que es como hambruna
que no sacia tu hemorragia,

es disfagia
tal vez, pero nunca hambre
porque brilla como alambre.



Viviendo mi vida con querella


(Jotabé)


Quítame este dolor que en mí es herida
rompiéndome en hogueras, en mi vida,

como la roja llama es elemento,
o la tierra cubierta; el pavimento
espera el blanco resplandor del viento
que trae paz quitándome el tormento.

Oh noche muéstrame una blanca estrella
y hazme dueño de su calor centella.

Estoy en una alegría prohibida
escribiendo poemas de lamento
y viviendo mi vida con querella.



A un árbol cuando llega otoño


(Jotabé)


La noche cae en el silbido viento,
le quitan ráfagas su sentimiento.

El vetusto voraz galopa cerca
¡Sí!, es el otoño fiero que se acerca
es el gran destornillador de tuerca
la estación de cadencia tanta y terca.

No hay abono que sane el vasto miedo
que el árbol pierda todo su fe y credo.

Y llega el alba como un pensamiento
y llega otoño, y con valor recerca
toda su magia, al árbol deja quedo.



Abeja soñadora


(Jotabem Anillo)


Mirenme soy una abeja
que entre sueños se refleja.

Quiero la miel disfrutar
y sin su jugo soltar,
y luego ebria caminar
(o mejor dicho volar).

En las alturas fugarme
de este bullicio alejarme.

Y no volver hasta añeja
para crear el hogar
y al arduo trabajo atarme.


Los sueños al arrancarme
no forma parte de amarme.

Es concretamente estar
sin rumbo y sin naufragar
y perdido y sin pescar
y estar sin desayunar.

Pero el sueño me corteja
en afable moraleja:

"Si nadie puede amarrarme
yo podré siempre cantar
y huir como una coneja."



Pájaro palomo


(Jotabé)


Alas que vuela sobre el horizonte
buscando el nido en jorobado monte.

¿Pero quién satanás tropieza en vuelo
al acecho del fiero halcón desvelo?
¿Qué Dios o qué ventura será el velo
protector, y esperanza de ascuo celo?

¡Oh perseguido pájaro palomo!
macabro acoso y, ¿escapaste cómo?

Ya no existe estampida de bisonte,
y el nido ha vuelto a ser el azul cielo
aunque vasto es el tinte del asomo.



Riqueza y Pobreza


(Jotabé dodecasilabo)


Si alguien alguna vez te ha dado alegría
y te has severamente de la agonía

olvidado, con entusiasmo viviendo,
déjame analizarte porqué no entiendo:
amiga mía, tu tesoro es tremendo
y evades la elegancia, no te comprendo.

Porqué reprochas con rigor la riqueza,
y vives en tu orbe emanando tristeza.

La alegría es distinta melancolía,
crece y sé altiva para no estar lamiendo
lo que la vida te lanza con destreza.



Quiéreme alguna que es grande mi pena


(Jotabé)


Quiéreme como una mujer ajena,
hasta que la condena me de pena.

Quiéreme hasta las vísceras entraña
hasta que mis neuronas de migraña,
y mi ego solo sea una alimaña
enredada en mi pelo de maraña.

Quiéreme con tu dulce entendimiento
y yo estaré en tu vasto pensamiento.

Quiéreme con locura alta condena,
El dolor es constante, me acompaña
y mi lamento está en febril tormento.



Esta tristeza que labra mis penas


(Jotabé)


La latente tristeza que mascullo
es malévola pena sin arrullo,

cuervo que labra mis entrañas fiero.
El blancuzco sosiego postrer quiero
y resguardar mi espíritu señero
del mundillo sombrío, compañero.

Este pesar que anida con rareza
es un tormento fiero con certeza.

Sonando por el aire con murmullo,
peregrino eviterno y pasajero
llevando tempestad a mi cabeza.



Feliz día de la raza


(Jotabé)


Hoy en la tierra nace la hermandad
porque somos humanos sin maldad.

Y Nuestro ejército de ruiseñores
son afables mujeres y señores,
algunos son cantantes y tutores
mientras otros redactan a las flores.

Y Habiendo tales seres de armonía:
el padre mío y la ángel madre mía.

Hoy es el día de la hispanidad,
celebramos las pieles, y colores
del planeta en su buena melodía.



Dolor agudo


(Jotabé)


Y de mi roja sangre fluye herida
cual rojizo dolor de albor vestida.

Y late y late y late y late en mí
el agudo dolor del frenesí,
mi cuerpo es, marchitado carmesí
también mi pecho, color del rubí.

De mi latente boca de jadeo
habitándome herida que poseo.

Fuese el amargo miel en mí vertida,
fuese el llanto llorón del alhelí
fueran hieles que en mi alma no deseo.



La pena


(Jotabem trisílabo)


La pena
condena,

y al alma
desalma,
la calma
despalma.

La herida
sufrida

es llena
empalma
dolida.



Esta tristeza que labra mis penas

(Jotabé)


La latente tristeza que mascullo
es malévola pena sin arrullo,

cuervo que labra mis entrañas fiero.
El blancuzco sosiego postrer quiero,
y resguardar mi espíritu señero
del suplicio sombrío. Compañero.

Este pesar que anida con rareza
Es tormento, es malévolo, es maleza.

Bufando por el aire sin murmullo,
peregrino eviterno y pasajero
llevando tempestad a mi cabeza.



El que ha muerto en Otoño


(Jotabé)


Se desploma del techo la hojarasca,
y con murmullo y viento el suelo rasca.

Parece ser un día tan cualquiera,
el frío viento arrasa y ni siquiera
queda aire para que sobreviviera
el reseco árbol, pena que muriera.

Siempre fue un árbol amarrado al suelo,
sosteniendo la tempestad del cielo.

¿Queda esperanza en el color verdasca?
¿Hay algo que retoña y renaciera?
¿Más tarde el árbol vuelve a tomar vuelo?



Cuervo solitario


(Jotabé)


Un soplo solloso, umbroso gotea
del pájaro que umbrío picotea.

El cuervo labra con su pico corvo
las entrañas sombrías de un estorbo
que en mísero llanto y borbollón sorbo
hace gemir al ave aislado el torvo.

Ave en montón de trigo y muy señero
distante de la tribu por tan fiero.

La parvada con rechiflo le afea.
Con las gotas de yema de un gran ñorbo
moldea un fiel y honrado compañero.



Tu cuerpo


(Jotabé)


Tu cuerpo, flor pantanal en mi suelo,
queriendo o no tomar alas en vuelo

En el mecer de pétalos del viento,
como rosas rojas en movimiento
inhala cuál abeja el sentimiento
su néctar de vil apasionamiento

Es muy bueno beber de tus latidos
de los contiguos enjambres perdidos

Solo basta pintar de azul tu cielo
para sumergirme en tu pensamiento
y gustar de los recuerdos u olvidos.



Engulle la noche mansa mi luna


(Jotabé)


Engulle la noche mansa mi luna
en aguas bravías de la fortuna.

Eres remanso manso en mi reproche
manantial de lumbre viva en la noche
alba llamarada, un voraz de anoche,
sostén de vida en mi duro derroche.

Mi alma noble te busca, como nido
de un vuelo de polluelo ido o perdido.

El rescoldo del adiós es hambruna,
la partida de huellas como broche
en pecho, escrito malcriado y fornido.

 
     
   
     
 
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