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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
INGRID ZETTERBERG DE ESPINOZA
 
Poemas
 
Ingrid Zetterberg de Espinoza

Ingrid
Zetterberg de Espinoza

Lima (Perú)

Blanca perla

(Jotabé eneadecasílabo)


Lindas metáforas suben a la enredadera de tus cabellos,
blanca perla, prolija poetisa con cantos de diosa, bellos.

Enarbolas la bandera de tu isla querida, manos de artista
con las que elaboras tus versos de altura como una
[ acuarelista
en la magnífica senda que vas cruzando, perla
[ vanguardista.
Yo quisiera hallarte y caminar tus pasos, admirada letrista.

Eres un sueño que se truncó en tus juveniles alas de
[ seda.
Eres un océano de riqueza versátil, una voz queda.

Mas caíste cual deshojada flor con tus versos que son
[ destellos,
en medio de la niebla azul cual pintura de un lienzo
[ realista.
Poetisa le presento mis respetos a tu obra mientras
[ pueda.



El Rey de reyes


(Jotabé tridecasílabo)


Vayamos a celebrar al resucitado
¿Quién será aquel santo varón al que han nombrado?

Es el Rey de reyes llamado Jesucristo
proezas como las que Él hizo nadie ha visto;
vendrá a querer reemplazarlo el anticristo.
Jesús es mi dulce Dueño desde que existo.

Un terremoto ha dejado abierta la tierra
por su resurrección que a los malos aterra.

El justo al final, por Él será arrebatado,
nunca te olvides del alma mía mi Cristo
aunque sé que sin mala intención siempre yerra.



Suerte perruna


(Jotabemo Espejo decasílabo)


Es tan triste vivir, pues no vivo,
arrastro un sinsabor vengativo.

Duele respirar en esta noche,
las amarguras vienen en coche
no soportaré ningún reproche,
así me hallo desde anteanoche.

Me molestan el sol y la luna
¿por qué no desaparecen a una?

¿Qué hacer con mi ánimo negativo?
de mi genio ando haciendo un derroche
harta estoy de mi suerte perruna.


Ni aunque yo tuviera una fortuna
quitaría de mí tanto roche,
necesito un cambio decisivo.

Quizás alguna ayuda oportuna,
hasta ahora no tengo ninguna.

Ya se hizo tarde, ya es medianoche,
tengo ojeras, parezco un fantoche.
No quiero me vaya a dar soroche
aquí en la sierra sería el broche.

Eso será un final explosivo.
Dios me libre de algo tan nocivo.



Conocí las caricias de tus manos


(Jotabé)


Conocí las caricias de tus manos
amadísimo eterno en los veranos.

Son tus manos deleite cada noche
y de ardores hacemos un derroche,
paraíso de amor dan sin reproche
a mi piel esas manos desde anoche.

Quiero más de tus manos de pianista,
porque tienes el alma de un artista.

Me amarán esas manos siendo ancianos,
cerraremos al fin juntos el broche
te lo digo, pues soy muy optimista.



Bendito sea el árbol


(Jotabé tridecasílabo)


A la sombra de un árbol añejo, descanso,
y está plantado al lado de un arroyo manso.

Bandadas de aves se refugian en su fronda
y algún gusanillo entre sus hojas ahonda,
de un pájaro quizás su nido allí se esconda
¡y quién sabe que más entre sus ramas ronda!

Necesario es el árbol ante el sol que hostiga,
sol inclemente y abrumador que castiga.

Bendito sea el árbol, del alma es remanso,
abundan con su sombra cerca a la rotonda
y la brisa que emanan el calor mitiga.



Poeta y dramaturgo


(Jotabé tridecasílabo)


Lope de Vega fue un gran maestro en el verso,
desde niño se le vio en el talento inmerso.

Entre amores y letras, sonetos llovían
fue mujeriego y los hijos se repetían;
y casi en el ocaso lo destacarían
como fiscal, pues sacerdote lo querían.

Mas siendo fraile no dejó de cortejar,
y escribió novelas y dramas a la par.

Su oficio literario fue extenso y diverso,
sus fabulosos éxitos lo mostrarían
por ser un poeta y dramaturgo ejemplar.



Navidades infantiles


(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


Cuando mi niñez risueña, despuntaba con la aurora
eran tiempos navideños que el alma por siempre añora.

Yo hallaba entre mis juguetes una luz de paz y ensueño
del que mi corazón blanco, era el escogido dueño,
tiempos de ilusión vividos en viejo barrio limeño,
navidades de mi infancia, que en evocar yo me empeño.

Felicidad en la cena, pura y casta Nochebuena.
Todo transcurría hermoso, en esperanza serena.

Ya no se oyen villancicos, hay silencio que devora,
la inocencia de la infancia duerme su más hondo sueño.
En muchísimas naciones hay profundo llanto y pena.



Homenaje a Natalicio Talavera


(Jotabé tridecasílabo)


Natalicio, de elegante y orlada pluma,
levantóse tu fino versar como espuma.

Grandes son tus poemas de patria y hogar
con tu distinguida signatura sin par,
lágrimas y ausencia en la casa familiar
dejó tu madre que no pudiste olvidar.

Paraguay, tu tierra querida, honor le ungiste
entre tus poemas que de gloria ceñiste.

Falleció tu madre y cual zarpazo de un puma
dejó una herida muy difícil de sanar
y en tus dulces letras todo tu amor le diste.



Me presento ante ti


(Jotabé tridecasílabo)


Ay, Juan Ramón, ¡cómo me desangraste el alma!
con tu «Platero y yo», que me nubló la calma.

Copito de algodón gris, juntos caminamos.
Por las calles de Huelva todavía andamos
entre flores malvas y violetas que amamos,
a pesar del tiempo del ayer que dejamos.

Enterrado quedó mi corazón contigo
bajo aquel árbol, Platero dulce, mi amigo.

Me presento a ti, Juan Ramón, mi nombre es Salma,
junto a Platerillo por tu tierra vagamos
y ese libro inmenso, olvidarlo no consigo.



El mar de tus ojos


(Jotabé decasílabo)


Tu mirada azul y matadora
se ha prendido al alma que te adora.

Bucearé en tus ojos de espejo
cual laguna en la que me reflejo,
me pareció ver un azulejo
eclipsado en tu mirar perplejo.

El mar de tus ojos me seduce,
un brillo de luz y estrellas luce.

Tienes la mirada observadora
si estoy cerca de ti o si me alejo
oh, tu azul mirar siempre reluce.



Versos bordados


(Jotabem)


Bordé con mi dorado hilo
los poemas que perfilo.

Mis versos van adornados
con cintillos y bordados,
con mucho arte resaltados
y en mi pared enmarcados.

Los he puesto en venta a veces,
ya que no son pequeñeces.

Mas bien son de gran estilo,
y pronto fueron comprados
y me pagaron con creces.



A Fernando Pessoa


(Jotabé tridecasílabo)


Las tuyas fueron varias personalidades,
un enigmático ser de contrariedades.

Con tus heterónimos no estaré de acuerdo,
es extravagancia con la que no concuerdo.
Amaste la lujuria si mal no recuerdo
y en lo espiritual te muestro mi desacuerdo.

Mas a pesar de todo eras original,
tenías talento al escribir sin igual.

Un poeta único en tus creatividades,
que al leer tu obra seguro que nada pierdo;
y esta es mi más sincera opinión personal.



Con afán y amor


(Jotabé)


Yo me iré entre las sombras del olvido
pero tú, fácil amarás mi nido.

Escondiéndote entre pajas fraternas
buscarás mis caricias casi eternas,
colibrí, tus ojos fueron linternas
y sufrí al perder tus alas paternas.

Volaré hacia lejanas alboradas
y quizás entre plumas enlutadas.

Yo te amé con mi cantar y latido
y quedó mi huella y mis voces internas
con afán y amor en tu alma tatuadas.



Bardo de antaño


(Jotabé dodecasílabo)


Gran poeta, visionario y misterioso
que te inspiraste en la muerte, doloroso.

Que hablabas del amor y las golondrinas
y al balcón te asomabas entre neblinas.
El pasado ha descorrido las cortinas
y nos hizo descubrir tus letras finas.

Tu pluma dilecta dejó gran legado
a los futuros vates que te han amado.

Tus bellos versos declamas amoroso,
y en la ruta de los célebres caminas;
bardo de antaño que fuiste laureado.



Por necios


(Jotabé dodecasílabo)


Si todo en mi destino saliera mal,
desearía que llegara el final.

Mas confío en Dios y nada se ha torcido
pues de su mano el camino he recorrido
por las ciudades y algún campo florido,
pues mi pie no resbaló ni estando herido.

Hay gente que su propio destino tuerce
por malas decisiones en lo que ejerce.

Andar siempre con cuidado es esencial;
por necios muchos tienen su merecido
pues quizás algún astuto los almuerce.



A Rosalía de Castro


(Jotabé)


Rosalía, sencillez hallo en tus versos,
entre la soledad y el viento dispersos.

Te asomaste a la vera de los caminos,
a los ríos y perfumes pueblerinos.
Te inspiraron arroyos y campesinos
y la muerte asomó entre cantos y trinos.

Tu versar nos cobija cual una sombra
su suavidad y frescor a mí me asombra.

En tus dulces letras estamos inmersos,
y prorrumpiendo entre aplausos repentinos,
a la vez en nuestro ser, algo te nombra.



Cabellos plateados


(Jotabé dodecasílabo)


Los años sesenta de mí no se irán
porque en el alma por siempre vivirán.

Años del primer amor y muchas fiestas,
mis amigas y yo estábamos dispuestas
a besar a algún muchacho haciendo apuestas,
fuimos rebeldes, mas nunca deshonestas.

Los sesenta fueron los años dorados
que por siempre nos fueron arrebatados.

Al recordar, las nostalgias surgirán
porque ya vamos con la vejez a cuestas
y tenemos los cabellos plateados.



Enigmático mar


(2 Jotabems)


I

Milenario y misterioso
eres océano umbroso.

Tesoros profundos guardas,
muchos secretos resguardas;
embarcaciones gallardas
que por siglos salvaguardas.

Temor causa tu oleaje
cuando se torna salvaje.

Mas si el clima es caluroso
a los bañistas aguardas,
a los que tienen coraje.


II

Belleza escondes, oh mar,
imposible de alcanzar.

Cual subterráneo mundo,
en prodigio eres fecundo.
Y si en tus cavernas me hundo
en mi fe sobreabundo.

Cardumenes de colores
e infinitos moradores

te consideran su hogar,
quisiera por un segundo
ser parte de tus candores.



Homenaje


(Jotabé decasílabo)


Hoy es el día del escritor
el de escogidos versos, autor.

El que se inspira en la luna llena
y le vibra en el alma una pena,
el que adora la noche serena
y se conmueve oyendo una quena.

Un homenaje le otorgaré
y con mi pluma le alabaré

por su talento conmovedor
cuando un nuevo poemario estrena,
y por leerlo me afanaré.



Valencia es fulgor...


(Jotabé Vereal dodecasílabo)


Bendito fue el varón que libró a Valencia,
pues usó clemencia, pues usó clemencia.

Y el dominio islámico fue derrotado
por el Cid Campeador que llegó armado,
mas, tras siglos de lucha algún moro osado
con su cetro alzado, con su cetro alzado,

de los cristianos se creyó vencedor,
mas su exiguo honor, mas su exiguo honor

quedó destrozado por la gran paciencia
del rey Jaime de Aragón que ha declarado:
«Valencia es fulgor», «Valencia es fulgor».



La eterna envidia


(Jotabe decasílabo)


La envidia es el peor de los males
y se halla hasta en las redes sociales.

La envidia es un rencor impotente
y entre bardos nunca estuvo ausente;
en la oficina el brote es latente
y entre vecinos anda presente.

Caín mató a Abel por envidia
fue de improviso, sin mediar lidia.

Dios y el diablo siempre son rivales
por la envidia que el oscuro siente,
pues la paz del Señor le fastidia.



Insigne Garcilaso


(Jotabé)


Entre la espada y la pluma escogiste
y ganó el soneto que descubriste.

Y hasta Príncipe entonces te apodaron
por tu grande talento que admiraron
ya que tu endecasílabo elogiaron
muchas generaciones que te amaron.

Insigne Garcilaso de la Vega,
a las letras muy vasta fue tu entrega.

Tenemos que agradecer lo que hiciste,
lo que tus creaciones nos dejaron
a los que batallamos en la brega.



Arbolito aromático


(Jotabem Kigo)


Árbol que vas perdiendo
tu verde atuendo.

Me hablas de aquel señor
que tendrá la labor
de quitarte el color,
harto dolor.

Gris otoño se llama,
mi verso lo ama.

Y por él yo me extiendo
en letras con amor,
no hagas más drama.



Mi tesoro


(Jotabé decasílabo)


Libro de mis sueños infantiles
fuiste mi preferido entre miles.

En ti leí mis primeros cuentos
que me abrigaron los sentimientos,
risas y lágrimas en los vientos
me fueron llegando por momentos.

Mi libro, mi escondido tesoro,
mi emoción cuando te rememoro.

Me dejaste recuerdos sutiles,
tus páginas fueron instrumentos
para forjar quimeras que añoro.



Poetisa excelsa...


(Jotabem)


Fuiste maestra rural
con tu enseñanza esencial.

A los niños entregada,
y por ellos fuiste amada;
tu poesía inspirada
se elevó cual llamarada.

Premio Nobel recibiste
pues con estrella naciste.

Tu versar tan especial
te hizo poeta ilustrada,
gran legado nos cediste.



Luna de abril...


(Jotabé decasílabo)


Bello astro tu amistad yo procuro,
mas entre tú y yo se eleva un muro.

Los silencios que llegan sangrantes
en la oscuridad a los amantes,
los distancia de besos galantes
pues tu luz ya no alumbra como antes.

Luna de Abril que te has ocultado
del poeta novel y enlutado,

pues su inspiración yace en lo oscuro,
vuelve para que el cielo abrillantes
con tu halo luminoso y perlado.



No habrá navidades como esas


(Jotabé Monocorde con acentuación melódica)


I

Navidades que fueron dulce canto,
villancicos de infancia, eran mi encanto.

Arrullaba muñecas holandesas
enseñando a mi hermana mis sorpresas,
pero riendo felices y traviesas
nos vestíamos lindas cual princesas.

Chocolate endulzado y buen pastel
reposaba en la mesa con mantel.

Los petardos y luces entretanto
asustaban a gatas, las siamesas
que solían dormir en mi dintel.


II

Y también el bebé rompía en llanto
y mamá consolaba su quebranto.

Y no habrá navidades más como esas
con las velas fragantes en las mesas
y el precario pesebre de promesas
alumbrado en azules y turquesas.

Yo recuerdo a papá y su moscatel,
le encantaba ese vino con tortel.

Y a las doce poníamos al santo
Jesucristo, a aquel que le interesas
y «Feliz Navidad» como cartel.



Espero tu piedad


(Jotabé)


Dios, ya no quiero más así llorar,
que mis lágrimas dejen de manar.

Dame tu paz en la noche de duelo
que sin él perdí mi dulce consuelo.
Al menos tráeme blanco pañuelo
y seca mi llanto por el mozuelo.

Visítame pronto de madrugada
porque de dolor estoy saturada.

Un milagro puedes realizar
si te propones alzarme del suelo.
Dios, espero tu piedad anhelada.



Llena de coraje


(Jotabemo dodecasílabo)


I

Tal como me ves, me voy con mi equipaje
porque ya me he cansado de tanto ultraje.

Y aunque te pongas ante mí de rodillas,
no puedo soportarte cuando me humillas
y debo descansar de tantas rencillas
que francamente sólo son pesadillas.

Ya me alejo apresurada y sin vestirme
y no he querido siquiera despedirme,

pues por tu culpa estoy llena de coraje
mas no sé porque tanto lloras y chillas
si tú mismo has provocado que quiera irme.


II

Mas si tú anhelas que yo vuelva y no viaje
debes apaciguar mi ira en oleaje.

Y hablarme con paz y palabras sencillas
quitando de mi corazón las astillas,
y sembrar en mí las secretas semillas
que tienes en tu alma como maravillas.

Al plantar tu raíz, trata de no herirme
que en mi ser hay tierra fructífera y firme.

Y entre nosotros habrá un nuevo lenguaje,
oyéndose en nuestro nido campanillas.
En tu mano está que a ti vuelva a unirme.



Con locura


(Jotabé dodecasílabo)


Así es como te amo mi dulce verdad,
tierno, apasionado, mejor a tu edad.

Vivo enamorada, siempre me seduces
con tu azul mirada, con la que me induces
a seguirte el paso, por favor no abuses
de este ardiente fuego que en mi alma produces.

Te amo con locura, te sueño y te tengo;
te abrazo y me quemo pues no me contengo.

Para estar muy juntos en la intimidad
ven pronto a mi lado, caricias muy dulces
debo de entregarte, ya no me detengo.

(Utiliza fonética sudamericana)



Regalo de amor


(Jotabé)


Llegaste una noche con tu regalo
pues mi antiguo móvil estaba malo.

¡Qué moderno celular hija amada!
¡Qué gran sorpresa jamás esperada!
y a tu alma noble me quedé abrazada;
su carcasa me dejó entusiasmada.

Y esa nota de amor que me escribiste
la guardé en mi cajón, pues me la diste.

Mamá, las aplicaciones te instalo,
me ofreciste con voz alborozada,
pues con el móvil diestra siempre fuiste.



Mi perrito amado


(Jotabem)


No olvidaré tu mirada
en aquella madrugada.

De mi alma te despediste
perrito amado, y te fuiste
por aquel sendero triste
donde aún tu sombra existe.

Y bauticé con mi llanto
tu cuerpo envuelto en un manto.

A ti me quedé abrazada,
mas a la tumba te uniste
aquel día de quebranto.



Frío cruel


(Jotabem)


Sopla el viento en mi ciudad
y se respira humedad.

Abrigamos nuestras manos
mas los esfuerzos son vanos,
frío cala en ciudadanos
del Perú, ¡pobres paisanos!

Bajo edredones y mantas
frío cruel, no nos espantas,

aunque se sufre, es verdad,
mucho más niños y ancianos,
¡oh, clima que desencantas!



Por ti estoy perdida

(Jotabé Terzimas hexadecasílabo)


Mi deleite eres tú, dulcísimo mío, mi hombre amado,
¿sabías tú que entre las féminas eres deseado?

Con tu bellísima voz y ese talento eres famoso
además de ser entre los cantantes el más hermoso,
pero tu defecto particular es que eres celoso
no obstante en la intimidad me compensas por ser fogoso.

Tu mirada profunda me traspasa el alma y la vida,
sin tu proximidad, en mi pecho habría gran herida.

Fuiste amado y deseado en mi alma desde mi pasado
famoso eres, hermoso y celoso, fogoso y amoroso.
Mi vida es sangrante herida, pues por ti me hallo perdida.



Hermoso árbol


(Jotabé Rebote)


Es un árbol hermoso, solitario,
y como algunos dicen, centenario.

Sus hojas pardas la brisa saluda
y ya quedó de sus verdes desnuda;
su rama me hiere porque es espinuda
aunque su hoja siempre asome menuda.

Sus flores son cual perfumada dama,
su aroma de hermoso jade derrama.

Por loarlo anticipo poemario,
mirando su testa poco copuda
que sin embargo tiene bella llama.



Ya todos lo saben


(Jotabé Vereal)


Tuya soy, pero con otro estoy casada;
voy desesperada, voy desesperada.

Te confieso que esta prueba es harto dura,
todos lo saben en el pueblo, hasta el cura.
No obstante guardar mi secreto procura,
te amo con locura, te amo con locura.

Sabes que hace años nos vemos a escondidas,
tu miel me convidas, tu miel me convidas.

Alma de mi alma, a tu ser yo vivo anclada,
resguárdame de esta noche vil y oscura
que en mi pecho anidas, que en mi pecho anidas.



Celosa luna


(Jotabé Vereal dodecasílabo)


Mujer de elevados vuelos, te alejaste
rumbo al sol que amaste, rumbo al sol que amaste.

De tu ardor brotaron negras mariposas
que se quemaron en tus llamas fogosas,
pero la noche y las estrellas curiosas
estaban celosas, estaban celosas.

Mas al sol le has entregado tu alma ardiente
muchacha inocente, muchacha inocente

que a la luna plateada despreciaste
y perdiste tu inspiración y tus prosas,
llora pues silente, llora pues silente.



Mi Pelusón


(Jotabé Misrrimo)


I

Nunca más te tendré mi dulce amigo
y tu mirada olvidar no consigo.

Desde entonces ¡cuánto llanto derramo!,
perrito mío, aún siento que te amo;
y en mis sueños con tristeza te llamo
al cielo tu presencia yo reclamo.

No percibo tu alegría inocente
porque en mis umbrales ya estás ausente,

y mi regazo no será tu abrigo.
Te llevaré de mis rosas un ramo
allá donde permaneces silente.


II

Yo te extraño pequeño Pelusón,
te puse ese nombre con ilusión.

Y este poema triste yo declamo
en mi angustia y soledad que amalgamo
con la oscura noche en que desparramo
estos versos que me inspiras mi chamo.

Porque fuiste mi niño, mi pequeño,
mi hijo adoptivo, mi lanudo ensueño.

Ahora descansas de tu aflicción
en la fosa que te cavó el mucamo.
Pelusón mío, ya estás en tu sueño.



Mis anhelos


(Jotabé con estrambobe y acentuación melódica)


La frescura del viento mantenía
libertad y salud en armonía.

Obligados barbijos despojaron
de sonrisa y de paz, que ya no hallaron
los humanos, que tristes se enlutaron
por sus padres y abuelos que marcharon.

Mi deseo es volver a ser feliz,
que no duela jamás la cicatriz

que dejó la pandemia que imponía
el encierro; y angustias nos hartaron
con el peso de cruz tan infeliz.

Yo quiero un matiz
diferente en mi vida, en sintonía
con la calma que en otra era tenía.



Sin consuelo


(Jotabé con acentuación melódica)


Gracias Padre por tanto gozo y paz,
que en mi tiempo gastado fue solaz.

Volveré sin embargo a mi dolor
pues mi fe tambalea sin amor.
No cuestiono por nada mi Señor
a pesar de la angustia en mi interior.

La nostalgia de aquel cantar de mirlo
atraviesa mis sueños al sentirlo.

Embriagada en tristeza tan voraz
desperté entre la vida sin color
y el consuelo no puedo percibirlo.



A víctimas y Héroes de vil pandemia


(Jotabeim)


1

Un manto de oscuridad
envuelve a la humanidad.

Un virus nos ha vencido
y un mar de dolor temido
ha hecho escuchar su bramido
que jamás irá al olvido.

Muchos ancianos se fueron
y jóvenes los siguieron.

Quedaron en orfandad
inocentes que han sido
los que este luto bebieron.


2

El tejido de la abuela
quedó inconcluso aunque duela.

Roponcito azul, rosado...
en un rincón ha quedado;
no cubrirá al nieto amado;
ella, ave triste, ha volado.

No habrá quien cante una nana,
voz de arrullo está lejana.

Quizás la alumbra una vela;
en su agonía ha llorado
por una tibieza hermana.


3

Enfermeras y doctores
actuaron de mil amores

y cual guerreros valientes
luchan con uñas y dientes
a pesar de estar carentes
ya de fuerzas y suplentes.

También les llegó la parca
que a las naciones abarca,

y partieron sin loores
habiendo sido clementes
y estando en la misma barca.


4

Hay rebrotes por doquier
Dios, ¿qué podremos hacer?

El encierro es vil condena,
ya la vida no es amena
y eso a todos nos apena
aún oyendo una quena;

pues hay música en balcones
que nos dan satisfacciones

en el pleno acontecer
aunque es muy triste la escena
de gente en tribulaciones.


5

La pandemia me deprime
y el desconsuelo me oprime

y en susurros y plegaria
en mi morada precaria
voy rogando solidaria
por aquel que en solitaria

agonía se debate
sin nadie que lo rescate.

Pero habrá quien desestime
de manera temeraria
este virus cual orate.


6

A las víctimas ofrendo
mi cantar oscureciendo.

Pues ya se cuentan por miles
ataúdes en desfiles
de policías, civiles...
de jóvenes y seniles.

Hay lágrimas y silencio
a causa del virus recio.

¿Qué época estamos viviendo?
hermano, no te adormiles
que vivir no tiene precio.


7

Hay quien se atrevió a decir
que ancianos deben morir.

Que mentalidad tan loca
y de vergüenza muy poca,
pues su conciencia de roca
transgresión puso en su boca.

Dios tiene última palabra,
cuando él cierra no hay quien abra.

Sólo saben maldecir
y a sus almas le es estoca
su verborrea macabra.


8

Cuarentena se interrumpe;
quizás el virus irrumpe

en el mundo con más fuerza,
y es posible que este ejerza
de verdugo y te retuerza
y hasta si puede te almuerza.

El humano en su ignorancia
ensaya risa de infancia

y de repente prorrumpe
en llanto que pronto tuerza
sus planes de relevancia.


9

Que el campanario repique,
que toda nación publique

que cientos sacrificaron
sus vidas y no cejaron
en salvar al que ayudaron
y aunque su casa añoraron.

Médicos en hospitales
entregados y leales,

que nadie nunca critique
porque muchos se inmolaron
y son héroes reales.


10

Asesinaste a poetas
oh virus de mil caretas.

De China nos sorprendiste
con tu ataque vil y embiste
y el mundo no te resiste
desde que al fin te extendiste.

Y encima llevas corona...
¿eres rey en tu poltrona?

Al humano no respetas
y tu burla no es un chiste,
verás que uno te destrona.


11

Virus que te crees dueño
pero de ti haremos leño,

pues tengo luz de esperanza;
que no exista más tardanza
de una cura en lontananza
pa' celebrar en bonanza.

Haremos fiesta en las calles
cuando tú covid, no te halles.

Abrazarnos es mi sueño
y mi más dulce añoranza
y no entraré en más detalles.



Hasta morir


(Jotabe melódico)

a mi amado Camilo Sesto


Hoy calmaste mis celos con tus besos
y abrazados así quedamos presos.

La dulzura de ciertas frases tiene
el aceite balsámico que viene
de tu voz y tu llanto que contiene
tanto amor y pasión que me sostiene.

Ángel mío, te adoro en mi sufrir
y jamás pensaría tu alma herir.

Atrapados en dulces embelesos
mientras nadie jamás ya nos detiene
para amarnos por siempre hasta morir.



La maldad del hombre


(Jotabé con acentuación melódica)


Oh, sequías inmensas de la tierra;
el culpable es el hombre que vil yerra.

Cual milagro una planta va asomando
y se yergue triunfante y va anhelando
la tibieza del sol que está esperando.
Alimento vital para ir brotando.

Mas no hay lluvias y todo es un desierto
y muy pronto el verdor estará muerto.

El calor es terrible y nos aterra;
¿qué será del humano que está obrando
con maldad, provocando un mal incierto?



La rosa de mi niña


(Jotabé monocorde melódico)


I

Adorada Valeria, dulce nieta
te diré entre mis versos de poeta

que yo espero de ti esa flor carmín,
que tu mano arrancó de aquel jardín,
niña mía, inocente querubín...
para ti he de construir un balancín,

porque te amo y anhelo tu sonrisa
que volando hacia mí estará en la brisa.

Tiernos años de infancia cual secreta
travesura con cierto pequeñín
que acompaña tus juegos siempre aprisa.


II

Vida de oro, niñez que nunca es quieta,
torbellino de trenzas y coleta.

Hace ruido a deshora el tamborín
mas quisiera un tranquilo volantín.
Mi Valeria, tu amigo el parlanchín
me ha dejado escuchando aquel retín.

Nieta amada te quiero bien sumisa,
¿se ha perdido la rosa? ve y revisa;

pues la quiero plantar en la maceta
del umbral, y cercana a mi jazmín,
para que ambos perfumen nuestra risa.



Segaste vidas


(Jotabé con acentuación heroica)


Pandemia, repartiste bofetadas;
por ti las almas nuestras van dañadas.

Quizás acabará este vil azote
y ya no volverá otro oscuro brote
en año y medio o más y al fin lo note
el hombre con alivio, y ya no explote.

Segaste muchas vidas de valor,
mujeres y varones con honor.

Un siglo atrás sufrimos saetadas
de plaga cruel que cual hostil chicote
llenó también el mundo de pavor.


(Poesía ganadora de una Mención de Honor del III Concurso Internacional de Poesía El mundo suena en Jotabé)



La luna se apagó


(Jotabé melódico)


Te quedaste dormido en la mañana
y un gorrión ha llorado en la ventana.

Desde entonces sopló la fría brisa
y en la estancia no se oye más tu risa.
Voy llevándote flores tan sumisa
con mi llanto de triste poetisa.

En tu ausencia la luna se apagó
y en tinieblas mi espíritu vagó.

Es tan grande mi pena, tan humana,
que borró hasta por siempre mi sonrisa
y silente mi oscuro ser llagó.



Tus flores madre


(Jotabé con acento heroíco)


Mamá, que en el olvido te quedaste,
mi boca no te nombra; el vuelo alzaste

a planos del espíritu y no te hallo.
Aquella noche el canto gris del gallo
tristeza puso en mí, y aún batallo
con penas y añoranzas que detallo.

Te fuiste por ignota senda blanca
y mi alma madrecita, no te arranca.

Aquí se muestran flores, las que amaste.
Perdón te pido madre si te fallo
dejando marchitar por aliblanca *.


* Aliblanca: Pereza, desidia.



Hasta morir


(Jotabé melódico)


Hoy calmaste mis celos con tus besos
y abrazados así quedamos presos.

La dulzura de ciertas frases tiene
el aceite balsámico que viene
de tu voz y tu llanto que contiene
tanto amor y pasión que me sostiene.

Ángel mío, te adoro en mi sufrir
y jamás pensaría tu alma herir.

Atrapados en dulces embelesos
mientras nadie jamás ya nos detiene
para amarnos por siempre hasta morir.



Plumaje gris


(Jotabé melódico)


Ave gris del crepúsculo que habita,
que ha llevado en su pico la ramita.

Hacia el nido volaba muy afanoso
donde estaba el inmenso sauce añoso
que era hogar que cuidaba tan celoso,
ave breve en plumaje gris sedoso.

Los pichones nacieron una tarde,
importante será que los resguarde

del halcón que de pronto anda cerquita
agitando sus alas en acoso
y el nidal dañará cual un cobarde.



La luna se apagó


(Jotabé melódico)


Te quedaste dormido en la mañana
y un gorrión ha llorado en la ventana.

Desde entonces sopló la fría brisa
y en la estancia no se oye más tu risa.
Voy llevándote flores tan sumisa
con mi llanto de triste poetisa.

En tu ausencia la luna se apagó
y en tinieblas mi espíritu vagó.

Es tan grande mi pena, tan humana,
que borró hasta por siempre mi sonrisa
y silente mi oscuro ser llagó.



Que me cubra tu manto


(Jotabea en Acróstico doble Sérmico)

Dedicado a mi amado Señor Jesucristo


GRACIAS príncipe eterno, GRACIAS por consolarme,
AMOR que me das vida, AMOR que supo atarme.

POR tus llagas fui salva, POR tu sangre en mí hay paz.
AMARME es tu placer, AMARME tan veraz
TANTO que padeciste, TANTO duelo en tu faz
ASÍ fue tu suplicio; ASÍ el diablo voraz.

QUE me cubra tu manto, QUE me sacie tu abrazo.
ME ahogo en vivas lágrimas, ME acuesto en tu regazo.

CAUSAS ardor en mi alma, CAUSAS sosiego al darme
HONDO sueño y quietud, HONDO alivio y solaz.
SUSPIRO que ha brotado, SUSPIRO por tu lazo.



Tu ausencia es mi drama


(Jotabé espejo melódico)


Ya te fuiste mi amor en el silencio
y hasta sopla en enero un viento recio.

Tú eres mi ángel azul, aquel que me ama
y tu voz con pesar mi ser reclama.
Te amaré entre el llorar que se derrama
de tus ojos y mi alma que se inflama.

Desde eterno y celeste cielo llegas
y tu luz con nostalgia me la entregas.

Nada quiero sin ti, no sin tu aprecio,
pues lo sé, que tu espíritu me llama
y dulzura a mi ser jamás le niegas.


Si en alguna ocasión te desapegas
de mi esencia en tinieblas, de la rama
superior caeré, por tu desprecio.

Mas tu amor es muy grande y me sosiegas
y caricias en mí por siempre agregas.

Corazón no me dejes, voz que clama
es la mía, en angustia por tu flama.
No quisiera tu ausencia, pues es drama
en mi vida, y mi verso lo declama.

Tú partiste por siempre, yo evidencio
y en visiones tu espíritu presencio.



Voz canora


(Jotabem)


Un pedazo de mi ser
se ha perdido en el ayer.

Su inspiración ha acabado
y mi alma ha peregrinado
detrás del hombre soñado,
pues su cantar llevo atado.

Su silencio me enamora
igual que su voz canora.

De su canto he de beber
no obstante, haya terminado,
y lo escucharé en la aurora.



Valinete guerrero


(Jotabea acróstico doble sérmico)


CUANTO llanto derramas EN tu reposo, amado
DOLOR entre tus sábanas, SOMBRAS te han acosado.

HABITA sola tu alma; TE estremece dolencia,
EN dormitorio oscuro HALLAS luz y clemencia,
TU biblia yace abierta, VALIENTE en tu creencia,
ESPÍRITU sediento; GUERRERO de excelencia.

SOLDADO eres de Cristo DE entre mil, escogido
HUMILDE como pocos, MUCHAS veces temido

QUE luchas contra el mal; BATALLAS has ganado;
ALMAS que se han reunido, QUE son la santa herencia,
CONQUISTAS para el Reino; GANASTE al diablo herido.



¡A mis años!


(Jotabé heptadecasílabo)


No hay amor más puro que aquel que nace después de la
[ muerte,
porque después que tú te fuiste al misterio, aprendí a
[ quererte.

En cada amanecer reposan mis lágrimas en tu cuello
comunión de dos almas que se funden en algo tan bello.
Tienes el don de consolarme acariciando mi cabello
¡A mis años tanta ternura! Jamás imaginé aquello.

Eres tan enigmático y necesario en mi sola vida
que si te perdiera no hallaría para mí la salida.

De pie, con tu traje azul como un ángel al fin pude verte
con esa humildad que te nace y me alumbra cual un
[ destello,
me regalaste una rosa llena de tu luz encendida.



Preso de mí


(Jotabé Monocorde)


I

Tu desnuda alma se acercó a la mía
y tu ardor en fuego me consumía.

Hubo entre ambos la caricia inocente
cual niños asomados a la fuente;
bebiendo del éxtasis dulcemente
desde aquella madrugada ya ausente.

Deleitaste mi vida con tu beso
aunque jamás supe su real peso.

Fuiste hombre que de mi ser presumía
y no erraste, pues mi amor es candente
y desde que te uniste a mí, estás preso.


II

Delicia eterna por la que gemía,
espiritual goce que no temía.

Eso siempre tú fuiste realmente
aunque nadie entienda lo que se siente
un amor álmico es lo más latente,
lo más fuerte y de egoísmo carente.

De ser tuya y amarte jamás ceso
aunque alguien diga que me falta seso.

De este amor pensaron que me oprimía
mas nunca será algo que yo lamente
sino que ha de ser siempre mi embeleso.



Navidad en la infancia


(Jotabé con acentuación melódica)


Campanillas se oirán en noche buena
y es que el viejo pascuero quiere cena.

Visitando las casas de los niños
va llevando juguetes y cariños.
A los padres después les hace guiños
y le dan su comida con aliños.

Navidad e ilusión es en la infancia
ingrediente de mucha relevancia.

Me recuerdo feliz aún de nena
despertaba de un brinco en desaliños
a jugar con muñecas en la estancia.



Difamación


(Jotabea Acróstico Sérmico doble)


ENVIDIA hallé en un foro ENVIDIA de mis versos
SINTIERON mucha rabia, SINTIERON los perversos.

LOS que llamaron "plagio" AL esfuerzo en mi lira
COMPAÑEROS malvados, OBSERVAR pude su ira
DE envidia se revuelcan; MI Dios todo lo mira
OFICIO de poeta, TRABAJO que Él admira.

AL leer mi poema AQUELLOS se enojaron
VER que aprendí muy pronto CON saña no aceptaron.

MI horror al ver que tienen DISFRACES tan diversos;
APRENDIZAJE lento DE un vate que se aíra
VELOZ alcanzo retos, "AMIGOS" me atacaron.



Amor espiritual


(Jotabea Acróstico doble Sérmico)


QUIERO yo reconstruir AQUEL tiempo de antaño
MIRARTE un sólo instante; AMOR no me hagas daño

TERNURA va llenando MI vacío existente
DE pronto mi alma sola ETERNA pena siente,
MI ser está dolido. LLAMA pronto, es urgente,
VIDA quiero de ti, ENCENDIDA y no ausente,

PUES te amo como a nadie, ¿QUÉ más puedo pedir?
ERES el alma mía BUSCA el poder asir

MI mano de la tuya; REFUGIO sin engaño,
FARO que me guiará DE tu alma dulcemente,
ILUMINADO estás, PAZ hay en tu existir.



Mi lamento


(Jotabea Acróstico doble Sérmico)


VA muriendo tu voz, NO escucho más tu acento;
QUEDANDO ya el silencio, VIVE eterno el lamento.

ATRÁS quedó el romance, EL amor y el placer;
TU dolor es tan mío, RECUERDO el padecer.
RISA que estará ausente DE tu boca al yacer;
SONORA era tu dicha, TU tierno amanecer.

QUE lindo fue aquel tiempo, DULCE como caricias
ME encantaría hallar ALEGRÍA y delicias.

CAUTIVARÁ mi espíritu, APLACANDO muy lento
POR los años que resten MI sed al renacer,
SIEMPRE que cambie en mí, TRISTEZA por albricias.



Mar del caribe


(Jotabé)


El paisaje marítimo es de ensueño;
de las manos de Dios; su gran diseño.

El verano apacible nos alumbra
y a distancia entre luces se columbra
la bellísima playa que acostumbra
visitar el gentío hasta en penumbra.

Las fogatas se encienden en la noche;
en la orilla siempre hay baile en derroche.

Y las ondas de aquel mar caribeño
que a lo lejos turquesa se vislumbra,
acarician la piel en medianoche.



La maldad del hombre


(Jotabé con acentuación melódica)


Oh, sequías inmensas de la tierra;
el culpable es el hombre que vil yerra.

Cual milagro una planta va asomando
y se yergue triunfante y va anhelando
la tibieza del sol que está esperando.
Alimento vital para ir brotando.

Mas no hay lluvias y todo es un desierto
y muy pronto el verdor estará muerto.

El calor es terrible y nos aterra;
¿qué será del humano que está obrando
con maldad, provocando un mal incierto?



Se secó la inspiración


(Jotabé)


Se durmió aquella ninfa de la fuente
y no trae los versos cual torrente.

Las violetas cayeron de su pelo
y regaron sus pétalos el suelo.
Volverá de su sueño si un mozuelo
le arrancara del rostro su azul velo.

Se secó de raíz la inspiración
y no ha vuelto a mi alma la canción.

Entretanto despierte reluciente,
como ninfa preciosa será un cielo
de alegrías y cantos de emoción.



Aquella paz


(Jotabé)


Quedamos sin la paz; y la esperanza
volviose en la tristeza y añoranza

de tiempos que se fueron al olvido.
Aquella paz idílica que ha sido
motivo de soñar del afligido,
anhelo se restaure en cada nido;

pues triste es habitar en este mundo
carente de armonía, en que me hundo.

Poetas compañeros, nos alcanza
aún el tiempo y fe, por eso pido
a Dios, y en oración cantada, abundo.



Desde que estás ausente...


(Jotabé con acento sáfico)


Morir de amor por ti, por tu silencio
mientras el bello lago azul presencio.

Dolor en mi alma hay ante el paisaje,
¡atardecer tan triste en el celaje!;
Y de tu voz no escucho ni un mensaje;
sólo la brisa fría entre el follaje

me habla de ausencia; luto entre las flores,
que están sin ti carentes de colores.

Oscuridad y luz no diferencio
desde que ausente estás de aquel paraje;
¡por Dios te pido, vuelve, no demores!



Los colosos


(Jotabé)


Una alfombra de pétalos hermosos
van regando los árboles boscosos.

Tapizaron mi vera en color lila
y exquisito es su aroma que destila
esa flor que en la rama aún oscila.
Es muy bello el paisaje que asimila

el espíritu mío en esta tarde,
cuando el sol en el cielo brilla y arde.

Estos árboles son fuertes colosos,
aromados en calle muy tranquila
y de encanto y color hacen alarde.



Al cordero inmolado


(Jotabé)


Salvador de las almas, predicaste
la Palabra, y a muchos perdonaste.

Más traición tú sufriste por dinero,
entretanto te odió pueblo muy fiero,
condenándote al cruel y vil madero.
fue tu vida ofrendada cual cordero.

Mas tu sangre lavó mis transgresiones;
desde entonces te sigo entre aflicciones.

figradezco el perdón, pues me salvaste;
y a pesar de mi angustia, yo en ti espero
con el alma entregada en oraciones.



Los vates


(Jotabé)


Musical es el verso que engalana
cada estrofa del bardo que se afana

declamando a los vientos su poema,
procurando belleza en cada tema.
El parnaso esta noche tiene un lema:
Que los vates se inspiren con fe extrema

en amores y sueños venturosos
y reciban los vítores gozosos.

Un poeta ganó de buena gana
los aplausos del público y emblema
honorable, con versos glamorosos.

 
     
   
     
 
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