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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
PEDRO YAJURE MEJÍA
 
Poemas Página 01
 
Pedro Yajure Mejía

Pedro
Yajure Mejía

Ciudad Ojeda, Edo. Zulia (Venezuela)

Padre

(Jotabé)


Padre bueno y generoso
De ti me siento orgulloso.

Tus consejos mi camino
La guía de mi destino
Tu bendición santa vino
en voz de tu dulce trino

Mi padre amado del alma
Que tormento él en mi calma

Un hombre maravilloso
Que nos dio el señor divino
Y mi vida buena ensalma



Tu cintura


(Jotabé)


Tu cintura se hizo de carne y tierra
Para cintura amante de mi guerra.

Gacela de mis noches amorosas
Garza blanca de mis sábanas rosas
Tigresa de mis ganas caprichosas
Mujer divina que ama como diosas

Deshojar tu piel blanca quiero ahora
amándote en alcoba de mí aurora.

Ya la noche sudada puerta cierra
Y en tu cuerpo amante dejo mis prosas
Besando tu cintura tentadora



Afuera no hace frío


(Jotabé)


Afuera no hace frío de montaña
¡Ay, que tu calor mío no me engaña!

Y van encendidas las ganas santas
placeres de amarte en vida son tantas,
Y a malos pensamientos los espantas
Mientras por la noche sólo me cantas.

Has sido tú mi antigua mensajera
¿Cómo no quieres mujer que te quiera?

Si tu luz en mis ojos no se empaña
Y en mi piel sudada tú te levantas
Cuando la madrugada nos espera.



Tus labios pasajeros


(Jotabé)


Tus labios pasajeros son esquivos
Como ramas secas de los olivos.

Los quiero en mi boca de ágil aurora
De no ser así mi corazón llora
Y mi boca tus amores implora
No me castiguéis así mi señora.

Tu desdén indecoroso me humilla
Y es en mi pecho punzante cuchilla.

A tu boca no doy malos motivos
Entonces regresa conmigo ahora
Que mi razón es tan buena y sencilla.



Tu boca


(Jotabé)


Fuente de amores tu obediente boca
que a mis besos amorosos provoca,

esa ilusión del trigo en tibia cama
donde se enciende toda pasión que ama,
fuego vivo ardiente que en luz derrama
nuestro amor, fuego que arde vive y brama.

Tu boca amada suspira contenta
y a mis labios de esperanzas alienta

Es por eso que tu beso convoca
a encender bocas como antorcha en llama
y a nuestro amor lo sostiene y sustenta



Tu despedida


(Jotabé)


Barca de soledad tu despedida
que siento en mi alma rota y adolorida

Es naufragio vivo de mi tormento
Desierto oscuro que seca mi aliento
Brisa desvalida que nunca siento
¡Cómo te borro cómo te ahuyento!

Toda agua dulce ya me sabe amarga
Y un dolor de mil caminos me embarga

Pero es que mi alegría está reñida
Con esa tu despedida que ostento
En esta tristeza tan mala y larga



Secretos


(2 Jotabé)


Viene triste secreto tuyo en sombra
de jardín y nostalgia, que me nombra.

Abalorio de tus tantos misterios,
blanco gesto de cantos y criterios
que alcanza la luz de mis monasterios,
la casa sagrada de tus imperios.

Basta traerte a mi sueño profundo
y retenerte siempre en un segundo.

Tu secreto místico no me asombra,
cuando deja luz en mis baptisterios
y con tu respiro de amor me inundo.


La noche guarda mis largos secretos
Los que tienen tus desnudos discretos

En ellos vivo sueño se aposenta
muy plácido en cinturas de tormenta,
al calor que alcoba mojada inventa
cuando ese sudor nuestro se contenta.

Secretos tuyos y míos, labrados
en cuerpos desnudos enamorados.

Dictados a cumplir como decretos
en noche cómplice, que siempre alienta
los íntimos secretos bien guardados.



Frutas y animales


(4 Jotabem)


I

Es reina y tiene corona
Es tan sabrosa y dulzona

Ella no tiene castillo
La cuida a menudo un grillo
Su corona tiene brillo
Usa ella lindo cintillo

¡Es una piña amarilla!
Sol encantado le pilla

¡Reina de tropical zona!
Tan dulce como membrillo
La piña endulza barquilla


II

El mono come con ganas
las maduritas bananas

También esa guacamaya
El cerdito que desmaya
La cabra de la atalaya
Pero no la Mantarraya

Tú cuelgas de un gran racimo
y a la mesa yo te arrimo

Cuando las comes te afanas
En el colegio o la playa
En la casa o el camino


III

Cabeza muy dura tienes
Como duras son tus sienes

Niño se vuelve tan loco
por pelarte poco a poco,
tu sabrosa pulpa toco
mi duro y peludo coco

Tú vives en las alturas
coco de mil sabrosuras

Un encanto siempre tienes
Yo con tu agua sed sofoco
¡Oh! Coco de mil dulzuras


IV

Sabroso durazno endulce
a borricos come dulce.

También come Rocinante
Trompeta el gran elefante
La jirafa que es cantante
Y el loro que es un marchante

Los pájaros lo picotean
Los bueyes lo pisotean.

Durazno no es agridulce
Es fruta muy fascinante
que los niños saborean.



Medallas de honor


(Jotabem)


Has ganado en tus batallas
literarias, tus medallas.

Adornan tu pecho henchido.
Adornan vasto sentido.
Adornan lo producido.
Y Dios todo ha bendecido.

Medallas de mucho brillo,
eso te hace más sencillo.

Tus versos van de rondallas.
Tu vida es canto encendido.
Tu poema en estribillo.



Poema herido


(Jotabé)


Poema vuela herido en la distancia,
viene cansado, llorando una errancia

Abandonarme quiero en el castigo,
bajo sombra seca de seco trigo
si no he de estar a tu lado, contigo,
esto es lo que yo proclamo y te digo.

Quiero que vengas toda, que regreses,
ya te lo he suplicado tantas veces.

No quedan versos míos con fragancia
y en la noche oscura solo consigo
el dolor triste, con furia de jueces.



Jotabeí enamorado


(Jotabeí)


Escribo este Jotabeí enamorado
al amparo sublime de lo amado.

Tiene acento de abril, con sus coronas
festivas del amor que son ladronas,
de estos mis sentimientos que jalonas
porque cuando me besas no razonas.

Llegas siempre hasta mí, tú, tan temprana,
con fiestas de deseos y tu gana

a pasillos ardientes de mi prado,
y con cuerpo desnudo me emocionas
cuando pierde reflejos la ventana.


Escucha con placer y devoción
esta proclama mía: confesión.

Pájaro libre al sur de tu sentir
que contigo ya quiere compartir,
el más sublime amor para vivir
sin que nadie lo pueda hoy impedir.

Yo confieso ante ti estos mis amores
que espantan tus amargos desamores.

Te entrego sin reparo mi pasión
la que debes amar y consentir
en el sagrado jardín de tus flores


Iban días felices tan amados
marchando sin tormentas sin enfados.

Desgajando desvelos por las noches
sin saber de pesares ni reproches,
los besos y caricias con derroches
eran como dorados bellos broches.

Para ellos esa luz amante cielo
alumbrando la cama de entrecielo.

Así seguían días tan colmados
de amor en los carruajes y sus coches
con cuerpos derritiendo blanco hielo.


Complazco esas tus ansias tus caprichos
que andan muriendo triste y entredichos,

porque amarte con luz de mi querer
no sabe de las sombras del ayer,
y más nunca esta boca de placer
se perderá en oscuro amanecer.

Edifico atalaya del sarmiento
en la voz amorosa de tu viento.

Son estos mis sentires y mis dichos
sentimientos que vienen a ofrecer
los amores míos que por ti siento.


Paisaje blanco miro con esmero
y que a la media noche siempre espero

Poema desvestido del deseo
el que amo por la noche y yo poseo,
en mis versos sudor cuando fraseo
el amor tuyo que no es fariseo.

Tu río corre suave por mi río
quita estos mis pesares amor mío

que por paisaje blanco yo prefiero
sentir tu fulgurante centelleo,
abrumando mi cuerpo de amorío.


Me diste amor licencia y tu permiso
para amarte total en paraíso.

Me perdí en los aromas de tus besos
en el sonido fiel de fuertes huesos,
en tus sudores míos tan profesos
nada en tu paraíso tiene excesos.

Un soplo de tu tierra en mi amanece
es tu gran paraíso que obedece,

a los himnos y salves que improviso
en tu bosque de sueños tan espesos,
donde mi cuerpo luz te pertenece.


Los lirios encendidos de sus días
vienen invencibles con alegrías,

a mi recinto amado y encendido
donde mi cuerpo al suyo ha concedido,
amarnos con amor muy desmedido
que la noche y la cama han aplaudido.

Todo marcha al tambor de la retreta
amándonos un día sin su treta.

Sé que tú, lirio blanco, a mi vendrías
con ese cuerpo amor ya prometido
a amarnos en alcoba muy secreta.


Llueve un antojo tuyo esta mañana
cobijado de luz y ardiente gana.

Entonces yo me entrego sin reparo
a esa lluvia de antojo que es mi faro,
yo nunca he conocido desamparo
lo juro aquí y aquí amor te lo declaro

Ven, mójame tormenta vigorosa
con tu entrega de lluvia y fresca rosa

Ya suena a la distancia clara diana
anunciando ese día limpio y claro
que se convierte en carne verso y prosa.


Ya mi boca calienta blancas cumbres
es amor con amores no costumbres

Con osado amor beso sus colinas
tan blancas como cielos y neblinas,
y ante mi boca sol nunca declinas
que goce amar tus cumbres inquilinas

Mis manos acarician sin desvelo
altas cumbres de amor en santo vuelo

No quedan en alcoba incertidumbres
que entristezcan canoras mandolinas
cuando el amor por tus cumbres revelo


¿Por qué negar ahora que te amo
si siento pasión, fuego, de tu mano?

Esa que en esta piel no se detiene
y del mar ilusiones ella tiene,
y del mar limonero siempre viene
y a mi vida amorosa ella sostiene.

¿Por qué negar ahora esta dichosa
relación pasional nuestra muy hermosa?

Por eso hoy yo te busco y te reclamo
ese amor puro tuyo que contiene
la entrega más divina y más gloriosa.


¿Esa puerta que cierras vive ciega?
¿Es la promesa suya que me niega?

No me importará una vida oscura
No me importará una noche dura
no me importará una tarde impura
sólo quiero llegar a su premura.

Abrir tu puerta ciega tan alegre
y a mi ventana sol ella se integre.

La primavera ubérrima nos llega
trayéndonos abriles de ventura
todo tiene ahora una vistalegre.



Esta ilusión mía

(Jotabé)


Yo te he visto esta tarde padeciendo
en lágrimas de amor mías muriendo.

Me arrojé tan ferviente a mi esperanza
con esta ilusión mía en tu templanza,
echando del amor desesperanza
y volver a los días de labranza.

Hoy abre nueva puerta blanca aurora
con tu clavel alado que enamora,

cruzando los parajes vas sonriendo
por senda de amoríos que hoy alcanza
el deseo de amarte que en ti mora.



Quédate sola

(Jotabé)


Llorarás tu inclemencia tan sufrida
que no sabrás sanar terrible herida.

Atrás quedará esa vida amada
tantas veces por ti muy profanada,
del ayer sudoroso queda nada
todo lo has acabado con tu espada.

Tenías en tus manos mi narciso
con perfume sutil y su permiso

Quédate sola afuera y no querida
pues siempre vivirás abandonada
en súplica que ahora: no preciso.



Amarnos

(Amarnos)


Voy dejando en la diáspora mojada
de tus días, canción tuya trojada.

Esa que nos acerca al tramo amor
que hace del movimiento santa flor,
este amarnos eterno un largo honor
que destierra del alma su dolor.

Yo necesito canto de mujer
A su cintura amor voy a tejer

Yo regaré la rosa enamorada
con tu cuerpo estallándome en olor
cuando vengas con luz de amanecer.



La razón y la sin razón

(Jotabé)


Plantada en cima cruel la sin razón
con su batola gris de polizón,

trayendo sin demora desventura
haciendo vida humana más oscura,
idea suya tiene saña impura
el mundo nos asoma negra horrura.

Enarbola oriflama de maldad
aplasta sin temor y sin piedad.

Ha de nacer muy nueva la razón
en providencia luz de la premura
para sembrar semillas de hermandad.



Un tesoro

(Jotabé)


Ha llegado de tierra Valenciana
un tesoro a tierra Venezolana

Es valija que en mi pecho atesoro
Es más valiosa que valija de oro
Canto de poetas efluvia en coro
Diccionario valenciano que adoro

Y me espera en Maracaibo, en su puerto
Y feliz buscaré lo descubierto

Mi ida será rauda, pronta y temprana
como todo capitán, comodoro
que vigila su mar siempre despierto



Un amor de luz éter e infinita

(Jotabé)


Un amor de luz éter e infinita,
Gemma, tu santa amada muchachita.

Y te levanta con canto de gallo.
Al escucharla tú, sientes desmallo.
Dices, –por ella de alegría estallo
y con sus besos mi vida amurallo.-

La poesía siempre en versos lista,
y también tus prosas de novelista.

Para mi amada niña chiquitita,
donde mi tierno amor de padre encallo,
y rememoraré en mi buena vista.




Quiero tu palabra con acento divino

(Jotabé)


Fue una amarga palabra la que vino
tan amarga como copa de vino.

A embriagarme los poemas perdidos
en esos almanaques que hacen ruidos
con semanas de domingos heridos
que se vuelven cantos fríos de olvidos.

No quiero escuchar más esa palabra
Pues mi vida, hora a hora descalabra.

Quiero tu palabra de amor divino.
Con la magia que tienen los sonidos.
y la puerta grande de mi amor, abra



Ladra la mano herida del tiempo

(Jotabé)


Ladra esa mano herida de tu tiempo.
Su muerte sola, es tallado destiempo.

Afuera grita la sombra emboscada
de aquella mano a tu tiempo aferrada
de cuyo dolor su voz está atada
a ruedas de carreta desbocada.

Es mano del olvidado en la calle,
siendo su harapo torcido el detalle.

Detalle roído en su contratiempo,
de toda inteligencia, canallada
que se pierde en ese verde del valle.



La hora que nos pertenece

(Jotabé)


Allí está la hora que nos pertenece
en el capricho verde que florece.

Ella inventa lo que somos ahora.
En esta casa de santos que adora.
En esta vida bendita que implora.
Lo que nunca se olvidará y añora.

Estos años añejan nuestro amor
Hora y hora con sublime dulzor.

Este amor hora a hora siempre crece.
Y ese tiempo infausto no lo devora
pues tiene la bendición del Señor



Canción de amor para amar

(Jotabé)


He venido a cantarte en mi verano
cuando duerme el sol, la luna, temprano.

Siempre a tus terrosas orillas digo
que con tu cuerpo de playa me abrigo
y en la senda miel de tus besos sigo
por eso muero, por estar contigo.

No habrá distancia que me haga llorar
Sobre mar de distancias voy amar.

Recogeré tus besos con mi mano.
Germinará mi vida como trigo.
Canción de amor será para cantar.



¡Salve verso!

(Jotabé)


Despunta el verso su más clara orilla
entre pinos verdes de aquella villa

Su voz de granada a la tarde aviva
y a la sombra negra, y callada esquiva
y que el poema la noche reviva
y ese amor de amantes, que sobreviva

Es por eso que el verso lumbre anida
en cada guitarra de amanecida

¡Salve verso! En corazón de lunilla
y que esa tristeza su afán desviva
en horas de su más oscura herida



El payaso Tico tico

(Jotabém)


Tico tico es un payaso
que redobla bien su paso.

Tiene un cornete chillón.
Se sienta en roto sillón.
Regala su cotillón.
Sueña que sueña a millón.

Canta hermosa su canción
en el Circo de León.

Tico tico ya es un caso
de rojito mejillón
en todita la nación.



Amantes de la flor

(Jotabém)


Los amores de una flor
se pelean con amor.

Una abeja, un colibrí.
Flores que de miel cubrí.
Hojas de amor reabrí.
Dos amantes descubrí.

Y la abejita zumbó.
El colibrí nos danzó.

Son amantes del dulzor
El jardín yo les abrí
Y algo de amor se tranzó.



Fuimos paseando en burro

(Jotabé)


Fuimos paseando en burro
tanta lentitud, me aburro

Luego en caballo nos fuimos.
Luego al sol su luz prendimos.
Viento feroz abatimos.
Puertas de corral abrimos.

Apagamos pasto, hay humo.
Tomamos sabroso zumo.

La neblina oscura escurro
montando el burro volvimos
paseo con él presumo.



La Reina o Dama del tablero

(Jotabé)


La dama riega flor de su florero,
flor a flor en su medieval tablero

Del juego la más poderosa pieza
y su juego es de fina sutileza.
Sus jugadas artísticas, belleza.
Su movimiento es de pura viveza

El niño, con ella gusta jugar,
celebran juntos el poder ganar.

Viste de gala traje dominguero.
Su alma casta tiene santa pureza
en trebejos castillos del palmar.



El Rey de ajedrez

(Jotabém)


Rey de ajedrez, un valiente
en tablero combatiente.

Defiende a la amada Reina.
Batalla, a todos despeina.
A los suyos siempre peina.
Con jaque mate repeina

Monta brioso caballete
flores compra, un ramillete.

Rey de corazón clemente.
En tablero no hay virreina.
Tampoco en su castillete.



El gusano se va de gira

(Jotabé)


Estira y encoge, encoge y estira
ese gusano que se va de gira.

Días en el árbol de guayaba.
En el blanco algodonal él hilaba.
En ese peral alegre jugaba
pero en el jardín la noche pasaba.

Visita de abuelos muy alusiva
pero esquina de la gallina esquiva.

Tanta distancia recorrida mira.
Un chapuzón en el río se echaba
Viajar era en él, una ilusión viva



Los alfiles del ajedrez

(Jotabé decasílabo)


Los alfiles de la diagonal
alerta a la apertura y final.

Van y vienen como jabalinas.
Sus puntas parecen espinas
cual banderillas de las taurinas.
Jugadas muy brillantes propinas

Jaque doble ya puedes cantar
y en ella la partida ganar.

Das jaque mate terminal
con unas jugadas muy finas
y la partida acabar.



El carpintero y su martillo

(Jotabé)


El carpintero golpea el martillo,
y brota sonido dulce con brillo.

Sonido de armonioso sonajero
y preciosos capotes de un torero.
Joyas luminosas de un joyelero
al golpear martillo con esmero.

Es un golpeteo puro, divino
elegante, precioso, santo, fino.

El carpintero, invitado al castillo
y un sonido de martillo es señero
en la copa valenciana de un pino.



Los caballos del ajedrez

(Jotabé)


Los caballos andan lejos
van saltando los trebejos.

Rocinante ataca al rey.
El del Cid defiende grey.
No galopan como buey.
No son críos de virrey.

Los caballos son muy buenos
jaque mate como truenos.

Blancos como los conejos
y negros de Monterrey
caballos de los serenos.



El cangrejo rojo

(Jotabé)


Cangrejo rojo, viaja en tren de arena,
lleva en su maleta hojas de avena.

El cangrejo rojo viaja a Valencia,
desea llegar pronto, tiene urgencia.
De Rima Jotabé una conferencia
es poeta, y tiene buena apariencia.

En castillo de arena se hospedó,
durante cuatro días se quedó.

Al saber que regresaría, pena,
muy triste al sentir muchísima ausencia
y lo bello de Valencia, heredó.



Las torres de ajedrez

(Jotabém)


Las torres todo vigilan
jugada a jugada hilan.

Son de piedra resistente.
No dan tregua al oponente.
Bien juega el niño Vicente.
Sólo acepta a residente.

Ataca, y da jaque mate
y a cualquiera siempre bate.

Grandes jugadas rutilan
maravillando a la gente
ante tan fiero combate.



Mi bicicleta

(Jotabé)


Voy de paseo en veloz bicicleta
divertida cual rápida cometa.

El viento me despeina mi copete
y he dado vueltas, muchas más de siete.
Que hermoso regalo es este juguete.
De la bicicleta soy su jinete

Mi mamá me mira desde la puerta
y algunos insectos desde la huerta

Voy por calles de la “a” hasta la “zeta”,
y toco varias veces el cornete
para que me escuche la tía Berta.



El peón de ajedrez

(Jotabé eneasílabo)


Camina lento en el tablero
ese peón del escudero.

Ataca y defiende a la dama.
Partidas con él tienen fama.
Final de peones un drama,
pues el peón, dama reclama

Peones blanco o negro llevo
A ganar voy con ellos, muevo

Lo mueve el niño pionero
que esta pieza tanto ama.
Jugar ajedrez yo promuevo



El gato Misifú

(Jotabé)


Cantaba alegre el gato Misifú
y lo escuchaban en el Iguazú.

Los niños y las niñas en la escuela,
en la cocina la adorable abuela
el alegre payaso en la favela,
y los peces junto al barco de vela.

Cantaba y tocaba su gran guitarra
mientras lo acompañaba una chicharra.

Y con él cantan niños como tú
en las plazas de juego en Venezuela
al compás marcado de una cigarra.



Generoso jardín

(Jotabé)


Hoy está muy generoso el jardín,
a la maestra regala un jazmín

y lo prenda en su bella cabellera.
Dibujo infantil brilla en cartelera,
luminoso amarillo de madrera,
y un niño alegre en el aula le espera.

Perfumando va los santos pasillos,
un himno le entonan los tiernos grillos.

Te saluda el mar desde un bergantín,
y tú con tu gran sonrisa viajera
a los bellos niños de los pasillos.



El caballo de María Lourdes

(Jotabé)

a María Lourdes de Parra


¡Hay María!, tu caballo relincha,
y los niños lo montan en Pichincha.

Dan paseos por los placidos montes.
Persiguen a juguetones bisontes,
traviesos son sus saltos y remontes,
huyen espantados los saltamontes.

Está cansado, le damos receso,
María Lourdes le da un tierno beso.

¡Dolor, dolor, un casco se le pincha!
El doctor cuida con muchos aprontes,
los niños le escriben un lindo verso.



El abuelo cuentacuentos

(Jotabé)


Fabulosas historias de piratas
el abuelo contaba entre las matas.

Simbad el muy valiente marinero,
travesías en su barco pesquero.
Esos duendes que tomaban tetero,
gigantes pollitos del gallinero.

El gran toro que dormía en el ruedo,
y el perro que al gato tenía miedo.

La jirafa que usaba sus corbatas,
los cuentos malos de Pepe el barbero
y las petacas que volaba Alfredo.



Jugando a la rayuela

(Jotabé)


Mira feliz desde el balcón la abuela
como juegan sus nietos la rayuela.

A punta de pie va y viene el tejo,
el pequeñín salta como un conejo.
Niña bonita se mira al espejo.
Pisa la raya un alegre cangrejo.

La abuela viene y va en su mecedora,
recuerda su niñez y el juego añora

Todos Juegan, juegan a la rayuela.
Suda el jugador con luz de gracejo,
la abuela se mece contenta ahora.



El sapo inventor

(Jotabé)


El sapo para subir al tejado,
una idea traviesa ha inventado.

No es una escueta y larga escalera.
No es una flacuchenta manguera.
Ni jirafa de larga pescuecera.
Es un ascensor de fina madera.

El sapo sube rapidote ahora,
sube con su linda esposa Isidora.

A la fiesta llega cada invitado,
entran y nadie se queda a afuera,
y canta y canta en la fiesta, una lora.



Las vocales están enfermas

(Jotabé)


La letra a tiene mal la colita,
viaja en el bus y llega a la escuelita.

La letra e también está enferma,
le duele un pie, mejor es que se duerma.
A la letra i la voz se le merma
y no canta o baila, es isoterma.

La pobre letra o, tiene gran tos,
medicamentos ha tomado dos.

Las vocales, enfermas ahorita
menos la letra u, de salud yerma,
toma medicinas, gracias a Dios.



El duende zapatero

(Jotabé)


Un gran ruido de martillo: tan tan
en la casa se escucha: pan pan pan

Amanecen zapatos reparados…
¿Quién será? En casa están asombrados
y los zapatos quedan bien lustrados.
¿Serán los fantasmas desocupados?

Y se esconden todos para pillarlo,
salir todos rápido y atraparlo.

Están martillando y duro le dan
a esos zapatos tan desbaratados.
El duende Leprechaun, de nombre Carlo.



Jugando en el sube y baja

(Jotabé)


Niños muy alegres al sube y baja,
la hormiga y el elefante en la caja.

El elefante al instante subía,
pero la hormiga con él no podía.
El elefante siempre se reía,
y la hormiga subirlo no quería.

Pasaron alegres toda la tarde
de su juego mágico haciendo alarde,

y se echaron sudados en la paja,
los invadía una bella alegría,
debían marcharse, era sobretarde.



El camarógrafo en el zoológico

(Jotabé)


El hombre de la cámara exquisita
al zoológico irá hoy de visita.

Fotos al monito Pantaleón.
Fotos al gorila sin camisón.
Fotos a la leona con blusón,
y a la elefanta de inmenso faldón.

También al caimán en traje de baño,
y al pato que lleva en su cuello un paño.

Cada foto le quedó muy bonita,
menos la ropa interior del león,
que lucía arrogante en ese caño.



Avioncito, no vuelas

(Jotabé)


Avioncito de madera, no vuelas.
Arriba, en el gran árbol las ciruelas.

Me muero por bajarlas y comerlas
escalera subo para tenerlas.
Jirafa cuello alto para cogerlas.
Arañuelas, ayúdenme a traerlas.

¡Avioncito de papel que planea!,
hasta el copo del árbol gran idea.

Llevo el cesto grande de las abuelas,
quisiera llenarlo y luego traerlas,
y comerlas con otros en la aldea.



En el patio hay una bruja

(Jotabé)


¡En el patio mío una horrible bruja,
corran, corran, gritó Clara Maruja!

Eso es mentira, gritó Ana Coba,
en el patio hay una inquieta escoba.
Un sapo peludote con joroba.
Niños no crean, eso es pura coba.

Regresan todos al patio a jugar,
Ana antes de irse, se puso a cantar.

Miraban al patio de la cartuja,
que en Córdoba mi alma y amor adoba
volviendo los niños a recitar.



El elefante bombero

(Jotabé)


¡Bomberos, fuego, marchen adelante!
Que el fuego apaga un amigo elefante.

¡Todos, rápido, todo se chamusca!
Una manguera larga el mono busca.
La abuela en el baúl viejo rebusca,
vamos, rápido, todo se churrusca.

Nadie encontró nada, fuego en la casa,
ese plan apaga fuego fracasa.

¡Abran paso ahí viene el elefante!
Con su bellísima manguera etrusca,
apagando el fuego, hay mucha brasa.



Una hormiga tripulaba un avión

(Jotabé)


Una hormiga tripula un gran avión,
los gusanos ciñen su cinturón.

El ciempiés mira hacia el mar muy atento.
Al escorpión se le ve muy contento.
El sapo saluda al rápido viento…
todos duermen y roncan al momento

Hay una gran tormenta y todos gritan,
dulces gotas de lluvia , las imitan.

En el aeródromo de Mamón,
hay frío y nubosidad, no es cuento,
y las dos alas del avión tiritan.



La gallina ciega

(Jotabé)


Alegrías en tarde veraniega,
todos juegan a la gallina ciega.

Anda como loca dando tropiezos,
presume ella que faltan aderezos.
¡Uy! Sopa de gallina, hacen sus rezos,
Mejor tomar un jugo de cerezos.

El juego sigue con sus emociones,
saltan, saltan, saltan sus corazones.

Recorre nuestra gallina andariega
calles, campos y enfilados cabezos,
recitando y cantando sus canciones



Celebremos la poesía

(Jotabé)


Con Vino, amor y canto celebremos
en lo que tú y yo siempre creemos.

En nuestra madre y bella poesía,
luz de luces que alumbra cada día
al poeta con su bella alegría
de este mundo su voz en sinfonía.

Eres monte, agua, lirico cantar
poesía de salmo de un altar.

Poesía, a ti todos, te queremos,
ubérrima y sagrada poesía,
tú que siempre despiertas en el mar.



Me fui al campo a buscarte

(Jotabém)


Me fui al campo a buscarte.
Volver tan iluso a amarte.

Ya no me pertenecías,
regreso que me dolías.
Bulla de celos, morías.
Hombre ciego de porfías.

Regresé triste y errante,
no serás mi dulce amante.

Y tengo que abandonarte
extrañando cosas mías.
Te apagaste, mi diamante.



Un nuevo hombre

(Jotabé)


Dejo los espinos en el pasado
para entregarte lo que has anhelado.

Perdona mujer mis malas acciones
de todo me arrepiento son lecciones
y contigo imploro ahora oraciones
escucha de mi alma mis canciones.

Contigo sembraré los corazones
con luz, vida, cariño y mis razones.

Que eres tú mi vida lo más amado
y tendrás ahora mis atenciones:
hombre que te dará todos sus dones.



Se apagó la sonrisa y el abrazo

(Jotabé)


Se apagó la sonrisa y el abrazo
Triste amistad de tan muy corto plazo.

Hay una tristeza pintando penas
en cada día de tardes ajenas,
sin sangre viva corriendo en las venas
sintiendo en el alma gruesas cadenas.

Se ha vuelto oscuro el olvidado ocaso
por camino sin nuestro amigo paso.

Y se ha perdido del alma un pedazo
que encontrará el tiempo en la bella Atenas,
pocos días quedan, todo es escaso.



Guerras crueles

(Jotabé)


Lo digo sin tapujos sin temores
¡hasta cuando guerras crueles señores!

Matar miles de seres inocentes
niños que juegan rondas en las fuentes
padres que sudan trabajosas frentes
madres que esperan en hogar: sonrientes.

Y en segundos estallará la muerte
nunca jamás volveremos a verte:

niño que pintas caminos con flores
padre que cruzas día a día puentes
madre bendita la de sueño fuerte.



Testamento

(Jotabé)


Testamento la vida oda del tiempo
deshojado de canto a contratiempo.

Horizonte de paso a ritmo lento
prominencia de horas en un cuento
busca vida la vida en un intento
y escribir esa historia en un fragmento.

Documento de señas en papiro
testamento de la vida un suspiro.

Es la vida es la muerte a contratiempo
tan fugaz en carruaje de lamento
la cruzada de andar en un respiro.



Destinos y horizontes

(Jotabé)


Alegre es la esperanza de los pobres
abunda la fe, escasean cobres.

Y miran a los ricos a los nobles
y no pasan hambre son unos robles
les alegran la vida pasodobles
tristes los sin tierra, tristes innobles.

Hambre en la ciudad y los secos montes
y del mal destino son polizontes.

Que en la vida dolida no zozobres
tu lucha altiva es Dios de los redobles
abonando destinos y horizontes.



Despedida inoportuna

(Jotabé)


Abrigaste naufragio de la luna
ahora mi dolor es solo ayuna.

De pena en pena corre mi andadura
el verso se tiñe en hosca negrura
y vivo vida llena de tristura
el dolor de amarte, fuerte atadura.

Ya no tengo esos castos privilegios
ahora son endechas y no arpegios.

Y tu despedida es inoportuna
que la soledad siempre lo murmura
en sombras oscuras de sacrilegios.



Deseo amante

(Jotabé)


Apacibles voces intiman luz
en hondos territorios a trasluz.

Perseguidos por el deseo amante
el amarse más allá del instante
y el olvido quedará en noche errante
en la alcoba hay, sudor muy fragante

Hay un momento de sabia quietud
vuelve deseo a nueva latitud.

No dejemos deseos en la cruz
derrochemos ganas y amor pujante
en rutas desnudas a plenitud.



Los amantes de la ermita

(Jotabeím)


Eran dos tiernos chavales
tan tiernos como perales

los de aquella vieja ermita
que la tarde fresca imita
y la noche azul edita
cuando el alma dulce grita

en fronda de bello salve
en alas de rosas malve

Igual lo hacen los zarzales
cuando el tiempo necesita
rumbo fijo de su gualve.


No es un amor del ayer
ningún simple amanecer

ni una historia fabulada
ni ese fugaz cuento de hada
que mis ojos de granada
ven en luz de la tablada.

Leían ojos de miel
amor puro de su piel

amantes de gran querer
historia nunca igualada
sabor puro de aguamiel


El sol en ellos giraba
crepúsculo los besaba

mansamente se besaban
pájaros tierra trinaban
y nubes blancas reinaban
qué hermoso, cómo se amaban

con pasión enamorada
bajo luz de la ensenada

la luz lluvia los guiaba
besos en labios rodaban
en esa ermita encantada


Los amantes de la ermita
faros de luz infinita

fuerza vital de leones
bulliciosos corazones
amor de siglos razones
caricias a borbotones

tejedores de esta tarde
fuego de amor fuego que arde

y canción tierna que habita
amorosas estaciones
y de la cual se hace alarde


¡Cobarde aquel que difame!
El amor que se derrame

entre dos tiernos chavales
en ermita de Lumbrales
a luz verde de berzales
en color de los tendales

no habrá quien esto desgracie
ni tanto amor que se espacie

será él un cobarde infame
no secará los frutales
y Dios tu santa fe sacie.


En la ermita atardecía
bajo luz de Andalucía

un romance de ternura
se oía cabalgadura
horizonte es espesura
tierno romance frescura

eran uno para el otro
pecho en relincho de potro

anunciando viene el día
tarde de amante premura
de un beso beso que empotro


Su adiós, ya la tarde anuncia
Dios alegre se pronuncia

la noche de pronto llora
la ermita el romance añora
el recuerdo en pasto mora
y la boca besada ora

eterno amor historiado
de un romance enamorado

en su amor ya no hay renuncia
que el tiempo feliz decora
en verso santificado


Y se marchan encendidos
y no hay caminos perdidos

ya no hay luz en la tablada
van con voz enamoradal
la tarde fría, callada,
se marchan con la alborada

lo contado a ser creído
y en poema, consentido

los amantes consentidos
historia jamás contada
y que yo, bien he aprendido


Y Dios bendiga este amor
de los chavales en flor

la luna recogió brezos
regados en los cerezos
en la hierba verde de rezos
y santiguados belezos

ellos con pluma infinita
los amantes de la ermita

luz romance del pudor
en la luna de tropiezos
que deshoja margarita


Que sepa toda comarca
lo que un gran amor abarca

amor de chavales tiernos
que acompañan los inviernos
odio no creará infiernos
Son ellos cantos eternos

y la vida será ingrata
si alguien esta historia mata

y la ermita es una barca
en corazones falernos
que el amor puro desata


Así terminas historia
canto sublime de gloria

atardecen los amores
perfume vida de flores
canción azul de cantores
canto amor de trovadores

son dos almas de la flora
que el corazón enamora

amantes de la victoria
tierno amor de sus labores
que ese tiempo tanto añora



Tu voz

(Jotabé)


Tu voz, puente casa, inquieto puma
hoja de cedro que deshoja espuma.

Sonido calmo, hostia, ave despierta
portal de sicomoros, casa abierta
homilía de farallón en la huerta
resurrección de humilde vida yerta.

Arroyo de voz dulce y peregrino
rebaño de arpas, verde sol de pino.

Que entre mis dedos sonetos se esfuma
como montesa perdiz que abre puerta
vuela su boca mi libre destino.



Soy tan sólo un pedazo de tu olvido

(Jotabé)


Soy tan solo un pedazo de tu olvido
que en tristes sombras del mar he caído.

De negro fuego hay un dolor quemando
esa luz que mi alma viene cantando,
y de ti, tus amores va esperando
en estas horas que me están matando.

Son cenizas crueles que yo respiro,
muere en mi pecho tu leve suspiro.

Por qué tanto alejamiento y descuido.
Escúchame amada, te estoy llamando.
¡Ay! Que por tenerte cerca deliro.


Mis cuencas húmedas tú olvidaste.
Por otro nuevo amor me destronaste.

Basta amor de tantas dolidas penas.
Dolor con que maltratas estas venas.
Ahora estaré muy solo en las cenas.
Debo romper mis pesadas cadenas.

No sé a quién tu falso amor repartes
en la plaza dolida cada martes.

Cicatriz crüel en mí no dejaste.
Mis fortunas son ahora muy buenas.
Tus olvidos no son mis estandartes.



Siete poetas del mudo

(Jotabé)


De muy fina pluma la poesía
de siete poetas en demasía.

Valencianos de orfebre casta letra
y venezolanos cual gran geómetra
sus voces liricas vida penetra
y son un canto añil que cronometra.

Seres para antología poética
de esos versos buenos, libres, su métrica.

El mundo conocerá su osadía
como ese juego de festiva metra
en el Parnaso de la letra estética.



Regando nuestra amistad

(Jotabé)


Plantamos en distancias la amistad
y regamos juntos felicidad.

Y recogemos los frutos enteros
y sobre ella somos los aguaceros
el más fuerte de todos los aceros
y el cantar de todos los te quieros.

La distancia tiene limpios espejos
y en él viven nuestros cantos festejos.

Y somos almas depura bondad
pájaros libres de bellos esteros
regando amistad de cerca de lejos.



Peregrinas del amor

(Jotabé)


I

En alto pedestal debes estar
Con bendiciones al peregrinar

Mujer, flor delicada de un vergel
perfume de amor en blanco clavel
Poesía de santa en un papel
Cuyo amor es más dulce que la miel

Tu corazón, fuente de agua bendita
la que beben amantes en la Ermita

Alumbras más que la luna al cantar
Tu amor es de peregrinaje fiel
que a nuestra bella humanidad musita


II

Madre, en esta tierra no hay quien te iguale
Bondad peregrina, nadie señale

Dulce y paciente, Santa Catalina
Eres luz vida que al mundo ilumina
Sin ti el mundo es una oscurantina
Defiendes tu dignidad leonina

Tus palabras, rezos y salmo santo
Por eso los hombres te amaran tanto

Tu vida fecunda que nadie tale
Pero quien la tala su vida arruina
No sabrá de amor, de alegría y canto


III

En jardín hermoso la mariposa
En la casa es más hermosa la esposa

Es pura entrega de amor abnegado
Peregrina de verso enamorado
A esposo e hijos atento cuidado
El mundo contigo es vitalizado

Tú no mereces traición desvelada
Tantos maltratos ni ser insultada

Columna fuerte, la cándida rosa
Esposa, el amor en ti es agraciado
Tú debes ser amada y respetada


IV

Hoja tierra en gemido sol de estrella
Luz sin ruido, selva que dejas huella

Canción de nana estival en mi vida
Que de la misma mi alma está urgida
Eres tú, niña, mi hija bendecida
Con honores serás enaltecida

Serás mañana una linda mujer
Que Dios te acompañe en tu noble ser

Hija, toda eres acento de bella
Fiel peregrina en mi alma repetida
En llegar contigo el amanecer


V

Bestias insensatas y malolientes
Los hombres son perversos, indolentes

Tragedia de mujer enamorada
El cielo y luz en ellos entregada
Alma de Babilonia maltratada
Sueño sobre una rosa marchitada

Crónica diaria del sufrimiento
Asesinada, en frio pavimento

Muestra tus aceros incandescentes
Deja tu ruego, muéstranos tu espada
Basta ya de tanto inútil lamento


VI

Sé que en el mundo hay mujeres malvadas
mas son pocas, no las enamoradas

Las que tienen corazón y del bueno
Un bello mar de amor dulce y sereno
Es musical su voz de artiga y trueno
Devota procesión del Nazareno

Las pocas sufren su pena dolida
Las muchas van con amor por la vida

Las malvadas por Dios son castigadas
Las errantes de Dios amor niceno
Co su marcha de fresca agua encendida


VII

Caminan peregrinas del amor
Con alas de gorrión de flor en flor

La mujer peina todos los ensueños
La madre dulce besa a sus pequeños
La esposa con amor enciende leños
Y la hija reniega amores risueños

El Mundo, paja débil sin mujer
en el planeta es la razón de ser

A tus pies el poeta, y el cantor
Con bellos villancicos navideños
Con su más profundo amor y querer


VIII

Ser divino, terrenal y glorioso
De un amor puro y misericordioso

Levanta cada casa de tu gesta
Con tu primera casta tan honesta
Que el mundo sea contigo una fiesta
Tus bendiciones guardo en una cesta

¡Ay! Mujer, tu amor es una grandeza
de humilde sencillez y gran nobleza

A tu lado estará el hombre amoroso
para cuidarte de manera presta
a ti mujer, la de mayor pureza


IX

Poetisa, teatrera, escritora,
Maestra, ministra en tan buena hora

Presidentas, artistas, enfermeras,
ninfas, procuradoras, cocineras,
princesas, militares, ingenieras
Embajadoras, monjas, floristeras

Mujeres que empujan el desarrollo
resolviendo meollo tras meollo

Vamos con ellas, a amarlas ahora
artesanas de amor y primaveras,
hombre no maltrates, sal de ese embrollo


X

Te amo mujer hasta la eternidad
Son tus razones una gran verdad

Eres tan sagrada como una misa
Palabra tan cierta de profetisa
Eres perfume de toda artemisa
La que rompió cadenas de sumisa

Recibe de este mortal bendiciones
Que recibe todas tus emociones

Tu casto y bello amor no tiene edad
Se escribirá siempre en alta cornisa
La gran mujer de todas las canciones



Perdóname mujer

(Jotabé)


¡Ay! mujer, por qué estás brava conmigo
Yo te contento, lo jura Rodrigo

Sembraré para ti cestos de olivos
Sembraré besos de días festivos
Exiliaré nuestros días esquivos
Inauguraré siglos amativos

Procuraré de nuevo mi concilio
Le pido a Dios y al cielo santo auxilio

Perdóname mujer, yo te bendigo
Ahora los días serán estivos
Bajo luz amorosa del idilio



Llegas a casa trayendo albores

(Jotabé)


Regresas a casa de tus amores
caminas por las calles de las flores.

Volaron los ojos a la ventana
asomada en candor tu preciosa Ana
luz presente de tu viva mañana
despierta al son de una diana.

Te moja Rocío, fulgor de vida
y Gemma ilumina la despedida

y llegas a casa trayendo albores
tu voz dulce, sonido de campana
Arroyo de agua en la santa crecida.



Las niñas de sus ojos

(Jotabé)


Doncellas hijas del gran caballero
dos princesas de su amor y te quiero.

Rocío, luz de caminos eternos
canto permanente de los inviernos.
Gemma, luz de santos caminos tiernos
conjunción de amores para querernos.

Las niñas de sus ojos, de su alma
su santa devoción en santa calma.

Lunas de amor, las dos, un gran lucero
es imposible en la vida perdernos
con tanta luz de oro sol, en tu palma.



La tarde se traga a la media luna

(Jotabé)


La tarde se traga a la media luna
la noche está sola y en desfortuna.

Gritan callados vergeles de tarde
el sol etrusco de tanto fuego arde
la sombra se esconde como cobarde
ríos de cantares hacen alarde.

La noche viene entonces más oscura
perdida por caminos de espesura.

Ha robado la tarde luz moruna
y me pide en tono necio que aguarde
noche sin luna no tiene ternura.



El Duende travieso

(Jotabé)


Vergel de sueños en mar acunado,
casa de duende travieso y asustado.

Golpeas los platos en la cocina
ruido fantasmal tocando bocina
dora te vio detrás de la cortina
no te vieron, mentirosa vecina.

Reías, burlándote a carcajadas
rüido de todas las madrugadas.

Qué vergel ese, tan afortunado,
donde un duende de los sueños fascina
sin permiso sale de entre las Hadas



Señora mía

(Jotabé)


Usted señora mía, siempre atina
luz amorosa en tarde vespertina.

Donde sus besos nunca en mi zozobran
Ni sus caricias buenas en mi sobran
Pues su cuerpo su piel en mi recobran
frágiles movimientos que maniobran,

sobre senderos suyos mi señora,
en la prístina luz de amante aurora.

Su corazón amores me destina
y mis caricias van y fieles obran
en cuerpo tan ardiente que me implora.



Mis manos en tu piel

(Jotabé)


De tu piel estas manos son pastores
arriando amaneceres con amores.

Viento de abril que empuja tus veleros,
boca amante de labios carceleros,
barca, lluvia que zarpa, santos cleros,
tus besos en mi boca jornaleros.

Son cándidas mis manos en tu piel,
abejas laboriosas de tu miel.

Brisa que riega tierra con albores,
ese corazón tuyo de astilleros
donde naufraga todo lo que es cruel.

(Poema Finalista del,
VI Certamen Poético Internacional, Rima Jotabé)




Jotabeí para mi esposa amada

(Jotabeí)


Son tus labios de mi boca carceleros


Tus labios en mi boca, carceleros
Faros de amor que alumbran mis senderos

Y voy de amor con ellos rebosado
como príncipe de cuento encantado
No sé de día frío y fatigado
Tus labios me hacen sentir muy amado

Y cuando de tus labios estoy lejos
los días que pasan se hacen más viejos

Tus labios son como verdes esteros
del cual el pájaro está enamorado
y mi alma mira con sus catalejos



Tú de mis amores eres la dueña


Tú de mis amores eres la dueña
y en días distantes mi alma te sueña

Tu mística y vaporosa sonrisa
desabotona mi blanca camisa
Tu respiro de mar es esa brisa
que me lleva a tu regazo con prisa

Y tengo de ti tu vida tan buena
como la luz de la sagrada cena

La hora noche contigo no es pequeña
siempre es exacta, conspicua y precisa
tan precisa como la hermosa Helena



Todo cuanto somos es un contento


Voy pastoreando besos discretos
por los bosques de mis labios secretos

Y dejas tu dulzura bendecida
Antojo permanente de mi vida
Mi pensamiento es luz esclarecida
que en tus besos agua, vive dormida

Todo cuanto somos es un contento
Nuestras vidas son puro sentimiento

Los caminos nunca son vericuetos
son senda tierra de una paz florida
que no sabe de dolor, sufrimiento.



En boca inocente de bisoño


Mi boca sedienta en tus labios mojo
mis labios tienen de tu boca el rojo

y que espanta noches de soledad
ritual pavoroso de sequedad
en ellos esa mística piedad
mantiene la boca con humedad

Son fuente dulce tus labios de otoño
en la boca inocente del bisoño

Es por eso que agua clara recojo
cuando pasas tormenta, tempestad
y tus labios en mi boca, retoño.



Tú eres mi balada de amor


Tú eres ardiente balada de amor
que encontré una mañana en una flor

Néctar en copa de pasión absorbo
Las espinas rosas no son estorbo
y tu dulce miel de pétalos sorbo
en cada labio tuyo reabsorbo

Bendita voz, melodiosa canción
Ternura bendita en mi corazón

Y te entrego mi vida de cantor
sin ese aliento perverso del morbo
con la luz divina de mi ilusión.



Gracias por amarme y yo quererte


Tu amor es un desbocado torrente
que moja de vida santa mi frente

Nunca he sabido de tus crueles penas
Fértiles en tu cuerpo mis faenas
Celebro con sinfonías de quenas
comer tus labios, hojaldre de avenas

Todo el tiempo yo quiero amarte y verte
En un instante yo puedo perderte

Si eso pasara, el mundo es diferente
Dolor y la tristeza mis condenas
Y gracias por amarme y yo quererte



Labro tus tierras virginales.


Yo quito de tu cuerpo los cendales
Descubro paisajes primaverales

En tu tierra el amor no está dormido
El recuerdo refriega ayer herido
Pero hoy por ti me siento muy Querido
y ya no sé lo que es estar perdido

¡ Es que de ti viene balada suave
para posarse en mis ramas como ave!

Labro tus tierras mías virginales
en otrora corazón tan sufrido
ven conmigo al Desierto de Mojave



Tú será la luz de mi alto poniente


Me entrego a ti con amor transparente
Luz diamantina en tu mansa corriente

Tú llenas mi alma de poemas, prosa
Eres tan divina, infinita diosa
Privilegio el tenerte como esposa
en vida placentera y muy gozosa

Por siempre mujer yo voy a tenerte
En trono de vida voy a ponerte

Tú serás la luz de mi alto poniente
Mi seductora blanca mariposa
Eterno amor mío, vengo a traerte



Yo para amarte no tengo horario


Tienes sembrada una fiesta en el alma
de violines parameros que calma

Para amarte no necesito horario
Ni colgado en mi pecho calendario
En tu cintura amante solitario
Amarnos siempre tú y yo es necesario

Me basta para saber la hora un gallo
y el lugar cuando bajas de mi tallo

Y sopla veranos de amor la palma
Tu cuerpo desnudo es mi gran hostiario
y en tu puerto de golondrina encallo



Es tu corazón mi voz, mi tribuna


Tus palabras jotabés redentores
Tejen filigrana de mis amores

No me alcanza para amarte la luna
Ni que deje en tus besos en ayuna
Chica para mojarte la laguna
Es tu corazón mi voz, mi tribuna

Tu amor es ligero, ágil como el Puma
Ligera y fermentada como espuma

Tus palabras son de mi jardín, flores
De mi vida, encantada la fortuna
que se bate en abanico de pluma



Jotabeí para mi esposa amada


Jotabeí para mi esposa amada
En versos sonoros, ella arrullada

Poema, música del paraíso
Luz amarilla de un bello narciso
Rima con gracia que Dios también quiso
en Valencia, tierra de compromiso

Un Jotabeí es balada de amor
para mi mujer, que es fragante flor

Y verso a verso, mujer exaltada
En Jotabeí de gran compromiso
Luz luminosa de bello color


(Poema ganador del Segundo Premio, ex aequo, del,
II Certamen Poético, Rima Jotabé)



Tu cuerpo de diosa

(Jotabé)


Tu cuerpo de diosa enerva blancura
en frágil extremo de tu melura.

Hostia divina de amor en mi ayuna.
Tengo de ti la dicha y la fortuna.
Tenerte en la cama bajo su luna.
Qué necia la mañana que importuna.

Y de ti amor mío no tengo dudas,
y lo sabe bien mi cuerpo y tú sudas.

Y por ti encuentro noches de hermosura,
cuerpo de diosa, amas como ninguna.
Cuerpo delirio que en el mío escudas.



Ama a la mujer

(Jotabé)


Por qué maltratas tanto a la mujer,
si es luz divina del amanecer.

Vientre sagrado que te dio la vida.
Piensas que eres Zeus causándole herida.
No son Esfinges, no es Kere temida,
ella, diosa del amor que nos cuida.

Tiene santo corazón indomable.
Es, madre, esposa, hija, luz, flor y sable

Arrepiéntete, ten buen proceder
entrégale el amor que tu alma anida,
ama a la mujer, su vida es amable.



Artesana de la poesía

(Jotabé)


Artesana de noches y de tardes
tejedora amante del río Fardes.

Un gran rosario de himnos son tus hijos.
En tu pecho esos santos crucifijos.
Bello amor para los seres canijos.
Amor puro tu eres, en regocijos.

Todo cuanto te den es merecido,
de tus poemas vivo agradecido.

De gran pasión, en tu poesía ardes.
No dejas nada por los escondrijos.
Son tus palabras, jardín florecido.



Celebremos a la poesía

(Jotabé)


Con vino, amor y canto celebremos
en lo que tú y yo siempre creemos.

En nuestra madre y bella poesía,
luz de luces que alumbra cada día
al poeta con su bella alegría
de este mundo su voz en sinfonía.

Eres monte, agua, lirico cantar
poesía de salmo de un altar.

Poesía, a ti todos, te queremos,
ubérrima y sagrada poesía,
tú que siempre despiertas en el mar.



El Castillo de Artana. (a Juan Benito)

(Jotabé)


Es muy vibrante El Castillo de Artana,
el espejo roto de una ventana.

Río Eslida con gran dolor lo llora,
pinos blancos casi muertos ahora,
algarrobo muy pálido demora,
sierra de Espadán suplica cantora.

Que si fueron ayer esos romanos
árabes, musulmanes, o paisanos,

es hoy preciada joya Valenciana,
su voz de tiempo es la historia canora
en olivos verdes que nacen sanos.


Grandiosa Arquitectura medieval,
desgracia, Guerras Carlistas, fatal.

Bebes en el remanso de tu aljibe,
la Torre Principal que tanto escribe,
la del Homenaje por siempre libe,
y la de Escipiones sufre su engibe.

General Carminati te voló,
y la historia desde siempre lloró.

Revives luz de un pasado especial,
la pluma de Juan Benito suscribe
y Valencia siempre te atesoró.



Tu amor de poesía vive en Andalucía

(Jotabé)


Vive poesía en Andalucía,
verso elegante, fina cortesía.

Ahora es camino de luz señera,
fruto mar de prendada primavera.
Poesía recitada en peñera,
sevillana y taconeo en pradera.

Galas para el gran bardo Valenciano,
poeta, trovador, amigo, hermano.

Luz de luz en toda la cofradía
tu hermosa poesía marinera
bardo Juan Benito, cantor Silvano.



Discusión oxítona

(Jotabé)


Discusión oxítona en texto escrito
por el exilado acento proscrito.

Invitado no es en reunión gramática,
no sirve para la virtuosa plática.
Pálido acento falto de cromática,
no hay con él una lectura simpática.

Desterrado del mundo fonológico
sílaba muy mal acentuada, es lógico.

Palabra en buen acento solicito,
pues no es cuestión de usar la matemática
sino de ese buen sentir filológico.


(Poema ganador del Accésit 9 del,
I Certamen Poético, Rima Jotabé)



Docente poeta amanece altanero

(Jotabé)


Docente poeta luce altanero,
buen lector cual pájaro carpintero.

Siguiendo lecciones de Juan Benito
el verso endecasílabo es bonito.
Que la sinalefa no es adornito,
y saberlo no es cuestión de erudito.

Se me hacía las cosas peliagudas,
era cuestión de palabras agudas.

Mostró el poeta el camino señero
con su paciente saber infinito
al poeta lejano, sus ayudas.



La Guerra del Peloponeso

(Jotabé)


Marcha la Guerra del Peloponeso
con un funesto y trágico suceso.

Herida la antigua ciudad de Grecia,
diez años de guerra vida desprecia.
En Siracusa toda espada arrecia
más en Decelia la sangre es tan necia.

Tucidides dijo en autoridad,
la historia pasada con claridad.

Qué lástima, nadie recuerda eso,
un hecho histórico que nadie precia
en días de la postmodernidad.



Voz de campanario

(Jotabé)


Voz dulce de campanario bruñido,
arpa de mi soledad, has tañido.

Te escucho en la distancia, muy sereno,
suenas cual procesión del Nazareno,
arpegios de esta mi pastoral bueno.
Magna expresión del amor en niceno.

Hay trinos de pájaros en tu voz
que de mi alma también son portavoz.

Yo la guardo en un paisaje teñido
entre los mirlos que hay en mi terreno.
Himno del amor de este mundo atroz

 
     
   
     
 
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