Nubia
Vernaza García
Madrid (España) |
Estragos de lluvias
(Jotabé)
Cuantas veces camina el pordiosero
sobre el lóbrego piso, por dinero.
Lleva pan, sucios plásticos, basuras,
en la espalda, cacharros, aventuras,
la vasija oxidada con dulzuras.
Deambula al notar las lunas puras.
Si le abrieran la puerta a la piedad,
otro mundo sería su heredad:
sin tener el dolor de limosnero,
sin mostrar el horror en sus figuras,
sin pensar el vivir precariedad.
Entre dos aguas
(Jotabea)
Acaban de marcharse las lluvias soberanas,
se llevan la esperanza de todas mis mañanas.
La lluvia llegó fría, tenaz con muchos hielos,
libélula en la tarde formó un brillo de velos,
pasó por su sendero, surcó todos los cielos,
vació sus viles aguas encima de los suelos.
El agua entró a mi sala, subió hasta la cornisa,
se fue todo mi orgullo más toda mi sonrisa.
Mis ojos muy llorosos miraron vidas vanas.
Tenaz con mis enojos, buscaba en mis anhelos
el fin de la tormenta trocada en una brisa.
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