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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
EDMUNDO VÉLEZ ALCÍVAR
 
Poemas
 
Adriana Vaninetti

Edmundo
Vélez Alcívar

Guayaquil (Ecuador)
Cáncer

(Jotabé)


Hay un dolor, dolor en tu partida
como herida quitándome la vida.

Poco me importa revivir promesa
susurrando un ayer con entereza.
Poco, y tan poco es el sentirme ilesa
de tu cascada que germina aviesa.

Hay un dolor, dolor y solo eso;
y un hombre, solo un nombre, solo eso.

Qué es el amor sino la franca herida,
y siendo en tu partida mi tristeza
seré en la inerte muerte a tu regreso.



El beso de hoy al amor me ata


(Jotabé acróstico)


El beso que me das, mujer mujer;
Los versos de agua para yo beber.

Bebo todo en tu boca de jadeo
En el punto sagrado, en tu goteo:
Sorbiendo o tus palabras de siseo
O tus versos de amor que ya poseo.

Dices tanto en tu beso apasionado
Entretanto te escucho sojuzgado.

Hundirnos de misterio y renacer:
Ocaso que nos hunde en el deseo
Y donde yace un sol enamorado.


A tu boca me enrumbo apasionado
Lloviendo en un invierno trasnochado.

Amada de una noche tan profunda,
Marea de un olvido que me inunda;
O eres solo la boca, que fecunda,
Reparte el cielo al alma moribunda.

Mas, tengo tanto miedo que algún día
Este beso carcoma al alma mía.

Amar también es desandar lo andado,
Temblar en la promesa ya infecunda:
Amando sin amante, en la sequía.


(Poesía ganadora una Mención en el I Concurso Poético en Rima Jotabé Jotabeando USA)



Libra


(Jotabé)


Venus en tuya boca me ha gemido
que soy manso carnero de su fluido.

Tu sexo es como luna o como duna
que en la noche acallada, no se acuna;
mi boca es el misterio en la laguna
engullendo en mis aguas a la luna.

Saturno taciturno nos avanza
y uno dentro del otro, nos afianza.

Uno dentro del otro, nos ha unido
mi saliva en tu miel; y es la fortuna
ser la boca en tu sexo que remansa.



El juicio del desamor


(2 Jotabé)


I

¡Qué debo pues hacer, mujer amada,
para ser el llamado en tu llamada!

Que con mi hambre mortal, meditabunda,
abro los cielos a un fragor que inunda...
Si abres la tierra a mi pasión fecunda:
si tú la boca de mi sed profunda.

Y si tu nombre es la promesa frente
a las tormentas de mi amor silente,

bien podré sortear la marejada,
que ahoga en esta noche moribunda,
con un verso encallado en mi doliente.


II

Mas calla tu mirar a mi mirada
con una indiferencia renovada.

Me parece habitar un mundo ajeno:
donde habitas un ave en vuelo pleno,
donde la única flor está en tu seno,
donde llueve un invierno sin mi trueno.

Se acallan mis batallas en tus ojos
y naufragan los versos, los despojos.

Ahora estás de mí deshabitada,
y esta ausencia de amor es mi veneno:
ahora que tus ojos, dos cerrojos.



Astrología - Aspectos armónicos


Fuego

Aries

(Jotabé)


El cuerno que en mi cuerpo de viajero
al nicho se aventura en desespero.

En el fuego que cubre brava piel
destella la estocada en boca y miel,
la fruta destilada en manso riel
encaminándose al voraz cincel.

En el asalto, en la final cornada,
mi bramido bestial es llamarada.

Broto y te inundo en un recodo fiero
forjándome de orgasmo en tuya piel,
mientras destella un cielo en tu mirada.



Leo

(Jotabé)


Eres como la sed que desemboca
y se expande en mi sexo, como en boca.

Y en el último pálpito de vida,
leona de mi carne ya abatida,
engulle en mi alma la pasión gemida
que late de mi sexo, como herida.

Como loca promesa en mi deseo
te me haces la saliva en mi goteo.

Eres como la sed que me desboca;
la desnudez que en ti, mujer prohibida,
es deseo que duele y no poseo.



Sagitario

(Jotabé)


Viajo en tu cuerpo de mujer, errante,
tal la luna de un júpiter, amante.

Y viajo como un bárbaro montado
con un afán conquistador y airado;
y siendo yo un jinete, apasionado:
mercurio orbita al sol, a ti aferrado.

Juntos, como un centauro que de ardor
desbocamos de sexo sin pudor.

De morir en tus costas, delirante,
las olas de tu luna se han calmado...
Y volvemos humanos al albor.



Tierra

Tauro

(Jotabé)


Como una astada bestia tú me hiendes
la cadencia de un mundo, y me trasciendes.

Como herido en el corazón, respiras,
bufando el toro del que bien te inspiras;
como un bravo guerrero tú me miras
encendiendo mi cuerpo en hondas piras.

Soy la herida en el toro malherido
y es mi sexo el que bebe tu gemido.

De mi mojado cuerpo te desprendes
y en los ojos calmados tú me miras
tal toro que de amor está abatido.



Virgo

(Jotabé)


Desnúdame los miedos poco a poco
con la cadencia con que yo te toco.

Lento, calor lejano en una estrella
que en tus labios poetas se querella;
como se hará de orgasmos la doncella
a partir de los versos y su huella.

De inhóspitas estrellas es mi velo.
Desnúdame en los versos de tu celo.

Del hondo fuego con que yo te invoco
te harás la miel, la leche; la centella
en el lento fragor de mi desvelo.



Capricornio

(Jotabé)


Hay un silencio de ti, de ti mi amor
y se escucha en mi eco, en tu estertor.

Porque se han derramado desde el cielo
tus gemidos astrales, y en mi suelo
está un Cronos y un Zeus en pleno duelo
luchando por volver de nuevo al vuelo.

Yo te engullí esperando renacer
como manzana de tu descender.

Y siendo más pequeña, en el fragor,
Venus y Marte, flor y lanza en celo:
nadie más grande en mí, que soy mujer.


(El conjunto de poemas Tierra, ganaron el Segundo Premio del I Concurso Internacional de Poesía el Mundo suena en Jotabé)



Aire

Géminis

(Cástor)

(Jotabé)


Navegando en tu cuerpo, va perdido
como marino errando en mar, mi fluido.

Después de ser centauro desvelado
bebo el sopor callado de lo amado.
Después de ser galope, tú a mi lado,
tu alma es gemela a mi silencio alado.

Hoy te quiero quizás desconocida
quizás como un milagro de la vida.

Y sin tejer tu nombre estoy tejido;
y al nombre en ti desconocido, atado.
Solo te puedo amar, desconocida.



(Pólux)

(Jotabé)


Retorno a ti mujer y como el viento
el navegante vuelve a ser tu aliento.

El muelle siempre está y está mi amor,
y como un muelle firme está tu ardor;
y siempre esperas, siempre en el rubor
que palpita en mi ausencia y tu fervor.

Debo quizás tocarte conocida
tal la ruta marina de mi vida.

Mi sexo navegante está en tu aliento
y tu boca, que es puerto, en el furor
de querer encauzarme como herida.



Libra

(Jotabé)


Venus en tuya boca me ha gemido
que soy un manso carnero de su fluido.

Tu sexo es como luna o como duna
que en la noche acallada, no se acuna;
mi boca es el misterio en la laguna
engullendo en mis aguas a la luna.

Saturno taciturno nos avanza
y uno dentro del otro, nos afianza.

Uno dentro del otro, nos ha unido
mi saliva en tu miel; y es la fortuna
ser la boca en tu sexo que remansa.



Acuario

(Jotabé)


En mi rincón del alba, como noche,
tu fragancia noctámbula de anoche.

Porque tú estás en el suspiro quedo
que escancia la distancia de mi credo;
y de entre tantas causas de mi enredo
eres final efecto en mi denuedo.

Porque eres tú la causa, porque muero
por tu bandera abstracta en mi sendero.

No te sé tan leona en tu derroche
como en la noche en que liberto puedo
amarte, mientras preso en ti, me quiero.



Agua

Cáncer

(Jotabé)


Hay un dolor, un dolor en tu partida
como herida quitándome la vida.

Poco me importa revivir promesa
susurrando un ayer con entereza.
Poco, y tan poco es el sentirme ilesa
de tu cascada que germina aviesa.

Hay un dolor, un dolor y solo eso;
y un hombre, solo un nombre, solo eso.

Qué es el amor sino la franca herida,
y siendo en tu partida mi tristeza
seré en la inerte muerte a tu regreso.



Escorpio

(Jotabé)


Devoradora en tu altivez enhiesta
llego al banquete de tu carne expuesta.

Y te hago Marte con la lanza alzada,
con la franca conquista en la mirada;
y me hago Marte en Venus penetrada
vaciando al bravo toro en su cornada.

Hazme conquista cual Orión en celo,
hazte un sol derramándote en mi anhelo.

Y seré el aguijón que en ti se apresta
a darte en mi veneno, la estocada,
y herirte en mi deseo en el desvelo.



Piscis

(Jotabé)


Antes he renacido en tu pronombre
mucho antes que tu nombre nombre al hombre.

Mucho antes que la noche nombre al día
en un rincón de noche eterna y fría:
un Adán sin costillas me bullía,
y una Eva universal te contenía.

Desearte es amarte en lo finito,
y morirme es amarte en lo infinito.

Vocalizando el karma de tu nombre
en tu beso final, el alma mía
te esperará en la estrella que hoy tirito.



Aspectos disarmónicos

Cuadratura
(Masculino)



(Jotabé)


Estás allá y acá, de mi dolor;
un dolor que es el muro a mi clamor.

Mujer, acaso amarte es morir lento
con la pasión como final aliento;
con el deseo en flor, que al pensamiento
lo hace herida de un hondo sentimiento.

Y estás acá y allá, distante y cerca;
y tu nombre en mi boca no te acerca.

En estos versos, todo mi vigor
con la palabra amor como argumento;
pero en tus labios, la distancia es terca…



Oposición
(Femenino)



(Jotabé)


Es hora de morir, de amor morir
como lo hace el otoño, y sucumbir.

En el vasto momento, en el final,
el astro solo es frágil vendaval.
Como lo hace un mortal suspiro astral:
es hora de morir, de amor carnal.

Amado, busca entonces otro prado
donde todo, de invierno, esté mojado.

Y renacer después de sucumbir,
después de todo, todo lo fatal
que es recordar, mi amor, lo ya pasado.



Conjunción y trígono


(2 Jotabé)


I

Armoniosa, la boca se me espesa
en tu beso. Es el mar que me atraviesa.

Regresa en la invasión callada y fuerte
disipando el espacio sin tenerte,
disipando las noches de mi muerte:
tu boca, redentora de mi suerte.

Y como un ángel o un mortal poseso
navegar la honda ruta de mi hueso.

Es tu boca la errante que atraviesa
la ruta silenciosa de lo inerte,
dando vida a los astros, con su beso.


II

Y los astros recorren estaciones
en las flores que crecen con sus dones.

Tantos años y ya me ves, mujer,
sorbiendo en tus jardines como ayer,
y lo hago cual bebé que en mi nacer
te bebo en mi alimento y tu placer.

Mujer de mi retorno, primavera,
me hundo como semilla marinera.

Déjame alimentarme en tus pezones,
hundirme tal semilla y renacer:
volver y amarte con la sed primera.



Nostalgia ermitaña


(Jotabé)


¡Qué esperas, corazón, si nadie espera!
Tú sabes que el recuerdo desespera.

¿Que devuelva el pasado los amores?
Si el pecho está vacío de deudores;
y los latidos, corazón, en flores
marchitadas, se quejan de dolores.

No esperes, corazón, del ido tiempo
vacilante el latido de mi tempo.

¡Qué profundo el dolor! Y nos vulnera
como pronta saeta de estertores.
¡No esperes, corazón, en mi destiempo!


No esperes, que esperando es el lamento,
el eco confinado de un tormento.

Duérmete, corazón, en el arrullo.
Duerme la noche mientras yo le aúllo
al astro solitario que yo intuyo
versó en tu soledad, fatal murmullo.

Y late en los otoños las delicias
como la hoja que tiembla las caricias.

Y si dormir no puedes, de momento,
versa las primaveras y el barullo
que en los ojos extraños tú codicias.
 
     
   
     
 
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