Adelante

(Jotabé dodecasílabo)


Siento entumecidas, no rotas, las alas,
siento elevarme al cielo ajeno a las talas.

Quiero mirar de frente sin la mirada
volver donde ya la vida está sembrada,
ya el corazón fértil, la pena arrancada.
Quiero fruta de la tierra enamorada.

Con ahínco perseguir todo espejismo,
verdad, anhelo, saltar un nuevo abismo.

Por casa dos pies que huyen de las malas
hierbas y fluye mi sangre desbocada
sobre un lecho azul que esculpe mi aforismo.


(Poema ganador de la Mención de Honor al mejor Jotabero de España del X Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



La estación intrusa

(Jotabé)


De nuevo con el rostro despejado
se levanta este invierno mal nombrado.

¡Primavera tozuda y torticera,
mutante y mimetizada embustera!
¡Deja a los picos lucir blanca estera,
deja a las aves izar su bandera!

No hagas promesa de amor sepultada
-por la ira de una estación amputada-

después. El mundo está desencantado
porque un mero cuarto de su año quiera
negarle su poliédrica fachada.



Frente al espejo

(Jotabé dodecasílabo)


De nodriza de pícaros y poetas
hijo soy jugando a solas con mis tretas

en una rutina de barro, atrapado.
Dentro del espejo un hombre castigado
por el chantaje del mundo acomodado
y un rostro con lunas malvas maquillado.

Aquel que esperó de mí quedó contento
salvo yo de mí mismo; ¡cuánto lo siento!

Frente al espejo negras, vacuas siluetas,
las cenizas de un corazón traicionado,
aquello que no alcanzo, sólo presiento.



Llega el mercado medieval a Orihuela y…

(Jotabé)


Las palmeras de repente postradas
son por la ira de Eolo subyugadas.

Su llanto anaranjado desde el suelo,
entre pacas y corrales el cielo
contempla y asiste a valeroso duelo.
Dóciles las aves de preso vuelo.

De la inopia medieval no hay ni huella
pero en talega sí hace buena mella.

Bellísimas artes aletargadas
dan a la imaginación su consuelo
en una época añorante de aquella.