
Sandra
Tuset Giménez
Valencia (España) |
Heracles
(Jotabé)
Tu susurro fue infinito en mi sueño
mi vida, mi hidalgo, mi hombre, mi dueño…
Arrancándome con alevosía
mi caballero de la poesía.
Sí, lágrimas secas de hipocresía
llenaron mi rostro con bravosía.
La mirada perdida en grandes odios
y muriendo en mi sus ojos custodios.
¡Oh, mi dulce amor por delirio empeño!
Mi venganza será pura ambrosía.
¡Oh, muerto como los pobres enodios!
Sucio centauro de amarga crueldad
que efímera fue nuestra eternidad.
La bestia del engaño tuvo suerte.
Miro ahora el cuerpo en la tierra inerte.
-¡Tú, la más grande, poderosa y fuerte,
por favor, ven a mí, ven a mí, muerte!
Pues porque yo soy fiel a mi promesa
y me siento una muy tonta princesa.
Y así mi amor con su sensualidad
vence al más valeroso contrafuerte.
-Te amaré por siempre- mi alma confiesa… |