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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
SILVIA ADRIANA SETTI
 
Poemas
 
Silvia Adriana Setti

Silvia Adriana
Setti

Salta (Argentina)

Años

(Jotabe octonario con estrambote)


Pronto sumo un año más y si hice bien la cuenta
Diez me faltan todavía para andar en los sesenta.

Que la edad no llega sola repetía mi abuelita,
yo pensaba en los regalos, los confites, la tortita.
Más el tiempo que es tan lego, con oficio te explicita
y todos te llaman «doña», nunca más ya señorita.

Si he vivido la mitad yo de nada me arrepiento
¿Quién me quita lo bailado cuando llegue ese momento?

Más si es menos lo que queda buena duda me atormenta
y es mi espíritu platónico quien en ella se ejercita.
La cuestión es que ni Hamlet tuvo tanto batimento.

¡Oh, vil constreñimiento!
Me pregunto si el destino que a cincuenta me promueve,
me dará longevidad dándome un sesenta y nueve.



Ellos dicen que no hablan


a Rosalía de Castro

(JotabÉ octonario con versos franceses)


Dicen que no hablan las plantas, ni los pájaros ni fuentes
y lo hacen en mi rostro tan ajeno, prepotentes.

Lo dicen porque no escuchan lo que escucha la orfandad.
¡Tantas sombras de vereda con la luz de la ciudad!
Pero yo sí los escucho y en su pan de caridad
me cuestionan por los sueños, por mi sed y por mi edad.

¿Quién comprenderá a la loca que dialoga con la luna
si no lo hicieron mi cuerpo, ni mi alma, ni mi cuna?

Que el olvido me sepulte sin más versos imprudentes;
con el mar que ya en la frente me promete la unidad:
«¡Oh, mi niña! Ven, nadad. Ven y encuentra tu fortuna».



Cenote


(2 Jotabems)


Ojo azul, profundidades;
bulevar de las deidades.

Con pared de golondrinas
aguas frescas, cristalinas.
No se duerman, celestinas,
que hay laúd y mandolinas.

Ninfas senos de coral
para el baile pasional.

Allí moran las beldades,
las amantes libertinas
en el foso vertical.


Manantial de la hermosura
que halla en Venus su figura,

tenga sol con sobremesa
si a la entrada se confiesa
navegante que regresa
a cumplir con su promesa.

Leviatán que no se atreve,
con las musas, todas, nueve.

Toma el agua la cintura
del marino que ya besa
la corriente que lo mueve.



Huellas del pasado


(3 Jotabés dodecasílabos)


Lagarto terrible quiso ver ciudad
saltando de un libro con gran brevedad.

¿Adónde está el río? ¿Adónde mi valle?
¿Qué es esta serpiente que llaman la calle?
Si corro por ella capaz que la estalle
pues es tan delgada, ¡no aguanta mi talle!

pasó un colectivo de larga distancia,
el saurio gigante lo vio con jactancia.

La gente gritaba, pedía piedad;
los más estudiosos, extenso detalle
y a tanto desmayo llegó la ambulancia.


¡Qué feo que chillan! - pensó el animal
no hay cómo placerse en este sitial.

El hambre apretaba y el aire traía
aroma tan grato... ¡La carnicería!
siguiendo su olfato saltó de alegría,
huyó el carnicero con gran tropelía.

No quedaron blandos ni un triste chorizo
y ya, satisfecho, sintióse plomizo.

Su sueño interrumpen con fuerte bozal
patrullas, sirenas, la SIDE y la CIA.
más sólo un zarpazo la celda deshizo.


Y viéndose libre pegó un alarido
dejando aquel sitio desierto y pulido.

¡Qué poca instrucción! ¡Qué poca elocuencia!
- Pensó aquel reptil al ver tal demencia.
- Se dicen muy doctos blandiendo su ciencia
más todo resuelven con torpe pendencia.

Mejor yo me largo de nuevo al pasado,
adonde las leyes las dicta mi estado.

- Y así se alejó con nuevo bramido
que fue confundido con grave sentencia.
Espero que el cuento les haya gustado.



Si el sonido se anima


(jotabea)


En dos versos parejos, si el sonido se anima
puede abrirse una estrella con su cáliz de rima.

Si el sonido se anima fulgurando en un verso
con poder de Palabra constituye universo.
Con poder de Palabra que a lo símil e inverso
entreteje en un chal que no es áspero o terso.

Que no es áspero o terso como tú y como yo
que habitamos *pareado que el destino escribió.

Que el destino escribió para hacerse a la cima
y rimar el semblante con la nuca en reverso
porque al filo de un verso tu mirada me oyó.

* Utiliza la sinéresis



Viaje


(Jotabea con estrambote)


Alejandra ¿llamaste? ¿O eres tú, mi Alfonsina?
¿Quién me llama en un verso tras la espesa cortina?

¿Quién duplica mi canto y me ofrece en un viaje
cancionero de alondras y musgoso carruaje?
¿Le dirán que me fui? ¿Llorará por mi ultraje?
Hoy que corro sus suertes ¿quién me vende pasaje?

Que me envuelva con lazo, por mi bien, Cazadora
y sepulte recuerdos sin temblor ni demora.

¿Viste mi árbol de Diana y el plumón de glicina?
¡Qué mejor que un jardín para hallar hospedaje!
No, no llevo equipaje pues ya pesa el ahora.

Si aparece la Aurora,
con corona de *azahares, desflorada y sangrienta,
díganle que a la Sombra va la nadie contenta.

* Utiliza la sinéresis



Cuarto


(Jotabé octonario)


¿Quién precisa de menarca cuando nada en su pobreza?
Y se avino en paño frío con destierro en la aspereza.

Con espacio para un árbol trajo cuarto de servicio
y un pasillo como linde para espábilo y bullicio.
Era un cuarto callejero con su cuarta de orificio,
tempestades para siestas y almanaques sin solsticio.

Y allá un viento sin asiento bajo lentes de muralla,
pobre carne sobre un molde que lo asía sin su talla.

Y advertí que precaución era el hueso en fortaleza,
puse pies en mi cabeza con telón para intersticio
y obligada por mi juicio, la tijera si el canalla...



Bailarina


(Jotabé octonario con versos franceses)

para Ámbar


El encanto está en el aire, bailarina del oriente;
suda péndula mi niña porque hay viento frente a frente.

Salúdame golondrinas, sus poetas sin verano
y las alas enyesadas de un audaz aeroplano.
Tienes nube por cintura y en tus dedos llueve el piano.
¡Más arriba dice el aire! Porque arriba es más liviano.

Dientecillo de león, rosa y blanco panadero,
quiere altura tu semilla que se asfixia en el vivero.

En tendu y en relevé para el cielo tienes puente,
salúdame al barrilete; por si ves, algún marciano.
Yo te impulso desde abajo. Te esperamos para enero.



1986


(Jotabea)


Se enlutan las palabras, cenizas en el viento.
Buenos Aires y el mundo son un solo lamento.

El que era plural hoy abraza destino
y se ve sin puñal y sin sur argentino.
Ya los sueños se ausentan con un beso mezquino,
ya su vasta memoria le confiere esfumino.

Guitarras en un patio; por un duelo, la espada,
un espejo, bastones, biblioteca y celada.

Comprende de repente con su último aliento
quién es el otro Borges, quién es el anodino.
El júbilo secreto tras la noche rosada.



El sol


(Jotabem Monosilábico heptasílabo)


Yo no sé que es el sol,
si es la luz de la col.

Sé no es club ni es un clan.
Si es un chef lo es en gran,
sien de miel y de pan,
gel de piel, la del flan.

Sed de pez en el mar,
don de flor que da un zar.

Xul no es él más da gol
pues su pie va con plan.
¡zaz, que voy a la par!



ANA D. (a Amado Nervo)


(2 jotabea con versos franceses)


¡Quién pudiera soñar con mantilla de estrella
y vivir en la métrica de una inmóvil doncella!

¡Quién pudiera ser Ana! La tan tuya y lejana,
la que pierde tu norte y hacia el sur se desgrana;
la de trenzas salinas, quien te trenza sotana,
costillar de tus huesos ¡Quién pudiera ser Ana!

Por tu boca, con creces, yo pagara penumbra;
celestial y terrena, que tu sol me deslumbra.

En la faz de tu pelvis yo quisiera ser ella
con alcoba sin puertas, con mural por ventana,
para hundirme en tu cama y entender que me encumbra.


Yo no hallé quien llorara mi silencio, mi huida
ni asumiera por ello duelo y fiebre suicida.

¿Quién amó como tú, ramillete de ardor?
Que es un juego siamés el cariño y dolor…
¡Quién pudiera ser Ana y absorber tu sudor
y morar en tus labios convertida en licor!

No importara que el tiempo fuese cuerda delgada
pues perder por hallar siempre es cosa ganada.

Sin amar, sin amor, poco importa la vida
y prefiero la muerte con su espeso color
por saber previamente cómo siente una amada.



Coherencia


(Jotabem con estrambote)


¿De qué sirve la palabra
en campero que no labra?

¿Quién dice que dar la mano
me convierte en un hermano?
Y es que el fruto del manzano
lleva sangre de hortelano…

¿De qué sirve buena rima
con acción que desestima?

No es cuestión de abradacadabra
y por verso ¡Buen paisano!
Que el amor nunca lastima.

Ni escatima
la paciencia y el respeto
y el error en el secreto.



Vientre de cebolla


(Jotabe dodecasílabo)

a Miguel Hernández


¡Qué lacerante tu espíritu, Miguel
para gestarse en el útero vergel!

Tu boca bebió calostro del espino
para moldear el llanto más genuino.
Más duro el pan y a tu paladar mezquino,
comiste versos y verso clandestino.

Tu voz me grita con vientre de cebolla
que canto sin duelo jamás tiene olla.

Me quiero morir con tu sien de laurel,
la cabeza de pie, revólver de trino;
pagando a la grama de nuevo con joya.



¿A Europa?


(Jotabem con estrambote)


¿Viajaré muy pronto a Europa?
¡Quiero comprar buena ropa!

También conocer museo
del más bonito al más feo
Más ahora que lo veo,
con mis billetes, no creo...

Sube el euro¡ Desatino
para mi peso argentino!

Beberme una buena copa
en Purmamarca planeo
con buen sol y mejor vino.

¡Qué divino
mi Jujuy de frescos prados
y encendidos colorados!



Pepe Araño


(Jotabea)


Alguna vez halló fisura en el tejado
y allí permaneció sin ser nunca invitado

Jamás hubo un acuerdo ni pacto se convino
entre dueña de hogar y el pésimo inquilino.
Mostraba sus patitas muy poco el mal vecino
y más que un gran araño parecía gallino.

Oculto en los rincones vivía Pepe Araño
y allí se abastecía por meses, más que un año.

Más no hay vida que dure con el tiempo alargado.
Un buen día salió pero quiso el destino
que se diera de frente la nariz contra un caño.



Descenso a la Caverna de Platón


(Jotabemo Espejo octonario)


Ya la prueba y el tormento lo evidencian creatura.
¡Cuán empinada la cuesta que lo lleva hacia la altura!

La salida ven sus ojos y la vista se resiente,
cada paso trae luz por ser paso conveniente.
El “hogar” ya lo reclama pues no quiere disidente.
No está exento de temor quien pretende ser valiente.

Solo puede oír la Voz que lo llama con gemido.
Unas dudas lo golpean y despiertan lo dormido.

¿Hay destino más allá donde nace la angostura?
¿Por qué quiere el corazón algo que no halla la mente?
¿Los grilletes y cadenas cederán si los divido?


¿He de ser parte de un clan que si es género surtido
fraterniza para odiar y expulsar lo diferente?
¿Qué pupila puede ver cuando habita la negrura?

Siempre son las mismas sombras, siempre suena el
[ mismo ruido,
la insistencia y la opresión no desatan ni un quejido.

En lo público o privado nadie peca de inocente,
coronando la mentira más brillante y elocuente.
Quien se jacta de gran sabio no es sino gran obsecuente
y revelan quienes son cuando eligen dirigente:

una banda de corsarios dentro la legislatura
y en el trono, Barrabás, como reina de hermosura.



Fabulilla


(Jotabe hexadecasílabo con estrambote)


Era un asno jovenzuelo con pretensión de listillo
que en la escuela de animales se enlistó con su librillo.

Se acicaló bien los dientes y se ciñó una gorrita
que destacara sus ojos y su ovalada carita
Muy seguro de sí mismo y su esbelta figurita
le guiñó un ojo a las ciervas y el otro a la maestrita.

Si ganó muchos adeptos su traje de señorito
más sedujo al auditorio su discurso y rebuznito.

Jactándose de su ciencia con tono de doctorcillo
ganó encanto entre los pavos y el fervor de una cerdita
y por amor y por pluma se convirtió en tortolito.

¿No hay que ser tan Burrito!
Recuerda bien la lección de esta humilde fabulilla:
«Lo que natura non da, non regala la escuelilla».



Y ríase la gente


(Jotabea)

un humilde homenaje al maestro Góngora


Hay silencios tan gratos al oído y al alma.
Al rugir de los truenos, más cotiza la calma.

Soy feliz con lo simple no preciso más nada
que ventana sin rejas con el cielo añilada.
En la mesa servida buena vianda abultada.
Vino añejo que engendre carcajada aniñada.

Y aquel que diga amigo y vuelva en oponente
que al instante se mute, por piedad en ausente.

Pues me basto en mi isla con el sol y la palma
Como dijo el poeta de nariz agraciada:
mientras yo esté caliente que se ría la gente.



Homenaje al Maestro Juan Benito Rodríguez Manzanares


(Jotabea con versos franceses)


No quiso la fortuna legarlo al Siglo de Oro
Este tiempo exigía de su genio el tesoro.

Pues no hay cuenta ni forma que doblegue al guerrero
y en su cuna lo llaman, sin dudar, «El Primero»
Peligra el verso libre ¿o es verso prisionero?
Quien niegue melodía no ha de ser sonajero

Invención o primicia su valor no escatima
porque el verso se pare donde hay pluma que gima

Por amor a la lira se edifica en un coro
con la barba impoluta y el coraje de acero
de un Cid que, en hora buena, por Dios ciñó la Rima.



Mi paz


(Jotabe)


El grito de un rebelde malherido
y un silencio de nieve sin zumbido.

Un páramo sin flores ni demencia
sin gotas de rocío con ausencia
sin lluvias de dudosa procedencia
y arcoiris con extraña residencia.

No tiene aplausos, premio o serpentina,
tampoco se subasta en una esquina.

Solo vive por quien escarnecido
sobre la cruz por mí pidió clemencia
porque su amor fue sangre y es harina.



Génesis


(Jotabé Anverbo tetradecasìlabo)


El Verbo como germen, soñoliento y altivo.
La esfera primigenia bajo el Cielo festivo.

Sobresaliente la luz sin velo en la neblina.
Nominación y corte, Babel en disciplina.
Semillas de ilusiones, el tiempo plastilina.
El éter sin prepucio más la Voz con vagina.

Con árboles y plantas, gentil ofrecimiento.
Las aves y los peces en feliz casamiento.

Un lunar embriagante, para el Sol, y evasivo.
El león, la serpiente; la propuesta vecina.
Un légano desnudo, coronado y sediento.



Mis muertos


(3 Jotabé octonarios)


Por cuestiones de la vida, del misterio o la fortuna
que rechazo sea torpe, perniciosa o importuna,

como muere el árbol seco cuyo tronco sigue erguido
sobre el suelo que lo ha dado, lo sostiene y lo ha nutrido,
mueren todos los que quiero sin estruendo ni gemido
con el sol sobre sus sienes y en mi frente, desteñido.

Con remera y pantalón, así nomás con lo puesto;
sin pésame ni responso, sin entierro manifiesto.

Sé muy pronto en el aviso que no basta prisa alguna
y por ello y por justicia siempre es negro mi vestido
y me alumbra la memoria mustio cirio sobre el tiesto.


Yo quisiera el epitafio donde finja el atributo
como finge la resina que es la flor y que es tributo

más mis labios se resisten al disfraz y la impostura
como indicio irrefutable de mi falta de cordura
porque es triste ver a un muerto recortando la pastura,
pero más triste es el mudo sin flor, losa y partitura

¿Por quién doblan las campanas o es tan sólo un
[ espejismo?
¿Por los vivos, por los muertos o el perenne fatalismo?

Si bastara con el traje no usaría el alma luto
ni el terrible sustituto para la fatal cesura
que devora y que preserva en un áspero dualismo


¿Quién diría cuando ve mi pecho lleno y lascivo
que llevo abierta una zanja para más de un muerto vivo?

Ni la noble despedida ni el silencio en el altar
y en lugar de los recuerdos, cicatrices para hurgar
¡Ay qué solo queda el vivo frente al viejo y tibio hogar
cuando su difunto altivo no se puede ya quedar!

¿Por quién doblan las campanas si es que existe algún
[ sentido,
por las límpidas mortajas, por el dolor o el olvido?

Dudo que habite en el mundo pesar más superlativo
que aquel que abraza a sus muertos y no los puede llorar
porque cuando al fin se van hace tiempo que se han ido.



Dedicado a Sor Juana Inés de la Cruz


(Jotabea Vereal)


Sellaron tu destino con nombre de guerrera.
Palabra que lacera, palabra que lacera.

Tal vez no era tu tiempo, tal vez no era tu mundo
¡Oh, frágil corazón con sino vagabundo!
Con velo lo ceñiste para hacerlo fecundo
desafiando el submundo, desafiando el submundo.

Era dulce tu fruta más llevaba alfiler
pues naciste mujer, pues naciste mujer.

La serpiente acechaba su mordida certera
y al hallarte desnuda no dudó ni un segundo
para verte caer, para verte caer.



Luciérnagas


(Jotabé octonario con versos franceses)


¡Qué tristeza siente el campo! Llora la orilla del río...
Ya no tiene más luceros el perfume del estío.

¿Y por qué ya no despuntan luciérnagas como flores,
prodigándose en el aire su cortejo de primores?
Ya mis manos peinan canas y se agitan con temblores,
más los años le donaron la visión de sus errores.

Ya no llevo triste cárcel en un frasco de melaza,
ni compito con los niños por el premio de la caza.

Por entonces sólo era nada más que un torpe crío
con exceso de confianza, con carencia de rigores,
con un mundo tan pequeño que cabía en la terraza.


¿Cuántos otros como yo se ensañaron con tu vuelo
sin saber que le robaban esmeraldas a su cielo?

¡Qué daría por gustar otra vez de tus fulgores
como niño entre la hierba sin pesar y sin temores!
Yo sería el celestino que disfruta sin pudores
de la fiesta que es tu danza y el rubor de tus ardores.

¿Cómo iba yo a saber en mi pàrvula ignorancia
que tu muerte se llevaba la alegría de la infancia?

Hoy descorro las cortinas esperando con anhelo
que una intrépida candela me conjure los horrores
y en un frasco de jalea me coseche por ganancia.



¿Por qué escribo?


(4 Jotabé)


De repente me preguntas porqué escribo,
con colosal asombro, yo percibo,

pues mi verso no es fuente de riqueza,
ni capaz de encumbrarme a la nobleza;
aunque tenga pasión y gran destreza
el pulido compás de cada pieza.

Ya no tarda mi voz en dar respuesta,
que a las rimas es dócil y muy presta;

previo esbozo de risa en el estribo
de mis labios que acunan su certeza
y prologan las mieles de la fiesta.


Si escribo es porque mi alma es la morada
de una niña que vive enamorada

de la vida profunda y su misterio,
que hechiza con espléndido criterio.
Luz vital, indulgente magisterio
donde jamás lo exacto tuvo imperio

Y porque amo me hiere la injusticia
del que hambre sufre y no sólo nutricia

No es un solaz, mi pluma, sino espada
y es el callar impúdico adulterio
de algún traidor que besa y acaricia.


No aprecio ni respeto más fortuna,
si con mi canto un alma desayuna

Si ha de honrarme dignísimo linaje,
sólo será este culto del coraje,
crudo y desnudo, abierto y sin ropaje
cual verso de mi ibérico lenguaje.

¿Cómo acallar la lira ante el doliente
y la mudez del párvulo inocente?

Jamás compré un palco en la tribuna,
ni me atavié con hábil camuflaje
porque es de siervos huir por la tangente.


No necesita, el mundo, más secuaces;
hastiado ya, de viles lenguaraces

A mi entender, si Dios me dio el aliento
y amor por el magnífico instrumento,
por su favor, será, y su contento
porque la humana voz es sacramento.

Y no es labor desnuda de ganancia,
como alega tu crédula ignorancia.

Que al descubrir los rostros de antifaces,
la ínfima gota alcanza el monumento,
no en el vigor, sino por su constancia.



Seppuku


(Jotabè Agudo eneasilabo)


Calor sin sol y mar sin sal,
así tu amor me amó tan mal.

Me disparó tu iniquidad
y hoy soy león sin libertad.
¿Quién te dió a ti la potestad
de rebajar mi majestad?

Si ya perdí mi piel y honor
en el fusil de tu fervor

habré de usar un buen puñal
y por mi fe y mi voluntad
no serás más mi cazador.



Pesebre argentino


(3 Jotabé Palabra hexadecasílabos)


“De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. Mateo 25:40


1

«Niño» reza un villancico «tiene pesebre por cuna»
y tan oportuno evento lo celebra la comuna.

Todos quieren ver al Niño; magos, ángeles, pastores,
los que saben que ha nacido el Señor de los señores.
Al Niño pobre y desnudo lo revisten con honores,
ya María se complace mitigando sus dolores.

José piensa en su silencio, cuando a ratos besa al Niño
«¿Cómo es posible sentir tanta ternura y cariño?»

El Niño vuelve en Diciembre, por nuestro bien y fortuna
y con él también Herodes y sus cruentos cazadores
¿Quién prepara algún pesebre para Navidad sin Niño?


2

¡Muerte! Gritan los verdugos, ¡Muerte! La injusta sentencia
y el Niño que no ha nacido, con pavor ruega clemencia.

Muerte pide mi Argentina para el que es tan sólo Amor,
porque vida no merece quien aún no vio el albor
Ángeles lloran su muerte, gime de rabia el pastor
Mudan vientre por la cruz y preservan el dolor.

¿Quién anida en un pesebre podio negro de la Muerte?
¿Odian a los Cristos vivos? ¿Adoran un Cristo inerte?

Muerte al hombre si es un Cristo, muerte a Cristo en
[ suinocencia
Todos quieren navidades, pocos quieren Salvador
Claman al Dios de la Vida mientras honran a la Muerte.


3

María no halla consuelo, San José no se lo explica
Pero el pueblo enardecido la condena ratifica.

Sangra el vientre de María su mesías argentino
y aunque lo pinten de verde tiene luto por padrino
¡Cómo le pesan los senos, a María y su destino!
Misionero lo soñaba, sanador y peregrino.

Ya se alistan los pesebres con San José y con María
como dos testigos vivos de la vil carnicería.

Pobre María que asiste, su tormento lo duplica
en la mesa del impío bendición de pan y vino
Ya no llora ningún niño ¿Cuánto ha de llorar María?



Si no es la rosa


(2 Jotabé dodecasilabos)


Nos legaron el pecado original
el ser la fuente, raíz de todo mal.

Cepas somos de un insólito viñedo
alimentado en dolor, la culpa y miedo.
Pobre la ofrenda que traza un pobre credo
pues quien desista, la hoguera tras el dedo.

Pasan los siglos, más pasa y tanto queda
en la memoria que no es más que una rueda.

Y así este cosmos sinfónico y carnal
no es más la bestia que acecha desde el ruedo
Muerde su polvo sin ver la polvareda.


¿Habrá de ser además, alegoría
de pena y sal la pristina poesía?

¿Para qué cantan poetas y juglares?
¿Siembran la guerra, dolor y más pesares?
De costa a costa por lagos y por mares,
la Parca estrena magnificos altares.

Ya canta el miedo su gloria en la manada
¿Ves que la lira precisa voz gastada?

No existe verso sin fuego ni osadía
por más que cierren las cuentas y rimares.
Si no es la rosa, tu lira sólo es nada.



Flor amarilla


(2 Jotabem Escala pentasilabos)


Semisalvaje,
modesto traje

Encandelilla
flor amarilla,
sol que gatilla.
Hoy, sí que brilla

Esplendorosa
gema azufrosa

Señoreaje
Frágil lunilla
sobre la losa.


Renacimiento,
nunca lamento.

Sobreviviente,
botón demente
en lo silente
tal cual la gente

batalladora,
libre, canora.

Encelamiento
Fervor viviente,
alma de aurora.



Jotabera


(3 Jotabé hexadecasílabos)


¡Jotabera soy, señora! ¡Jotabera soy, señor!
Tengo un pájaro en el pecho, según dicen, ruiseñor.

Entre medio de los cerros y en la rígida campaña,
uno a uno van mis versos convirtiéndose en hazaña.
¡Quién diría y quién oyera equivocación tamaña,
una «coya» recitando trovar dulce de la España!

Choclo llaman en mi pago, lo que allá dicen mazorca,
pero en ambos suelos vibra la colosal voz de Lorca.

Dulce cuna y nana fueron los versos del payador,
por eso sé que el valor disimula poca maña
y no es pueril artimaña si te salva de la horca.


No desmayo ni me apuno bien llegado el desafío.
Soy china y por estos lares, no involucra llanterío.

Disparado por el aire nunca más halla hospedaje,
mi verso se hace Quijote, enredado entre el gauchaje;
y no habrá cantor sagaz que certero lo abaraje.
Tan sonora es mi canción que me exigen repechaje.

¡Jotabé! Gritan los changos, ¡Jotabé! Suena el clamor.
El vino se desvanece, mi rima tiene vigor.

En mi hispánico pasado me solazo y me glorío
porque a mí no me avergüenza la hibridez de mi linaje
¡Jotabera soy, señora!, ¡Jotabera soy, señor!

Jotabera a mucha honra, me obsequiaron este don.
En la calle me preguntan ¿La jota y be por quién son?

Por un noble caballero ¡Gran poeta valenciano!
Juan Benito que se llama, como todo buen cristiano.
Juan fue el hombre que tomó, Cristo en la cruz como
[ hermano
y Benito, el gran abad enemigo de lo vano.

De las letras de mi lengua, jota y be son lo mejor
La jota porque es fiestera, la be crea al bailaor.

Y de todos los trovares, jotabé es mi devoción
porque tengo el corazón peregrino del gitano.
¡Jotabera soy, señora!, ¡Jotabera, con amor!



Devoción


(Jotabé hexadecasílabo)


¡Ay, padrecito bendito, deje tanta admonición
que la vida sin placeres más parece una prisión!

Si los fieles y los curas han caído en el pecado,
serán muchos los orantes en rebaño motivado;
y sigamos festejando con malbec bien añejado
que con todas las limosnas tendremos nuevo tejado.

¿Pues, acaso no nos dio, el Señor, libre albedrío
mientras el Papa repite «Salgan todos y hagan lío»?

¿Cómo puede cuestionar lo que es santa devoción
y severa lealtad al dictamen del papado?
Únase a nuestra verbena y será mucho más pío.



Boca de zarzamora


(2 Jotabé hexadecasílabos con versos franceses)


Entre esta tierra y el cielo, hay una noche distinta.
Es la que anhela mi cuerpo y recreo con mi tinta.

No tiene edades ni tiempo, sí sabor de zarzamora,
silvestre como tus labios ¡Ay, boquita abrasadora!
Si es verdad en esta noche, lo que el viento me rumora;
una noche, que es vecina, nos verá juntos la aurora

y mi cuerpo que no sabe ni de océanos ni mares,
será el golfo que reciba tus húmedas pleamares.

¡Ay, si socavas mi cuerpo!, ¡Ay, si tu lengua despinta
esa impúdica vasija que es la caja de Pandora
y le enseñas a tu boca a gustar de sus manjares!


Que las dóciles cobijas no serán más que despojos,
enredadas en la trampas de mis férvidos antojos,

y despuntarán magnolias si abre surcos en mi seno,
la tenaza de tus manos con su torpe desenfreno.
Trasnochado y sin la luna, sabrá tu cuerpo moreno
cuánto más dulce es la fruta sazonada en cerco ajeno.

Hay una noche distinta entre mi tierra y el cielo,
con la que mis ganas sueñan y entre versos yo cincelo.

Púrpura como las moras que ofrendan tus labios rojos
¡Ay boquita desalmada, fuente de avidez sin freno,
hasta que no seas mía, serás siempre mi desvelo!



Quién pudiera ser un ave


(2 Jotabem)


Tener dos alas quisiera
para esta, mi sed velera;

para este creciente anhelo
que en el corazón tutelo,
con la ternura y el celo
que a sus flores da el ciruelo.

¡Quién pudiera ser un ave
y desafiar toda llave!

Pues, ¿qué Dios une frontera,
amor e infinito cielo
reservándose la clave?


¡Ay, qué loco desatino,
darme la voz y no el trino!

Que mostrarle yo podría
día y noche , noche y día,
inédita sinfonía
con gran arte y maestría;

y así que su ser comprenda
mi pasión, corcel sin rienda.

¡Troca Dios este cruel sino,
que al fin de mi travesía,
tendrás mi vida en ofrenda!



Alquimia


(Jotabé)


Es su canto de miel, yo me figuro,
esa alquimia letal de algún conjuro

que ha encendido mis venas cual hoguera.
Es su canto de miel la flecha artera
que despierta entre el vientre y mi cadera
un ferviente apetito que lacera.

Y descubro su rostro en cada verso
Grave, sensual, altivo ¡Tan diverso!

Y en un juego verbal yo me aventuro
a esta ilusión profana y lisonjera
porque también lo quiso el universo.



Casta de Lobos


(2 Jotabea)


Perdona que mis versos pidan con vehemencia
Más los tiempos feroces exigen diligencia.

Una casta de lobos que impera con recelo
Dispersó por el orbe, con rabia su señuelo
No quieren que tus ojos levantes hacia el cielo
Y continuo lo bañan con lágrimas de duelo.

El vigor de su ira, la ley de su fiereza
Tienen plato en tu olvido y en tu torpe flaqueza.

No dejes que te envuelva su infecta pestilencia
Ataviada en ropajes como ruin caramelo,
Rememora que el barro tiene en Dios su grandeza.


Desempolva los brazos, despierta tu consciencia
Que hay un ángel dormido proponiendo indulgencia.

Tu vida es un regalo, defiéndela con celo
Por ello en estandarte convierte tu pañuelo
Y teje con las fibras sustraídas al velo
Dos alas primorosas que te impulsen al vuelo.

La lid que te recluta no admite sutileza
Y habrán de ser las armas sólo amor y franqueza.

No hay lucha sin cuartel que no exija paciencia
La confianza en las huestes no autoriza desvelo
El triunfo nos aguarda y un mundo con pureza.



Fe


(Jotabè octonario con doble rima)


Al hundirme a lo profundo me ayudaron a surgir
Pues tan sólo un moribundo valora más su vivir

Y entendí que no hay cadena cuando es libre el
[ pensamiento
Y que triste se condena quien indulta a su argumento
Si en mi silencio hoy resuena con ánimo turbulento
un clamor que halla en la pena la esperanza de un
[ contento.

Qué puede temer el hombre que confía al Universo
La integridad del pronombre y el ultraje del perverso?

Mi fe que no entiende el mundo jamás duda en resistir
Ni acomete ni se frena en la espera de un momento
Trocaràn himno mi nombre cuando silencien mi verso

 
     
   
     
 
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