Jotaberos

(Jotabem)


¡Buenos días Jotaberos,
rellenen ya sus tinteros!

Y despierten a sus musas,
y sus rimas inconclusas,
sin poner falsas excusas
vistan con sedosas blusas.

¡Sus copas deben beber
que hagan vibrar a su ser!

Y sus versos cual luceros
brillen con luces profusas
que dan amor y placer.



La Gioconda

(Jotabem monocorde)


Desde Italia el mar cruzó
la dama que cautivó.

Con sonrisa misteriosa.
Su figura es nebulosa
de la cual nadie desglosa
el enigma que rebosa.

Todo mundo se embelesa
con ese rostro que apresa.

El pintor la concibió
como frágil mariposa
carismática y traviesa.


II

En ella el pincel plasmó
ternura que conquistó.

La gloria más luminosa.
donde brilla glamorosa
la mujer dulce y virtuosa
con una aura majestuosa.

Su tierna mirada expresa
del amor dulce promesa.

Leonardo al mundo dió
la pintura más famosa
que del arte es la princesa.



Sombra nocturna

(Jotabé)


Una sonrisa coqueta que aflora
se flexiona en mi boca seductora.

Tus antojos, apresa con locura
y despierta tus ansias con soltura,
en la sombra nocturna que procura,
desbocada pasión tan prematura.

Se quedó mi decoro tan lejano
y tu fina hidalguía de cristiano.

Habló el deseo con voz tan sonora,
que silenció al instante a la cordura
y en pasión nos perdimos en verano.



Amor

(Jotabé)


En silencio y seguro se encamina
el amor, con ternura que ilumina.

Es aliento divino de la vida
emanando nobleza contenida
con intensa pasión enardecida
que reboza en el alma enaltecida.

Su dulzura seduce fascinante
y su encanto lozano es delirante.

Celebremos su arribo que termina
los dolores del alma desvalida;
¡Quijotesco señor de gran talante!



Temores

(Jotabé)


Me pesa el corazón por los amores
que fueron transformándose en dolores.

En cada palpitar de sus arterias
habita la pasión de las hesperias,
que en lapsus de delirios y de histerias
vivieron del amor sus lindas ferias

Con luz que la miramos refulgente;
muriéndose de pronto lentamente.

Por eso siento a veces los temores
que llenan mi existencia de miserias
con sueños que se apagan de repente.



Amor pasional

(Jotabem)


Es el amor tan ardiente
que nos calcina consciente.

Enardece los sentidos
en deseos atrevidos
con ardores seducidos
que yacen tan encendidos.

Es el divino manjar
que se llega a devorar,

Llevándonos refulgente
a la gloria entre gemidos
que al alma la hace vibrar.