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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ENRIQUE PAUL ESTRADA SANTOS GAONA
 
Poemas
 
Enrique Paul Estrada Santos Gaona

Enrique Paul Estrada
Santos Gaona

Ciudad de México (México)

Extraño visitante

(Jotabé adivinanza)


Dos fragmentos de engarzado circonio,
son los ojos de ese tierno demonio,

que visitaba mi pobre buhardilla,
como una inspiración o pesadilla,
se acurrucaba sobre mi rodilla;
mi mano acariciando su mejilla

surcaba ese líquido terciopelo,
percibiendo un seísmo hacia el subsuelo.

Hastiado, olvida nuestro matrimonio,
retorna a su rumbo de alcantarilla,
con ojos ebrios de noche y desvelo.

[Gato]



Las Meninas de Velázquez


(2 Jotabé écfrasis tetradecasílabso)


Posa sonriendo, frente al Rey, la Infanta divina,
en hinojos, lleva viandas María Agustina,

Isabel se arquea, en reverencia su postura,
mientras Velázquez ensimismado en su pintura,
no pierde ningún detalle, ninguna textura
de los reyes retratar pomposa investidura.

Nicolasito clava su talón malandrín,
en las costillas de un cansado y viejo mastín,

y su cabeza levemente hacia el suelo inclina;
Mari Bárbola observa sin perder compostura,
pensando llevar a las Meninas al jardín.


Los motivos de Ovidio la oscuridad rebela
en los cuadros, como los murmullos de Macela

en el recinto umbroso dando sabio concejo,
a un guardadamas ni joven ni tampoco viejo.
En la pared se ilumina un lejano reflejo,
Felipe y Mariana, monarcas en el espejo.

Del bajo postigo entreabierto, un hombre extraño
llamado José Nieto, descansa en un peldaño

Velázquez entre espejos y ecos, arte pincela
se autorretrata sobre un trampantojo complejo;
su paisaje y el mío con la mirada acompaño.





Fin del mar


(Jotabé)


Marinero a la mar sin esperanza,
de bajel azul en la lontananza,

perdido, errante rumbo a sotavento,
en tempestades de temperamento.
Observas celajes sin sentimiento,
que antes fue causa de estremecimiento.

Ahora, tu suspiro en vendavales
te conduce a las regiones finales

donde puedas perseverar bonanza,
y tus ojos recobren sentimiento,
se maticen con brillo de corales.



Amor postrero


(Jotabé dialogado)


- Olvida aquellos amores de antaño.
- Tú, el último por eso te acompaño

asida a mi brazo, dentro en mi pecho.
- Ven, te conduciré a un rincón estrecho,
donde no molestarán nuestro lecho,
te ayudaré a cruzar el sutil trecho.

- Un beso antes que mi boca se esfume
dame, de mi alma el último perfume.

- Descansa en esta cama de castaño
donde reposes por fin satisfecho,
declares el amor que te consume.



Ave ladrona


(Jotabé)


No te robarás más aquellos cantos
de las otras aves, ni de los llantos

de las flores, permanece enjaulada
por la caricia de esta mano odiada,
te doy de comer la pena nombrada,
ya casi me voy, quédate callada,

contempla la tristura de mis ojos,
humíllate amordazada en hinojos,

dime por qué nos trajo desencantos,
los recuerdos de una ilusión pasada,
tú eres eterna, yo solo despojos.



Revelación en la montaña


(Jotabé)


Tres monjes subieron a la alta cumbre,
para a su fe dar paz y certidumbre.

El primero al sentir la incandescencia,
se redujo a cenizas su existencia.
El segundo se quedó sin esencia,
errando el globo sin inteligencia.

El tercero siguió el peregrinaje,
sin fijarse de su blanco ropaje

ni que en su mirada ardía una lumbre,
su brillo, una extraña clarividencia,
belleza, en la verdad de su lenguaje.



Pecador


(Jotabé)


Cúlpenme de vivir lo que no existe,
llénenme de sombra este seno triste,

y córtenme la mano pecadora,
no tengan piedad, hieran sin demora,
entiendo que ya me ha llegado la hora
de callar el grito que el ser devora.

¿No advierten mi mirada de locura?
¿No ven mi lengua negra de tintura?

Pues mi razón a entender se resiste,
que en ficciones el dolor no aminora,
vicio de volverme literatura.



Obsesión de Novalis


(Jotabé)


Del profundo sueño, una flor azul
sobre el tálamo reposa en el tul,

humedece mi mano sorprendida,
por el milagro visto en la otra vida,
ahora entre mis dedos protegida,
de la niebla que veranos olvida

al abrir los párpados sin memoria,
creer que la belleza es ilusoria.

No te esconderé en oscuro baúl,
permanece en esta mano prendida,
por siempre poesía, hermosa historia.



Doppelgänger

(Jotabé)


Al ver al espejo algo nos asusta,
que torna la vanidad en adusta

mueca enervada de asco, -nunca extraña-,
nace como un instinto por la entraña;
un gusano que devora y se ensaña,
empozado en la agonía que empaña,

dos miradas en instante preciso,
se repudian en el reflejo liso.

Hay algo en esos abismos que nos gusta,
a la vez que siembra en el ser cizaña,
pasión por hundir al bello Narciso.



Eco de Sentencia

(Jotabejo)


Cuando nace dentro una incandescencia,
labios muertos por su propia sentencia,

sin poder esquivar arteros hados,
escribir con dolor de los costados,
hasta que por fin queden confinados
con el alma de la mudez tatuados,

fingiendo eternidad en un segundo
los ecos de un espejo en lo profundo,

labios muertos por su propia sentencia
con el alma de la mudez tatuados,
los ecos de un espejo en lo profundo.


(Poema Finalista del VIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Germinaciones


(Jotabé)


¿Qué dirán de la muerte del poeta
cuando baje a su morada secreta

donde la tierra mulle lo perdido?
Dirán que su eco no tuvo sentido,
que no valió la pena lo vivido,
que ya no sirve su cuerpo podrido.

Mas encerrado en su honda galería,
el poeta hecho letra y fantasía

alimenta a la flor y a la libreta,
hermosas ideas que aún no han sido,
camenal que no nace todavía.



Arte Poética


(Jotabé tetradecasílabo)


La historia de Homero hasta Giacomo de Lentino,
el Mester de Clerecía a J.B. culmino,

entre viejos y nuevos cantos a flor de piel,
se van mudando las hojas siempre del laurel,
no empapadas de aceite de oliva sino miel,
la música escrita de la tinta en el papel.

No existe en el Parnaso un poeta advenedizo
por eso mi cálamo y mi espíritu armonizo

con nuevas formas de escandir, el verso latino
para que mi voz haga eco a veces dulce o cruel;
resuena un arpa de humo, el silencio poetizo.

 
     
   
     
 
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