Ocaso

(Jotabea con versos franceses)


Se demora el ocaso en la tarde de estío
el arroyo, sereno, se encuentra con el río.

Su aleteo nervioso las aves han cesado
allá, por el poniente, un sol anaranjado
en el mar y en el cielo su luz ha derramado
y se va ocultando, por nubes coronado.

Luminoso destello surge por el oriente
la luna llena muestra su rostro sonriente.

Se funde con la escena el espíritu mío
y aunque sé que el ocaso a mi vida ha llegado
pequeños resplandores aún quedan en mi mente.



Esperanza

(Jotabea con versos franceses)


Se ha secado la fuente, la llama no ilumina
por más intentos que hago, la idea no camina.

Le suplico a mi musa: “ven en mi ayuda, Erato,
¿qué pasa que no llegas? yo te espero hace rato
creí que estaba vivo aquel antiguo trato
que nunca me agobiara este castigo ingrato.”

Quizás esté escribiendo mi poema postrero,
que mi voz se silencie, todavía no quiero.

Voy buscando en mi mente, la ilusión no termina
y fluyen las palabras, mi esperanza relato:
seguir siendo poeta, es eso lo que quiero.



Nueva vida

(Jotabéa)


Lentamente agoniza mi viejo limonero
no recordé decirle lo mucho que lo quiero.

Sus ramas están secas, sus hojas se han caído
creo que un largo viaje mi árbol habrá emprendido.
Ya lo han desenterrado, lo dejaré dormido
quizás escuche el eco de su último quejido.

Mas, no me desanimo, bella idea me alcanza
mi corazón se cubre de un manto de bonanza.

Un joven arbolito plantó mi jardinero
y siento que el antiguo del todo no ha partido.
Todo el huerto y mi alma se colman de esperanza.


(Poema ganador del Octavo Accésit del VII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



¡Musa!

(Jotabéa)


Te llamaba, mi musa, desesperadamente
preguntarte quería: ¿volverás a mi fuente?

Y la página blanca mis versos esperaba
si llegaba una idea, rápido se marchaba.
Te mostrabas esquiva, mi mente no hallaba
hilvanar una estrofa, el intento dejaba.

Sentí como un susurro, tú que reapareciste
“no quiero ver escrita más, poesía triste”.

Mi mano temblorosa escribió raudamente
optimista poema que tu voz le dictaba
acaso, la ofrenda que tú te mereciste.



Vivir después

(Jotabé)


Hoy he pensado, cambiará mi suerte
cuando descanse en brazos de la muerte.

El arroyo mis restos guardará
un pez zigzagueante tomará
de mi cuerpo, que en él se quedará
y por el agua mansa nadará.

Entonces seré pez y un ave en vuelo
me llevará en su pico hasta el cielo.

Mi corazón no quedará inerte
en un pez y en un ave vibrará
mi espíritu tendrá paz y consuelo.



Otoño

(Jotabé)


Se marchitó la rosa del jardín
es el verano que anuncia su fin.

Con paso leve, sin ninguna prisa
el frío va llegando con la brisa.
La marcha de las aves se divisa
conformando en su vuelo, gran sonrisa.

Es Dios que nos ampara con su manto
y dice: el otoño trae su encanto.

A lo lejos, sonido de un violín.
Alfombra de hojas secas, alguien pisa.
De mi triste corazón, brota el llanto.



Tormenta

(Jotabé)


Como monstruo feroz, en la muralla
rompe la ola, la tormenta estalla.

Se despeinan al viento las palmeras
cual si fueran rebeldes cabelleras
y ruedan, como livianas esferas,
seres y cosas, sobre las aceras.

Las tormentas que azotan en la vida
sacuden nuestra alma adormecida.

Después del ventarrón, la paz se halla
corremos tras los sueros y quimeras
sentimos la existencia bendecida.

(Poema Finalista del,
VI Certamen Poético Internacional, Rima Jotabé)



Navidad

(Jotabé)


Perfume de jazmines llevado por el viento
anuncia que ha llegado la época de Adviento.

Un ángel ha venido, susurró a María
el Espíritu Santo pronto la elegiría
un pequeño en sus brazos, feliz acunaría,
el Elegido, el Maestro, el Mesías sería.

En humilde pesebre, con José a su lado
al calor del cariño, la Virgen ha alumbrado.

Y pastores y reyes viven el sentimiento
contemplan realizada la dulce profecía
entonemos ¡Aleluya! el Señor ha llegado.

(Poema ganador del Décimo Segundo Accésit del,
V Certamen Poético Internacional, Rima Jotabé)



Arroyo

(Jotabém)


Entra el agua desde el río
el arroyo siente frío.

En suaves ondas se mece
mientras, su cauce que crece
un pequeño mar parece.
El corazón se estremece.

Vuelan alto las gaviotas
se van a tierras remotas.

Arroyo que siento mío
cuando la tarde oscurece
en luces de plata, brotas.

(Poema ganador del Accésit 12 del,
II Certamen Poético, Rima Jotabé)



Escribir un poema ahora quiero

(Jotabé)


Escribir un poema ahora quiero
sentir la inspiración es lo primero.

Busco luego, la métrica y la rima
sobre el papel el texto ya se encima
rápido llegaré hasta la cima
donde culminará, triunfal, mi estima.

¿Si esto que escribí no es de mi agrado?
simplemente, lo dejaré olvidado.

Volver a la creación, lo certero.
Mi voluntad, la lucha, no escatima.
¡Una nueva poesía he empezado!



Si pudiera volver hacia el pasado

(Jotabé)


Si pudiera volver hacia el pasado
contigo caminar, a tu costado.

Las cosas que no dije, te diría
tus manos en mis manos, tomaría
con mis ojos, los tuyos buscaría
y en los labios, mil besos te daría.

Mas nada puede ser, como un desierto
mi vida se quedó, desde que has muerto.

Sólo mi alma que tanto te ha amado
quizá en el más allá te encontraría.
¡Nuevamente el amor habrá despierto!



El arroyo y mi alma

(Jotabé)


Sigue, arroyo, camino del río
tu constante andar, te tornó frío.

Como el arroyo el alma ya vencida
ha secado la sangre de su herida
pero igual sufre la ilusión perdida
busca desesperada una salida.

El agua cambia junto con el viento.
Se renueva también lo que yo siento.

Sale el sol nuevamente en el estío
es el ir y venir de nuestra vida
crece el arroyo, lleva mi tormento.