Juan
Orozco Ocaña
Madrid (España) |
Poderosa es la razón, primavera
(Jotabé)
Poderosa es la razón, primavera,
de esta vida que no tiene espera,
que todo el azul envuelve en su amada
celosía de color, tal llamada
rutilante de vítores, alzada
al clamor total de la luz plasmada.
Que se transforma cual la mariposa,
de oruga a crisálida tan preciosa.
Es tan hermoso vivir a la vera
de una alameda sutil y dorada;
¡tan grande, en nuestra razón poderosa!
De perlas luminosas
(Jotabé)
De perlas luminosas, vuestros dientes;
de besos, entre todas tus vertientes.
Flamante la huella, fulgor rebosado,
que en el alma se nos ha retozado;
Y a los sus pies, su tacto azul posado,
en este pecho tan puro y rosado
que amamanta mariposas sonoras
al elixir febril de nuestras horas
en que nos nacemos a las simientes
del amor más fértil y reposado,
con poderosos pólenes y esporas.
Quisiera luna
(Jotabé)
Quisiera luna prístina tenerte
y junto a mis fogosas alas verte
en este lugar tan alegre y casto
con tal amplitud de dominio, vasto,
poblado de besos como este pasto
es por estos valles, en que me basto.
Henchido de la luz y portentoso
subo a tus bellos labios, amoroso.
Doncella, corazón, por poseerte
os diese mil reales para abasto,
en regalía, vuestro bondadoso.
Allende la fría aurora temprana
(Jotabé)
Allende la fría aurora temprana
se viene remontando la mañana.
En un lugar bello –templo del mito—
donde el fuerte Heracles fundase el rito
en el poderoso relumbrón... sito
al litoral, en el Gadir finito.
En la ígnea roca abierta a los mares
donde los iniciados son a pares.
Junto al ara solis de tan humana
prole misteriosa, al este del lito
de Sancti Petri, alzando malabares. |