Mi luna querida

(Jotabé)


Un día miré a mi luna querida,
yo estaba tan afligida y destruida.

Me pregunté, si ella me pillaría,
aunque sentí que ella me protegía,
mi instinto se volvió una algarabía,
pues, ella era mi numen y solía,

ser mi fiel compañera de las noches,
yo me atemorizaba en mis trasnoches,

y ella brillaba ante mí, muy crecida,
porque mis guaridas las descubría,
al espiarme todas las medianoches.



Los niños pintores del futuro

(Jotabé vigintasílabo)


Hay una muralla coloreada donde los niños pintan sus
[ sueños,
con sus brochas cubiertas de tintas, sus rostros dibujados
[ sin ceños.

Felices tiñen la blanca tapia con sus risas de bellos
[ amores,
son relajados y esperanzados, ellos no conocen de
[ dolores,
son los herederos del futuro que van formándose con
[ primores,
y son los más tiernos de la casa quienes brillan luces sin
[ clamores.

Pintan sus casitas afinadas con prados verdes y mar de
[ peces,
son los dueños de su propio mundo, niños que se ilustran
[ sin dobleces.

Obedecen sin reprehensiones cuando el amor los cubre
[ de ensueños.
Los niños pintores del futuro, se gozan la vida de colores,
manteniéndose inocentemente porque ellos no pecan de
[ avideces.



Mi gran biblia

(Jotabé)


Aunque he leído libros en mi vida,
uno me ilustró para estar nutrida.

Jesucristo, mi único salvador,
me saneó y fue mi libertador.
Estudié versículos con sudor,
respuesta conseguí sin estupor.

Libro más antiguo que conocí,
años atrás cuando lo recibí.

Es que yo creí que estaba perdida,
al toparme me hizo sentir mejor,
y con mi gran biblia, me sorprendí.



Juntos podemos unirnos en paz

(Jotabé)


Juntos podemos unirnos en paz,
entonando un coro sin ser locuaz,

podemos esparcir nuestros vigores,
construyendo una gracia de valores,
que ablande a los perversos depresores,
quienes matan sonrisas de pudores.

Valorémonos con fraternidad,
sin beneficiar la inhonestidad.

Unámonos cada uno sin disfraz,
aquietemos las guerras con dulzores,
divulguemos palabras de humildad.



Mi precioso hogar

(Jotabé)


Desde niña andaba por los pasillos
de San Juan, me escondía en mis castillos

que eran de cartón, nunca me aburría,
solía jugar, era mi alegría;
amé a mi precioso hogar, cual bruñía
con cera y como un gran cristal lucía.

Bello era su jardín de galanura,
cuan respiraba su aire de frescura.

Nos sentábamos afuera en banquillos,
mis hermanos y yo con alegría.
en nuestra mansión, que era una hermosura.



El Señor de letras primores

(Jotabé tridecasílabo)


Don Juan Benito, el Señor de letras primores,
de niño vio, vida dibujada en colores.

Se preparó para ser el gran trovador,
de la Rima Jotabé, un prodigio cultor,
de bellas artes neoclásica, un tutor
que guía a grandes talentos, ¡un gran mentor!

Dios glorifique su vida en prosperidad,
salud, mucho raciocinio y siempre sembrad,

sapiencia a la historia y seamos dotadores
de su rima en el mundo. Él es nuestro guiador,
un distinguido hombre de mucha seriedad.



¡Cese la guerra! ¡Ganará la paz!

(Jotabé)


¡Cese la guerra! ¡Ganará la paz!
que el poderío, no sea un locuaz.

¡Tire las armas!, que la calma vuelva.
Sombras de muertos lloran en la selva.
La caterva espera que se resuelva,
una tregua de quietud, sin enselva.

Deje de inmolar castos con rencor,
porque el cielo infligirá con rigor.

No irrumpes, ¡no seas tan pertinaz!,
que tu sangre de revés te revuelva,
hasta el crepúsculo de tu clamor.



Venezuela querida

(Jotabé)


Venezuela querida, mi alma es tuya.
La tierra que me vio nacer, se instruya,

del Araguaney de amarillo hermoso,
el árbol con el esplendor airoso,
la Orquídea y Turpial cuan venturoso,
que ilumina un atardecer grandioso.

Mi amado país tan acogedor,
con su gentilicio tan brindador.

Pueblos loan y cantan aleluya,
esperando un salvamento glorioso,
que les destinen un mejor dador.



Amor sin olvido

(Jotabé Cúver)


I

Te recuerdo siempre desde mi alcoba,
con tu perfume que me dejó boba.

Fuiste mi único y verdadero amor,
quien me regaló con todo candor,
efusiva noche llena de ardor
y esbozó una sonrisa de color.

¡Jamás te olvidé!, aún sigo pensándote.
Me pregunté, si continuaré amándote.

Pero te vi y mi alma corteja. !Emboba!
Lloré al verte con todo mi fervor,
calladamente, seguiré admirándote.


II

Te recuerdo siempre desde mi aurora,
en cada momento todo me aflora.

Fuiste mi único y verdadero aquieto.
Te guardé en mi corazón y decreto
que un día volveré a verte, es mi reto.
Te buscaré y te diré en un panfleto.

¡Jamás te olvidé!, aún sigo domándome
en tu piel, y aún sigo deslumbrándome.

Pero te vi y mi alma corteja. ¡Implora!
Con mis ganas de vivir, te prometo
que nunca más, estaré perturbándome.



Mi Dios te amo

(Jotabé Rivol acróstico)


Mi Dios te amo, yo sé que tú me ostenta.
Iluminas mi alma y nadie me afrenta.

Disciplina es lo que debo asumir.
Impoluta, ser cordial, no morir.
Obviar iniquidades, no fingir.
Ser sabia y progresar para cumplir.

Todo lo declaro, no soy del mundo.
Espíritu Santo, yo te circundo.

Austera soy, usted todo lo fomenta.
Mi Señor aquí habito sin obstruir.
Obedezco tu palabra y difundo.



¡Amigos Jotaberos! Llegó la Navidad

(Jotabea)


¡Amigos Jotaberos! Llegó la Navidad.
A divertirse todos, fiesta en la inmensidad.

¡Vámonos a gozar!, con llantos de alegría,
comeremos hallacas, beberemos sangría,
¡bailaremos la gaita!, con toda sinfonía,
desde nuestra morada, cual yo disfrutaría.

Seremos como niños con regalos de Santa.
Jugaremos unidos y cualquiera nos canta,

villancicos de paz con la luz de deidad.
Elevemos las copas, es nuestra epifanía.
¡Divirtámonos gentes!, el mundo se agiganta.



¡Mi colibrí de la flor!

(Jotabem Anverbo)


¡Mi colibrí de la flor!,
de reluciente color,

con su plumaje de rosa,
verde tornasol de diosa.
Diminuta, hermosa y briosa,
además de prodigiosa.

Grandiosa su hada madrina,
ingenio de gabardina.

Ave florida de amor
esplendorosa y gloriosa,
de naturaleza alpina.



¡No te rindas!

(Jotabé)


No te lances al mar de los lamentos
su mal ataca todos tus cimientos.

Tal vez te flagelen por ser caótico,
te laceres, tal si fueras neurótico,
o te destronen por ser estrambótico.
¡No te rindas!, no seas tan psicótico.

¡Levántate! Grita, respira, viaja.
Dios está contigo, nada descuaja.

Eres sombra de tus propios tormentos.
No te culpes, no ser apoteótico.
Goza vida, seduciendo ventaja.



¡Soy guacharaca!

(Jotabé 5-7-5)


¡Soy guacharaca!, suelo ser trovadora como una trina,
con mis tonadas, parezco una guardiana no una gallina.

Las de mi especie, viven en matorrales, soy culirroja,
casi que soy única, me nutro de semilla como la soja,
igual que frutas, busco siempre en los árboles, junto a
[ gorgoja.
Ariscas soy, de ala gris y parduzca, garganta roja.

Hago mis nidos y crío mis polluelos, mis bebés briosos
gozosos son, muy enojosos también, nada calmosos.

Corro y camino por la casa de mi amo, nunca me atina.
En el cortijo, me busca para cría, pero se afloja.
¡Berreo a veces! Es mi naturaleza, somos ruidosos.



Amor al atardecer

(2 Jotabe pentadecasílabos 7-8)


I

Eres mi amor eterno, mi trofeo más hermoso.
Este cielo es testigo de tu abrazo vigoroso.

Eres mi sol radiante, tú me haces embellecer.
Tu aliento me provoca, sentirte es mi gran placer.
Seré siempre tu musa, te querré al anochecer.
Fría brisa apacible, ¡qué bello este atardecer!

¡Oh! Me siento acoplada, te veo así tan triunfante,
como una fantasía, tu cuerpo viril quemante.

Eres mi alma gemela cual rostro miro dichoso,
y en este bello día de grandioso acontecer,
guardaré en mi memoria, tu mirar más penetrante.


II

Siempre serás mi dama, mi princesa primorosa.
El brillo de tus ojos, me ilumina esplendorosa.

Para mí lo eres todo, prometo siempre abrazarte,
te siento apasionada cuando me acerco a mirarte.
Divinos labios tienes, es mi deseo besarte,
en esta tarde fresca, no descansaré hasta amarte.

En mi cuerpo avivado, te quiero sentir coqueta,
así nunca me olvides y goces toda completa.

Tu pasión me emociona como una flor poderosa,
con tu piel almizclada, me haces querer adorarte.
¡Así escribo y te canto!, con mi rima cual poeta.



¡Paz en el mundo!

(Jotabé)


¿Celebramos la paz jotabeando?
¡Sí!, podríamos hacerlo cantando.

Toma papel, borra, lápiz y mira,
qué lograría hacer una Guajira,
que compone los cánticos y aspira,
lo que la vida le expresa con lira,

escribiendo sus letras en profundo.
Mientras el gentío de pueblo oriundo,

caminan y alzan sus manos danzando.
Familias y amigos se van de gira,
corean a lo alto. ¡Paz en el mundo!



Sin móvil me hastío

(Jotabé tridecasílabo)


Dos años sin móvil, estuve sin razón,
total paranoia, vejó mi corazón.

Pues, sin ti en mi vida, no supe que decir,
¡móvil que te quiero!, no te voy a desmentir,
sin teclas que versan, mis manos sin cubrir
las letras mágicas, que aúpan mi existir.

Sin móvil me hastío, los días sin tu calma,
aún sin pregonar, creí quedar sin alma.

Vivir sin el móvil, es sin duda barzón,
tiempo sin júbilo, moré sin escribir,
descorazonada, sin nadie que me empalma.



Los meses del año

(Jotabé octonario)


Enero inicia nuevo año, Dios regala bendiciones.
Febrero con amor sin fin, secretos mueven pasiones.

Marzo mujer valerosa, celebra su día y luce.
Abril sol de primavera, semana santa reluce.
Mayo trabajador lucha, se reivindica y produce.
Junio toda muchedumbre, busca un lugar y seduce.

Julio se forma medio año, los niños se vacacionan.
Agosto nuestros maestros, se relajan y acantonan.

Septiembre celebran la paz, sin más manifestaciones.
Octubre familia unida, viaja feliz y conduce.
Noviembre junto a diciembre, con regalos los coronan.



¡Lindo día!

(Jotabé)


¡Lindo día! Amanecí con fulgor,
con mis primeras luces de candor.

El sol desde mi ventanal brillante,
enaltece mi amanecer triunfante
y felicidad grandiosa e imperante,
despertando mis ojos al instante.

¡Qué maravilla y ganas de vivir!
Me da con placer tu coexistir.

Mis brazos te reciben con fervor
y la esperanza de mi Dios delante,
cada alborada auspicia mi sentir.



¿Recuerdas aquella noche que hablamos?

(Jotabé)


I

¿Recuerdas aquella noche que hablamos?
fue la última vez que parloteamos,

aunque apelamos nuestro último aliento,
nos dijimos cosas sin sentimiento,
me dejaste y rabié con sufrimiento,
y el ardor me dejó sin pensamiento.

Me incomodé y al mirarte con temor,
de la bravura nació el desamor.

No pude contener más mis reclamos,
cada palabra se la llevó el viento.
No obstante, te supliqué con clamor.


II

Nos injuriamos y nadie intervino,
por lo menos ni se acercó un vecino.

Mi apariencia parecía un letargo,
lo sentí y me dejó un sabor amargo,
mi pasión se perdió, se fue de largo,
y clavó mi corazón sin descargo.

He aquí un amor frustrado dominante,
por eso dejé de amarte al instante.

Volver al pasado no es un camino,
tampoco rendirte cuenta es mi cargo,
pues, decaí y dejé de ser tu amante.



Los meses del año

(Jotabé octonario)


En enero mes primero, Dios regala bendiciones.
En febrero el mes del amor, les regala mil pasiones.

En marzo es mes de la mujer, y felicidad trasluce.
En abril es primavera y semana santa reluce.
En mayo es el trabajador, quien celebra día en cruce.
En junio la muchedumbre, busca un lugar y seduce.

En julio se forma medio año y los niños vacacionan.
En agosto los maestros, vaguean y se acantonan.

En septiembre se celebran, paz sin manifestaciones.
En octubre la familia, se agrupa, viaja y conduce.
y en noviembre más diciembre, navidad se relacionan.



Tu amor yace al olvido

(Jotabé eneasílabo)


Descubrí tu amor con aliento,
en la coraza que no siento.

Es insulsa sin alegría,
y cobarde con agonía,
como canción sin sinfonía,
cuan parece una demasía.

Vivir de traiciones es ido,
igual que ser empobrecido.

Tal cual es tu arrepentimiento,
tan vil, como tú hipocresía.
Pues, todo amor yace al olvido.




Buscando estrella

(Jotabé)


Miro la estrella y no dejo de verla,
ando como errante sin conocerla.

La miro despacio por un encuentro,
es tan brillante que no me concentro,
pero la auspicio desde el epicentro,
en mi seno buscando reencuentro.

Y de este hermoso país Sur América,
escaparé y me iré a Norteamérica.

Buscando estrella para encarecerla,
hacia mi nueva vida que descentro,
a una tierra exilia, tal vez Ibérica.



Mi flor de la pasión

(Jotabem)


¡Ay mi flor de la pasión!
Trepadora de emoción.

Agraciada son sus flores,
que encadenan mis pavores,
y sus hermosos colores,
engalanan mis amores.

Su fruto cítrico fresco,
Maracuyá es mi refresco.

Flor blanca perla ilusión,
hacen venir mis fulgores
en mi patio villanesco.