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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ROSALBA LINARES
 
Poemas Página 02
 
Rosalba Linares

Rosalba
Linares

Caracas (Venezuela)
Reside en Colombia

Julia de Burgos: mujer y poeta

(2 Jotabés hexadecasílabos)


En cálidos y humanos versos de la isla caribeña,
donde el sol besa tocando la piel dorada y risueña.

Nace la puertorriqueña Julia, mestiza y valiente,
con la pluma de un gran talento en mano, su voz ardiente.
En la Carolina rural, de gesto humilde y paciente
sus raíces entrelazadas con la luna presente.

Educada y maestra, llega desafiando el destino,
se sumerge en la poesía, su camino divino.

Julia Burgos hecha de presentes, pasados, enseña
sus versos como río desbordado, tan evidente.
En tercera persona, se mira a sí misma, en camino.


Ella reflexiona sobre su identidad, en su abismo.
En un mundo de hombres, patriarcal, racista, sin altruismo.

Julia Constancia, rebelde, la luchadora, la artista.
Sus letras son fuego, su voz un huracán, progresista
desafiando las cadenas, rompiendo el yugo que exista.
En Harlem, Nueva York, su último aliento, es protagonista.

En la acera cae la poeta, el alma en movimiento.
De treinta y nueve años, su legado trasciende, en el viento.

Julia, mujer y poeta, eternamente en optimismo
Que su voz resuene en cada verso, como la accionista
de su ardua lucha e inspire, que su amor sea el
[ sentimiento.



Mi primer amor


(2 Jotabems)


En pliegues de la memoria,
donde el tiempo ya es historia,

allí, en suspiros, florece
y en susurros aparece,
mi primer amor que mece
tu recuerdo, y permanece.

Fue, en un jardín de miradas
tímidas, y de doradas

mariposas de victoria,
donde el verso no fenece.
Luz de estrellas me eran dadas.


No olvido el roce anhelado
de tus dedos. Con el hado

del amor como un poema
escrito en brisa suprema.
Tus ojos, eran mi tema
brillándome sin problema.

Y tus labios, tan risueños
como mieles en mis sueños.

Las calles en acordado
pacto guardan sin dilema
los ecos de mis ensueños.



Marisma de Letras


(Jotabé Hexadecasílabo)


En el río de las palabras, navegó Octavio Paz,
vate de misterios, ensayista del sueño fugaz.

Sus versos, tal luciérnagas, iluminaron las noches
del alma, su tinta, el universo desplegó en derroches.
La vida, para él, fue un laberinto, y su rima eran broches
que danzaban, y en cada esquina, un enigma sin
[ reproches.

En su mirada, detuvo el tiempo y con su pluma, el mundo
renació en sol naciente, en suspiro eterno del segundo

Octavio, en olas de versos, nadas con gracia en lo audaz
de tus letras, tu vida fue poesía, y sin fantoches
dejas legado que va fluyendo en el arte profundo.



Las manos de Dios


(Jotabé)


En la afonía de inicio del mundo
las manos de Dios se alzan en profundo

y eterno amor, invisibles tejiendo
belleza en la compasión, prometiendo,
pintando los cielos y sosteniendo
el universo con sus manos, viendo

como coloca sueños de esperanza
en el alba y como deja confianza

en el ocaso. La fe en el segundo
nos queda en las estrellas protegiendo
a su creación perfecta en alianza.



Manos de bebé


(Jotabé)


En la cuna de los sueños las manos
del recién nacido despiertan sanos.

Toques como pétalos de esperanza.
Sus dedos suaves en total confianza
exploran al mundo en traviesa danza
como mariposas en semejanza.

Manos de bebé sin manchas del tiempo
como hojas en blanco, sin contratiempo.

Escribirán caricias de cercanos
gestos que lo calman en la bonanza
del pecho materno, su pasatiempo.



La muerte como umbral


(Jotabé tetradecasílabo)


En la penumbra de la vida existe un umbral,
donde el último respiro se torna en un dual

tenue y frágil. La fría muerte segura aguarda,
silente y sigil, atraviesa el puente. Y no tarda
para así acompañar tu alma al más allá, sin barda
que la detenga y enfriando tu aliento que resguarda.

No es un fin, sino otro nuevo comienzo, un pasaje
a ese mundo sin dolor, donde el alma de viaje

busca de su fulgor, libre sin miedo tal cual
luz etérea, ninguna atadura, gallarda.
La muerte es el umbral que abraza a Dios sin ropaje.



Sticky, el dios de mi árbol


(2 Jotabés pentadecasílabos)


I

Le he regalado al árbol un dios. Sticky lo he llamado,
espíritu antiguo sabio y discreto, será un hado

que susurra secretos al viento y siempre decide
proteger a los mortales bajo su manto y pide
solo que con su amor aunque pasajero, lo cuide
y así en su falda repose tu ser y él te valide.

A la sombra de un buen árbol sagrado todo tiempo
se desvanece, el alma renueva sin contratiempo.

Y cuando el sol se oculta tras montañas, reservado
el árbol sigue allí fiel en un pacto que él preside
testigo silente en los días y nunca en destiempo.


II

Siempre tú lo encontrarás con sus extendidas ramas,
brazos abiertos que acogen al viajero sin dramas.

Sus hojas como pergaminos nos cuentan historias
sus raíces se entrelazan con la tierra en notorias
muestras de su afecto, formando así satisfactorias
ayudas de riego hermanado con aleatorias.

Lluvias para que su entorno sea suave y musgoso.
Y sea guía al descanso de su dios poderoso.

Con su buena sombra el tiempo es quieto. Nunca le
[ llamas
aunque el sol queme, el aire se torna fresco y victorias
siente el alma agotada, y luego eres fuerte como oso.



Nunca es tarde


(Jotabé tetradecasílabo)


Mi Dios en quien yo confío por amarnos tanto
te pido con corazón afligido, que el llanto

por hijos idos en Valencia sea calmado
por el intenso amor que siempre has manifestado
a tu creación humana. Une en trato cerrado
resiliencia y esperanza a deudos y el deseado.

Descanso eterno a las desaparecidas almas.
Omnipotente Creador extiende tus palmas.

Sobre este planeta para que cualquier quebranto
de acción negativa no nos dañe, ni fijado
el odio en los corazones y así el rencor calmas.

   
 
     
   
     
 
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