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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
PIETRO IGARZA
 
Poemas
 
Pietro Igarza

Pedro José
Igarza
" Pietro Igarza"

Lima (Perú)

Calmo dolor

(Jotabé)



¿Sabías que el dolor ya no es dolor
cuando surca los lindes del temor?

¿Sabías? ¿lo sabías? ¡lo sabías!
y aún así sabiendo, ¿tú seguías
bebiendo del dolor, mientras sentías
mil puñaladas en la piel sombrías?

¿Cómo puedes vivir estando el miedo
atándote a sus pies? eterno enredo.

En tu alma se ha perdido el petricor,
en tu piel se han perdido ya los días,
en ti, todo es antítesis de ledo.



Flor del emperador


(Jotabea con versos franceses)


Encierra la magnolia el presuroso amor
entre blancos rosáceos pétalos en candor.

Ella lleva en su aroma delicia celestial
e impregna, con dulzura, cerca del centenal,
querencia, sutileza, el amor ideal,
belleza que destila agua de manantial.

Magnolia de nobleza y de perseverancia,
magnolia, femenina, sensible y fina estancia.

Luz, paraíso, cielo, flor del emperador,
amor y sobre amor es su canto estival,
su sempiterna vida, primor de su fragancia.


(Poema Finalista del VIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



El rumor navegante


(Jotabé)


Hay un rumor que habita en mi interior
vestido de frescura y de primor.

Mi corazón, su estancia en los momentos
cuando el ruido, patente de los vientos
agolpados, envuelto en sentimientos
buscar suele los céfiros violentos.

Mi mente, creadora, guía y Parca
suele ser del rumor una matriarca.

Y yo, solo un canal refinador,
dejo flüir dolores y contentos
en este cuerpo denso, cuerpo barca.



Espejo luz


(Jotabé)


A veces, sólo a veces, me despierto
del sueño. Vivo, pero me hallo muerto.

Hay dos mil purgatorios en mis manos
los he contado todos, no son vanos;
hay dos mil purgatorios, ¡qué inhumanos!
de mi destino son los artesanos.

Veo mi rostro lento desfilar
por un espejo luz que, sin graduar,

me muestra de mi ser el desacierto,
me muestra mis anhelos tan livianos
que flotan y se arrojan a volar.



Sumergido en ella


(Jotabé)


Tantos días, mi amada, a la distancia,
hizo brotar la miel de su fragancia.

Ella, reconociendo su belleza
y haciendo paso firme en sutileza,
camina hacia el portal de la agudeza
y ve en ese portal su fortaleza.

Suspiro, suspiro queriendo ser
por un instante estancia de placer

para mi amada. Quiero de su estancia
un fino espacio donde la certeza
de un amorío eterno pueda ver.



Dependencia

(Jotabé)


La hiel de tu desprecio me atormenta,
siento que me recorre y se incrementa.

Mis labios se adormecen cuando observo
tu senda tan oscura en paso cuervo
y bajo la mirada siendo siervo
tuyo y la dignidad ya no conservo.

el frío tanto tiempo me abrigó,
el frío en la desgracia a mí acudió.

golpea el corazón y se lamenta
que yo la integridad ya no conservo
¡es muerte el cruel dolor que me apresó!



Dolor que fustiga


(Jotabé)


¿Por qué siento un dolor que me fustiga?
¿será la soledad que me castiga?

He visto en mis costados oquedades,
mi corazón muriendo en dos mitades,
mis ojos, en reflejo, con maldades,
y mi alma pernoctando en falsedades.

me dueles, soledad, me dueles tanto
que estoy ya navegando en este llanto.

Pensaba que tu luz alguna amiga
sería de mis tristes soledades,
mas sólo me entregaste el desencanto.



Jade


(Jotabé)


La luz de tus luceros me cobija,
me arrulla, me acaricia, ¡luz tan fija!

Descanso en sus albores, yo descanso,
hago de tus luceros mi remanso,
me baño en sus orillas, mientras transo
con ellos el besarte y no me canso.

Me miras y me envuelves en tus llamas,
mi corazón latiendo en fuego inflamas.

¿Qué tiene ese mirar de luz tan fija
que, al verlo en lejanía, ya me amanso?
¿Qué tienes haz de luz que el verme amas?



Soledad


(Jotabé)


La soledad, aquella roca dura,
aquella roca dura que murmura:

Me he visto alrededor en un espejo
inmenso. A la distancia, el azulejo
a gritos pide el sol, canto bermejo,
canto de muerte y luz en el reflejo.

Bajo el mirar la parca está esperando,
lanza sonrisas falsas desafiando

a aquella dura roca, roca pura,
y vuelve el canto muerto en el festejo
de aquella soledad que está matando.



Céfiro


(Jotabé)

El viento no ha podido contenerme
y menos con el céfiro atraerme.

Aquel aliento suyo no habitaba
mi ser, y en densa bruma palpitaba
su esencia que en el eco se incendiaba,
¡dolor, dolor, dolor que se inflamaba!

Suspiros que morían en redor
de mis luceros, cunas del clamor.

Morían al ya no poder tenerme,
morían en mi piel que crepitaba,
morían en mis labios: el dolor.



Soledades


(Jotabé)


Navego en desamparo, soledades
por mares del dolor y falsedades.

Navego en el azul de mis dolores,
me pierdo en sus profundos sinsabores,
y siento en mi agonía los ardores
del cielo no alcanzado y sus albores.

Estoy tan sumergido en lo profundo
del mar que es mi dolor en este mundo,

que busco perecer en cavidades
estrechas cobijadas en temores
y en llanto lúgubre cuando me inundo.



Tu recuerdo


(Jotabé)


Despertar a tu lado recordando
aquellos dos luceros fulgurando.

Hacer de nuestras noches el reflejo,
que encienda las miradas al bermejo
ritmo de nuestros labios en cortejo
sellado en el calor de vino añejo.

amor, es sólo amor que no palpita,
es sólo un cruel recuerdo que crepita.

Mis venas hacen ríos inflamando
mi piel, mi rostro, mi alma y yo perplejo
me quedo en el dolor que en mí levita.



Si vuelo


(Jotabé)


Si vuelo y no desprendo la mirada
de tu alma es que me encuentro enamorada.

Si vuelo sin sentido y sin tus besos
mis labios lucharán por no irse presos
o andar por el exilio y sus excesos
muriendo en copas de árboles aviesos.

Si vuelo y ya no escribo sueños, vete,
que el golpe en interior siempre arremete.

Mi vida se hace lenta, envenenada,
cayendo en los deseos muertos, siesos,
que son el blanco fácil de tu ariete.



El amor de la rosa


(Jotabé)


La rosa abrió caminos en los cielos
con un sutil aroma en sus desvelos.

La rosa caminó por mil pendientes,
por sendas tan abyectas e inclementes,
lanzando sus espinas indecentes
y haciendo senda fiel de sus simientes.

Despide al caminar vivaz fragancia
que tiene inmersa a soles en su estancia.

La rosa no conoce de recelos
ni del sufrir con golpes tan crecientes
como laceración en la sustancia.



Resignación


(Jotabé Acróstico)


Recorrer un lamento no quisiera
En lomos inflamados de quimera.

Sentirme con pasión en tu hondonada,
Inmerso en tu mirada envenenada,
Ganando a cada instante todo y nada
Ni bien me encuentro envuelto en llamarada.

Avanzo por senderos tan abyectos
Con golpes y dolores tan directos,

Intentos de ser luz por vez primera
O ser aquel cobijo que en la helada
Nos tiene escrito en miles de dialectos.


(Mención de Honor del I Concurso Internacional de Poesía el Mundo suena en Jotabé)



Golondrinas mías


(Jotabé)

Las golondrinas nacen en mis ojos
y buscan, en mi amada, los sonrojos.

Son aves y son aves de ribera
que viven en mis lindes, a mi vera,
sintiendo, en los rocíos, primavera,
viviendo entre los cantos de quimera.

Anidan con dulzura en cada amante,
muriendo en un deseo fulminante.

Suspiren golondrinas sin enojos
y vuelen sin temor por vez primera
a labios de mi amor en este instante.



Retrato


(Jotabé)

Mirada de zafiro y almendrada
piel que se viste en viva llamarada.

Tus labios son un cuadro de caricias
pinceladas con besos y primicias,
que sellan, con suspiros, las delicias
que entono con placeres sin malicias.

Tu dulce y fino andar, por el sendero
del amor, me sorprende con certero

espasmo de pasión en la quebrada
de mi mente, que late en las codicias
refulgentes de amor fugaz, sincero.

 
     
   
     
 
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