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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
NÉLIDA MAGDALENA GONZÁLEZ DE TAPIA
 
Poemas página 02
 
Nélida Magdalena González de Tapia

Nélida Magdalena
González de Tapia

La Tablada, La Matanza, Buenos Aires (Argentina)

Una mala noche

(Jotabeque con Estrambobe)


Agudo quiquiriquí se escuchó
cuando el sol asomó.

Quería dormir, estaba cansada,
¡ay, qué noche pasé, tan agotada!
El miau miau de mi pequeña adorada
que maullaba aterrada.

Ring ring, el celular, yo tan quejosa,
puf, lo rompí furiosa.

En la puerta un toc toc, me incorporó,
detrás esa voz, por mí tan amada.
Por ser tan cariñosa

mi madre preciosa.
¡Uy, qué triste! fue ella quien me llamó
y al no responderle, se impacientó.



Mi mente sombría


(Jotabé)


Quisiera beber un trago exicial
o una pócima que sea fatal.

La oscuridad siniestra me lastima
enterrando mi escasa autoestima.
Lánguida caigo, nadie se aproxima,
mi temor es que este dolor me oprima.

Tu sierva te pide ayuda, Señor,
¡eres mi salvación, mi creador!

Es que esta angustia me muestra el final,
burlona me enceguece y se me arrima,
socórreme, Dios mío, ¡del horror!



A una gran mujer


(Jotabé Sinvo «i»)


Desde pequeñita quiso escribir,
siendo precoz, supo lo que es sufrir.

Poeta clave para el acmeísmo,
su pluma alejada del simbolismo.
La revolución llena de egoísmo
afectó su vida con gran cinismo.

La injusticia de un hijo encarcelado,
«Requiem» alza tu voz ante el malvado.

Su bello legado no va a morir.
¡Anna lo defendió con heroísmo,
para que siempre sea recordado!



A la Rima Jotabé


(Jotabé Sinvo «u» Verbus dodecasílabo)


Cuando la bella estructura conocí
sus versos me embriagaron y los bebí.

Durante las noches las estrellas miro
escribiendo Rima Jotabé, suspiro.
Son musas las variantes, con que me inspiro,
Calíope llega a mi pluma y deliro.

De mis sueños despiertos escribiré,
mis soleadas noches recordaré.

Sobre papel y tinta, yo reviví,
y con sus once versos que tanto admiro
plasmé estrofas que entre rosas guardaré.



Sin su amor

(Jotabea Vereal)


En las oscuras noches poemas le escribía,
pensé que me quería, pensé que me quería.

Espinas se clavaron, como crueles anzuelos
en mi corazón triste, causándome desvelos.
Al ver su indiferencia con amargura y celos,
por su amor lloré duelos, por su amor lloré duelos.

La pena me acompaña, soy sombra y soy suspiro,
¡la soledad respiro, la soledad respiro!

Camino desvalida, carente de energía,
la desazón me envuelve, son tenebrosos velos,
¡con sus sombras deliro, con sus sombras deliro!



El engaño


(Jotabé)


El ocaso la descubrió sentada
en una mecedora, desolada.

Bajo el sopórtico del caserón
la quietud oscilaba la ilusión.
En la casa antigua, con desazón,
crujían las maderas del portón.

La carta decía que llegaría,
para afirmar su noviazgo, ese día.

La luna le acarició la mirada,
pues observaba con el corazón
la joven que, de engaño, no sabía.



A un gran poeta


(Jotabé con Estrambobe)


Nacido en Perú, su pluma marcó
la angustia que lo caracterizó.

«Los heraldos negros» son la agonía
de versos que lloran la rebeldía.
En «Trilce» la ausencia recordaría,
y, lo triste y dulce, perduraría.

Fue vanguardista en «Poemas humanos»
admirado por poetas hermanos.

Decidido, en Europa se exilió.
El «poeta universal» viviría
difíciles momentos cotidianos.

Heladas sus manos
cuando la intemperie lo acorraló,
ante la desdicha, no se rindió.



La poesía que enamoró


(Jotabejo Verbus)


Con tu bella pluma se embelesaron
«El poeta del amor», lo llamaron.

Sus bellos poemas hoy recordamos,
y su pluma enamorada, admiramos.
Con los del veintisiete te estudiamos,
con «La voz a ti debida»*, soñamos.

Tu fogoso verso se exclamará,
alguien, «Yo te quiero, soy yo»**, dirá.

«El poeta del amor», lo llamaron,
con «La voz a ti debida»*, soñamos.
Alguien, «Yo te quiero, soy yo»**, dirá.


* La voz a ti debida (Título de uno de sus poemarios)
** «Yo te quiero, soy yo» (Verso perteneciente a ese poemario)




Luna inolvidable


(Jotabé Vereal Verbus dodecasílabo)


Vi a la luna brillante que aparecía
cuando el sol moría, cuando el sol moría.

Reina de la noche, tu imponencia admiro
y al verte espejada en el lago, suspiro.
Cuando escribo poemas en ti me inspiro,
¡yo siempre te miro, yo siempre te miro!

Eclipsada al sol un día te veremos
¡felices seremos, felices seremos!

Esa noche, cuando del lago partía,
es hoy recuerdo de plata que respiro.
¡La reviviremos, la reviviremos!



Mujeres del mundo


(Jotabé Verevés dodecasílabo con Estrambobe)


Por seres queridos eres abrazada,
luchadora mujer, siempre valorada.

Hoy te reconoce el mundo y te atesora
valorada siempre, mujer luchadora.
Como ama de casa gran emprendedora,
cuidando tu nidito, que te enamora.

Tus manos son alas de noche y de día,
acaricias la vida con alegría.

Eres el refugio en la noche cerrada
cuando un corazón te busca, porque añora,
el consuelo que en su madre encontraría.

Con tu compañía,
con tus sabios consejos y aún callada,
se calma el dolor con tu dulce mirada.



Tu vida truncada


(Jotabé)


Doncella que fuiste tan educada,
escribía tu pluma, enamorada.

Rubén Darío te reconoció
pues tu poesía lo emocionó.
En Montevideo te visitó,
tus bellísimos versos halagó.

Delmira, ¿qué crueldad te esperaría?
Un trágico final que llegaría.

Joven inocente, tan maltratada
por un vil hombre que no vaciló,
en robar tu vida con cobardía.



La bailarina


(Jotabé Verevés con Estrambobe utilizando el recurso del anagrama)


Viajará a París* con bagaje escaso,
Sonia lucirá delicado raso*.

Sin prisa*, sólo sueña con volar
y en un escenario poder estar.
Con aros*de perlas, piensa bailar,
ante el público que la va a juzgar.

Raso* delicado lucirá Sonia,
se perfumará con dulce colonia.

En el teatro bailó* sin retraso
y mordió su labio* para impactar
girando su cuerpo sin parsimonia.

Con gran ceremonia,
sus piernas aceleraron el paso
y Sonia se despidió del fracaso.


Palabras que son anagramas: París/prisa; raso/aros; bailó/labio.



Desolada


(Jotabeque con Estrambobe)


La tristeza que me embarga es tan mía
que ya no es agonía.

Truncó mi vida dándome dolor,
se cuelga de mi mente sin pudor.
Camina a mi lado, sin resquemor,
ya no siento rencor.

De desconsuelo vivo acompañada,
mi llanto es su morada.

Su aroma respiro, día tras día,
saboreo entre dientes su amargor
y me quedo callada.

Mirando a la nada
le entrego mi cuerpo con cobardía,
rota y sin sueños, a su cruel porfía.



Tu desamor


(Jotabé 33 eneasílabo)


Avanzo desgarrada, amor,
apabullada, sin candor.

Abandonada sin destino
acongojada, yo camino.
Solitaria muerte avecino,
fuiste tristemente mezquino.

Lamentable tu proceder
engaños, para someter.

Vencida respiré dolor,
desacierto, error, desatino.
Nada pude recomponer.



Ilusiones perdidas


(Jotabé)


Volaron sueños sin una razón,
atraparlos quise, en mi corazón.

El más preciado me lo arrebató
una lluvia gris que se desató.
No pude impedirlo, lo destruyó,
desde ese momento todo cambió.

Mi llanto es lluvia que cae sin fin,
congoja que guardo en un maletín,

para que no sepan mi condición.
Mi sueño era tan mío que escapó,
huyó de mi tristeza de arlequín.



Valencia de ensueños


(Jotabé Tepén)


Jotabé madre

Canto a Valencia desde el corazón
y a su belleza con gran ilusión.

Tierra que brilla tan esplendorosa
mostrándose al mundo como una diosa.
Tus tradiciones te exponen grandiosa,
ante las miradas, maravillosa.

Los visitantes quedan asombrados
cuando te recorren, embelesados.

Tu aroma los envuelve con pasión,
seducidos por tu luna sedosa
transitan sus recuerdos añorados.


Jotabé hijo I

Canto a Valencia desde el corazón
y a su belleza con gran ilusión.

Conocer tu mar azul yo querría,
nadar en sus aguas desearía.
Mediterráneo, azul fantasía,
mece a los corales con picardía.

Arena de oro que el sol ilumina
acariciando la imagen marina.

Nocturnas estrellas en la visión
guían las barcazas con osadía,
mientras la luna se siente divina.


Jotabé hijo II

Tus calles guardan historias vividas
por los valencianos, muy conocidas.

Tierra que brilla tan esplendorosa
mostrándose al mundo como una diosa.
Tus tradiciones te exponen grandiosa,
ante las miradas, maravillosa.

Azahares perfuman las casitas
por donde pasan las niñas bonitas,

que bailan en las Fallas, conmovidas,
en la rojiza fiesta fervorosa,
cuando el fuego ilumina callecitas.


Jotabé hijo III

Jardines verdes y grandes museos
se disponen para lindos paseos.

Tu tierra fértil regada en colores,
regala con creces, ricos sabores.
Dulces naranjas, de ellas las mejores,
cosecha de expertos trabajadores.

Los visitantes quedan asombrados
cuando te recorren, embelesados.

Con admiración, te piden deseos,
mirando tu cielo con resplandores
índigos, cobijo de enamorados.


Jotabé hijo IV

Cuentan que si miras con atención
se pintan tus nubes como algodón.

¡Ay Valencia, te yergues asombrosa,
eres la perla de vida dichosa!
Sucumbe ante ti la musa curiosa,
te canta una melodía armoniosa.

Los jóvenes te velan encantados,
por tus noches se sintieron mimados.

Tu aroma los envuelve con pasión,
seducidos por tu luna sedosa
transitan sus recuerdos añorados.


(Jotabé ganador del Premio Canto a Valencia «Flor del Taronger» del IV Concurso Poético Internacional «Canto a Valencia)



Sin consuelo


(Jotabequem Anverbo hexasílabo con Estrambobe)


Mi dulce amargura,
tan oscura.

Angustia infinita
alma pequeñita.
Una flor marchita,
¡tan solita!

Dolor peregrino,
mi camino.

Con negra premura
y euforia maldita,
el destino.

Sin tino,
bajo mi figura
prima la locura.



Su tristeza y el lago


(Jotabeque Verbus)


Junto al lago calmo un cuadro pintó,
y su dolor guardó.

Hoy sin heridas, tranquila lo mira,
torbellinos de recuerdos respira.
El oscuro de su mente retira,
y al blanco puro admira.

Un gran lago celeste plasmará
la tristeza se irá.

La depresión de ella se apoderó,
recuperada, a la alegría aspira,
con soles creará.


Cuadro: From the lake de Georgia O'Keeffe



¡Muchas felicidades, Maestro!


(Jotabé)


Alcemos las copas en este día
para festejar con mucha alegría.

Cumpleaños de un hombre bondadoso
Juan Benito, que lo pase precioso.
Le mando mi gran saludo afectuoso,
y, por sobre todo, muy respetuoso.

Junto a su familia y seres queridos,
sean felices, celebren unidos.

Todo aquello que usted desearía
se cumpla plasmándose más grandioso.
De bendiciones lleguen protegidos.



Grandes poetas


(Jotabé)


Al grupo jotabero conocí
una bella experiencia yo viví.

Sus movedizas plumas enamoran
a los poetas que a la rima adoran.
Sentimientos y vivencias afloran,
son recuerdos que en su mente atesoran.

Siete años de compartir su sapiencia,
de los más sabios, su gran experiencia.

En cada compañero descubrí,
a través de sus versos lo que añoran.
Y el Jotabé nos une con su esencia.



Mi gran amor


(Jotabea con rima leonina y estrambote)


Juro sobre esta cruz, y ante el gran Creador,
eres mi dulce luz, eres todo mi amor.

Cuando te conocí, de ti me enamoré
y contigo viví, momentos que soñé.
Que me amabas sentí, con tus besos hallé
el dulce carmesí, que nunca olvidaré.

Bajo una luna llena, con aroma a jazmines
hazme sentirme plena, junto a bellos jardines.

Si nos ven a trasluz, mostrarnos no es temor,
diré con frenesí, que siempre te amaré.
Ya no sentiré pena, tus brazos son fortines.

Tu voz suena a violines,
caricia que arde en llamas, y eriza mis sentidos
si un poema declamas, es miel en mis oídos.



Mujer soñadora


(Jotabeque Verbus)


Sobre un papel ilusiones bordaste
todo aquello que amaste.

Tus preciosas manos sueños abrasan
y dan calor a los niños que pasan.
Siembras esperanza donde la arrasan,
tus metas no fracasan.

Musa de poetas siempre serás,
y en su pluma estarás.

Bella mujer que bondad entregaste,
tus pensamientos de humildad rebasan.
Aromas cantarás.



El fantasma y la muerte


(Jotabé)


En este gran viaje, nadie me apura
hacia la nada miro, voy segura.

Observo a lo lejos a quien me espera
le muestro con creces que no me altera.
Mi entrega absoluta la desespera
y grita la parca, como una fiera.

¿No ves que la muerte a mí me enamora?
Le digo sonriente a la ganadora.

Despacio me acerco a mi sepultura
mirándome se asusta, ¿quién la viera?
Al ver que ya me llevó, corre y llora.



Mis manos verdes*


(Jotabé)


Esparzo semillas alrededor,
brindándoles un grandísimo amor.

Sin guantes remuevo la tierra bella
mis manos verdes quieren dejar huella,
en los brotes que salgan desde aquella
semillita dormida como estrella.

Cuando crecen y mucho les hablamos
nos toman por raros, aunque explicamos,

que las plantas sienten todo el fervor
que damos para que nuestra doncella,
crezca preciosa cuando la cuidamos.


* La expresión «mano verde» suele asociarse con las personas que poseen la capacidad de ayudar a que las plantas florezcan y prosperen.



A nuestro Gran Maestro


(Jotabé)


Creó esta rima con mucha pasión
presentarla al mundo fue su ilusión.

Maestro que ayuda con mucho amor,
con su sapiencia nos da lo mejor.
Soy su discípula, ¡es un gran honor,
corrige mis versos el gran mentor!

A la Rima Jotabé cantaré
y su estructura nunca olvidaré.

En noches la forjó junto al fogón,
admiro la pluma del creador,
en ella siempre me refugiaré.



El payaso Firulete


(Jotabejo dodecasílabo)


Homenaje a Gerardo Roberto Samaniego
Payaso argentino nacido en el barrio de Mataderos.



Nos divertía mucho más que un juguete
el colorido payaso Firulete.

Cuando aparecía en la televisión
reíamos disfrutando su actuación.
Llevaba sombrero negro y chaquetón
usaba enormes zapatos sin cordón.

No olvidaré sus chistes y gran humor,
se dirigía a los niños con amor.

El colorido payaso Firulete
usaba enormes zapatos sin cordón,
se dirigía a los niños con amor.



Llanto poético


(Jotabé Tepén)


Esta noche grita la poesía,
lloran sus versos en triste agonía.

Miró los prados con desilusión
los hombres no tuvieron compasión.
Cambiaron el verde de la región
con fuego impiadoso y mucha agresión.

Ese esmeralda que ella tanto amaba
es ceniza gris, no es lo que adoraba.

La pena la destroza en demasía,
le pide al viento fresco una canción
para rememorar lo que admiraba.


Jotabé hijo 1

Esta noche grita la poesía
lloran sus versos en triste agonía.

Recorre la orilla de un bello río
al ver sus aguas turbias, siente frío.
Tienen sus estrofas un gran vacío
y clama al poeta en gran desafío.

¡Describe lo que siento con tu pluma,
cuéntale a las musas lo que me abruma!

Él le demuestra amor y cortesía,
la metáfora la envuelve con brío
y en el papel la tinta se perfuma.


Jotabé hijo 2

Ella le dijo lo que sucedió
cuando tanta malicia descubrió.

Miró los prados con desilusión
los hombres no tuvieron compasión.
Cambiaron el verde de la región
con fuego impiadoso y mucha agresión.

Y hasta el mar azul emprendió su viaje
llena de esperanza y blanco ropaje.

Sobre la arena sucia descansó,
poesía y mar, ¡hay mucha pasión!
Lágrimas rodaron sobre el paisaje.


Jotabé hijo 3

El gran océano contaminado
con manchas negras parece pintado.

Y en su recorrido encuentra maldad
en los seres que actúan con crueldad.
Al mundo no le tuvieron piedad,
sus versos no tendrán serenidad.

Ese esmeralda que ella tanto amaba
es ceniza gris, no es lo que adoraba.

Su mar azul es cosa del pasado
allí no descubre serenidad,
no quedó nada de lo que soñaba.


Jotabé hijo 4

El oxímoron que es triste alegría,
la traslada al monte de nieve fría.

Ella siente que no le queda opción
y se yergue altiva ante la visión.
Lanza una pluma de superación
para los poetas, inspiración.

Pero a la montaña que la observaba
le cuenta la agonía que guardaba.

La pena la destroza en demasía
le pide al viento fresco una canción
para rememorar lo que admiraba.



La armonía de la Navidad


(Jotabeque)


Se espera tu nacimiento, niñito,
¡eres fruto bendito!

Al mundo le emociona tu llegada,
renace la esperanza tan guardada.
Alma pura, que por Dios es enviada,
por tu madre es cuidada.

La virgencita en sus brazos te acuna
y como ella, ninguna.

Los ángeles te cantan, pequeñito,
en brillante noche, tan esperada,
se enternece la luna.



La Antártida


(Jotabé dodecasílabo)


Continente blanco eres tan admirado,
hielo imponente, por todos deseado.

Fría intriga, que se esconde a la visión,
de los que estudian tu suelo con pasión.
Enigma de témpanos en formación,
deshielos que pueden ser inundación.

Y te yergues altivo, albino desierto,
con escasa flora y fauna estás cubierto.

Se te debe respeto y mucho cuidado,
explorarte con sapiencia y devoción
para descubrir, lo que ahora, es incierto.



La doncella y el marinero


(Jotabé tridecasílabo)


Camina abrigada con una bella talma,
lleva entre sus manos una rama de palma.

Bajo una luna de plata espera a su amado,
observa desde el puerto, con cielo estrellado.
El mar está calmo, oleaje enamorado
de la bella mujer de cabello rizado.

El barco se acerca, late su corazón,
vuelve el marinero, esperado con pasión.

Su razón se limita, prevalece el alma,
mueve la rama para que llegue a su lado,
con un beso, que es eterno, sellan la unión.



La amistad


(Jotabé eneasílabo)


Un amigo que es verdadero
es el que se muestra sincero.

Te acompaña con decisión
y en momentos de desazón
presta su noble corazón
y te ayuda sin condición.

Si ríes demuestra alegría,
disfruta de tu algarabía.

Cuidar la amistad con esmero,
dar lo mejor con la ilusión,
que perdure con osadía.



Final de un amor


(Jotabeíno con rima leonina)


La noche llegó con estrellas brillantes,
el sol se escondió tras las nubes gigantes.

Disgusto y pasión, en el bosque soñado,
donde la canción es murmullo penado
por un corazón, con tristeza abrumado
tras la desazón, sentimiento frustrado.

Beso de rubí, su recuerdo la llama,
dulce carmesí que su cuerpo reclama.

Todo terminó, sin calor los amantes,
con una razón, un destino trazado,
negro popurrí de dolor en su cama.



Las estaciones de nuestras vidas


(Jotabé Verevés dodecasílabo)


Amor, recordaba sueños compartidos,
los hermosos momentos y los sufridos.

En nuestra primavera puro candor,
veranos fogosos, sin ningún dolor.
Porque el otoño me llena de temor,
compartidos sueños, recordaba, amor.

Nieve en nuestros cabellos, manos ajadas,
se apresura el invierno en nuestras miradas.

Las cuatro estaciones, instantes vividos,
nuestro ocaso llega causando pavor,
ruidoso silencio y dos almas heladas.



A mi amada bandera argentina


(Jotabé)


En el cielo brillas bandera mía,
tienen tus colores gran energía.

Dos franjas celestes, blanco central
donde fulgura febo fraternal.
Cielo, nube y sol, en un pedestal
te yergues protectora, sin igual.

Orgullo siento al verte flamear,
la brisa contigo quiere jugar.

En mi alma te llevo como mi guía
hacia ti mi amor incondicional,
tu valentía no puedo olvidar.



La naturaleza y yo


(Jotabé Anre)


Jotabé Anverso

Vivir en un bosque de fantasía,
sentir su aromado fresco en el día.

Soñar con este mundo esplendoroso,
imaginar, verlo maravilloso.
Escuchar a un pájaro melodioso
vibrar con su trino tan generoso.

Amanecer en la naturaleza,
anochecer en ella sin tristeza.

Escribir un poema de alegría
plasmar con tinta el paisaje glorioso,
¡agradecer la belleza es grandeza!


Jotabé Reverso

Fantasía que permite vivir
día glorioso, con mi piel sentir.

Esplendoroso momento soñar,
maravilloso instante imaginar.
Melodioso prado verde escuchar,
generoso y fresco verlo vibrar.

Naturaleza es el amanecer,
tristeza azulina el anochecer.

Alegría taciturna escribir,
glorioso sentimiento de plasmar
grandeza natural y agradecer.

 
     
 
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