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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
LEONILDA LILIAN GÓMEZ
 
Poemas
 
Lilian Gómez

Leonilda Lilian
Gómez

Resistencia (Argentina)

Desvelo

(Jotabem 33 pentasílabo)


Ante ese anhelo
con mil recelo,

yo voy mirando,
yo voy hilando,
te voy soñando,
te voy pensando,

¿cómo decirte...
y sin herirte?

¡Oh, gran desvelo!
me vas matando...
y sin medirte.



Buenos augurios


(Jotabé Abecedario eneasílabo)


Augúrote buena certeza;
difícil es fundar grandeza.

Haz inicio jaloneando
kilómetros laboreando;
mas, no ñoñees operando
penas que retas solfeando.

Total... unificas valor,
waflero xiloprotector.

Ya zarandeas altiveza.
Bailarás capitalizando
destellos en flanqueador.



En nombre del amor


(Jotabé)


«Nada turba mi ser, pero estoy triste»
desde el mismo momento en que partiste.

«Algo lento de sombra me golpea»,
fatiga recuerdos de panacea,
fractura el pensamiento como sea
trocando mi dolor en una tea.

«Debe ser» [...] «la tristeza» [...] del «poeta»
«de cantar y cantar» como saeta.

¡Valoro tanto, amor, lo que me diste
que si el tiempo, sin razón, me apedrea
volaré a tu encuentro en una cometa!


Compuesto con la técnica de la Intertextualidad con el poema «Canción amarga».



Oda a mis manos


(Jotabé tetradecasílabo)


¡Oh, manos benditas que acompañan mi existir
no me dejen nunca; antes prefiero yo morir!

Son mis armas de trabajo, dignas de cuidado,
son armas de caricias a todo ser amado;
manos que se multiplican en pincel labrado,
manos que reconfortan hasta al más desdichado.

Son ustedes las que me otorgan independencia
en bonanzas y adversidades de mi existencia.

¡Oh, manos mías, afrontemos el porvenir,
unidas, entrelazadas ante cualquier hado
que se torne en desafortunada interferencia!



Tú y yo


(2 Jotabés eneasílabos)


—¡Entre rosas y cardales,
eres cura de mis males!

Con delirios de princesa,
en altares de sorpresa
que desatan la promesa,
me conquistas... ¡tan traviesa!

De tu aroma haces alarde
tras mi sesgo de cobarde.

¡Ah, cuánto gozo a raudales
con tu piel de seda fresa
cuando entre mis manos, arde!


—¡Cómo fulge tu mirada!,
cual bella luna encantada,

que acaricia persistente
mi corazón estridente
con la cadencia demente
del deseo floreciente.

En mi pecho el alborozo
asiste pleno a tu gozo,

y entre sábanas pillada
con tu dominio candente...
¡en las alturas retozo!



Mano solidaria


(2 Jotabés)


No quiero la mano que empuñe un arma,
tampoco aquella que ostente la alarma.

Busco esa mano que se brinde entera;
que acude presta de cualquier manera
a aliviar el dolor que desespera
si la asistencia no es pura quimera;

que se apoye en mi hombro en son de consuelo
y propicie, en mí, motivos de vuelo.

Quiero esa mano que pronto desarma
toda inquietud de salud verdadera
echando por tierra ingrato desvelo.


Mas, hay manos que se observan ausentes
aunque la mente las tenga presentes;

manos hábiles que, contra natura,
se brindan con admirable soltura
y capacidad de buena cultura,
atravesando la moldeadura.

Se diferencian de manos normales
porque comparten los pies por iguales.

Son manos de personas resistentes
a vivir con dependencia segura
morigerando el poder de sus males.



El árbol torcido


(Jotabé tridecasílabo)


Un grito silencioso ahoga su garganta
con un dolor misterioso que se agiganta.

Su sombra acogedora, mil brazos derrama;
incólume ególatra ante sí se proclama;
dispuesto a no ceder ni el brote de una rama
su lomo curvilíneo al sol se encarama.

La elegancia cede paso a la tolerancia
con una voltereta de su tierna infancia.

Atrapa mi visión la imagen que decanta;
hechizo de luna su ploteado inflama
torcido, incómodo pero con arrogancia.



El árbol del amor


(Jotabé tridecasílabo)


La sombra acogedora de un árbol placero
fue «Celestina» de un romántico versero.

¡¿Cómo olvidar su tronco liso, enorme, grueso,
cuya espalda me refugió del primer beso?!
Tenía ramas...; ¡hum! No recuerdo más que eso.
Con la flor que me obsequió casi me embeleso.

El atardecer se apuntó complicidad
con devoción evidente de habilidad.

Evoco con nostalgia aquel mes de febrero;
un corazón con iniciales fue el suceso
que dibujó el destino hacia la eternidad.



El gran poeta Octavio Paz


(Jotabé tridecasílabo)


En diplomacia y ensayo dio su presente
mas, de la poesía, es un gran referente.

A su querida tierra azteca hizo brillar,
en el obsesivo y prolífero cantar,
con moderno y surrealista desfilar
de topoemas que signaron su versar.

Temas existenciales drenaron el fluir
de la lírica que diseñó su escribir.

El gran Octavio Paz yace en el subconsciente
de las letras consustanciadas a la par
de circunstancias que le tocaron vivir.



Pequeños mañeros


(Jotabe pentadecasílabo)


Siendo pequeñitos escogen los niños sus mañas;
¡atención!, ¡cuidadito! cómo y cuándo los regañas.

De siesta, una vueltita y van juntándose en rebaño;
poco a poco, despacito, arremeten el peldaño.
Cuando uno se descuida, ¡zas!, recala el desengaño
con la muestra amoratada de memorable daño,

que provoca en un retoño, la empeñada arañuela
tejedora mañanera de aquella añeja tela.

Volverán otro día a escoger otras artimañas
saltando cercas o columpiándose en travesaño;
o, quizás, añadiendo mañanitas de la abuela.



Mis respetos don Lope


(Jotabé eneasílabo)


Si de algo pudo alardear
fue de escribir y enamorar,

Lope de Vega, el as voraz
de gran poética locuaz;
en dramaturgia fue capaz
de variar la escena veraz.

Y dicen las lenguas filosas
que también escribió otras cosas...,

pero de eso no voy a hablar;
si la persona es pertinaz,
los grilletes no serán rosas.



El asado


(Jotabem)


Con su permiso, señores;
acá estoy de mil amores

acercando al peregrino
que, como plato argentino,
disfruta de su destino
y se riega con buen vino.

¡Se paladea con gana
el olorcito que emana

de ese asado, con sabores!,
de la carne que nos vino
a despertar la semana.



Una quinceañera especial


(Jotabé pentadecasílabo)


Una fiesta memorable en el mundo jotabero
en el cumple de los quince, que, por ser el primero,

la Rima, cual niña, en sus florecidas primaveras
emociona hasta las lágrimas, de pie y verdaderas,
a su padre, el Gran Maestre, que no deja en quimeras
los sueños que reflejan sus largas noches señeras.

Atesora amistades con las plumas coloquiales
entramando hábilmente poetas y marginales

en tonos luminosos de lírico romancero;
y atravesando sendas de sutiles hechiceras
revela las nacientes de profusos manantiales.



Mi abuela Mariana


(Jotabé eneasílabo)


«¡Bienvenida sea la risa,
[...] deja alegría [...] donde pisa!»

«Que venga mi abuela Mariana»
que me lea el cuento de rana,
«me enseñe canciones» de nana
y me traiga dulces mañana.

«Me ducha, me peina y jugamos»;
con ella ¡qué bien la pasamos!

Que venga mi abuela de prisa
con nuevo «sombrero de pana»
y, «al campo» enseguida, nos vamos.

Todas las expresiones ente comillas, pertenecen a los poemas «La Risa» y «Mi abuela es un hada» de la poeta española Gloria Fuertes.



El poeta de pluma y lanza


(Jotabé tetradecasílabo)


Rindo hoy mi homenaje a Natalicio Talavera,
poeta paraguayo de alma y pluma guerrera,

que cantó para su patria con sentir paisano
ensayos, periódicos y poemas en mano,
la tradición, lengua y filiación del pueblo hermano,
temas esenciales más allá de lo mundano.

Talentoso intelectual un himno dio en crear
tratando de, a la independencia, identificar.

De los pagos de Guairá corta fue su carrera,
mereciéndose el honor de elevar, desde el llano,
el aprecio guaraní que logró conquistar.



Platero, un buen compañero


(Jotabem)


¡Cómo olvidar esta historia
que guarda fiel mi memoria!

De inigualable ternura,
con su imperante tersura,
marca mi inicio en lectura
desde la cándida albura.

Juan Ramón grabó valores
de invalorables tenores.

Con moderna trayectoria
y poética dulzura
destacó bien sus amores.



Amor amante


(2 Jotabes)


El amor es [...] como un ramo de rosas;
Eros trae [...] las flores olorosas.

Amando, se albergan las primaveras
de todas las umbrías y [...] praderas.
En mi pecho, harto de vanas esperas,
fluye con energías verdaderas.

Perfumes de retamas [...] y glicinas
... ungen mi piel de [...] esencias campesinas.

Lleno de sensaciones primorosas,
Amor, llegas [...] cruzando largas eras
atravesando ríos y colinas.


Tómame ahora que aún es temprano
y [...] llevo [...] mi calidez en la mano.

Tómame ahora que aún es sombría
[...] la taciturna cabellera mía;
y [...] que tengo la carne en sintonía
con ojos y la piel en armonía.

Ahora, con mis labios en sonrisa
cual campana sacudida de prisa.

Después…, ¡ay!, no seré un nardo lozano,
mi cuerpo caerá en triste agonía
solo asistido por piadosa brisa.


Intertextualidad con poemas «Amor» y «La hora» marcado con [...]



El poeta


(2 Jotabés eneasílabos)


«El poeta es un fingidor»
que resguarda su gran dolor,

tras escritura dolorosa
que se transfigura en piadosa
en quien la ha leído gustosa,
adoptándola, en verso o prosa.

«Ese tren sin real destino»
encuentra su propio camino,

con el seductivo motor
de imaginación vigorosa
que induce al lector a su sino.


«Lo que sueño y lo que me pasa,»
ficción o realidad rasa,

interpreta mi condición
de la poeta en tal acción
sin hacer especial mención
que obstaculice la ilusión.

«Libre ya desde mi atadura»
escribo con total soltura,

no siempre de lo que traspasa
ni perjudica al corazón,
y «sienta quien lee» ... mesura.



El desafío


(Jotabé eneasílabo)


Es este reto un desafío
más laberíntico que un río,

con atípicos avatares,
fértiles allende los mares,
desérticos en otros lares,
descreído de los versares.

Mas, el ímpetu se refleja
como tácita moraleja

enhebrando el libre albedrío
entre melódicos cantares,
clásicos rizos de guedeja.



Volver

(Jotabé)


«Volverán del amor en tus oídos»
palabras que sonaron en latidos,

quizás te volvieran a despertar
para hacernos nuevamente vibrar, [...]
nuestros pechos volverán a gritar
felices de podernos regresar.

Tus ojos reanimados sabrán
que emocionados te cobijarán,

los sentimientos creídos perdidos
que nosotros sabremos alojar
donde alas celestes anidarán.



Solución


(Jotabem)


Si las cosas se entorpecen
y no hay quién las enderecen,

mejor será recrear
el rumbo por descifrar
que podría ir a parar
a un impensado lugar.

Recalcular es razón
para un giro de timón.

Evitar las que enfurecen;
no van a solucionar
con una ingrata obsesión.



Sesenteando


Jotabem heptasílabo


El número sesenta
nada en sí, representa,

para entrar a rimar.
No me voy achicar,
el reto he de aceptar
con razón que he de dar.

A este reto uniré
y el fin yo le daré.

Ahora sí acrecienta
fe de jotabear
aunque ya terminé.



Salve Argentina


(Jotabem)


Como buena jotabera
hoy saludo a mi bandera,

que ondea cerca del cielo
como fuera aquel anhelo
que convirtiera en desvelo
liberar el patrio suelo,

proclamando soberana
a Argentina, americana,

convertida en verdadera
identidad, sin el velo
de colonia cotidiana.



Rosalía de Castro
Emblema del Rexurdimento


(2 Jotabés)


Gran poeta y escritora gallega,
oriunda de España, de cuna lega,

hizo saltar el campo restringido
que a las damas tenía permitido
escribir solo temas en sentido
de no afectar lo moral admitido.

En el feminismo marcó presencia
con gran osadía y sin penitencia,

iniciando el rumbo que no doblega,
con otras mujeres que habían sido
relegadas de intelectual sapiencia,


acrecentando nueva intervención
del vivir, en obras de su invención.

De destacada apetencia prosista
su versar se reveló costumbrista,
adhiriendo también al intimista;
evidenció el reto emigracionista

amalgamando aquellos amoríos
de los circunstanciales albedríos.

En sus «Cantares ...», brilla tradición;
con «Folla ...», emerge ser pluralista,
y «En las orillas ...», tristes desafíos.



Pesadilla


(2 Jotabems)


Colorido y fantasmal
mas, no menos colosal,

es un sitio que encontré
donde absorta me quedé
sin saber bien el porqué
ni cómo hasta ahí llegué.

La neblina me ocultó
siluetas cual dominó,

retornándose espectral
el camino que tomé
y mi temor despertó,


de tal modo que advertí
lo inmóvil que me sentí

impedida de mi andar,
obligándome a gritar
por el susto al encontrar
a una bestia batallar,

tratando de pretender
con sus manos imponer

que no huyera más de ahí
y casi pudo lograr.
¡Despertar fue renacer!



Jotabeando


(Jotabem)

cántico popular


Y ya lo ve, ya lo ve
es la rima Jotabé.

Sin dejarse de rimar,
las voces van a entonar
y echarán a su volar
palomitas al azar.

Qué placer es el crecer
con las ganas del querer.

Vamos otra vez, ¡alé!
el ritmo se hará notar
con la rima del saber.



A orillas del mar


(Jotabemom)


Vamos a jugar
a orillas del mar,

si quieres venir
ya puedes subir.
Deja de fingir,
vuelve a sonreír,

no lo dudes más
queda todo atrás.

Ven a pasear,
nos va a divertir,
ven que ya verás.



La rueda del Jagüel


(Jotabem)


En la Rueda del Jagüel
todo pinta de vergel,

unos cantan por allá,
otros juegan por acá,
ellos nadan acullá
y nueva ronda liará.

Una vueltita otra vez
robará la timidez.

Vamos todos el plantel
que en el juego se verá
quien corre con rapidez.



Maldita adicción


(Jotabemo Espejo eneasílabo)


Gran aventura es el vivir;
hay caminos para elegir.

Lo débil llama la atención
asiendo el arma de abstracción;
con ella, la drogadicción
se apodera de la razón.

Pronto el efecto volará
y el intelecto alejará.

Ha comenzado a sucumbir
la difícil indecisión
que su consumo aumentará.


El cruel momento llegará
arrebatado por la acción
de delinquir para seguir.

La familia se quebrará,
la sociedad se apartará.

Si has entrado en ebullición
mala junta será ocasión,
contagiando la persuasión
que dañará hasta el corazón.

Pide ayuda para salir
y volverás a sonreír.



Versos tristes

(Jotabé eneasílabo)


No quiero escribir verso triste
mas, me duele que ya te fuiste.

¿Por qué tanta prisa en un día
que soleado amanecía?
¿Por qué si algo tanto dolía
no confiaste en mi compañía?

Estoy yo hurgando sentimientos,
quizás, pesares de momentos.

Nada me consuela. Partiste.
Me dejaste con la agonía
de tu nombre asido a los vientos.



La paz


(Jotabem Monosilábico heptasílabo)


En el sur de tu faz
vas a ver la gran paz.

El buen sol te ha de guiar
con el don de gran zar;
si vas a ir a la par
ve con la luz del mar.

Es la miel con el té
lo que a ti el chef te dé.

Pon en el bol fiel haz
y la mies, fe va a dar.
Dios es paz y el por qué.



Traición


(Jotabé)


Extraño tus necios caprichos, hoy,
pícaro fantasma mundano soy.

Quisiera reflotar siempre por ti,
y que flamees diabluras por mí;
que aquella imprevista traición, en sí,
fuese película que nunca vi.

Dolida mi burlada pena va
con la desconocida vida ya.

Caminando en soledad, triste voy
por el derrochado amor que te di;
inútil fue para mí... que más da.



El adiós


(Jotabé tetradecasílabo)


Torrentes caudalosos arrastran lastimeros
esos tristes adioses que fueron los primeros.

Rozando los efluvios de amenas alboradas
en que, prisioneras, dos almas enamoradas
sembraron artificios de mágicas veladas
profusas despedidas, de brisa, acaudaladas.

Quebróse para siempre la loca fantasía
grabando los delirios de ingente poesía.

Volaron diligentes los besos marineros
buceando afanosos las naves desveladas
dibujando en el aire una nueva sintonía.



El rey Dino


(Jotabé eneasílabo)


Desde la remota prehistoria
vamos sumando la memoria.

El Pangea se separó,
cambio climático llegó,
otra biología se dio
y el dinosaurio apareció.

El jurásico marca el hito
de grandes vertebrados sito.

Evolución más que notoria
en el planeta propició
el reinado dinosaurito.



El consejo


(Jotabé Monosilábico)


Ten el sol que yo te di;
es la luz que ve por ti.

Sé, con él, el más buen zar,
haz la miel que tú has de dar;
sal del rol de buey del mar
y pon, bien, tu fe a la par.

Si es que el chef no ve mal pez
te ha de liar cruz por la nuez.

¡Ay! Cien es lo que yo vi,
mas, mi sien no es un gran lar
del plan que ya se dio el juez.



Jorge Luis Borges, el ilustre argentino


(2 Jotabem)


De culta cuna latina
Ginebra lo disciplina.

Abrazando con holgura
la mundial literatura,
atraviesa la estatura
de popes de gran cultura.

Prolífico desde inicio,
abordó todo resquicio.

¡Ilustre voz Argentina!
literaria investidura
del más promisorio auspicio,


que dejó obras matizadas
en variadas pinceladas,

con cuentos y poesías,
críticas policromías,
relatos de fantasías,
ensayos en sintonías.

El arte lo descubrió
en los guiones que escribió,

creando polemizadas
letras en dicotomías
que nuevo estilo marcó.



El funebrero ávaro


(Jotabemo Espejo)


Veíase mísero, solo y parco;
rumoreaban que ocultaba un barco.

Sus ropas sencillas, nada ostentosas,
descartaban las miradas curiosas;
surcaba de a pie las calles barrosas
resignado a sentirlas resbalosas.

En sitios sociales no lo veían;
sus labores a todos atraían.

La funeraria era lujoso marco
de sus consolaciones fervorosas
a los deudos de los que fallecían.


Eso, siempre, mucho le agradecían;
con actitudes muy ceremoniosas
él les ayudaba a cruzar el charco.

Las vacaciones nunca le cabían
en esos andares que estremecían.

Escuálido, de ojeras lastimosas;
cubría la sala con bellas rosas,
con delicadezas de primorosas
mezquinando, según lenguas filosas.

Llególe la triste hora del embarco
llevándose el tesoro, al desembarco.



Garcilaso de la Vega


(Jotabé pentadecasílabo)


De noble cuna toledana, evoco a Garcilaso,
militar y poeta, que en la historia dio gran paso.

Logró educación temprana propia de realeza
complementando saberes con artes de destreza.
La lírica lo captó con particular firmeza
en métrica y estética de inevitable belleza.

Con un estilo natural dio impronta a la elegancia
fomentando poesía española con prestancia.

Garcilaso, Hurtado y Boscán formaron el parnaso,
que plasmó poética castellana con riqueza
de las metáforas y los recursos de alternancia.



La ira


(Jotabé pentadecasílabo)


Es la ira el arrebato que volcaniza momentos
allende las sensaciones de buenos sentimientos.

Acalorados debates dignos de antología
elevan los tonos en insólita asimetría,
nublando decisiones de lógica simetría,
presagios malagüeros de resistente osadía.

Calla, contente, reflexiona, que ya habrá ocasión
de solucionar, con filosofía, la cuestión.

No arruines bellos instantes por esos descontentos;
controlando emociones erráticas cada día
cuidarás tu vida, amistades y tu corazón.



Las abejas


(Jotabé)


Con sutil y virtuosa cortesía
es la miel, de nutrida, garantía.

La cera, miel y jalea real
se cosechan del cuidado panal.
Con su polinización natural
siembran, las abejas, el vegetal.

De hábitos solidarios son reflejas
esas continuas labores añejas.

Por su producción y supremacía
en la complementación esencial...
¡Protección vital para las abejas!



El cielo y la luna


(Jotabemom Espejo)


Dulcemente la observaba,
tierna, mansa... enamoraba.

Cada noche, una alegría,
un sueño que enloquecía;
con hilos de fantasía
le tejió una poesía.

¡Lindos versos entonó
el Cielo, que la endiosó!

El galante cortejaba
a la Luna, en lejanía
con besos que respondió.


Sonrojada suspiró
sintiendo la pleitesía
que el cortejo ameritaba.

¡Bien pronto le concedió
cita al Cielo, que pidió!

Una brisa enardecía
la reunión que poseía
caricias de idolatría
en tonos de profecía.

La estrella inicial llegaba
al mundo que la esperaba.



Celebrando el progreso


(Jotabem)


Celebremos este día
con paz y sabiduría.

Cultivando en el erial
con interés especial,
en un espacio adverbial,
la sintonía social.

Siguiendo motivaciones
que dan las observaciones.

Con sutil supremacía...
¡Buen Día Internacional
Telecomunicaciones!



Vivamos en paz


(Jotabem)


Ante conflictos, lloramos;
en calmas aguas, oramos.

Las alegrías sostienen
las lágrimas que retienen,
los pensares que detienen,
los decires que contienen.

¡Qué delicia hallar solaz
cuando el consenso es audaz!

Con tolerancia vivamos;
y aunque las tormentas, suenen
siempre conviene la paz.



El invierno


(Jotabem)


Se vislumbra silencioso
el invierno jactancioso.

Con esas lunas sombrías
que reclaman tibios días
y las grises fantasías
sucumben en poesías.

Inundará el frío hiriente
que lastimará al sufriente.

Sellará el caminar brioso
de variadas sintonías
en pos de un sorbo caliente.



Maestro


(Jotabé)


Maestro, homenaje te he de rendir
en este gran Día, por tu existir.

Enalteces con esa vocación
los beneficios de la educación,
permitiendo razonable elección
al decidir por la mejor acción.

Es tu vuelo activa fecundidad
iluminando la alta oscuridad.

Agradezco tu loable decir
que «te colma de buena sensación
trabajar para tu comunidad».

 
     
   
     
 
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