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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
EDWIN ANTONIO GAONA SALINAS
 
Poemas
 
Edwin Antonio Gaona Salinas

Edwin Antonio
Gaona Salinas

San Antonio de las Aradas, Quilanga, Loja (Ecuador)

Verdor del levantado

(Jotabejoí con acentuación melódica corta)


I

Como asolan con miedos las agujas
corren turbias las aguas sin burbujas.

Corren locas las flamas de los fuegos,
flores vivas lamentos en los pliegos,
van de azul, esperanzas con sosiegos
hasta ser de las almas en los ruegos.

Clara flor de pequeñas remembranzas,
luz de globos pintados de esperanzas.

Corren turbias las aguas sin burbujas
hasta ser de las almas en los ruegos...
luz de globos pintados de esperanzas.


II

Luna amada enfocamos con los niños,
densas noches de estrellas y cariños.

Vida nueva fundamos sin ostento,
flora enferma pintada sin acento,
muchos dieron del pan en su aposento,
pocas flores crecieron en el cuento.

Casas grises, tristezas nos pregonan,
lluvias tristes que ardores ocasionan.

Densas noches de estrellas y cariños,
pocas flores crecieron en el cuento,
lluvias tristes que ardores ocasionan.


III

Notas trágicas fueron a la sombra,
rojas flechas que nadie nos las nombra.

Tierras nuestras se asolan con anemia,
pueblo necio se atrofia con blasfemia,
mientras todos se cruzan con bohemia
muerte dejan en calles con pandemia.

Tardes largas amargan corazones
como lesnas de drásticas lesiones.

Rojas flechas que nadie nos las nombra,
muerte dejan en calles con pandemia,
como lesnas de drásticas lesiones.


IV

Puentes cierran el paso con embardes,
niños quedan ocultos por las tardes.

Todo queda en los libros enemigo,
no se muestra los labios al testigo,
ni las manos, se entregan al amigo...,
calles privan los pasos con castigo.

Nadie puede viajar por los embarques,
lloran solas, las flores de los parques.

Niños quedan ocultos por las tardes,
calles privan los pasos con castigo.
Lloran solas, las flores de los parques.


V

Casa y sala es el centro del repliegue,
techos llanos, encierran sin despliegue.

Todos miran su amor por la ventana,
flor del tiempo con página lejana.
Abren versos pensados en la diana,
besan sueños de nubes en la lana.

Pobres pierden sustentos en la plaga
cual delirio del faro que se apaga.

Techos llanos, encierran sin despliegue,
besan sueños de nubes en la lana
cual delirio del faro que se apaga.


VI

Luchan todos sintiendo la partida,
luchan fuerte sin nada que divida.

Son sus aguas que fueron a los hielos
como plumas atadas a sus vuelos.
Van con aires fijados a los duelos,
van distantes llamados por los cielos.

Ellos claman sosiegos a dolores,
calman truenos, partidas y temores.

Luchan fuerte, sin nada que divida,
van distantes llamados por los cielos,
calman truenos, partidas y temores.


VII

Tiempo negro, de larga despedida,
lid viajera, ponzoña confundida.

Has dejado del huérfano su espanto,
luto exacto en el tímido alicanto,
trueno firme disperso por el llanto,
plaga enferma de oprobios y quebranto.

Todos tristes asolan sus victorias…
Vas malvada apocando las historias.

Lid viajera, ponzoña confundida,
plaga enferma de oprobios y quebranto
vas malvada apocando las historias.


VIII

Muchos metros separan el camino,
sol suspira con ojos sin destino.

Brega el miedo en las vías solitarias,
ponen cerco las noches victimarias.
Malos días de golpes y plegarias
danzan fríos con horas lapidarias.

Cruje el virus con sola cercanía,
solo cuenta, destino de ordalía.

Sol suspira con ojos sin destino,
danzan fríos con horas lapidarias…,
solo cuenta, destino de ordalía.


IX

Casas limpias con días compatibles
dando asedios se tornan invisibles.

Tierra verde de tiernos aguaceros,
aguas dulces con tintas de luceros,
llevan clara vertiente los balseros
sobre flamas que tejen los linderos.

Muro sigue bestial y sometido,
solo queda, silencio convencido.

Dando asedios se tornan invisibles,
sobre flamas que tejen los linderos,
solo queda, silencio convencido.


X

Queja truena en el pecho del humano,
nadie sabe que llora soberano.

Cambia vida por nuevos desenfrenos
para siempre vivir con sus venenos,
como siguen los malos en los cienos
lanzan secas ofensas a los buenos.

Llagan almas los virus que se ocultan,
miles son inocentes que sepultan.

Nadie sabe que llora soberano...,
lanzan secas ofensas a los buenos,
miles son, inocentes que sepultan.


XI

Flor y campo, sepelio de mi tierra,
gloria y luz, diferente de la guerra.

Sombra, cáliz, jardín de la alborada,
alma y vera con rezos acendrada.
Sigues canto, frescura de planada,
llevas eco de río y de balada.

Flor que nace, alimento iluminado,
paz, memoria, verdor del levantado.

Gloria y luz diferente de la guerra
llevas eco de río y de balada,
paz, memoria, verdor del levantado.


(Poema ganador del Primer Premio del X Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Carta Imaginaria


(Jotabejo, acentuación 2, 6, 10)


Contento con tu carta imaginaria
mi suerte se presenta solitaria.

Amor, con tu versar aventurero
me dejas del crepúsculo severo
la flor que le consuela al forastero,
me dejas en tu mar, sin lo que quiero.

En letras me dibujas, me ilusionas,
y clavas en mi pecho las azconas.

Mi suerte se presenta solitaria,
me dejas en tu mar, sin lo que quiero
y clavas en mi pecho las azconas.



Canto de paz


(3 Jotabea)


El anhelo retoña de la fábula tierna
y su danza en cristales con los cielos alterna.

En los plácidos mares con sus peces leales
ilusiona colores en los campos florales
y la paz de los montes se destina sin males
a fundir el cariño con abrazo a raudales.

Alimenta las alas de ternura pequeña,
con amplexos dormidos en la luna que sueña.

En la flor del encuentro, del alago que inverna
se presenta de diosa con sus dulces rituales
a danzar con el brillo de oleada porteña.


La bandera en los aires con las alas abiertas,
nos arrulla con auras, aplacando reyertas.

De palomas volando se desgajan alburas,
imantadas de nieve, con hablantes llanuras,
con celestes cercanos de abreviadas finuras
se despiertan los prados a vibrantes venturas.

Su blancura encendida, por la senda radiosa,
con pacífico brazo, nos abraza virtuosa.

De inocencia y destello con estrellas conciertas,
los consuelos resumen a su gozo en linduras,
y los himnos del triunfo, nos afloran en rosa.


La ilusión de los sueños, con galaxias festeja,
con trigales floridos, con vendimia que añeja.

La vertiente de cantos apacigua la vera
con colores que acunan con amor la ceguera.
Dibujantes del verso, de la danza costera,
con caricia sin raza, nos arreglan la esfera.

Los confines sonríen al probar adulcía
con humanos viviendo del amor sinfonía.

El suspiro galante libertad nos festeja
con el verde infinito, de la vida viajera...,
con el canto esperanza de la dulce ambrosía.

(Tercer Premio dell II Concurso Poético Internacional La marimba canta en Jotabé)



En navidad


(Jotabea)


En diciembre se lleva las sonrisas ligeras
y las voces del alma se pasean sinceras.

Renovando suspiros de alegrías gigantes
por las calles recorren pleonasmos campantes,
con estrellas y flores, con regalos errantes,
que decoran la mesa con sus rojos galantes.

En diciembre los niños, esperanzan su sueño
con la plena dulzura de su juego pequeño.

En el árbol la estrella, por la mesa dulceras,
en el alma alegría de canciones vibrantes,
con la sola esperanza de calor navideño.



El amor al campo


(Jotabé tridecasílabo)


El amor al campo nos lleva caminantes
por la senda limpia de quienes van ovantes.

Cruza las laderas con sus dispersas ramas,
en rayos viajeros, con infinitas gamas,
descansa cercano por las alegres camas
con calor humano, silvestre en las retamas.

El amor al campo, de sol y de faena,
hace de reflejos, quimeras en la vena.

Me atrapa tu casa..., laderas de calmantes,
de paz sempiterna con verso que declamas,
que lleva belleza, de campo que resuena.



Todavía quisiera suspirar en sus sueños


(Jotabea con rima doble y estrambote, versos alejandrinos – 3, 6, 10, 13)


Entregué mi respiro con el albo del día
por el fresco zafiro que tu sol lo prendía.

Nemorosas llanuras florecieron contigo
con las dulces figuras en un beso de abrigo,
tus momentos de alburas, me quitaron castigo,
coruscantes finuras que por siempre bendigo.

Despedida dejaste, con la sombra que truena,
y en procela quedaste, distanciada sin vena.

Me llené del inspiro, de tu sed de ambrosía,
que ilusiona fisuras y nereidas persigo,
y al pensar que fugaste..., la tortura envenena.

Como en vieja condena...,
todavía quisiera suspirar en sus sueños,
si a la noche volviera, con sus besos sedeños.



A mi amigo el árbol


(Jotabem)


Llevas jardín, luz sencilla,
soñando flor y semilla.

Con verdes vivos declamo
y por crecer yo te llamo,
por el color que proclamo
de tu sombra nace un ¡te amo!

En la montaña sincera
vives de paz por la esfera.

Eres el haz de la orilla
mismo que al vivir exclamo.
¡Oh, milagro en la florera!



La mano vive el rayuelo


(Jotabem)


Con el estampe del cielo
va por la senda el desvelo.

Por las plácidas morcellas
sueltas trinan las sisellas.
En días de flores bellas
se sueña con las estrellas.

Sonrisas prueban las glorias
con sus coquetas memorias.

La mano vive el rayuelo
como el camino las huellas
con alegrías notorias.



Claro de luna…


(Jotabea Acróstico doble con acentuación en las sílabas 2, 4, 6, 9, 13)


Cantabas tiempos libres, Cantabas en el río,
Lunadas notas mías, Otoños con rocío.

Amor de campos verdes, Nostalgia que dilata,
Refugio en mar de sueños Tu ritmo me arrebata
Ocasos siempre alegres. Intensa caminata
Destina flor de luna…, Galaxia con sonata.

Estado de alma llevas, Obsequio de dulzura,
Latido en luz y canto Vestido de ternura.

Ungida de almas puras, Idioma del umbrío,
Navegas suave viento Volcada en serenata,
Amando blancas rosas En versos de ventura.



Paz caminante


(Jotabé hexadecasílabo doble sérmico, versos peonios de tercera)


Caminante de senderos, Aclamada sin pesares
Que nos dejas el silencio, De mañanas sus albares.

Amaneces con morcellas…, Tus cantares soledades
Con esquinas olvidadas, Golondrinas y bondades,
Tu vertiente es de cariños, Con figura de verdades.
Añoranza de jardines, Revolada de piedades.

Cicatrices de la herida, Celestial en los colores.
Construyendo con los sueños, Acompañas los candores.

En la paz de los suspiros, Alegrías que colmares,
La montaña lo celebra De verduras libertades.
Libertad de las especies, Hermandad sin los rencores.



La paz es cosa nuestra


(Jotabé hexadecasílabo con estrambote)


Ahora sabemos vida, que la paz es cosa nuestra,
que no se pega a la diestra, ni se pinta en la siniestra.

Paz se vive en cada especie, cada aliento con sus migas,
van las aves a sus plantas por las hojas sus hormigas,
las aves por sus montañas, las ardillas a sus vigas,
van humanos con fortunas, con los oros sus intrigas.

La madre tierra se muestra, con su purpura clemente,
a veces abunda frío, luego nos abriga urgente.

La paz está en los humanos, con vida que vive nuestra,
si el derecho se conjuga porque todo lo consigas,
las especies de la tierra beberán de dulce fuente.

Amigo tiende el puente...
Calmad los incendios necios, que la vida va muriendo.
Cortad los agravios tuyos, que paz queremos viviendo.



Paz para los que se fueron

(Jotabea con estrambote)


Encontramos un día por las notas pequeñas
los recuerdos floridos de pintadas reseñas.

Las historias de cuentos, de sus cosas pasadas
se escribían brillantes en tertulias cromadas,
los destinos dormidos, en sus liras cantadas
encendían colores de ilusiones soñadas.

Caminaban con flores, con sus suaves marchares,
y sus propias miradas reflejaban pinares.

Se nos fueron del tiempo, sus pinturas risueñas,
sin pensar que corrían a las nubes calmadas...,
los despidos sorpresa, nos plantaban pesares.

Si volvieran solares
a los cuentos eternos, pintaría en los versos
los momentos felices de sus tiempos dispersos.


(Poema ganador del Tercer Premio del II Concurso Poético Visual Jotaberos por la Paz)



A Maria Herrera


(2 Jotabem con estrambote, versos peonios de tercera, 3, 7)


Cuarentena y testimonio
es su verso con armonio.

Por la paz se le conoce,
por los niños reconoce
que la vida es un desbroce
de suspiros por el goce.

Poetisa de los sueños
de cantares abrileños.

De las letras patrimonio,
de consuelos el esboce
con suspiros ribereños.


Me sorprendes con tu fuego
que abrillantas en el pliego.

Con tus luchas de mujer,
de consignas y querer,
por la tierra tu mecer,
es amor y amanecer.

En tu bella florescencia
tu mirar es de sapiencia.

El camino de tu ruego
es salvar y florecer
con tus pasos de solvencia.

La sapiencia
de María nos invita
por el reto que gravita.



A Pablo Aguayo el poeta jotabero


(Jotabé hexadecasílabo)


Un día nos conocimos con la poesía envuelta
y a las plumas nos llegaba, Rima Jotabé disuelta.

Amigo de grandes letras, al dulzor encadenado,
con la sed de darnos versos al corazón has llamado
cómo se llama a la vida, cuando el color ha pintado,
hoy te escribo en estas rimas un octonario de prado,

por multiplicar al pueblo los renglones de hermosura
que Juan Benito difunde, con su infinita apertura.

Ahora en luz me despido, con terzo de letra suelta,
para lograr de tus plumas ese tramar decantado
que nos deja por los aires, la enseñanza y la cordura.



Uniformados humanos


(3 jotabés hexadecasílabos con estrambobe con versos franceses peonios de tercera)


Amanecen por su sueño, melodías de tenores
y resuenan en su verso despedidas y dulzores.

De aceituna, con su blanco, con azul o fluorescente
por la acera en bulevares, por la calle o por el puente,
en las charcas, en los miedos, en auxilios es urgente,
la misión es lo que cuenta, por la vida de la gente.

Si es humano policía, si de humanos es vigía,
al servirnos con su vida, su deber es policía.

Si se infectan sus heridas, en consuelo de sus flores,
la vertiente de los llantos se le seca de repente…,
con sus hijos la victoria, con su madre la alegría.


Con los himnos consagrados nos salvaron de agresores,
en la fábula del hijo, la ilusión es de fulgores.

En las calles de dolores, nos atienden el pedido.
Con las manos solidarias, de esperanza al desvalido
se levanta de sus brazos, el honor reconocido,
en las crisis olvidado, con las flores de sufrido.

Los humanos que delinquen, por sus pasos les querellan,
y les culpan a los buenos, por los truenos que los sellan.

Con las órdenes del orden, en la zona de clamores
se presentan repeliendo, la epidemia que ha venido…
Policías de los nuestros, ni los virus los desuellan.


El ensueño que les sueña, por las calles de colores
les anhela de uniformes, de las metas tus fervores.

La víspera de la muerte se desgaja sin sentido
y respondes con euforia, con tristeza y sin olvido.
Los deberes te apasionan y le encuentras al perdido,
con la pena de la herida, le consuelas al bullido.

Enfrentando con fiereza las heridas te resuellan,
a la muerte te conducen, los templetes que centellan.

Le renuncian a su vida, y lo juran sin temores,
las labores entregadas a las llagas del sufrido
con la fuerza de heroísmos, te cobijan y destellan.

Si los malos nos degüellan…
En las noches o las lluvias, nos defienden con ardores,
con su paz de caballeros, de la vida precursores.



Como si fuera una aventura


(Jotabé guión eneasílabo)


Como si fuera una aventu-
ra, la vida me da soltu-

ra, dejando de ser carna-
da, con una risa logra-
da, que siempre quede graba-
da, como sonrisa y tona-

da. Para vivir sin marti-
rios, sin problemas ni deli-

rios. Por eso toda ternu-
ra, con cariño cobija-
da, pinta libre al alelí.



A la mujer universal


(Jotabé hexadecasílabo u octonario)


Con milagro caminante, con historias en papiro,
constructora del aliento, su bondad es un suspiro.

Con los goces de las hadas revolando por estrellas,
se abrillantan sus empeños con los besos que por ellas
los desgajan las auroras, a las albas y a sus huellas,
a las flores que engalanan sus figuras de doncellas.

A la lid y a las tristezas las envuelve con sus notas,
pentagramas de dulzura, de los hijos las devotas.

A la tierra te viniste con la gracia del inspiro,
por la vida que cultivas y el amor que nos destellas,
con tu salvo corazón, del milagro tu nos brotas...



Sepelio


(Jotabé decasílabo derivado)


Lloros y muertes, fin y dolores,
coros ausentes, dolor con flores.

Capilla y rosa duerme despacio,
milla por pasos recorre sacio,
silla vacía duelos y espacio,
villa cual triste, viejo palacio.

Credos rezaron…, lloraron todos,
ruedos amargos tuvieron lodos.

Sonoros fueron, ciertos albores
letrilla y misa…, lloran prefacio,
miedos de noche, negros recodos.



Juntos amor


(Jotabé dodecasílabo retrogrado)


Amadas lumbreras, cantares, esposa.
doradas clemencias, locuras de rosa,

Amados segundos, tiempos sempiternos,
adorados cuentos, vergeles internos,
atados cariños, nevados inviernos…,
perlados lejanos, preguntan tenernos.

Felinos contentos, fuegos y locuras,
caminos cercanos, hermosas figuras.

Soñadas grandezas, vertiente dichosa…,
pintados rayuelos, nocturnos y tiernos
destinos relumbran, brillando ternuras.



Con la noche que me abraza


(Jotabé hexadecasílabo u octonario con doble rima)


Caminando por la casa con recuerdos de verbena,
el dolor me sobrepasa con silencios de cadena.

Los momentos de besarte se deshacen en el fuego,
con los pétalos del arte que desgajas en mi ruego.
y las manos al tomarte, trabajando de labriego
acarician por llevarte la ventura que te entrego.

Con las risas en tus ojos y mis versos de amapola,
la locura que es de abrojos la consuela tu bandola.

Con la noche que me abrasa, soledad es la condena,
me despierto por atarte sentimientos de sosiego
y regreso con sonrojos, con mutismos de pianola.



Memoria de amor


(Jotabé hexadecasílabo u octonario)


Quiero explicarle a la vida cuantos suspiros quedaron,
traer tus velos de espuma, cuando las ranas clocaron.

Quiero la calma en el viento, lejanas noches aquellas
donde tormenta con tiempo nos dejaban sin estrellas.
Amarte como la rosas, las manos de las doncellas,
llevarte como la luna lleva del cielo las huellas.

Quiero volver a besarte cercano como la orilla,
las veces que siempre vuelven, las olas entre la arcilla.

Cuando todo mi recuerdo, se pinte como pintaron
los rayos las amapolas, entonces vino y botellas,
quedaran como llegaron, mis penas a la toquilla.



Viaje final


(Jotabea con estrambobe)


En las sendas lejanas la nostalgia le espera
con el alma apenada que en mañanas tuviera.

En sus ruegos de cielos, encomienda sus flores,
su querencia de luna se transforma en candores,
y recorre memorias con matiz de pintores
extrañando los días de inefables enflores.

Caminante de esfera, de abandonos y sueños,
por la tierra recreas tus cantares risueños.

Por el norte con nieves de la luna viajera,
se dibuja la historia de los claros verdores
y perfila dulzores, de sus bastos empeños.

Al crujir de los leños,
del otoño al otoño, se termina en rivera,
sin la luz del invierno, sin la flor que volviera.



La vida ilusoria


(Jotabé decasílabo con estrambote)


Con las letras de grises memorias
se componen los campos de glorias.

Los muchachos al paso del viento
con verdades de playas y cuento,
se condensan con luchas y aliento,
por destinos de luz sin tormento.

Con la mano de alguna victoria,
representan con fuerza la euforia.

Con sus golpes, sus truenos, sus norias,
se confunde con risa su ostento,
y su noche de luz, con historia,

con la vida ilusoria:
la vertiente es de tiernos verdores,
y la cima, sin musas ni flores.



Los recuerdos


(Jotabé hexadecasílabo u octonario)


Han vivido de las cartas los renglones de esperanza
que viajaban asustados, por quedarse en tu confianza.

Al correr por los silencios de las nubes aplaudidas
se decantan con euforias ilusiones consentidas.
Caminando en la vereda de las lágrimas dolidas
se degusta la tormenta de abandono con heridas.

En delirios sobrevivo, con la ayuda de tu verbo,
con tus noches de cariño, con lo exacto de tu acerbo.

Degollado por recuerdos, por dolores de semblanza,
caminante doblegado de las penas refundidas
en la carne me dibujo, los espinos que deshierbo.



Quedas cierta en mis recuerdos


(Jotabé con estrambote)


Vamos largo con pasos de esperanza,
locos sueños con visas de añoranza.

Claras notas de cantos diferencio,
libres vientos en noches diligencio,
va tu flor en la luna que sentencio
blanca lumbre, de hielos y silencio.

Sigues bella mujer idolatrada,
sed de campo, de soles arropada.

Todo abrigo de amor en lontananza
va contigo en los mares que presencio…,
bella espuma, te vas de madrugada.

Aunque fugues mi amada
quedas libre en campiñas abrigadas,
quedas cierta en recuerdos y arracadas.



La madre de los niños perdidos


(Jotabea con estrambote)


Con la mano vacía por ausencia poblada,
nos mostró de sus ojos el dolor de culpada.

En la calle un verano de alejados inviernos,
los destellos perdidos se le hicieron eternos.
Las sonrisas de niños parecían mordernos
con los duelos en ella, que dejaban infiernos.

Los buscamos por noches, por lejanas olmedas
y nos fuimos quedando, sin camino y veredas.

La mujer desmayada se moría cansada,
de perder a sus hijos…, sus cariños internos.
La tristeza sembraba, con clamor alamedas.

Esas largas pobedas
de las plantas heridas y pesadas condenas,
nos tajaron los tiempos con puñales y penas.



Para mi esposa


(Jotabea con estrambobe)


En las noches de dicha, me contienen tus manos,
y cariños resuenan con los besos cercanos.

Enamoras al tiempo con caricias de cielo,
y revives mis calmas, y decoras mi vuelo.
Inocencia de vida nos alumbra en desvelo
con las noches de sueños, que nos quitan el velo.

Un te quiero con luces y un te llevo en lagunas,
es la seda de sueños que bendice las cunas.

El amor que prodigo nos contenta lejanos
y a tu lumbre de madre, con color lo pincelo,
con el beso de amado, con reflejos de lunas.

Bella esposa que acunas,
los ensueños de lira que dibujan mis llanos
y alegrías dibujas, con destellos galanos.



Canto a las inocencias


(Jotabé con estrambobe)


Nada de fuegos y todo de amores,
van con cariño venciendo temores.

Niñas de plata con lunas cantadas
tienen colores de cunas calmadas,
llevan sus versos a puras lumbradas
donde respiran purezas rosadas.

Niños de cuentos enfrían montañas,
gotas ligeras de locas entrañas.

Tiempos reversos afloran colores.
Nada de besos con risas volcadas,
todo a los labios y a luces castañas.

Cual flor las pestañas,
flechan con gusto, dorados rubores,
blancas praderas, que encienden primores.



Si de amante siguiera


(5 Jotabeas monocordes con estrambobe)


I

En mañana el milagro lo dibujan las hadas,
la mujer de dulzura me cantó sus tonadas.

En la mano del otro la miré con crudeza
desojando el vestido de su flor y terneza,
y sus labios floridos en clamada nobleza
me mandaban un beso de exigida pronteza.

Caminé por sus sendas, con los pasos que urgiera
por tener la mirada, la caricia certera.

Floreadas las tardes con sus locas rimadas,
con diamantes clavados me llevó a su llaneza
y en la sombra del día despuntó su lumbrera.


II

De repente volvía con ideas horadas
a mirarla cercana con palabras tentadas.

Al soñar que la amaba con tortura y riqueza
la tenía conmigo con la noche que abreza
y al besarle piadosa con su dulce cereza
a mis manos inquietas se aferró con firmeza.

El engaño de amores, que lesiona y vulnera,
con presencia del otro se dañó la quimera.

En su propia rivera de las suaves posadas
la miré con su dueño, con los besos que empieza,
y al cundir de sosiego, me mató que mintiera.


III

Por las sendas prohibidas con dolor caminadas,
paseaba sin ella, con cercanas miradas.

La miré por las tardes sin virar la cabeza
invitando a lo oculto, sin mirar la bajeza.
En la flor de la vida limitado a pobreza,
el terreno de amante se fundió en sutileza.

Con locura reinando. La tortura es austera,
y somete a la noche, que basura barriera.

Con los frenos morales y bellezas doradas,
la primera vertiente de la gran fortaleza,
me despide en tristeza, con engaño y turbera.


IV

A la amante de lunas en oscuras nevadas
se le sueña con ansias en locuras pensadas.

De la entraña se coge la añorada pureza
revolando por siglos en la frágil belleza,
y de nuevo los rayos de increíble certeza
nos seducen con alma, con su gracia y tibieza.

Al cariño de sueños que se oculta en la vera
se presiente que fuga, con suspiros y espera.

Los poemas secretos con palabras pintadas
atesoran las ansias de tener su lindeza
y decoran el miedo, de vivir si viviera.


V

Con el fin de la noche las espinas clavadas
se refunden con saña por vacías punzadas.

El pesar que sucumbe con veneno y fiereza
se pasea en mi calle con inmóvil flaqueza,
y quisiera tenerla con florida simpleza,
sin matar a la calle de mi negra vileza.

Amanezco colgado con mi pena cualquiera,
lapidado en el alma, sin amor si muriera.

El dolor de conciencia por las noches pasadas
me presumen ceniza, con infierno y torpeza,
con la duda del dueño, que devuelve en ceguera.

Si de amante siguiera…
Llevaría caricias con amores y espadas,
llevaría en delirios, las historias trizadas.



Desde el diario del tiempo


(Jotabeía)


I

A la noche del mundo la ilumina la estrella
y corpúsculos negros desdibujan centella.

Es quimera de polvo con la sed de la tierra
navegando sin alas a su centro se aferra,
con los mares piadosos, la planicie se entierra
y con manos se esculpe la mirada de guerra.

Con palabra bendita se durmió en el edén
y mujer de cariño, resultó con amén.

Descansó por la tarde con la luz que destella,
por las mismas laderas en jardín se le encierra
y serpiente libera, con manzana y desdén.


II

El principio se funde con purezas de vida
y los sueños los lleva la montaña tejida.

Las mujeres al viento se pasean gigantes
y los niños con alma, se despiertan fragantes,
la llanura amanece con los prados flamantes
y la tierra es sembrada de pequeños diamantes.

A los dioses las luces, a las gemas las niñas,
con los verbos prendidos les florecen campiñas.

En las sedas del cuento la mirada surgida
se conecta con hadas de los goces errantes,
se conectan las vidas con la flor de las viñas.


III

Al mirar en la noche los destinos morenos
se contempla inhumanos de imposibles terrenos.

Los muchachos convierten a las armas del mundo
en mundanos juguetes de exclusivo segundo;
las muchachas pasean con suspiro profundo
con letargos de faldas en camino fecundo.

Se les siembra respetos a las riñas primeras
y se enlutan las tierras, con las turbias barreras.

Con las mezclas del mando se envenena a los buenos
y la vida que busca su lejano trasmundo,
se detona en desastres, con añejas drogueras.


IV

Con los sueños de bardo, de impecables figuras,
los flechazos nos pintan el color de ternuras.

Es de límpidos grises el pequeño jilguero
que corea en la tarde, con suspiro primero.
Con las fábulas vivas se presenta el cuentero
a besar a sus flores de pintor jardinero.

Oleadas de orillas vitorean las velas
y revisten los muelles de alegradas camelas.

A su largo rayuelo de la luz en alturas
le interrumpen las aguas con delirio fiestero,
y apasionan de seda, las flamantes umbelas.


V

Repasando los años por las glebas oscuras,
se perdieron los cuentos de las claras alburas.

Se volvieron las tardes con puñales dorados
a buscar escrituras con guerreros forzados,
y mataron amigos por millones quemados,
por aciagos destinos, de pesares trizados.

Por volver a las paces olvidaron las muertes,
las conquistas pintaron sus heridas inertes.

Con las guerras deshechas se poblaron dulzuras...,
florecieron las letras con hermosos tramados,
con pinturas de nácar, con sonrisas y suertes.


VI

En la noche de fieras, de flagrantes volcanes,
se evaporan las almas, con su lid y desmanes.

Las canciones, las aves, las pequeñas guitarras
desprendidas de canto se someten sin garras,
y mortales tropiezos en amargas chatarras,
en tristeza de incienso, se silencian cigarras.

Por los montes verduscos y los prados enfermos
se remuerden las vidas con los vándalos muermos.

Se arrepiente la gente del incendio en los clanes,
y las flores del tiempo, con matanza en pizarras,
las dividen los ogros, con tentáculos yermos.


VII

Al tomar las riquezas nos quedamos pequeños,
olvidando a los pobres por gozar de diseños.

A los niños los llevan por sus ojos despiertos
al trasplante de carnes en mortales injertos.
A las niñas las venden por sus hímenes ciertos
a demonios postores de candentes entuertos.

A mujeres derrotan con dolores violentos,
a emigrantes encierran con los viejos fermentos.

Los humanos dañamos inocencias y empeños,
resembramos con armas los delirios inciertos
y los pobres cosechan los distintos lamentos.


VIII

Por el tiempo que vamos con el alma gastados,
los incendios nos sacan adjetivos guardados.

El ahora es de truenos, polvareda y cavernas,
de inhumano con noches sometidas e infiernas,
ilusiones de vicio, de pintadas lucernas,
ya nos dejan finales, con especies modernas.

Se nos viene el desierto por trocar los alientos
con las llamas en alto, con carbones sedientos.

Al mirar a la tarde que nos deja burlados
con el fin encendido de sus llamas eternas,
la misión del respiro se nos queda en tormentos.


IX

Se preguntan a fondo, del cuidado y descuido,
y responden matando las praderas del nido.

Nos fundimos al monte con la vaga dureza
de poner con las minas hecatombe en corteza
y se van resumiendo con distinta fiereza
las criaturas de canto de vibrante nobleza.

Se sonrojan las bestias al buscar los zafiros
y de nada nos sirven, con metal y papiros.

Las palabras se fueron con dolor contenido
al saber que la muerte nos espera en tristeza,
con la llama del llanto despidiendo suspiros.


X

Los riachuelos dormidos y poblados de versos
nos confían frescura con sus fríos dispersos.

Corretean enfermos con torrentes y penas
aflorando en sus dermis alocadas cadenas,
y por dentro envenenan fulminando sirenas
que reflejan pesares de desiertas arenas.

En el fondo se miran a los peces dolientes
y se pintan oscuros..., sin romance los puentes.

A la mar se aproximan los veleros diversos
con sus lutos en velas, con sus caras morenas,
y de lágrimas muertas, se derrumban sus fuentes.


XI

En los verdes de antaño se dispersan cenizas,
y la paz de bandera se la grita en sus drizas.

Se disuelven sin luto los plantíos del prado
y las notas amargas las atrapan con fado,
en derribo de espanto, con la hiel de ahorcado
se termina en deploro, con crepúsculo horado.

Al parar la tormenta que del pecho sacamos,
con la mano de sueño sin dolores quedamos.

Repasamos la sombra que circula en las trizas
y volvemos cercanos a sanar lo dañado,
con la fina vivencia de la luz que buscamos.


(Poema ganador del Tercer Accésit del IX Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Colmillo y Faisán


(Jotabé decasílabo con estrambote en jerga delincuencial)


Brother me has llamado, tín pa un trago.
Guey, con qué lana si ando sin pago.

Tranqui carnal, la leona muerde.
¡Calla Colmillo!, el que gana pierde.
En chiqui Faisán, que tá reverde,
la papa ta brava y más bien muerde.

¡To! ... la Poli... Frío como el río...
Pal mopri jefe. Too refrío.

Pana, pícatelas, viene el mago.
Ese te sepulta, nunca pierde,
hazte humos Rey, con ese ni al fío.

Avispas al perdío...
Pana te bajas o te bajamos.
Bien, vacanosh. ¡Ata que la pegamos!



Sueño de pescador


(Jotabé dodecasílabo)


Embarca sus pasos con aguas marchitas
por sueños de amores y noches benditas.

Las calles extremas de lentas esquinas
esperan las gemas con tardes cetrinas,
el tiempo en dilemas de oscuras colinas
con llantos y emblemas despejan neblinas.

En mares distantes, en barcos serenos,
se apagan vibrantes lejanos venenos.

El hombre en dolores de pescas escritas
se escribe poemas de estrellas perlinas,
y sueños colgantes, se mecen amenos.



Perdiendo la fe


(Jotabé heptadecasílabo)


Se enteró de la lágrima, luego que el sol enfermara
y alegrado de pájaros, sangra en la luz que lo ampara.

En la voz del agónico, cae la red del segundo,
con la lengua sarcástica, como el matar del inmundo.
En mañanas fanáticas, luz de perlado rotundo,
se presentan sin lógica: Viejas con sed de su mundo.

Con inciensos de vándalos, dentro la miel que mezquina,
se bendicen hipócritas, como en la sucia mosquina.

Con pesar en paréntesis: Loco de amar si llorara;
con la luna sin árboles, firme con catre fecundo,
es la vida sin fábula, triste sin fieles de esquina.



Levanta


(Jotabé)


Navega libre sin golpes de cara,
con sed, sin peso de espinas y tiara.

Mujer de luna, derriba el abismo,
señor de sueño, dejad el simplismo.
La vida pide salir de lo mismo
y el canto nuevo es consuelo, asimismo.

Levanta humano, resurge en tu carga.
Seguid tus pasos, venciendo la adarga.

Estás llegando, luchad y prepara
al alma en flores de libre mutismo,
que nada venza a tu luz, que se alarga.



A María Universal


(Jotabé Acróstico)


Cómo soñaba de la madre nuestra,
Oda y consuelo, claridad maestra.

Mientras la vida se presenta oscura,
Ojo y mujer nos la ilumina pura,
Tengo esperanza de la flor de altura,
Entre milagros vivir su verdura.

Nada se pierde en la amiga serena,
Ella con sueños, en vida es galena.

Responde en luna, bendición de diestra,
Toda entregada..., compañera cura.
El rezo al cielo, en voluntad nos llena.



Mujer y madre, paz de la vida


(Jotabé Hexadecasílabo acróstico doble)


Maduramos en la vida, Por tus besos de vergeles,
Universos de tus goces Alimentan los laureles.

Jugarían en tus manos Zalameros alimentos,
En la flor de la caricia, Del amor por tus alientos,
Recorriendo por las sendas En las tardes los sustentos
Y en mañanas las caricias, Las canciones con inventos.

Maduramos en tus brazos Aferrados a tu credo,
Atizados con abrigos Vaticinas al denuedo.

Distanciada de tus hijos Ilusionas con sus mieles,
Revivida de abandonos, De vejez y de lamentos,
En la vía de las tardes, Atardeces en tu miedo.



Testamento Jotabero


(12 Jotabés)


I

Con el favor de Dios me voy despacio:
talan, talan, viajo por el espacio.

Acaban las noches con cana vieja,
venga el testamento y a pegar la ceja.
Viene el dos mil veinte con miel y abeja,
demos a las gentes la herencia añeja.

Viejo y perdido, dejo a mis nietitos
la avioneta para sus viajecitos.

Al viejo explotador y más batracio,
le dejo la tele que le acoteja
a los opresores y a los ogritos.


II

Al noble de amor, siga sin cartera
y como poeta, arregle la esfera.

Al que no lee, ¡ayúdale, señor!
y al que poco pinta, ¡dale color!
qué todo fulgure con el amor,
con alegría, sin tanto dolor.

A los grandes, dilectos escritores
para el estrés, queda coro y cantores.

Dejo en el horno, sueños a la espera,
que Juan Benito ponga su sabor
y en jotabés reviva sus colores.


III

A las reinas del glamur, del cantar,
dejo mi verso clásico al trovar.

A premiados del año que se fue
que tengan mucha pluma y larga fe,
viajen como nunca me imaginé,
niños trotamundos que bauticé.

A los que viven larga soledad
les dejo danza de felicidad.

El lobo de la noche va a ladrar
llevando la herencia que les dejé
y sean felices sin caridad.


IV

Marta Requeiro, te dejo un montón
de frases a tus versos de bombón.

A Lincon, Rigoberto y Teodoro,
Silvia Cevallos que son un tesoro,
Gertrudis, Maritza, su peso en oro
brillen el veinte como un meteoro.

Al gran boyacense, don Lizarazo
le dejo la carranga, un gran cantazo.

A Doña Hortensia doy todo japón
que traiga de oriente todo su coro
y nos invite a mejorar el trazo.


V

A Miguel Angulo que les alumbre,
a don Quimis, que les lleve a la cumbre.

A Febe Juárez, dale gran fortuna
que la treinta y tres, llegue a la comuna.
don Iacovelli una inmensa tribuna,
Kike Fernández antena en la luna.

La poesía en Carlos de la cruz
que deje a México con toda luz.

A Gaona, que todo Dios le alumbre.
¡Calma el incendio señor!, cuando ayuna,
ponedle los versos sin arcabuz.


VI

A mi muchacha Cleme Eternamente
le dejo con estrella, muy clemente.

Querido Lázaro, mi hijo mayor,
de todos, el de consejo mejor:
Te dejo bella paz de labrador
para brillo grande de pensador.

Anibal Rodríguez y Fran, amigos,
de los jotaberos grandes testigos.

Llevan con rimas poemas al frente
y con Pablo Aguayo gran escritor
van por la vida dándonos abrigos.


VII

A mis grandes caballeros de la Orden
que inunden de versos y se desborden.

Juan Benito, cabal de letra y rima
con los notables suben a la cima,
algunos su gran letra los sublima
a otros, sus bellas artes les estima.

SAIR Sergio Jesús Paleologo
le dejo grandeza de pedagogo.

El camino de cultura lo aborden,
yo con mi sepultura se me ultima
el testamento que deja este ahogo.


VIII

Hay, viejo dolor que me va matando
con tanto amor me estaba enamorando.

Este año nuevo es niño doloroso
que me quita el aliento poderoso,
tantas divas me dan abrazo de oso
y esta hora me queman por resbaloso.

Tantos pecados de redes sociales
que no me dejan terminar mis males.

Hijos, que revolucionan gritando
que nunca los engañe el poderoso,
ni les compren con sus cosas banales.


IX

Dios, a los políticos quiero darles
muchas obras y sus lenguas soldarles.

A los odontólogos dadles muelas
y a los zapateros todas las suelas,
que todos los santos tengan sus velas
y los cantantes trinos y vihuelas.

Al señor ese, Dios, dadle perdón,
que acabe el periodo y vuele en avión.

Acaba la noche y quiero contarles,
que por nuevo año viene nuevas telas
para vestiros de blanco dulzón.


X

Cómo esta punzada casi me mata
la gota que tengo arranca la pata.

Señoras, señores, la bendición
que les dejo, que sea su canción,
el año que viene es de corazón
y este que va, no tiene ni calzón.

Ñaños, amigos que todo les falta,
boten tesoros que el pobre resalta.

Tanto trabajé y la vida es ingrata,
no me llevo nada, ni el pantalón,
y hasta la muerte, ya me sobresalta.


XI

Amigos y enemigos de la vida,
me voy herido, con la carne curtida.

Pido perdón de estos versos llorados
a los amigos mis seres amados,
los enemigos los más perdonados
y la familia los seres loados.

Como voy de bardo al cielo bendito,
que tenga finales solo con grito.

La voz que lleva mi carne perdida
sacrifica el son de versos rimados,
y soy pecador, por eso lo admito.


XII

A mi nieta, la de la paz del mundo
María Herrera, le dejo mi fundo.

A todos los jotaberos, que sigan...
que lo que salga con ritmo lo digan
que enseñen con paciencia y les bendigan
y a los nuevos, que no los contradigan.

Ayudaos con toda rima…, Dios.
Dadles ideas con versos por dos.

Es hora de irme por lo más profundo,
que dolor me queda, pero prosigan,
con tristeza y pena, les digo adiós.



Recuerdos de Navidad


(Jotabé dodecasílabo con estrambote)


En el Dios de los pesebres coloridos,
la memoria es de cantares revividos.

La blancura por ensueños de nevada
se concierta con amor en la tonada,
y cantamos en familia la balada
de la virgen con un niño en la alborada.

Comentamos los regalos del oriente
que en anhelo de inocentes es ardiente.

Generosos corazones desprendidos,
compartimos alegrando la barriada,
festejando nochebuena diferente.

Navidad que se siente...,
es festejo al compartir con santidad,
con las risas y memorias de amistad.



Lo perdí todo

(Jotabejom)


¿Quién lloraba de alegría?
yo, que todo lo tenía.

Cultivé de amor sus flores,
y se fue con sinsabores...
¿Dónde tiré mis verdores?
En lagunas de colores.

¿Cómo lloraré sin calma?
Hoy quedé sin ti, sin alma.

Yo que todo lo tenía
en lagunas de colores.
Hoy quedé sin ti, sin alma.



La Penélope mía


(Jotabea con versos franceses y estrambote)


Paseabas tristeza por tu luna vacía
y soñando sincera, la pasión te vencía.

Por llegar en verano, con las lágrimas puras,
oculté mi desgarro por las tristes honduras.
Atracamos en puerto con espera y larguras,
pensamientos desiertos acoplaron locuras.

Con la noche dispersa, con neblina y vestido
afloraron recuerdos, de la barca el despido.

A la orilla llegaste, con los ojos sin día
esperando quitarme de la luz las rojuras
y de pronto pusieron las sirenas el ruido.

Despedida y chillido,
es memoria vacía, con espera sin vida,
la Penélope mía, del regreso se olvida.



Hirieron a mi amigo Pipo


(Jotabé dodecasílabo)


Sin amigos con la sed de mis versadas,
recorrí con los nacidos en camadas.

Entendí de sus gemidos las montañas,
de carreras con delirios las cabañas.
Sus lenguajes lastimados en sus gañas,
van de ausencia, flor carente, piel en sañas.

Fue la esencia, luz temprana, sed de mama,
la que fuera del alago, su proclama.

Ya sembré la amistad de las rezadas,
sol de dulces lunas, tristes ojos bañas.
Son tus luces… fiel mi Pipo va, y me llama.



Los caminos de Amparo los tejieron los padres


(3 Jotabea con estrambote)


I

Con almíbar y besos empezaron un día,
conquistando las noches que la aurora mecía.

Les nacieron dulzuras con diluvios de risas,
con sus pasos de canto se colmaron de prisas,
y del tiempo a la vida, sus palabras incisas
construyeron los hijos con las flores precisas.

Les llegaron los nietos con sus sedas de espuma
y consuelos de estrellas, aclararon la bruma.

Por las tardes que llegan con el alma en tranvía,
la distancia, el silencio, del adiós sin las brisas,
les apaga sus soles con final en la pluma.


II

Les rebusca en su senda la tonada del canto,
con la suave elocuencia del recuerdo sin llanto.

Y vislumbran regalos: el aliento de ríos;
las marimbas tocando las esencias de bríos;
añoranzas perfectas alegrando plantíos;
lagrimadas bohemias rellenando vacíos.

Las danzadas eternas de las lunas piadosas,
correrán por el cielo con sus musas airosas.

Sus caminos intensos con la flor de alicanto,
traerán los olores de sus dulces desvíos,
y las fiestas del siglo, vestirán con sus rosas.


III

En montañas de sueños reverdece el sonido
y se alejan sus aves, con suspiros de nido.

Por las calles del tiempo la verdad les decora,
se vislumbra su noche con la luna guiadora,
se pasea la euforia con la flor que valora
y destinos caminan, en el sol que devora.

Los riachuelos se lucen con espumas de blanco,
los caminos los llevan, disfrutando su flanco.

Se incorporan mañanas con su campo dolido,
con las lágrimas idas del pesar que se enflora,
y en su frente de adultos, se desmaya su zanco.

Se descubren en banco,
con sus pocas monedas, y al llorar con espanto
se les va su querencia, con la vid y el quebranto.



A ti


(Jotabem espejo)


Como traes claras luces
quitas sueños que seduces.

Niña de pasos hermosa
de infusas huellas de diosa,
con dulzor de fruta airosa
llevas mi latido en prosa.

A tu amor pequeña niña,
ruego frescura de viña.

A tu miel de flor conduces
con las risas de dichosa,
con el ojo que me guiña.


Tu color por siempre tiña.
Alegría y miel gozosa
siembras dorado en enluces.

Toda caricia que apiña
llena de luz la campiña.

Feliz laguna gloriosa,
ladera color de rosa,
durmiente mujer copiosa
de este corazón en fosa.

Me pones la tierra en bruces
y es del puro amor que induces.



Amargura


(Jotabea Acróstico doble)


En el día con lasos, En la noche clamores,
Las veredas con tajos, Las lloviznas ardores.

Amanecen las proas A suspiro de arena
Lamentando en la ría, Lacerando la pena.
Me dibuja en la playa, Me renombra en la vena,
Aprisiona de espadas A mi noche morena.

En la calle de fríos, En novena de rezos
Navideño es mi duelo, Necrosando tropiezos.

Recordé de la noche Recogiendo las flores,
En el huerto de lunas, En el luto y la cena…,
Del dolor que sentía, Destroné los bostezos.



Ramo en lodo es broma fuerte


(Jotabé hexadecasílabo u octonario con doble rima)


Solo queda llanto y boda, risa en baile llena vive,
esa flor de luna toda, lleva olor y sed pervive.

Vienen secas hojas locas, niñas tristes, luz llorona.
Queda luz de llamas pocas, odas, risa, verso entona.
Novia en lujo y libres focas, mares largos, gris corona,
flotan aguas, frescas rocas, cielo oscuro es sed dulzona.

Flores lanzan…, tul espera, manos niñas piden suerte,
sueños buscan dulce pera, cae rosa y risa vierte.

Vas cantando nueva moda, niña espera el ramo esquive,
risa burda vierte en bocas. Cuando flores son de lona,
diente cae en vieja acera, ramo en lodo es broma fuerte.



Hiperrealismo de flores


(Jotabém hexasílabo)


Rayo coralino
descansas en lino.

Las luces nos llaman
y cuando declaman,
matices exclaman
brillos que nos aman.

Diáfana pintura,
dulce de hermosura.

Suavidad de tino.
Mis noches te afaman
mirando tu albura.



Mujer con un lindo gallo


(Jotabé decasílabo)


Una mujer con un lindo gallo
va por mis sueños y no los hallo.

Busco su voz por galleras viejas.
Todo se encuentra con solas quejas,
vidas perdidas, sin son las rejas,
ruedas de lid, en la sed añejas.

Solo se ven en los lienzos llanos,
como en Mariano, colores sanos.

Bella mujer que se ve..., detallo,
gallo con luces por ir a tejas,
junto a sus cantos, al fin galanos.



A tu hipocresía


(Jotabea)


Lo contaron los días con diabólicas bocas,
con la flor de la noche, con la lesna que evocas.

Te vestías de amigo por las noches de duelo
y mordías la espalda con tus actos de anzuelo,
con tus uñas de muerte que mataron al hielo,
en esquinas perdidas, me tendían flagelo.

En mi casa pedías que te cubran el frío
y mis manos dolidas arreglaron tu lío.

Y me viste en la calle con los golpes de rocas,
y sangrando mi vida, la pisaste en el suelo…
Con el llanto sin grito, me dejaste vacío.



A la Gioconda


(Jotabem monocorde)


Paro, perdono y camino,
todo es con amor cristino.

Va dolorida señora,
con sonrisa que decora,
con los sueños de fiadora
que a mi pesar amenora.

Sus ojos que no persiguen,
que nunca nos atosiguen.

Su mejilla que combino
con mirada cegadora,
en los tiempos, que prodiguen.


Mi Gioconda yo me inclino
con esta alma de ladino.

Que el secreto de pandora
no importa si descolora
o le enfría o desvalora,
con tal que vivas ahora.

Aquellos que te consiguen
miradas, que no te liguen.

Ahí donde estás sin vino:
Yo celebro que, de otrora,
sed y muerte, no te siguen.



La Amazonía Muere por tu Herida


(Jotabé con estrambote)


Montaña y vida que vas sin suspiro,
con llama y manos que firman tu expiro.

Diamante, perlas, luz les extravía,
perdidos seres que el poder les fía,
su fuego oscuro dolor desvaría
entre vida, fortuna y badomía.

Voraces queman flores del oxígeno.
Morimos solos con su gas fumígeno.

Humano, debes dar tu propio giro,
cuidar lo no perdido todavía,
si no, tendremos umbral alienígeno.

Si, si, humano terrígeno,
la Amazonía muere por tu herida,
sabiendo el todo amor que da a tu vida.



No más violencia


(Jotabea con estrambote)


Por la selva del mundo los dolores sobajan,
los gentíos los gritan y los bravos ultrajan.

Con sus manos infames y sus pocas sapiencias
las heridas las llevan en las flacas conciencias.
Las mujeres, los hombres, que colocan violencias
al silencio le apocan, con los lloros de urgencias.

Conociendo perdones de las madres y abuelas,
el sollozo de niños, les retuerce a las velas.

Los siguientes que mueren, con las cruces se bajan,
a llevarse las vidas, y con fiebre y dolencias
inhumanos se quedan, si se siembran secuelas.

Se les ponen tutelas
a dolidos de golpes. Y los seres humanos,
que se dañan la vida, se retuercen tiranos.



Brindis


(Jotabem)


Por el sueño en la vida
levanto la bebida.

Con el festejo al cielo
y la sonrisa al vuelo,
vengan uvas y hielo
hasta noche y desvelo.

Brindo por la alegría,
por risa y fantasía.

Con esta alma florida,
y los pies en el suelo…
Salud y algarabía.



El tiempo que trae aureolas


(Jotabea con rima doble)


Los secretos dormidos por los años lejanos,
en Macondo perdidos, advertían gusanos.

Si los tiempos se lavan con mentiras banales,
apagados depravan a los hombres cabales,
murmurados relavan los dolores virales
con mujeres que excavan en sus tumbas vitales.

Con los años volvieron, con las mismas lloradas,
las heridas cosieron, las intrigas calmadas.

Y culpando a vencidos, a sus viejos menganos,
con obispos les clavan sus pecados veniales,
y es mentira que fueron, con sus almas nimbadas.



Avante: El mundo sonará en Jotabé


(Jotabé)


Loja provincia de la ensoñación,
del Ecuador, clarín con verso y son.

Así, San Antonio de las Aradas
con tazas de café, que son doradas,
y de Quilanga, las flores bordadas,
les festejaremos en sus llegadas.

Los jotaberos con verso profundo,
den la cultura y la paz que difundo.

Les invitamos café y corazón.
Que poesías bellas y rimadas,
en Jotabé le harán sonar al mundo.



El héroe preso


(Jotabem espejo)


Va dejando en las sonrisas,
fríos dibujos de clisas.

Llevan dolor en canciones,
las ventiscas de ilusiones
se posan como balcones
calmando días llorones.

Como en guerras los disparan,
como si hoyo cortejaran.

Con el pueblo y pitonisas
les incendian con tizones,
a los seres que cantaran.


Si vieran los que lloraran
que libres van los ladrones,
allí, caen hecho trizas.

Los fantasmas los sitiaran,
sus espantos golpearan.

Se les muestran sus leones,
tienen los ojos burlones,
hasta las viejas razones
se convierten en arpones.

Preso con voces incisas,
ellos, las almas sumisas.



Más amor vive


(Jotabé 5-7-5 acrostico)


Muchachos nuestros van por tierras lejanas, dados al
[ llanto.
Al cielo piden que seres de la puerta, donen un manto.

Solo en el viento va la sombra que muere por la muralla.
Armas de viejos se defienden de nada, con la metralla.
Muestras de dolor da la boca perdida, cuando se calla.
Otros condenan, con la luz de los gritos en su batalla.

Reza la vida con clamores tempranos en los rincones.
Van fieras muertas con los pasos humanos, y arman
[ cañones.

Incendian lloros, frenan al universo con el espanto.
Vuelven humanos, dejan seres dolidos y todo… acalla.
En el silencio, más amor vive libre, sin los blasones.



Más amor vive


(Jotabé 5-7-5 acróstico)


Muchachos nuestros van por tierras lejanas, dados al
[ llanto.
Al cielo piden que seres de la puerta donen un manto.

Solo en el viento va la sombra que muere por la muralla.
Armas de viejos se defienden de nada, con la metralla.
Muestras de dolor da la boca perdida, cuando se calla.
Otros condenan con la luz de los gritos en su batalla.

Reza la vida con clamores tempranos en los rincones.
Van fieras muertas con los pasos humanos, y arman
[ cañones.

Incendian lloros, frenan al universo con el espanto.
Vuelven humanos, dejan seres dolidos y todo… acalla.
En el silencio, más amor vive libre, sin los blasones.



Al fin te encuentro


(Jotabé)


Voy con mis sueños llevándote mía,
cual lucero, que amada luna espía.

Esta noche donde la luz escapa
la sombra tierna de tu flor me atrapa,
las alas llanas fuera de tu capa
me ponen ilusión, que al frío tapa.

Casi voy por las nubes de la aurora
llevando el eco de tu voz cantora.

Ha sido inútil tenerte en el día,
he ido buscándote por todo el mapa,
y al fin te encuentro en mi noche, señora.



Se fue ofendido


(Jotabea)


Estaban asolados con la pena distinta,
doloridos el alma con la flor de la tinta.

Secándose la vida los tenía en la nada,
aturdida la tarde sin su luz de alborada.
Dormían silenciosos soñando en almohada
pidiendo de la luna la paz de la tonada.

Sencillas las neblinas llegaron a llover
al sombrío recuerdo por el amanecer.

Recordaron entonces lo que la vida pinta,
murmuraron su sombra con la lengua callada,
pidieron desde el alma: Quizás quieras volver.



En el campo


(Jotabé tetradecasílabo con estrambote)


Pasan con las árnicas las esperanzas mías
dejando fértil la sombra por ligeras rías.

Crecen las hojuelas como rayos de jazmines
y vivas mañanas renacen en los violines,
oídos y párpados festejan con rondines
al fragor del alba, con ternura, con jardines.

Ha nacido el verde en tierra, con torrentes de agua,
y palmeras curiosas divisan la piragua.

Van inocentes las aves siguiendo a sus crías
con sus silbos floridos ofreciendo festines,
mientras brillos de plumas se funden en la fragua.

Va mujer y paragua,
con esperanzas ciegas en plantas y manadas
llevando milagro de verso, y risas cantadas.



Flor olvidada


(Jotabem heptasílabo)


Estoy dentro el espejo
con la arruga de un viejo.

Comienzo a ver las flores
como llevan clamores,
cargan tarde en colores,
matices de cantores.

En la noche estrellada
después de vida amada.

Todos buscan reflejo
por sus lluvias de amores,
todo es, flor olvidada.



Juramento Cumplido


(Jotabé tetradecasílabo)


Juramos entregarnos para todos los días
como gea a sus quebradas, sus puentes, sus vías.

Siempre pulimos nuestra estrella con cada trazo,
buscamos poner luz de nuestro mejor abrazo,
todo es real, con el alma se corta pedazo
aunque finales lágrimas mojen el chispazo.

Seguimos con hijos que no regresan de olvido
cómo se abandonan flores secas en despido.

Somos tu y yo, vivientes en solas lejanías.
Tu a la noche acortas, y yo al insomnio disfrazo,
pero valga juramento, que lo hemos cumplido.



Amor sincero


(Jotabem heptasílabo con estrambote)


Navego en mar sin puerto,
y ruego en polvo muerto.

Agrio voy de locura,
silente sin mesura,
distante de ternura,
rojo, de voz oscura.

Sin hadas y sin cuento
hasta del sol me ausento.

Niña y rosa de huerto,
de clara urbe, luz pura,
no vengas a mí aliento.

Lo que siento,
lacera desde mi alma
y a tu pecho desalma.



Ya te olvidé


(Jotabé con estrambote)


Huyes, llevando todos los venenos
como lágrimas al sentir los trenos.

Con anhelante gris y limpias hojas,
apago polvaredas y congojas,
y vuelves a gritar y me despojas,
y aún desnudo de amor, me deshojas.

Ya volverá la burla con tu nombre
a dejar la estocada que me asombre.

Florearán los amores ajenos
y arrepentida caerás de hinojas,
pero no volveré por tu renombre.

Y aunque todo se sombre,
y hasta la luz del recuerdo se ignore,
sabrás ausente en el amor que aflore.



Tu ausencia


(Jotabem)


Cuando ya no estén las rosas,
las horas huirán furiosas.

Volveré a tener amores,
tus marfiles, tus ardores,
esos versos de amadores
contagiados de fervores.

Esas aguas de inocencias,
de alboreas florescencias.

Tendrán mis calles sinuosas
esos golpes de rencores,
vistiendo sueños y ausencias.



Sin consejo


(Jotabea con estrambote)


Silencio muerto brota con viejas esperanzas
para las plagas calmar en las negras semblanzas.

Caminos arrugados sostienen a la vida,
con las flores del roble, con caricia perdida.
Sin las cuerdas del trino, sin la letra querida
el destino del alma finaliza la herida.

Tu sigues necesaria vieja melancolía
con alambradas vivas dentro del medio día.

Con locura de brazo, sin matar remembranzas,
como va en remolino la hojarasca dormida,
caminas a la sombra rompiendo la alegría.

Tiempo claro de harpía
con ensueño benigno por el verde cortejo,
quedo viejo de nubes, sin noche, sin consejo.


(Poema Finalista del VIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Cuando sea lejano


(Jotabé tetradecasílabo con estrambote)


Con los verdes de invierno y los rojos de verano
quedan hielos derretidos en soles de anciano.

Presiento que vivo y muero en la cúspide azul
en montaña gris, en el corazón del baúl,
me quedan pocos pasos para ser abedul,
ser sombra o quizá, solo ceniza de algazul.

Por aquellos caminos de penumbras hermosas
quedaran sombrías condenas y mustias rosas.

Con despedida de tierra gritándome ufano,
cuando de olvido cumpla su destino el jaúl
seré librado de versos, de huesos y fosas.

Entonces con las prosas,
en el recodo del parque, en sombra de palmeras,
suspirarán de pena las jóvenes aceras.



De cuerpo presente


(Jotabé tridecasílabo con estrambote)


Hoy dejo lutos y recuerdos por la arena
con legados firmes, lejanos de la vena.

Estoy listo para los leños de la pira
con horizonte y barca que todo lo tira,
afligido sigo por la mar que suspira
mientras esa proa muere y el destino mira.

No soy nada, viento de música ligera,
una sombra tenue alejada de bandera.

Estoy sumido al destino de mi cadena
donde el latido de sueño a migrante expira,
hundido y lejano en una piedra extranjera.

Huérfano de ladera,
de país y frontera, de madre constante,
sigo nuevo y fugaz, en arrebol sangrante.



Para llegar a la paz


(Jotabea)


La noche lleva sangre vieja y cadenas muertas,
heridas nuestras, lloros largos y velas ciertas.

Mujer de luna, largos hombres de blanca tinta
esculpen hierros suaves, música lenta, extinta.
Cruzadas rancias, lanzas yertas el siglo pinta,
caminos secos, negro son de labriega encinta.

Entonces llegan sueños dulces, praderas vivas,
dormida flor de lino con nubes fugitivas.

Auroras siembran lomas libres y verdes huertas,
la flama aflora, ronco cuarzo que el rayo finta,
y llevan miel, cercanas musas de paz festivas.



Paz de sangre


(4 Jotabé)


I

Los caminantes amamos la vida
y algunos odian esa paz llovida.

Las fantasías murmuran desnudas,
las laderas se enferman con sus dudas,
las aguas negras corren cachazudas,
los ogros llevan voces tartamudas.

Soldados van por vírgenes laderas,
con viento gris, melodías sinceras.

Si llega muerte de tiros con huida
que el viento llegue a consolar las viudas.
Rezan adentro, sus fauces guerreras.


II

Los emboscados las balas esperan,
porque arrasados si los embanderan.

Luego viene, noche que no termina,
vida blanca, aquella que los arruina,
con el templete en flor que se calcina,
murmullo amargo que solo confina.

Vienen con los lloros entre la espiga
explorando la orfandad que castiga.

Todos rezan al héroe que hirieran
con pluma demócrata que fulmina,
y falso valor, que a matar obliga.


III

Como si derecho a risa no fuera
y derecho de aliento no existiera.

Ordenan marcharse para la guerra,
que terminen lo que crece en la tierra,
que escondan recuerdo que les encierra,
entre pólvoras y el poder que entierra.

Madres en lloro y padres agonizan,
no quedan hijos, todos no enraízan.

Luego está la lanza que muertos diera,
con herida y lágrima que destierra
y venganzas claras que nos atizan.


IV

Cuando todos han quedado en tragedia
corren mordiendo lo que los asedia.

Buscan recomponer en la paz muerta,
buscan acariciar lágrima yerta.
El beso sigue muerto en tumba abierta
y la ráfaga del honor concierta.

No respiran esas almas errantes
y pasan a despedidas distantes.

Nunca paz consigue, sangre que atedia,
que estalla párpados cuando liberta,
paz de sangre es de penas aberrantes.



Algo de naturaleza y humanos


(Jotabém bisílabo)


Flora
llora.

Mico
chico,
quico
rico.

Donde
conde

mora,
pico
ronde.



A Juan Benito desde San Antonio de las Aradas


(Jotabé dodecasílabo)


Caminas con el estilo de tus letras,
con la voz de luna, rayo azul perpetras.

Tú coloreas la línea con la rima,
con adoradas palabras en la cima,
sigues declamando por nuestra tarima
y la plaza de mi pueblo ya te estima.

Somos pequeños corazones ardientes,
enfocados con tus destellos sonrientes.

Cuando con versos esta tierra penetras,
las gentes te loan, porque los sublima
tu poema que deja voces fervientes.

Dulces esas simientes,
nacen libres en mi pueblo solitario
hasta que vuelvas Caballero Templario.



Buscando paz


(Jotabé)


Pintemos en la orilla, vera mía,
la flor del viento, flor de la alegría.

Aseguren con lenguas y presuman,
que sigue el lloro, para que se asuman,
heridas que sus diestras las consuman,
y a vena abierta los consuelos suman.

Murmura, nos asombra la mentira,
infierno daña y calla con la lira.

Marchen como se va la fantasía,
oculten con la muerte y reasuman,
que ángel es vida, pero no respira.



Levantándome


(Jotabém)


La noche sigue llevando
como si amar fuera amando

Tengo las manos vaciadas
de fracasos empedradas,
se llevan las alboradas
tierras muertas, olvidadas

Tengo clamores de planta
llevo raíz, todo espanta.

No puedo volver llorando,
vida es puras madrugadas,
burbuja, flor clara y santa.



El poder no llama, solo persigue


(Jotabé)


Nadie llama las hojas de la tarde,
nadie lengua, viva leña que arde.

Somos noches, dolores florecidos,
clamores, todos rayos, convencidos,
con carne seca de sesos torcidos,
todos, caminos llorados, vencidos.

Se funden los caminos de la raza,
y ratas llegan, para muerte y caza.

Funden la vida a figura de alarde,
los perros vienen, muerden complacidos,
quedamos, llenos de sombras, sin plaza.



Buscando el caballo


(Jotabém bisílabo)


Vuelta,
suelta.

Flaca
faca,
jaca
laca.

Clame.
llame.

Delta
traca
lame.



Recordando a la madre


(Jotabé tetradecasílabo con estrambote)


Sigo contigo, en los dulces silencios de ayer
cuando tu cuerpo sacrosanto me dio a beber.

Habías caminado en el tiempo y sus riveras,
yo haciendo, tus comedias mías para que rieras
y tú, mostrando a este bebé los cielos que abrieras,
tajando huellas hasta por donde no pudieras.

Hoy tengo a mis manos guiando tus pequeños pasos
y tus pañuelos siguen en cabellos escasos.

El aura limpia de rizo claro intenta arder,
pero el silencio destrona tus locas quimeras
y te doy mi amor, para iluminar tus ocasos.

Con versos de parnasos,
de tiempo jovial, vuelven efímeras caricias,
para irte madre y dejarme lloro de injusticias.



La felicidad ayuna


(Jotabé)


Había tierra de locuras nuestras
con los pasos dulces de piernas diestras.

Fuimos para el campo, campiña y miel,
con todo y corazón, celeste y fiel,
entramos a vivir por larga riel,
quedamos yertos con silencio infiel.

Como va la ilusión se fue la luna
y la noche amarga quedó en la cuna.

Pasean musas, palabras maestras,
erizan almas en sueños de piel,
y también, la felicidad ayuna.



Cuando volví


(Jotabém con estrambote)


Hoy que vuelvo de la calle
para retomar el valle.

Ella adolorida al cielo,
yo con la cabeza al suelo,
todos mordidos del celo
mirándonos entre velo.

Luego pusimos sonrisa
y festejamos deprisa.

Entonces llegó el detalle
seduciendo con el vuelo
y el sabor que el cuerpo avisa…

Poetisa,
cantaste tu dulce verso
y lograste amor converso.



Cuando me enamoré


(Jotabém con estrambote)


Hermosa como la seda
camina por la vereda.

La dama estaba conmigo
en esa ilusión de abrigo
y comencé como amigo
lo que hasta ahora persigo.

Después fui como quimera,
luego el beso que no espera.

Cuando llegué donde queda
el amor como testigo,
tomé un camino cualquiera…

Si no fuera,
porque estaba convencido
no volvía al dulce nido.



Pidiendo amor


(Jotabém con estrambote)


Si amar es de alguna risa,
diamante es de tierra lisa.

Con mi frente que columbra,
con el cielo que relumbra,
mano abierta se acostumbra
a luna que nos vislumbra.

Si vestirte de cantares
fuera seda de lunares.

Tu beso de fresca brisa
con la ilusión que te alumbra
hasta el corazón me atares.

¡Si arriesgares!
Entonces la vida tuya
con dulces de amor refluya.



Se fue a la guerra


(Jotabé pentadecasílabo)


Se llevaba negras banderas con fleco torcido
y vientos de padre, sonaban con recién nacido.

La guerra cargaba en la noche llanto que mordía,
silencios acosaban con los truenos que traía,
hasta el respiro se iba con los golpes de agonía,
lágrimas vencidas, sin corazón se remordía.

La bronca de fusil dejaba olvidos y dolores,
los gritos de la noche se esfumaban sin colores.

Fueron a defender ese conflicto tan perdido
y en los umbrales del infierno quedó poesía,
quedó melancolía, flameando en los albores.



Tierra de mis adentros


(Jotabé)


Duerme el verano con aguas y flora,
llora la nube en invierno que añora.

Esta tierra poblada de colores
lleva ríos durmiendo con sus flores,
nacen sus arcos volando dulzores
y van llevando gemas, sus amores.

Con ilusiones, la tarde se inspira,
centro de tierra, armonía es con lira.

En todo canto los sueños de aurora,
llevan labriegos, carmín de fervores,
en toda risa, corazón delira.



Cansados


(Jotabé)


La vida nos llegó con luz vacía,
el techo de la tarde nos mentía.

Seguimos por las lomas de la vida,
con dura lucha y la carne cocida,
con las manos cubriéndonos la herida,
cayendo en el barranco de la huida.

Con el recuerdo que llama la espuma,
había, sueño dulce, tierna pluma.

La vida saca las garras de arpía
con ojo abierto y pupila dormida,
haciendo del insomnio, flor de bruma.



En la senda


(Jotabé)


Camino por tu vientre tierra mía,
por roca y río hollando sinfonía.

Los zapatos se llevan las laderas,
se quedan con el polvo de las eras,
las ropas viejas queman las maderas
haraposos tormentos de braceras.

Labios tintos silencian los suspiros
palabras ciertas graban sus papiros.

Las hachas llevan ecos de arquería
con silencios perdidos en las veras,
con siglos atrapando los respiros.



Cuando se muere


(Jotabé)


Sobre la noche de pupilas muertas
duerme el silencio con las manos yertas.

Vuelve desierto el polvo a sus riveras
cargando secas almas de laderas,
con flores lunas y sangres viajeras,
con el amor de lágrimas ligeras.

Ya se murieron las mustias violetas
con la fuerza que apaga las veletas.

Que digan cuanta gente llora en puertas,
como repudian tantos las fronteras,
y acaba todo, el viento y las cometas.



Se fue


(Jotabé)


Se fueron de la rama verso y rosa
brillando, con las tramas de su prosa

Se fue con todo, partió con su estrella
con nácar frío, dormido en la huella,
su caricia en la luna se destella
llevando bríos de noche con ella.

Era lluvia de versos en sus aguas
juntaba a besos, muelles y piraguas.

Volvió en los sueños para ser esposa
con la misma mirada de doncella
y todo fue, por donde van las aguas.



Te quedaste como recuerdo

(Jotabé)


Estás vacía y blanca como espuma,
con tus fríos huyendo de la bruma

Olvidada de todo vas, sin risa,
dejando las espinas en la brisa
y el alma caminante se hace trisa,
se hace la vida dura en piedra lisa.

Sigues como la tarde lleva flores
para morir desnuda de colores.

Entonces llueve tu aire que perfuma,
tu recuerdo me llama, me comisa.
Pero quedas lejana sin amores.



Sólo me tuvo una noche

(Jotabé)


Me tala con las iras del espino
para dañar la calma con el vino.

Me deja su dolor de tiranía
con locura que nadie pararía,
soñé fugaz que su noche paría
la hija bella que al alma abrigaría.

Nada llegó a mis noches caminantes,
sigue lejana con besos galantes.

Su viaje me llevó por el molino
para dejarme el polvo que quería,
para volar con sus ojos viajantes.



Pesadilla opresiva

(Jotabé)


Con los requiebros de melancolía
volvía, cuando todo se abolía.

Los truenos de la noche figuraban.
Heridas de metralla capeaban
con voces de su guerra se enlutaban,
los gritos con sus truenos nos mataban.

La patria se vendía sin su dueño,
se iba la libertad con el ensueño.

Me alejé de la tierra que molía
las gargantas rebeldes que gritaban
y desperté, mintiéndole a mi sueño.



El circo

(Jotabé)


Llegan sonrisas cargadas en carpas,
llegan artistas sonando sus arpas.

Bajan las máquinas con forasteros,
sueñan con flores de sus caballeros.
Todos llegan con canto de jilgueros,
todos cantan historias de libreros.

Pastan estrellas como a sus quimeras
con los sueños de fama sin fronteras.

Asusta al cielo tu ira cuando parpas
y llegan lunas, chistes y carteros,
y la esperanza, flama en sus carteras.


Los trapecistas engañan los ojos,
Los dramaturgos ponen sus abrojos.

Es toda fiesta de dulces al pecho
con violinistas en su largo trecho,
fulguran carpas en su mismo lecho
buscándole a la vida su derecho.

Juglares buscan donde risa anida,
para tristeza abierta dar salida.

Malabaristas ríen sus enojos,
sigue el telón al corazón deshecho
y todo es cielo, con la flor de vida.


Los niños llevan sus ojos risueños
con blancas almas buscando sus sueños.

El decoro sin flor es tela y plisa
filtrando las dolencias con su brisa,
luego payasos, colores sin prisa
con la doncella que su verso bisa.

Esconden su alma cual silencio huido
y cortan risa con león y aullido.

Tapan poetas con rosas y leños,
trovas florecen con letra precisa,
y todos vuelven con pecho dormido.



Paraíso

(Jotabé)


Estoy temblando con las flores mías
Con los recuerdos dulces de los días.

Canto las rimas de sus adjetivos
Con voces limpias y los besos vivos
Sueño los campos tiernos, sensitivos
como simiente duermo en sus cultivos.

Vuelo como las aves a su nido
gozando con la tarde y su silbido.

Soy feliz sin el juicio de agonías
con la primicia azul de los festivos,
con la grandeza gris de bienvenido.



Decepción

(Jotabé)


Como se iba la luz del aire rojo
me quede oscurecido con su abrojo.

Fui recuerdo con toda la bravura
para su lloro, para su hermosura,
fui como verdor en la galanura
para las espinas de su espesura.

Todo lo dejaste con gran certeza
como queda dolor en la vileza.

Nada fue en la cama de nuestro antojo,
solo los caprichos de la amargura
con las viejas cepas en su tristeza.



Dios por ahí

(Jotabé)


Llevó sendero por su libre ledo
arañando las flores de su credo.

Caía como la espina confesa
atada con las hambres de la mesa,
sintió blandida su risa montesa
en oraciones que jamás las cesa.

Su campo verde floreció quimeras
con muertes viejas para sus riveras.

Dijo, vida de luz con carne cedo
cuando la vida nadie la regresa,
si Dios lo fueras, tú también la dieras.



Cartas vueltas

(Jotabé)


Acaricio los cielos en la noche,
con dulzura de canto, sin reproche.

Enjugan ojos con sabor a tiesta,
con vino, lirio de floral enhiesta,
es euforia fugada de la siesta
con delicias atadas a la fiesta.

Es un rocío de caricias sueltas
cazando besos con gotas disueltas.

Olimpo de caricias en derroche
combinan flor de rosa con hiniesta,
y aquel edén, me deja cartas vueltas.



Aventura

(Jotabé)


Te di los besos con piropo al aire
clamando vuelos para tu donaire.

La risa blanca volvió del añil
para siempre con su ilusión sutil,
dejó sonrisas con todo prensil
dibujando en el tiempo con buril.

La palabra compuso la ventura
y toda noche le dejó ternura.

Llegó de lejos ese duro taire,
quedó con duelo sangre sin cantil,
sin nada, sin amor, sin aventura.



A la ramera

(Jotabé)


Tenía casa sobre cruento barro
dormía necia con vaciado tarro.

Sombrías lunas, carga su almohada
con las noches amargas de la nada
y volvieron sus cuentos de casada
amargando la ría y la ensenada.

Su pecho mullido entro a la polvera
con el veneno inerme de la hoguera.

Festejaron monedas con el jarro
con noche, con dulzura cocinada,
dejando muecas viejas y ramera.



Sueños

(Jotabé)


Alguna noche con añejo labio
nació la mueca del gritón resabio.

Su gran figura de lúdicos juegos
vestían libres con los nardos ciegos,
así dormían con los pocos ruegos
las noches buenas, las de sus labriegos.

Así volaban nieves y sordinas
sonando rimas con las bocas finas.

Llegó su duende con azul enlabio
dejando tules con los claros fuegos,
dejando flamas con amor divinas.

 
     
   
     
 
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