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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
EDEL VATEIGNOTO VICENTE GONZÁLEZ PÉREZ
 
Poemas Página 02
 
Edel Vicente González Pérez

Edel Vateignoto Vicente
González Pérez

Cuba
Reside en Arico, Canarias
(España)

V Congreso Internacional de la Rima Jotabé San Pelayo Colombia

(Jotabé con estrambote)


En San Pelayo será el festival
que acoge al Jotabeísmo mundial.

Arranca la fiesta la dulce rima
donde dignamente alcanza la cima
acto que el vanguardismo legitima
y fulgor que a la gloria le aproxima.

Hoy les dejo mi abrazo jotabero,
amigos, llegados del mundo entero.

Acreditado evento cultural
gigante, que calidad no escatima
ha sido organizado con esmero.

Junto a ustedes espero
aunque no estaré de cuerpo presente,
de lo que suceda, estaré pendiente.



Las magas bobas


(Jotabem 33)


Engarzadas en peleas,
nigrománticas hebreas.

Montando grandes escobas
de innumerables arrobas,
conquistaron las alcobas
como despiadadas lobas.

Desparramaron hechizos
fulminando advenedizos.

Adictas a mañas feas,
infantiles magas bobas,
se arrojan a lagos suizos.



La jibarita rebelde


(Jotabé dodecasílabo)


La voz jibarita poeta y patriota
es sepultada con prisa en tumba ignota.

Con su cuerpo juvenil absorbe el río
bañando en pureza a su verso bravío,
mas, triste y fugitiva cae al vacío
y ecos etílicos la matan de frío.

Canta al amor la melodía serena
y a las mujeres por su libertad plena.

Julia de Burgos no prevé la derrota,
vence con su verso todo el desafío,
de la tristeza sin fin que lo encadena.



La poesía al alma redime


(Jotabé)


Cuando el dolor a mi pecho comprime
aguarda en silencio a la hora sublime,

Que el verso tallado busca salida
junto al consuelo en la justa medida
prometiendo una esperanza florida
al corazón roto por la caída.

Sólo los versos alivian las penas
y aclaran tinieblas cual lunas llenas.

El fértil poema al alma redime
dando al pobre la calidad de vida,
con días de luz y noches serenas.



Poesía con y sobre la palabra


(Jotabé octonario)


Fue el poeta Octavio Paz, Nobel de Literatura,
por su mente sensorial y apasionada escritura.

Busca en la palabra el has y el envés de orbe verbal,
ritmo que atrae y repele como el buen mago en ritual,
de poesía amorosa; sensual y a la vez visual
por la presencia inasible de la mujer ideal.

En su viaje reflexivo, Paz explora en el ensayo
donde puede cavilar y perfilar sin desmayo.

Octavio, influyente autor de México y su cultura,
su obra está entre las más grandes del trayecto universal,
poeta comprometido, nunca pasó de soslayo.



Las manos de mi hijo


(Jotabé con estrambote)


Sus fuertes manos asen el martillo
tal cual prenden un simple cigarrillo.

Las manos del constructor avezado,
perfilan losas del alicatado,
dándole simetría al encalado
y al azulejo sobre el atesado.

Desde niño dibujan historietas
escritas en décimas y cuartetas.

Sea este reto un tributo sencillo,
a las diestras manos del hijo amado
de verso ignoto por grandes poetas.

Y en mi musa las grietas
de su ida anticipada, sin sentido,
las sella el verso sin lugar a olvido.



El día fijado


(Jotabem 33 hexasílabo)


Un astro titila
y un alma vacila.

A ligero paso,
aborda un ocaso
limitado, escaso,
de estricto fracaso.

El día fijado
se ha adelantado.

Ansiosa vigila,
«la mitad del vaso
con rostro alelado».



Un árbol en el camino


(Jotabea)


Sombra y silencio brinda con frondoso follaje
el árbol de ancha copa sujeta a pardo anclaje.

Su brisa oxigenada socorre al caminante
que en busca de refugio del calor sofocante,
halla bajo sus ramas el soplo refrescante
y yace en la hojarasca mullida y confortante.

Un árbol en la senda semeja al buen amigo
que en las buenas y malas siempre estará contigo.

Los árboles dan vida, pincelan el paisaje
dueños de dulces pomas, de madera abundante,
del milagroso látex y alas largas de abrigo.



Garapiña


(Jotabea)


Felices son los sueños del niño más pequeño,
dueño de la mañana, la montaña es su empeño.

De buen ceño recoge, piñas en la cañada,
con un paño se amaña curando la arañada
que con saña el cogollo, daña su piel rosada
y con porte risueño deja la seña amada.

Añora su campiña cargado de morriña,
nada empaña un recuerdo, si el alma se encariña.

De origen tinerfeño vuelve a España el sueño
vestido en tinto añejo, de una viña preciada,
y bebe un buen coñac envuelto en garapiña.



De la naturaleza aprendí


(Jotabé Lauro Arriba decasílabo)


I

Una lágrima discurre fluida
desde aquella mirada perdida.

Un reloj que nunca se detiene
sin un muro que su tictac frene,
un mal, que a su objetivo se atiene
estricto, a lo que más le conviene.

Trivial será plañir o gritar
en lugar de aceptar o esperar.

De oro es el tiempo frente a la huida,
¡vívelo intenso, que el alma suene!
«al presente» para recordar.


II

Esa flor que al almendro sostiene,
de su fragilidad ella obtiene:

La valentía para invernar,
la memoria para recordar
que la invernada va a continuar
y sus alegrías va ensalzar.

Solo en el invierno florecida,
de ahí, lo efímero de su vida.

En diminutos copos mantiene
las conchas de almendras a brotar
detrás de la sedosa florida.


III

La naturaleza secular,
florece y enseña a valorar.

La pujanza en la justa medida,
de cada instante de nuestra vida,
de ventura y gracia distendida
alejada de estancia aburrida.

¡Que el amor en su juicio oxigene
y ansias de brillar desencadene!

Y en cada verso del alma hallar
el bálsamo que cura la herida
y del agudo dolor previene.



Culto, bribón y andariego


(Jotabé Octonario con rima leonina)


Creó el gran Lope de Vega, bajo un extenso universo,
la comedia que nos llega de lenguaje llano y terso.

Iluminando esa esfera brilla, Lope, envuelto en fuego
sin andarse a la ligera cambió las reglas del juego
haciendo que ésta fluyera con las flores del apego
asaltando la frontera de muros contra el sosiego.

Fue el teatro español, centro de dramas de corte manso
cada personaje adentro, llena de enredo el remanso.

Hoy disfrutamos la entrega, del legado tan diverso
que aquel ilustre escribiera; culto, bribón y andariego
y en Wiquipedia lo encuentro, tras buscarlo sin descanso.



Comida cubana


(Jotabem)


Para esta noche de fiesta
comida criolla dispuesta.

Se sirve el lechón asado,
arroz congrí combinado,
yuca bajo un aliñado
y el buen chatino dorado.

Aguafiestas en su rol
hablan de colesterol.

Y ante aquella mesa puesta,
para apetito obligado,
el gafe va de farol.



Flores mustias


(Jotabem heptasílabo)


Transidas por dolores
desfallecen las flores.

A mediados de enero,
resbaló en el sendero
y cayó al hondo estero,
el noble jardinero.

En riesgo su pujanza
la angustia les alcanza.

Perdidos su colores,
bajo el sol sin sombrero,
pierden toda esperanza.



¡Dulce Quinceañera!


(Jotabea)


No sólo por llegar a quince eres bonita,
tú, entre las bendecidas, eres la más bendita.

Por tus venas la rima portea los amores,
rociados por los versos en búcaros de flores
y en perfecta amalgama de brillantes colores,
pinta el atardecer, el alba y sus rumores.

Te rodea un gran coro de devotos poetas
recitando sus salmos cual místicos profetas.

¡Dulce Quinceañera! Tu aniversario invita,
al mundo de las letras, divos y trovadores,
a divulgar tu ser, incólume sin grietas.



Talento precoz


(Jotabé)


A Gloria Fuertes no la conocía
y hoy he descargado su biografía.

Me ha sorprendido su precoz talento
de pincel y lápiz, dibujo y cuento
y con su aguja e hilos en buen intento,
cosía sus libros de aquel momento.

Ante la injusticia social se queja
y en frases y coloquios la refleja.

Llenó a los niños de fiel fantasía,
de humor y garbo hasta el último aliento,
que en legado poético hoy nos deja.



Inocente delirio


(Jotabé octonario)


Me queman sus ojos ávidos, libertinos sin excusa
y la lujuria en los míos, le desabrochan la blusa.

El inocente delirio, toca el rubor de sus senos,
las ganas revueltas arden entre sus muslos morenos
y cabalgan distendidas en desvaríos sin frenos,
en el rítmico vaivén de los gemidos serenos.

Me enloquece la humedad de su apetencia anhelante
propicia a saciar la sed del ansioso caminante.

El contorno de sus curvas irguen la tímida musa
y abrasa el fuego carnal a los poetas obscenos
que escondidos se desnudan en los brazos del amante.



¡Adios 2023!


(Jotabea)


En vísperas de enero, bufa aún el verano
Papá Noel sin reno llegó en coche cubano.

En el tronco del árbol, dejó su cortesía,
variopinto atadijo de fácil factoría
dispuesto a convocar decepción o alegría
ora nobles, valiosos, ora de fantasía.

Llegan con el fin de año, tiempos de reflexiones
y abocados al nuevo, mejores intenciones.

Copas de sidra en ristre, chocan hacia el fin sano
de ilusión y esperanza donde tristeza había
y la vida transcurra, ¡cual dignas vacaciones!



Agridulces navidades


(Jotabé decasílabo)


Estas agridulces navidades
entre sus dolores y bondades,

Pujó el espíritu navideño
donde, Papa Noel, con empeño,
con bellos regalos de diseño
a muchos les cumplió el caro sueño.

Ebrias las penas alzan la copa
y dulce esperanza las arropa.

Matizado por medias verdades,
navega todo un mundo de ensueño
de velas blancas y viento en popa.



Espíritu navideño


(Jotabé hexadecasílabo)


De espíritu navideño, susurro místico de iones,
justo al llegar el invierno, se cargan los corazones.

Brillan luces de colores en el abeto esmeralda
y sobre buenos deseos la corona de guirnalda;
abrazamos al vecino sin dar a nadie la espalda,
sacros días especiales que la Nochevieja salda.

Estará presente el pavo de suculento relleno
y el cochinillo dorado con cualquier adorno es bueno.

Para excusar el banquete son múltiples las razones,
de liturgia o consumismo, sin dudarlo las respalda,
todo grupo familiar, reunido en hogar sereno.



El poeta de las trincheras


(Jotabé dodecasílabo)


Natalicio de María Talavera
el memorable escritor de alma guerrera:

Con versos de fuego por la libertad
él defendió palmo a palmo su heredad
y en el combate desde temprana edad
halla entre letras y fusil la equidad.

Cantó a la patria, a la madre y al amor
el guaireño, soldado y compositor.

Cual bardo épico espolea la trinchera
allí, prometió y cumplió a cabalidad:
«nunca sufrir de la esclavitud su horror».



Convulsa coyuntura


(Jotabé Rimipri)


Vivo en una coyuntura convulsa,
cautivo del odio, angustia y repulsa.

Aprensivo ante hediondos muladares
archivo a mi espalda tristes pesares,
esquivo estar en los mismos lugares,
supervivo en el tiempo y sus azares.

Decisivo es el lapso que dedico
concesivo, a versos en abanico.

Negativo ante la leyenda insulsa
activo, evito alborotos biliares,
revivo fuerzas y a nadie suplico.



El que plagia roba


(Jotabea)


Quien va a plagiar un verso, de un poema o su estrofa
es un analfabeto, de inicua mente fofa.

Porta en su degradada conciencia, pobre e impía
miseria que ante todos sobresalir ansía
torpe, subestimando la llegada del día
que el castigo ejemplar, pune su cobardía.

Los ladrones de versos cual ladrones de coches
vivirán en las sombras perversas de las noches.

¡Quién roba los derechos de lo ajeno se mofa!
Ninguna mente sana, su plagio leería,
su bote será náufrago, sobre un mar de reproches.



En pos de la Belleza


(Jotabé octonario)

«Cuando trota Platero, pisa con cuatro rosas,
pisa con cuatro luces, pisa con cuatro olas»
Juan Ramón Jiménez



Contó Juan Ramón Jiménez con la sublime grandeza
de encontrar entre las cosas la perdurable belleza.

Consagrado a su hermosa obra, vivida en la soledad
en su torre encastillado, persigue con ansiedad
la palabra primordial con el fin de hallar verdad
sobre algún goce exaltado, médula de integridad.

Reiterativa y monótona, la belleza en lucha inquieta
atormentada en su espíritu, gira en torno del poeta.

Una obra rica en antítesis sobre la naturaleza;
el inefable «Platero» roza la divinidad
del hombre que porta un Dios, autor de idea concreta.



Mi sombra

(Jotabea)

Me persigue una sombra sigilosa a mi espalda
de naturaleza ígnea, que al frío pecho escalda.

En las frías mañanas, camino hacia el naciente,
atenaza mis pies y doblega mi mente
acotando el caudal del goteo en la frente
apresura el ocaso del sol en el poniente.

Llegó al atardecer, hasta aquel monte umbrío
«el fugitivo instante que reposar ansío».

En la lóbrega noche la claridad se salda,
mi sombra son gemidos que atormentan la mente
achacosa y cansada, propensa al desvarío.




La fuerza de sus ojos


(Jotabé dodecasílabo)


Del destello cegador de su mirada,
llegó el primer beso al alma enamorada.

En sus ojos ámbar quedaron prendidos,
en secreto arrebato de los sentidos,
los «ojos de lobo» en trémulos aullidos
frente a un par de ojos negros sorprendidos.

Y pasará la vida entera de hinojos
cautivada por la fuerza de esos ojos.

Sufrirá una esclavitud justificada
bajo los ojos bravíos elegidos
para saciar sus más preciados antojos.



Mi niño


(Jotabé)


Mi niño me pilla cada mañana
con alguna deducción meridiana.

Sagaz interlocutor oponente
rey del diálogo precoz e incipiente,
su gorjeo busca el verbo fluyente
desde su aguda y prodigiosa mente.

Por mucho que en el tiempo me esforcé
nunca respondí todos los porqué.

Dio sentido a mi fuerza cotidiana
y muchos años después soy consciente
que de sus preguntas nunca escapé.



El ciclo de la vida


(Jotabé octonario)


Nos legó, Juana de América, su obra extensa y atractiva,
como el ciclo de la vida, de naturaleza viva.

Justo en «Lenguas de Diamantes» siembra niñez
[ vigorosa,
describe en «Raíz Salvaje» la juventud ardorosa,
en «La rosa de los vientos», la vanguardista virtuosa
y «Perdida» en la vejez de la noche dolorosa.

Todos sus versos arrancan de sus propias sensaciones
platica al árbol y al río, relacionando emociones.

Ella imprimió a sus poemas erotismo en forma activa,
cual vertiente capital de producción generosa
que le vio reconocida, proclamada ante naciones.



Loas a la esposa


(Jotabé)


Bendito aquel que ve en su compañera
el otoño fundido en primavera.

La legendaria e inmarcesible rosa,
siempre erguida, lozana, misteriosa,
de aromas delicados, primorosa;
cristal y roca, frágil y virtuosa.

No habrá nostalgias de reinos perdidos
ni temores de afectos escondidos.

Ella brillará espléndida a su vera
y cómplice de la luna sedosa,
cobijará sueños de oro cumplidos.



Embalsamo mis dolores


(Jotabem)


¿Perfecto? No, soy humano
y nunca he llorado en vano.

Si me siento triste escribo,
aunque a mi pesar percibo
que esperanzas no concibo,
por eso a veces me inhibo.

Aprendí de mis errores,
incluso de los peores.

Ya el cabello todo cano
mi pena en versos suscribo
embalsamando dolores.



Estrené hijo en enero


(Jotabem con estrambote)


Amanecí padre un día
y aún tengo esa alegría.

Fue una mañana de enero
cuando era un potro cerrero,
sin experiencia, fiestero;
¡Cuidé mi hijo con esmero!

De agudeza dada en filo
es políglota de estilo.

Sólo a él le confiaría,
«en este mundo tan fiero»
mi veterana alma en vilo.

Y tranquilo
disfruto de su experiencia.
¡Sólo anhelo su presencia!



Al poeta portugUés más universal


(Jotabé con estrambote)


Nació en la cosmopolita Lisboa
Fernando Antonio Nogueira Pessoa.

El bardo luso más universal
nos legó en su gran obra original
su divergente vida intelectual,
eximio hito, en cultura occidental.

De sus obras en vida, el portugués,
tres las publicó en el idioma inglés.

A sus divergentes «yos» va mi loa
en justo homenaje al vate inmortal
de heterónimos de porte cortés.

El mayor interés
de su personalidad aprensiva,
crear otras de imagen atractiva.



Se rebela el verso


(Jotabé Alfa)


Amotinado contra el propio autor
busca el verso mitigar el dolor.

Calmado se escuda en cada poema
del fogonazo que a la estrofa quema,
escamotea esplendor a la gema
facilitando en la esencia suprema:

Garantías de un contorno diverso,
hilando imágenes en su universo.

Iluso aspira a seducir la flor,
justificar su sensible dilema
kilometrando cada paso adverso.



A mi único hermano


(Jotabé decasílabo)


Sólo tuve en la vida un hermano
y de él quedé huérfano temprano.

Se fue pronto cual ave de paso
revoloteando en vuelo raso,
cuando aún rojeaba el ocaso,
vertió la última gota su vaso.

Pagó caro el boleto de ida
de la tercera edad incumplida.

Lo tengo en mi pecho tan cercano,
«que evocando su dolor me abraso»
siete años después de su partida.



Homenaje a Lope de Vega


(Jotabé eneasílabo)


Desde el Siglo de Oro nos llega
el gran Félix Lope de Vega.

Entre sus obras destaca una,
la ilustre «Fuenteovejuna»
rebeldía bajo la luna,
poder común como ninguna.

En la búsqueda del honor
lucha contra el comendador.

El juicio colectivo brega
y derriba de la tribuna
a aquel feudal abusador.



El fuego bajo control


(Jotabem Agudo con estrambote)


El hidroavión roció
y con amor extinguió.

La luz letal del dragón
que atroz, brutal sin razón
calcinó el sin par pulmón
del pinar en la región.

Se convocó un buen plantel
que al mal no le dio cuartel.

Abrió el portón y encerró
el llamear fanfarrón
que contendió por su piel.

El club fiel
cesará su actividad
con la total humedad.



La flor en mi jardín


(Jotabé)


Tímida al alba una flor asomó
y su etílico néctar ofreció.

Tú eres aquella perfumada flor,
en tus pétalos encontré el amor
que embalsamó mi crítico dolor
y me cautivó con gracia y candor.

Instalada al centro de mi jardín,
provoca celos al blanco jazmín.

En un santiamén mi vida cambió,
fácil recobré el perdido valor
entre etéreos besos de carmín.



Las campeonas del mundo


(Jotabé dodecasílabo)


Lo que hasta hace muy poco era una rareza
ha devenido en la estricta realeza.

Ninfas hereas surcan la eternidad,
niñas bellas ante la inmortalidad
su dorado lauro en majestuosidad
es futbol femenino en vistosidad.

Se instala triunfal en la cima del mundo
«La Roja», hermosa con su triunfo rotundo.

Fue el zurdazo de Carmona la proeza
que transformó el gran sueño en realidad
y abrió el camino a la gloria en un segundo.



Onceno Aniversario


(Jotabé críptico tetradecasílabo)


Oen trotus abrazos niyo verdisfruté
samás riode sulo manque onnunca cesoñé.

Secorindón reque nalima conaspereza
vibuenaventura venen ciala dostristeza
macariño yolibre resde toaltiveza
manexcluyendo doaquella masimpureza.

Aplácido cuerrecorro dosel quecamino
desanhelando aentrada cueral dosdestino.

Confortuna feamplia laatesoraré
verelimino dadesa brinintrinsiqueza,
dacon tranuna quibotella lide dadvino.


Mensaje Críptico

Otro aniversario, suman once. Serena convivencia, dos mayores tomando más acuerdos que desacuerdos.
Con fe, la verdad brinda tranquilidad.



Mensaje Troncal (Jotabé eneasílabo)

En tus brazos yo disfruté
más de lo que nunca soñé.

Corindón que lima aspereza
buenaventura en la tristeza
cariño libre de altiveza
excluyendo aquella impureza.

Plácido recorro el camino
anhelando entrada al destino.

Fortuna amplia atesoraré,
elimino esa intrinsiqueza,
con una botella de vino.



El mar y el fuego


(Jotabé con estrambote)


La ira del mar moja la montaña
con sus frescas aguas al fuego baña.

Ofrece su copa llena al bombero
carga sus pipas a paso ligero,
con pericia el laborioso abejero
intenta pastorearlo a un potrero.

Fuera de control la bestia salvaje
amenaza con cambiar el paisaje.

Crea su propia atmósfera y con saña
hace del monte su gran pebetero
reduciendo a cenizas el paraje.

Rindo humilde homenaje
a todos los que se dejan la piel
para salvar tan hermoso plantel.



El año que se torció la vida


(Jotabé octonario)


En el año dos mil veinte se torcieron nuestras vidas
desperdigadas palomas, van familias divididas.

Ramas con dispersas hojas que el viento movió a su
[ antojo
se hizo tortuoso el camino, presto echamos el cerrojo
y ante el cajón adosado, cae el atardecer rojo,
todo el mundo añora el alba desprovista del enojo,

que provoca el mal que acecha, mientras la vida se comba,
se torna en tiempo a la espera del final de aquella tromba.

Tres largos años después sin restañar las heridas
y dando palos de ciegos solo vemos el rastrojo,
pobre misión del trivial, que en su carencia se abomba.



Sueños y Razón


(Jotabea)


«¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía? eres tú».


Son palabras trilladas, decía aquel profano,
no veía en la espiga, la importancia del grano.

Ignorando el respeto que el poeta atesora
por las hermosas rimas de una obra bienhechora
romántica, intimista, corriente fundadora
poesía moderna, que en España transflora.

De sueños y razón, de ideas y lenguaje
lleva ricos y pobres en lírico bagaje.

Gustavo Adolfo Bécquer, humilde sevillano
con «Rimas» y «Leyendas» al hispano enamora.
¡La lírica española, tuvo en Bécquer su anclaje!



Sepia y blanco


(Jotabea con rima leonina)


Aunque no esté en ambiente, profeso mi derecho
a votar con la gente, como siempre lo he hecho.

Los sobres sepia y blanco camuflan el color
para que el trivial franco, confuso y con temor
salte por el barranco de la duda al dolor
si quiebra el sopalanco, su vida, va a peor.

Político y borracho, con su rumbo al final
hierve en el mismo tacho: centro, izquierda..., da igual.

Con promesa inocente para sacar provecho
vendida en un estanco con imagen de actor
y desde un buen despacho, se incrementa el caudal.



A mi hijo sexagenario


(Jotabea)


Al cumplir sesenta años, mi hijo sexagenario
no supone ser sabio, ni menos necesario.

Cumplir sesenta otorga la plena integridad
o tal vez atributos de la senilidad,
de adulto vulnerable, con discapacidad
mas, cumplir los sesenta, trae serenidad.

A los sesenta pierdes, el trayecto en el mar
si siempre vas por tierra, no sabes navegar.

Aún no eres anciano ni te espera un calvario
los sesenta abren puertas de solidaridad
a la tercera edad, que vas a disfrutar.



Triste andadura


(Jotabé Estructura tridecasílabo)


Asoma a su vida la profunda tristeza,
ahogada y sola por su propia flaqueza.

Bien por Rosalía,«Los cantares gallegos»
bordó como nadie la campiña y labriegos,
brindando en sus letras melancolía y ruegos,
basada en la influencia de sus desasosiegos.

Conmovida su alma, defendió con su pluma
cuitas de mujeres, perdidas en la bruma.

Amó aquella madre con toda su firmeza
baluarte y cariño de sus anhelos ciegos,
cantados en versos, que la añoranza abruma.



El tiempo


(Jotabé eneasílabo)


El aire seco se enrarece
aquel ciprés ya no se mece.

El polvo el viento no arrebata
hoy hielo, mañana fogata,
somos los zombis de hojalata
que algún dios fiero nos maltrata.

Somos cabezas sin sombrero
esperando el buen aguacero.

Que la árida tierra merece
tal que sus carencias combata.
¡La sed halla el abrevadero!



La pena que no sé gestionar


(Jotabé eneasílabo)


Desangra mi pecho una pena
que no se proyecta serena.

La punta mortal de una daga
que el dolor expande cual plaga,
con lágrimas el filo enjuaga
y en cada huella deja una llaga.

Ni el verso convoca el aliento
para embalsamar el tormento.

Se ase cual mandíbula de hiena
que a mi tranquilidad amaga
con lanzarla hacia un final cruento.



El cenote


(2 Jotabems)


I

Un halo de luz azul
en telarañas de tul.

Ilumina la cisterna
donde la humedad eterna
la biodiversidad tierna
en mitad de la caverna.

Es una típica cueva
que un río oculto la eleva.

Cerca del gran abedul
la carretera se interna
hasta la gruta longeva.


II

Donde un hermoso cenote
con almas mayas a flote,

Y poca profundidad
con la posibilidad,
y buena oportunidad,
para un baño en libertad.

Nos hechizan alma y ganas,
aves, helechos y lianas.

La luz facilita el brote
con porte, vistosidad
y aguas calmadas y sanas.



Árboles en la plaza


(Jotabejo Oriental Müki)


Las avecillas comen en pleno vuelo. Calles desiertas.
Aves canoras en las ramas del pino. Puertas abiertas.

Salamanquesas, se alimentan de insectos. Ocaso rojo.
Techo de tejas. Árboles de colores cerca del tojo.
Balcón abierto. Culebras merodean por el matojo.
Hogar sin humo. La pertinaz llovizna, provoca enojo.

En el follaje, destacan piñoneros. Balsa con agua
A ras de suelo, pinzones en los nidos. Palma sin yagua.

Aves canoras en las ramas del pino. Puertas abiertas.
Hogar sin humo. La pertinaz llovizna, provoca enojo.
A ras de suelo pinzones en los nidos. Palma sin yagua.



¡Feliz! «Día del padre latinoamericano»


(Jotabem)


Hoy me atan dos regocijos:
el abrazo de mis hijos.

Y celebro el día de
la «Gran Rima Jotabé»,
cargado de buena fe,
con versos de amor labré.

Hoy, como «Día del Padre»
hice que el domingo cuadre.

Caminando los cortijos
como nunca imaginé,
evitando algún desmadre.



Los dinosaurios


(Jotabé tridecasílabo con estrambote)


Desde pequeño observé en el jardín los saurios
y a la orilla del río los emidosaurios.

Al feroz dinosaurio no lo conocía
pero gracias a la paleontología
que excavando halla el elemento que nos guía
hacia este organismo que en la tierra vivía.

Armando esqueletos de lagartos terribles
y los detalles de sus dominios creíbles.

Extintos en la prehistoria los dinosaurios
despiertan un gran interés en nuestro día
por referencias culturales infalibles.

Sus facetas temibles:
Espinosaurios tamaño, voracidad
y el velociraptor garras, velocidad.



El día de


(Jotabem)


Escribir versos con rima
a veces a mi me anima.

Luego escribí un jotabé
no salió como pensé,
pero yo no me alarmé
y a su luz me acostumbré.

No es un rimar por rimar,
siempre hay algo que contar.

Hecho que libre, redima
y defina «el día de»
la estructura a festejar.



Tajinaste del Teide


(Jotabé octonario con rima leonina)


Titánica entre la bruma, su magnificencia abruma
y un mar de nubes de espuma, por su cono hueco fuma.

Tiñen su falda de hinojos, fieles tajinastes rojos
como la sangre de añojos, colorean los matojos
entre las piedras y abrojos, cual espejismo a los ojos
que los ven sin anteojos y en un mes serán rastrojos.

Florece en la costanera del Teide en la primavera
y codiciosa a la vera la ansiosa abeja la espera.

Hoy pinta en versos mi pluma, la miel floral que perfuma
la magia que mata enojos, en explosión de sonrojos,
de esta flor, lanza puntera, sin esperar a que muera.



La envidia


(Jotabem)


Veo la tristeza en tu alma,
la furia vence la calma.

Mortal veneno a tus huesos
es la envidia en sus excesos,
tus afectos quedan presos
devanándote los sesos.

Lo ajeno tu mente embota
y la perversidad brota.

Su rabia la fe desalma,
finiquita los progresos
y presagia la derrota.



Desde Positano


(Jotabem heptasílabo)


De tour por Positano
tomados de la mano.

Siguiéndoles sus huellas,
con fulgores de estrellas,
van las dos niñas bellas
cual atentas doncellas.

Hierven la dicha ufana
de la magia italiana.

¡Qué delicia cubano!
Disfrutas junto a ellas
en costa Amalfitana.



Ora la espada, ora la pluma


(Jotabé Tridecasílabo)

«Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero»
Garcilaso de la Vega



Insigne poeta y militar toledano
espada y pluma blandía en su firme mano.

De los grandes de la poesía española
su obra, las técnicas del soneto acrisola,
los versos líricos de Boscán extrapola,
con nitidez y espontaneidad enarbola.

En corta obra de Garcilaso de la Vega,
su gran legado renacentista, nos llega.

Trae la métrica italiana al castellano,
el endecasílabo al amor laureola
y por la léxica petrarquista navega.



Piñoneros de Doñana


(Jotabem Kigo)


De excursión por Doñana
una semana.

Vi pinos piñoneros
crecer en areneros
rodeados de esteros
de pie costeros.

En invierno maduran,
su acopio apuran.

Naturaleza llana,
sus bosques y calveros
juntos perduran.



Homenaje a Gabriela Mistral


(Jotabé hexadecasílabo)


Ganó el Nobel de Literatura: Gabriela Mistral,
excelsa en la poesía femenina universal.

Primer autor latinoamericano justamente,
la maestra humilde de aula de calle y patio presente,
su mejor clase y cartilla: el ejemplo de la docente,
y sus versos de ensueño que llegan a toda la gente.

Una poetisa de dos mundos y dos sentimientos:
la intimidad y la solidaridad, sus fundamentos.

Fue referente y gloria de las letras del Chile austral
y defensora de la igualdad, marcando un precedente,
aborda el rol de la mujer desde sus mismos cimientos.



Un sueño hecho realidad


(Jotabé octonario con estrambote)


En el libro yo aprendí, las letras y a ellas leer,
conocí un mundo de ensueños y el cerebro echó a correr.

Disfruté con la hermosura de un antiguo manuscrito
y entonces lo hice mío aunque, pluma ajena lo haya
[ escrito,
inefable transmisión de un vehículo infinito,
da respuestas a mis ansias y mis dudas finiquito.

Busqué la idea en mis versos soñadores y sedientos
y la humilde antología de Ánfora de Sentimientos.

Del fruto de mi constancia surge obra para crecer
embriagado en la esperanza que en sus tripas deposito,
sin ánimos de lucrar, ni por reconocimientos.

Recuerdo los momentos
cuando al fin pude hojear mi musa en folio editada
y tantos libros leídos la mantienen inspirada.



Primaverano


(Jotabé eneasílabo)


Estamos en primaverano
triste la flor, seco el pantano.

Y la gota que reverdece
ni por si acaso allí aparece,
el ciprés al viento se mece
y en las calles algo se cuece.

¡A donde fuiste primavera!
Hoy sólo eres una quimera.

La mies se quedará sin grano
el precio de la compra crece
y menos sueldo en la chequera.



La reina de la noche


(Jotabé octonario con versos franceses, rima doble y estrambobe)


Muchos cantan a la luna y otros la sueñan tribuna
o ven la efigie lobuna, que el ocultismo premuna.

La señera luna es faro, del pobre sin luz amparo,
le dibuja al monte un aro como contorno de un claro
con matices que equiparo con los del iris más caro
y ante su primor me azaro y allí mis votos declaro.

Prenda cuando en el mar riela sobre el hervor de la estela
y la suave onda niquela con galas de lentejuela.

Me hallas en el mundo luna, mi poema, mi fortuna
y en mi verso no enmascaro nada que de ti acaparo,
mi ávida pluma hoy anhela la luz que en las noches vela.

Por donde el cocuyo vuela
Espejado en la laguna junto a la garza moruna
que a sus polluelos acuna sobre la riba oportuna.



Día de la Mujer


(Jotabé acróstico Sérmico)


Hoy para mí no es un día cualquiera
brindo por la blanca flor que me espera,

Por el candor que emana su alma pura,
la cálida fuerza de su ternura,
mujer, es con tu celo y tu bravura
que restañas las heridas sin cura.

Nuestra poesía en versos desgrana
vida y vehemencia ante tu ventana.

Con jazmines frescos darte quisiera
aromas tales, que con su dulzura
embalsama, la colmena cercana.


Acróstico: Hoy brindo por la mujer que nuestra vida con aromas embalsama.



Andrés Bello


(Jotabé)


El gran humanista venezolano
enriqueció el idioma castellano.

En «Silva a la tórrida agricultura»
nos deja, Andrés Bello, fiel bordadura
del brote tierno, la fruta madura,
y el rebaño paciendo la verdura.

Imágenes que el castizo erudito
filólogo y escritor expedito.

De origen latinoamericano,
versado en la gramática y cultura
legó al mundo en inmortal manuscrito.



Agrios celos


(Jotabé acróstico)


Amargo el camino que ahora sigues
Gastando tu amor en lo que persigues.

Restaña el dolor en tu herido seno
Impregnándolo de letal veneno,
Obviando el fraterno ambiente sereno,
Salvado si sólo tiras del freno.

Celos, esos verdugos sempiternos
Encienden almas buenas en infiernos.

La ponzoña que en error no mitigues,
Obstaculiza todo aquello ameno,
Surgido de los momentos eternos.



Piedra Gorda. Naturaleza viva


(Jotabea)


Un verde paraíso de eterna primavera
de cedros y algarrobos, reino de la palmera.

Allí se carcajea, misterioso el arriero,
vuela bajo el zorzal, construye el carpintero
mientras trina el sinsonte, se ceba el sabanero;
ritmo de la floresta que embelesa al montero.

Crecí amando esa roca que se empina hasta el cielo
escalé su ladera partiendo del riachuelo.

¡Oh! Piedra Gorda hermosa, guardia de la pradera
mi alma sube la cuesta, con versos de sendero
de estirpe campesina, sobre ti los cincelo.



Amor herido


(Jotabea)


Aquel amor herido mira el mar a distancia
desde una soledad pringada en abundancia.

Lo envuelven la tristeza, falsa melancolía
y hasta la tremebunda separación sombría,
juega con avatares, ayes del día a día
ante el agudo insomnio de cada noche fría.

Se ahoga en su aflicción por el tiempo perdido,
llora a escondidas cuitas, con figuras de olvido.

Lleva como divisa lealtad y constancia
y en los remolinos de su demencia fulgía
una luz salvadora que lo dejó prendido.



Los suaves roces de su boca


(Jotabem)


Suaves roces de su boca
cortejan la noche loca,

Beberé miel de su fuente
en desvarío demente
y disfrutando el presente
hasta quedarme inconsciente.

Como pétalos de rosas
sustenta a las mariposas.

A mi alma en celo trastoca
y en un delirio ferviente
hiende las capas brumosas.



Lorca, talento cercenado


(Jotabé tridecasílabo)


Veo como la víbora su cola amaña
simulando una taimada y soplona araña.

Su fanatismo vil engulle al ruiseñor
de cante hondo, llanto de guitarra al clamor,
caza la fuente de la vida y el amor,
derrochando arte inigualable en su fulgor.

Océano de vida intensa, vehemente,
cortada por la muerte injusta, improcedente.

¡García Lorca, grande entre grandes de España!
Con su arte y sus letras de estilo rompedor
invade hasta el último rincón de mi mente.



14º Aniversario de la Rima Jotabé


(Jotabé dodecasílabo)


En el decimocuarto año jotabero
Latinoamérica y el mundo entero,

Goza la rima liberalizadora,
dulce estrofa al verso clásico edulcora,
enamora al bardo, intensa, seductora
y a la poesía su magia incorpora.

La he abrazado como a fiel compañera
que cada mañana en mi rincón me espera.

¡Felicidades a todo aquel trovero!
Que en la Rima Jotabé su verso aflora,
como el brillo de la rosa en primavera.



Ven conmigo


(Jotabé)


Si estás dispuesta a caminar conmigo,
y aceptar mi corazón como abrigo.

Ven a mis brazos y hazlo sin temor.
si te urge gritar, grita con amor,
si el caso es callar, calla sin rencor,
si vas a reñir, riñe con honor.

LLeva el amor y haz lo que te apetezca
riega el edén para que éste florezca.

Yo marcharé codo a codo contigo
plantaré barreras contra el dolor
e impediré que el buen sol oscurezca.



Absurdo


(Jotabé)


Como abolsamiento de fuego y nieve,
el ansioso corazón no se mueve.

Un ilógico amor, tierno y violento,
juicio ardido, cobarde pensamiento;
en su viva fuente, muere sediento
el dolor dulce amargo que hoy yo siento.

Dentro de mi entraña padece y canta;
armonía estridente en su garganta.

Cede a la onda del mar eterna y breve
en rachas de calma o rachas de viento,
de lo oscuro, espuma blanca levanta.



Cierra el balcón al mar


(Jotabé)


Frente al balcón se exhibe el mar sereno
¡cuántos trastos ocultará en su seno!

Adherido a la inmensidad del cielo
disimula calma frente al abuelo,
que da la espalda sin figurar duelo
yendo en pos de un nido pegado al suelo.

Añorará la brisa tempranera
de aquel lugar que siempre es primavera.

Reservó un rincón que además de ameno
satisfará su otrora gran anhelo
la dulce paz que a sus versos bruñera.



San Miguel de Tajo Rincón hermoso y querido


(Jobabé)


Por el sendero que bordea el mar
veo botes a punto de zarpar.

Radiante sol caldea el barraquillo,
la pajonera no pierde su brillo,
la tabaiba orna los bordes del trillo,.
y el azul marino ondula un barquillo.

Es la eterna alba de los ronroneos
marinos diestros a por sus trofeos.

Acción diaria del mágico lugar
de casas blancas de paja y ladrillo
y puertito de pesca y marisqueos.



Singular poetisa


(Jotabé decasílabo)


La blanca y solitaria paloma
de íntimo zureo, al sol no asoma.

Es, Emily, prolífica poeta,
de versos cortos, rima incompleta
guardados en singular arqueta,
saltan e iluminan el planeta.

La pasión que hay en su poesía
la encumbra a los grandes de su día.

Esta genial poetisa aploma,
sobre aquel panteón, su silueta
¡y entre grande soles refulgía!



La mujer que amo


(Jotabem heptasílabo)


Esa mujer que yo amo
es de rosas un ramo.

Chispa de sol ardiente,
liberación urgente,
del grillete furiente
que enardece mi mente.

Surtidor de agua fresca
mis lágrimas refresca.

Se anticipa al reclamo
de mi beso ferviente
furtiva y picaresca.



Fiestas navideñas


(Jotabé octonario)


Cuando avizoro diciembre, mi reto es la Nochebuena,
compro gambas y mariscos más el postre de la cena.

Nunca falta en Navidad, el rico pavo relleno
la yuca, el lechón asado, y el arroz congrís moreno,
una uva por campanada, de sidra el brindis ameno
y me pilla el año nuevo con el estómago lleno.

Comen, beben y festejan, todos con gran dignidad,
el año nuevo que llega, desde la natividad.

Al banquete arribo fiel, la tradición me lo ordena
y como cada año ocurre, siempre algún presente estreno
¡Feliz día de los Reyes! y antes ¡Feliz Navidad!



¡Feliz Navidad!


(Jotabé eneasílabo)


Hoy toma el relevo el invierno
y todo se vuelve fraterno.

Sonríe la calle que estrena
sus guirnaldas de nochebuena
y el halo de una estrella plena
embelesa el alma serena.

De obsequio no aspiro a una gema
mi regalo: amor, un poema.

Un árbol de luces eterno
que haga la vida más amena
y una oferta de paz extrema.



Aflora el poema


(Jotabé eneasílabo)


Cuando un verso blanco marfil
corteja la imagen sutil

de tenue concha nacarada
que se insinúa enamorada
con sus labios de miel armada,
te hiere en letal estocada.

Al momento, el poema aflora
del beso que su labio añora

cuando la luna llena a abril
raya la sombra en la explanada
y el bardo la lira colora.



Orgulloso de ser hombre


(Jotabé octonario)


De muy pequeño en la vida conocí en mi padre al hombre
de voluntad infinita, firmeza y bondad sin nombre.

Me guio para ser un hombre respetuoso y muy sincero
para todas las mujeres, un galante caballero,
herencia que he trasmitido con amor a mi heredero
y a cuatro nietos varones que la cumplen con esmero.

Se hallan en el hombre errores, lógicos de humanidad
y abnegaciones sutiles, propias de divinidad.

Vivo orgulloso como hombre, nada existe que me asombre
escribo versos de amor a la hembra que bien venero
y es mi divisa el tesón por la genuina igualdad.



Querido Pablo


(Jotabé)

homenaje al gran cantautor cubano


Amó su isla el trovador caribeño
que hoy el hado envolvió en lúgubre sueño.

Quedó el breve espacio de aquel que fuera
de la nueva trova la primavera
la novia que nunca tuvo lo espera
y llena su sitio la vida entera.

Legado armónico en sonora banda
su emblemática balada a Yolanda.

¡Pablo amado! Genio desde pequeño
hoy tu trova intimista sin frontera
herida por tu partida se agranda.



Cumpleaños de Carlitos


(Jotabem)


Hoy cumple años mi Carlitos
de entre mis nietos bonitos.

A su espalda tranquila
carga en discreta mochila
todos los sueños en fila
que en su corazón apila.

Elisa su bella esposa
paciente le aguarda hermosa.

Un ramo de clavelitos
mientras su manta deshila
feliz, sonriente y dichosa.



Homenaje a Manuel Machado


(Jotabé octonario con doble rima igual)


Sensible, Manuel Machado, bardo noventaiochero
al modernismo esposado con alma de saetero.

Muy poco yo conocía de su hermosa poesía,
de singular utopía y ambigua ideología,
con sencillez y armonía sus versos de oro escribía
y es su cante día a día, cantares de Andalucía.

Eclecticismo poético, de aquel modernista estético,
de un intimismo magnético, surtido de valor ético.

Por el hermano eclipsado, vuelve al tablado coplero,
al donaire y la alegría del pueblo donde vivía
y cual auténtico bético, publica un salmo profético.



A la sombra de un árbol


(Jotabea)


Cuando yo era niño más de un árbol sembré
se irguieron lujuriantes y nunca los talé.

De sus ramas copiosas vi caer una flor
sobre el manto mullido de hojarasca en sopor
cobija de hormigueros, provocando estupor
la caída del pan con aroma y dulzor.

A la sombra de un árbol, hallas tierna quietud
y el aire fresco y puro renueva tu salud.

Hoy pateo los montes y nunca saciaré
la avidez por su abrigo, ni el derroche de amor
que ellos nos proporcionan dada su infinitud.



En nuestro décimo aniversario


(Jotabea con estrambote)


Yo sabía que estaba, que a mis brazos vendría
Sé que en sus bellos ojos mi dicha construía.

Antes de aparecer la sentía en mi entraña
como algún semidiós que mis súplicas taña
remedando el paisaje de un bosque con cabaña
cuando del castañero, caía una castaña.

Era octubre, en el cielo fulguraba la luna
brotó del viejo tronco la rama con que acuna

a mi alma amenazada, la extinción la cubría
con bálsamo de aromas que la herida restaña.
adornando mi cielo con visos de fortuna.

Era la hora oportuna,
Dos almas anhelando su regazo amoroso
con la esperanza auténtica de un sereno reposo.



Los niños, pujante relevo


(Jotabé octonario con doble rima)


Cuando un niño ha descubierto su raciocinio despierto,
halagado por su acierto desdeña todo lo incierto.

Simboliza la esperanza, la pureza, la confianza
del relevo en su pujanza forjado por la útil crianza
que a temprana edad afianza la organizada enseñanza
inclinando la balanza del reemplazo que avanza.

Le toca al hombre maduro cincelar al del futuro
su quehacer será duro llegando a un efecto puro.

Sí, peino canas, es cierto por ello mi tiempo invierto
sin ánimos de mudanza, creando una firme alianza
en un ambiente seguro que de luz a un mundo oscuro.



A Alfonsina Storni


(Jotabé)


Con la fuerza de la madre soltera
su pasión no conoció la frontera.

Dejó un legado de versos hermosos
vehementes, dignos y poderosos
transitan por el modernismo airosos
entre los ilustres y más famosos.

Nombrar de Alfonsina el mejor poema
es todo un reto y mi mayor dilema.

Mas en, «TÚ me quieres blanca» libera
su enfado ante machistas presuntuosos
que no advierten la joya en la diadema.



Los libros


(Jotabea con estrambote)


Los libros siempre han sido mi fiel y único vicio
los pilares de lujo que sustentan mi juicio.

Pobres libros casuales me enseñaron historia
y a conmutar mis miedos camino a la victoria
cultivando la pródiga quimera narratoria
embelesan mi mente con épocas de gloria.

Estos libros consuelan y enriquecen la vida
la preparan, redimen y restañan la herida.

Leer un buen libro es inefable ejercicio
que agita las imágenes, refresca la memoria
y señala en la mente la flecha de salida.

Y ante obra conocida
a pesar que provenga de inspiración ajena
me parece nacida de mi prosa serena.



Floreció mi sueño


(Jotabejom)


Cuando inhumaste la duda
brilló la verdad desnuda.

Floreció mi caro sueño
al amanecer risueño
de un romance sin diseño
que no flaqueó en su empeño.

¡Cuánta dicha el alma alcanza
entre flores de confianza!

Brilló la verdad desnuda
que no flaqueó en su empeño
entre flores de confianza.



Nos fuimos de belingo


(Jotabem jitanjáfora)


Enante ya era domingo
y nos fuimos de belingo

Y fue tal la carajera
que arripia el pelo a cualquiera
cuando aquel peyo allí afuera
esmochó contra la acera.

La chaflija me tenía
tragabaldas todo el día.

Como ya nada distingo
furrungueo en la mecera
la tonaida desabría.



Cuando los años pasan


(Jotabé)


Hoscos los años me pasan la cuenta
mi senilidad por días aumenta.

Me cargan la angustia y el desespero
por los tantos errores que enumero
a los que me aplico con mucho esmero
y aún cuesta conseguir lo que quiero.

Rastreo en el verso amigo el consuelo
que amante amortigüe el creciente duelo.

Pero cuando pasas por los setenta
la espada ágil del otrora guerrero
ya no levanta su punta del suelo.



La campiña cubanana


(Jotabejo oriental hokku)


Bajo algarrobos le brotan al cafeto sus blancas flores,
Orlan el risco jazmines y amapolas, finos olores.

Brota el capullo del corpulento almendro junto al potrero
Es primavera, trina el sinsonte alegre, como un jilguero,
Ramas cargadas con los mangos maduros buscan
[ frutero,
La gran campiña da vida a los arbustos y al abejero.

Detrás del roque destacan las palmeras y mariposas.
De rojo viste la mariquita en vuelo de alas sedosas.

En la alambrada la colmena de abejas lanza rumores
En primavera la campiña cubana, da buen agüero
Anaranjadas caléndulas perfuman, vegas hermosas.



Reclamo de unidad


(Jotabea)


Veo tantos matices, en coloso amasijo
de razas que se juntan, prole que Dios bendijo.

Solo con amor se une, la gran diversidad
de lenguas y culturas, de nuestra humanidad
quebrada por el odio, guerra y rapacidad
y que imploran urgente, los visos de unidad.

Cruel plaga es el racismo, priva de paz al mundo
cual peste conmociona, con su empeño iracundo.

Juntemos nuestras manos, plenas de regocijo,
en una fortaleza, de solidaridad,
amistad, adhesión, y un apoyo profundo.



Burla del destino


(Jotabea con doble rima)


Se extingue ágil la llama, que al alma fría inflama,
congela nuestra cama, mojando hilos en trama.

Soberbia que cercena, la paz del alma buena,
tortura es que condena, con cantos de sirena
empática ella entrena, la furia que almacena
la causa de la pena, que al mal desencadena.

La burla del destino, con niebla en el camino
al ave troca el trino, de muy sano a dañino.

No existe en este drama, dolor letal al que ama,
la vida va serena, pacífica y amena
cazando otro destino, de fe y amor genuino.



Jotabero orgulloso de serlo


(Jotabé)


A retazos, íntimo y confidente
arriba el verso súbito a mi mente

en estrofas sus anhelos libero
fundo rima cual perla de joyero
que enciende una llama en el pebetero
anclada en el pecho del jotabero.

Tan solo abre un jotabé y al leerlo
por su encanto vas a reconocerlo.

porque cada jotabero emergente
aquí y alrededor del mundo entero
está feliz y orgulloso de serlo.



Cambio climático


(Jotabé)


¿Cómo ayudar a nuestra tierra amada
por llamas enardecidas quemada?

La naturaleza se reveló,
sequía y terremotos provocó.
su atmósfera mermada intoxicó
y la luz solar con saña atacó.

Deviene en terrible cambio ambiental
que afecta la vida a nivel global.

Venzamos el mal en lucha abnegada
plantemos los árboles que perdió
y usemos su energía natural.



Luna de fresa


(Jotabé)


Ven hermosa superluna de fresa
acerca tu luz, siéntate a mi mesa.

Enciende el comedor con nueva vela
sé luz sana que a las penas consuela,
estás aquí, abandona la cautela
¡Estrella hermosa que sobre el mar riela!

De tan cerca me siegan tus albores
flor del cielo que acaricia las flores.

Plenilunio de amor que no regresa
y la próxima primavera anhela
elevar en vuelo trinos de amores.



Sí te quiero


(Jotabé)


Suspira el corazón enamorado
por los ojos moros que le han privado

la paz, la serenidad y el sosiego
porque más que mirar besan con fuego
y excitan al humilde casariego
que no ve el amor como un simple juego

le dejan la puerta abierta en febrero
al presente enfundado en un joyero

que el alma anhelante que han cautivado
vencido el turbador desasosiego
de hinojos lo promete en un te quiero.



Nada personal


(Jotabé)

Toca mi puerta abierta sin temor,
me embriaga el aroma de aquella flor.

Su boca harta la sed del peregrino
escancia la copa con el buen vino,
en arrebato de instante divino
sin nada personal en el camino.

Como en un sueño ella se acercó a mí,
sin meta tras aquel sueño corrí.

Nada personal que lleve a dolor,
pasan los años y aún no adivino
la causa para no quedarme allí.



¡Felicidades a María Prieto!


(Jotabé)


¡Qué rápido se va un año, María,
quedan restos de tarta todavía!

Parece que fue ayer tu aniversario,
por la celeridad del calendario
y en versos como cuentas de un rosario
lo hemos estado celebrando a diario.

y en tu hogar se vislumbre la ventura
de la fiesta cargada de ternura.

¡Felicidades hasta Andalucía
que tanto admira y sueña este canario
por sus coplas, salero y hermosura!



Vacaciones de ocasión


(Jotabea)


Con ganas de viajar, nos fuimos a una agencia
de ofertas asequibles para un finde en Valencia.

El destino de azar nos llevó hasta Gandía,
playas de arenas blancas que hace años no veía,
provistos de un buen coche para la travesía
por castillos medievos, Benidorm e incluía.

Denia, Pego, La Oliva todos junto a Cullera
alcázar que descuella mirando a la pradera.

El regreso obligado, la ciudad de la ciencia,
el mágico complejo que no ves en un día
ni pedaleando una bici a toda carrera.



Para la libertad

(Jotabem)

a Miguel Hernández


Tanto amor, Miguel, refleja
que lucha, sangra y no ceja

el gran poeta cautivo
por un dudoso motivo
que no mengua al bardo altivo
de carácter positivo,

por la libertad que amó
y en sus versos retoñó.

En su corta obra nos deja
el proyecto reflexivo
por el que sufrió y murió.



En el dorado anaquel


(Jotabé)


Añeja silente en la oscuridad
ajena al día con su claridad

aguarda la musa sin mucho empeño
y entre suspiros ilusión y ensueño
detenta para sí un claro pequeño
en el horizonte viable y risueño.

Caravana de letras en tropel
como enjambre sediento por su miel

buscaron con fe su oportunidad
y es la gloria inmarcesible del dueño
expuestas en el dorado anaquel.



Amores distendidos


(Jotabé)


A veces veo distendido el verso
en temas de amor o del universo,

procuro estimular en el lector
ternura impensada, sin el temor
que un sentir erróneo de dolor
impida catar las mieles de amor,

ambrosía que arroba los sentidos
e ilumina los caminos perdidos

y no existirá algún momento adverso
que frene ese vehemente fervor
impuesto por amores distendidos.



Variopinto enero


(Jotabem)


Cae la nieve en la cima
y en sucesión, la calima

cede el paso al aguacero
llenando de agua el estero
siervo de un virus cañero
silencioso, cruel y artero

que me tuvo en cuarentena
la última semana plena

y mi pluma inquieta intima
las memorias de este enero
y en jotabem las estrena.



El emigrante


(Jotabem)


Dos décadas y no olvido
nunca tuve lo pedido

y rotando en una noria
se crea en mí nueva historia
hogar de ave migratoria
antesala de la gloria,

en un mundo de locura
donde alcancé la cordura

en la paz de un nuevo nido
recreando en la memoria
mis versos a la hermosura.



Asfixiados por el calor


(Jotabé)


Se espeja en las olas la luna llena,
detrás de la niebla brilla serena

en la tórrida noche del verano,
teñida por el polvo sahariano
desde las altas cumbres hasta el llano
julio exhibe su casco de Vulcano.

Asfixiadas en sus casas la gente
de bolsillo corto ante la corriente

a causa de una crisis que cercena
el ansia del bienestar ciudadano
por las carencias de un dios prepotente.



El añejo vergel


(Jotabé)


Del añejo vergel del abuelito
brotó no hace mucho otro retoñito

y entre las flores zumban abejitas,
lindas y pícaras maripositas;
la más sutil entre las morenitas
y la más sagaz entre las rubitas.

De los brotes de sus dos arbolillos
afloran tres traviesos duendecillos

avispado y lúcido el bisnietito,
dulces, zalameras las bisnietitas,
avivan la estirpe en los bosquecillos.



La tórtola en la farola


(Jotabé con estrambote)


La voz de la tórtola en primavera
ansias susurra desde una palmera,

revolotea y posa en la farola
desde allí un reclamo de amor engola
dice te amo en ingeniosa cabriola
arrumaco que a su pareja enrola.

Tórtola mía también yo encontré
el galanteo en la rima que amé,

me cautivó desde la vez primera
que ante mi cayó una fresca amapola
de tonos rimados en Jotabé.

De ella me enamoré:
besa el oído el rimar expedito
de su bella estructura, Juan Benito.

 
     
   
     
 
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