La escalera de la duda

(Jotabé)


Topó con la escalera de la duda
y sin solicitar ninguna ayuda

quiso subir para alcanzar certeza.
Fue peldaño a peldaño sin pereza
tratando de encontrarse la belleza
de la verdad desnuda. Tal proeza

imposible es que humano la consiga:
siempre tendrá en la duda cierta ortiga

que pinchará la mente con su ruda
espina venenosa, La destreza
nos falta para andar sin esa intriga.



Deseos y realidad

(Jotabé)


Celebraremos juntos la llegada
de flor y primavera deseada.

Mas que no venga el ogro de un nublado
a mancharnos de tinta por un lado
y, por otro, a infectarnos de malvado
sentir, de densa niebla en campo puado.

Todo es posible al fin en estos años
convulsos, chabacanos, tan huraños.

Nos siga la firmeza en la esperada
mejora de los tiempos: no han durado
jamás siglos los insufribles daños.



Invitando a marcharse a un político nefasto

(Jotabé)


Me decido a responder
con sentido del deber.

Nos puede engañar tu labia,
mas si no cambias tu savia
provocarás siempre rabia
cuando levantes tu gavia.

Piénsatelo bien y vete
antes de verte en el brete:

que no puede resolver
problemas con mente sabia
un ambicioso zoquete.



No parece la vida

(Jotabé)


Bien que estaban fatigados de amor,
del amor falso que causa dolor.

Bien que estaban los campos cultivados
mas eran matojos no autorizados
cuya venta oscura en negros mercados
sería la fortuna de malvados.

Bien que estaba radiante nuestro mundo
mas todos lo sabemos moribundo.

Fatigados de amor y con dolor,
del cultivos insanos muy cansados,
no parece la vida don fecundo.



No me hables de compromiso

(Jotabé)


Te lo tengo que decir
al hablarte o... escribir.

No me hables de compromiso
que yo me siento sumiso
por amor y sin permiso
de nadie que me dé aviso.

Es mi actitud la constante
que se impone todo instante.

Tenlo en cuenta al decidir
porque resulta preciso
no tensar cuerda de aguante.



Celebrando la Rima Jotabé

(Jotabé)


El ovillejo nos dejó Cervantes,
desafío de rimas consonantes.

Y viene Juan Benito, gran poeta,
a inventar otra rima bien coqueta.
Acepto el reto y sigo su receta.
Pongo todo mi empeño, mi discreta

capacidad de ingenio, mi cacumen.
Para la empresa no me falte numen:

después de todo, ya son abundantes
los versos que escribiera en mi gaveta
y publiqué con ellos un volumen.



No te encuentro, dime

(Jotabé)


No te encuentro, aunque te busco. Suspiro,
más que cansado, temiendo tu giro

hacia las rutas de los no retornos.
Singulares serían los trastornos,
para quemar la pena no habría hornos
ni podríamos revertir los tornos.

No juegues más conmigo al escondite,
ni me digas que te importo un ardite.

Dime, acaso, que fuiste de retiro,
huyendo de malísimos entornos.
O a presidir un familiar convite.