Mercedes de los Lobos
Vancouver (Canadá) |
Su triste vejez
(Jotabé decasílabo)
I
Las arrugas marcaron la cara
cual río que a la tierra surcara.
Se fue de su rostro el esplendor,
se borró su sonrisa y candor
por el sufrimiento y gran dolor
luego perdió juventud y amor.
Le dolía el alma de tristeza
por haber perdido su riqueza.
Fue muy duro que el tiempo pasara
y sólo quedó su grande honor,
su cuerpo rígido y su nobleza.
II
¡Quién pudiera detener el cuento!
¡Quién pudiera vivir sin lamento!
La vida es un camino sinuoso
en donde buscamos algo hermoso
sin sumergirnos en lo lodoso,
cobijándonos en lo frondoso.
En vida nada es casualidad,
que si más sabemos es por edad.
Las vivencias se la lleva el viento
y envejecer es lo tormentoso
si al final perdemos libertad.
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