Inicio Juan Benito
 
 

Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
MANUEL RENEE CÓNDOR HUAMANÍ «GHERARDO NOENO»
 
Poemas
 
Manuel Renee Cóndor Huamaní

Manuel Renee
Cóndor Huamaní

«Gherardo Noeno»

Lima (Perú)

El llano

(Jotabé tridecasílabo 6-7)


Tendido estaré sobre este verde llano
tranquilo, feliz, jovial, risueño, sano.

En tanto que el flávico carácter de la ira
no alcance a quebrar el canto de mi lira
y en tanto que el alma que trémula suspira
no pierda la vista del ángulo que mira;

habré de soñar fugándome del ruido
cual sabio viviendo distante y retraído;

y en esta llanura, do el péndulo mundano
ya más no podrá brindarme su mentira,
verás mi cuerpo entre sus yerbas extendido.



Las tareas


(Jotabé con estrambote)


Mi mesa, mi repisa, todas llenas,
aquí me encuentro, respirando apenas.

Y tal parece que tocando el cielo
mis largas horas de escolar revuelo
erigen Himalayas de flagelo
desde esta mesa donde me desvelo.

O bien no duermo o es la noche escasa
que en solo un pestañeo el sueño pasa

cual si Morfeo lleno de faenas
se olvidó de dormir a este mozuelo
y el circadiano ritmo se retrasa...

O bien solo es la masa
inmensa de tareas y el deber
que tengo de aprobar, no suspender.



Al llegar la primavera


(2 Jotabé)


Agoniza el invierno de mi vida
al ver tan cerca la estación florida.

¡Ah! ¿Qué decir de las hermosas flores,
que, en su mirar altivo, sus fulgores
adornan con tan lúcidos colores
las trenzas de mis múltiples amores?

¿Y qué decir del ritmo cadencioso
en el oleaje de este mar undoso,

o de esta tarde acaso bendecida
por el divino amor y los favores
de un ser eterno, sabio y bondadoso?


¡Ah! No hay dolor que mi sonrisa empañe
mientras la primavera me acompañe,

pues la ternura de su ardor me abriga
siendo de la tristeza que me hostiga
(con su amargor y soledad mendiga)
su rival, su adversaria, su enemiga.

Y no hay nocturnos días en mi ceño,
pues el bien es enorme, el mal pequeño;

no importa que el pesar mi calma dañe,
si hay primavera que al invierno siga
he de vivir feliz como en un sueño.

 
     
   
     
 
    Amigos conectados     Arriba