Armando
Contreras Chalinchong
«Mandy»
La Habana (Cuba) |
Verte
(Jotabé)
No es posible verte sin decir nada,
sin tener tu sonrisa y tu mirada.
Y soy feliz con este ardor de verte,
quizás algún día tenga la suerte,
la suerte de en mis mañanas tenerte,
sentir como me vas dejando inerte.
Sentir ese temblor, la sacudida,
la grata llama en el pecho encendida.
Verte, deja en mi mente apasionada,
ese inefable placer de quererte
cada noche, en estos brazos rendida.
El beso que no te di
(Jotabé tetradecasilabo)
El beso que no te di
se me ha vuelto estrella dentro.
¡Quién lo pudiera tornar
-y en tu boca…-otra vez beso!
Dulce María Loynas y del Castillo
El beso que no te di, lo llevo aún adentro,
esperando otra tarde poder ir a tu encuentro.
Se ha convertido en verso, donde el amor florece,
palpitar imparable, que mi pecho estremece,
deseo desvelado que en mi boca amanece,
aunque con la luz del sol, siempre se desvanece.
Se ha quedado en mi boca, como suspiro inerte,
cargando con el temor de no volver a verte.
El beso que no te di, quiere llegar al centro
de esa pulpa sabrosa, donde mi voz perece
y mis inquietas manos, empiezan a quererte.
Que le digo al corazón
(Jotabé dodecasílabo)
Necesito que me serenes el alma,
que le digas al corazón tenga calma.
La cama grita, extraña las alboradas
con aquellas madrugadas trasnochadas,
de suspiros y estrellas alborotadas,
que dejaban las noches iluminadas.
Te esperé mil horas, minutos eternos,
el viento furioso trajo sus inviernos.
Solo queda el tibio recuerdo, en la palma
de estas manos que se quedaron mojadas,
y el loco deseo de volver a vernos.
Bajo un follaje de besos
(Jotabé tetradecasílabo)
Bajo un follaje de besos, tu mano caliente
sentí, como rayos de sol de verano ardiente.
Tantos deseos desnudos, ríos desbordados,
curvas apasionadas, pezones erizados,
febril, erguido, con los dedos desenfrenados,
los murmullos acarician los cuerpos sudados.
Como arrancarles a una guitarra melodías,
fuimos amándonos, robando el sol a los días.
Y con cada abrazo fue entrando, se hizo presente
el deseo y el amor, nos fue dejando enlazados
los corazones, saltando llenos de alegrías.
Por un beso y un abrazo
(Jotabé)
XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
Gustavo Adolfo Becker
Por una mirada, el amanecer,
cuando comienza todo a florecer.
Por una sonrisa, las mariposas
en el cielo, volando jubilosas,
en una tarde de ocres y de prosas,
con colores y flores olorosas.
Por tus besos, una rosa amarilla;
que llene de sonrojo tu mejilla.
Por tus abrazos, un atardecer;
donde se piden al mar tantas cosas,
acariciando con los pies la orilla.
Sueño II
(Jotabé dodecasílabo)
Yo imagino que tus labios son delicias,
que con suaves manos mi cuerpo acaricias.
Sueño que me pierdo en tu largo cabello,
que tus lunares me dejan sin resuello,
cuando llega la luna con su destello
y tus besos van resbalando en mi cuello.
Y allí, con suaves gemidos me seduces,
mi cuerpo se queda tendido de bruces.
No sé si un día al fin tendré tus caricias,
llenaría de besos tu ombligo bello,
el cielo lo llenaríamos de luces. |