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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ARMANDO CONTRERAS CHALINCHONG
 
Poemas página 02
 
Armando Contreras

Armando
Contreras Chalinchong

«Mandy»

La Habana (Cuba)

Versos cobardes

(Jotabem)


¿Te acuerdas de aquella tarde?
todavía en mi piel arde.

Los ocres coloreaban,
mientras los besos brotaban
y los dedos se aferraban,
con suspiros que ahogaban.

La pasión ya se encendía,
mientras la noche caía.

Y mi mano fue cobarde,
cuando tus piernas gritaban,
que esa noche fueras mía.



El crepitar de mis suspiros

(Jotabé tetradecasílabo)


Los suspiros crepitan y mis brazos te añoran,
tan triste me siento que las lágrimas afloran.

Se desbordan los días como mares de hastío,
solo quedan las noches, donde vuelve el rocío
a caminar este cuerpo que muere de frío,
esperando que vuelvas a llenar el vacío.

Que provoca la ausencia, de un te quiero al oído,
con esos labios que me han dejado poseído.

Y tristes, todavía mis pupilas imploran
que vuelvas, cuando me envuelve ese gris extravío,
que me recuerda que tus abrazos ya se han ido.



Deshojando el crepúsculo


(Jotabé tetradecasílabo)


Camino la noche donde se quedó tu rastro,
la oscura noche, donde quedaste como un astro,

que ilumina con tenues poesías mojadas,
recuerdos de esas tardes de ganas amarradas,
donde alguna vez nos amamos con las miradas,
mientras que las palabras se quedaron calladas.

Todavía con disimulo llora mi piel,
mis manos te dibujan con maestría fiel.

Me emborracho de insomnio, mientras aún me arrastro,
tras esa sonrisa que inunda mis madrugadas,
deshojo el crepúsculo con tu sabor a miel.



Intento olvidarte


(Jotabé tetradecasílabo)


Intento olvidarte; pero no encuentro razones,
para que los días se llenen de nubarrones.

Donde ya no pueda el sol dibujar tu sonrisa,
porque en cada rincón que nos besamos con prisa,
en silencio abrazamos este amor que no avisa,
que se queda en el suave susurro de la brisa.

Con el dulce recuerdo del encuentro primero,
donde dejaste aquellos besos con desespero.

Y el tenue delirio suspirando en tus pezones,
invitando a dejar sin botones mi camisa.
¿Cómo puedo olvidarte, si olvidarte no quiero?



Amante converso


(Jotabé tetradecasílabo)


Bajo las nubes de nuestros besos consentidos,
se despierta la canción vivaz de tus latidos.

Eres ciego deseo, indispensable aliciente
que me abraza, que dejas tu recuerdo latente
en la infinita sed, que deja tu boca ardiente,
arrastrándome en el frenesí de tu torrente.

Somos, somos tú y yo, las alas de un mismo verso,
tejiendo en nuestras almas un mágico universo.

Como el alba, despiertas los aromas dormidos,
te vas quedando en mí aunque parezcas ausente,
en el silencio donde soy tu amante converso.



Un ángel bondadoso


(Jotabé)


¡Madre, lleva tu alma tanta dulzura!
Que has llenado mi pecho de ternura.

Encuentro siempre en tu tibio regazo,
el calor de un primaveral abrazo,
porque sigo siendo el frágil pedazo,
que amarrado sigue a ti por un lazo.

Hasta en sueños escapo silencioso,
para en tus brazos encontrar reposo.

Eres una ola de luz que perdura,
que va dejando el indeleble trazo,
de un corazón que late bondadoso.



Dulce agonía


(Jotabem con estrambote)


Tengo miedo de quererla,
miedo de poder perderla.

Y un silencio me tortura,
llenándome con premura
de esa singular locura,
que me amarra a su cintura.

Hambre tengo de sus manos,
de sus labios tan lejanos.

Tanto sueño yo con verla
y acariciar su tersura.
Como el sol de los veranos,

en sus llanos
quiero yo esperar el día,
morir en dulce agonía.



Vuelve


(2 Jotabés)


Cada noche se vuelve ardiente cita,
cuando mi triste corazón se agita.

Eres el sueño de amor escondido,
en un rojo atardecer encendido,
donde el alegre sol se ha detenido,
porque aún tus recuerdos no se han ido.

Vuelvo, a la comisura de tu risa,
a desnudarnos sin ninguna prisa.

Son tus besos, elixir que me excita,
dejando el susurro de tu latido,
como una marca indeleble en la brisa.


Tanta fragancia envuelve tu frescura,
que las sábanas vibran de locura.

Eres sed que no se puede saciar,
el nombre que siempre quiero gritar,
cada vez que sueles acariciar
los rincones, que siento despertar.

¡Vuelve amor, desnuda la madrugada!
Llena de luces mi noche apagada.

Enrédame en abrazos y ternura,
déjame tus gemidos escuchar,
hasta que nos encuentre la alborada.



Piel adentro


(Jotabé tetradecasílabo)


Caminando irás, sin saber será tu camino,
mientras que yo, quizás rehúyo de mi destino.

Rehúyo del abrazo que suavemente invita,
aunque mi carne débil, en silencio se agita,
como la marea, que con la luna palpita,
cuando mis inquietas manos, te tienen cerquita.

Temo cuando te veo, que salte el corazón
dejando al descubierto mi alocada pasión.

Siempre que sueño contigo, en tus labios termino,
y me doy cuenta, que mi cuerpo te necesita,
que tengo ganas de abrazarte, en cualquier rincón.



Calladamente las rosas se marchitan


(Jotabé dodecasílabo con estrambote)


Una indolente tristeza ya me abraza
y mi pobre corazón se despedaza.

Calladamente las rosas se marchitan,
del cielo las estrellas se precipitan,
las cuerdas de mi alma de agonía gritan,
de mi rostro las lágrimas no se quitan.

Me oculto del día detrás de las puertas,
mientras la brisa arrastra las hojas muertas.

Ya no tengo el beso que suave amordaza,
solo tengo recuerdos, donde palpitan
aquellas manos que quedaron abiertas.

En las horas despiertas,
donde la almohada espera la alborada,
mientras yo sigo esperando tu mirada.



Tus besos vuelven con los inviernos

(Jotabé hexadecasílabo)


El cielo gris deja la fugacidad de un aire frío,
aguijoneando con un despiadado escalofrío.

Que me hace añorar tus manos, tus besos como torrentes
silenciosos, ardientes, que me traspasan inclementes,
con esos suspiros que en las venas se quedan latentes,
cuando enloquezco con el rozar de tus senos turgentes.

¡Cuantos recuerdos regresan en estos días de invierno!
¡Cuantos poemas quedaron guardados en un cuaderno!

Vuelven como si fueran el sol en un día sombrío,
cuando me refugio del frío en esos sueños dementes,
donde siempre esperas con tus besos y tu abrazo tierno.



Déjame el recuerdo de una noche


(Jotabé tetradecasílabo con estrambote)


Necesito tu abrazo apretado con el mío,
no me dejes con este amanecer triste y frío.

Necesito seas tú, nadie más puede hacerlo,
quien me vuelva, me vuelva loco, sin yo saberlo,
cuando tu cuerpo desnudo pueda recorrerlo,
con estos dedos dementes que quieren tenerlo.

Necesito que corras como agua sobre mí
y que me dejes como nunca antes me sentí.

Necesito desbordarte como un bravo río,
y besarte sin que nadie pueda detenerlo,
como aquella primera vez cuando yo te vi.

Necesito de ti,
aunque seas el recuerdo de una sola noche,
donde hacernos el amor, se convierta en derroche.



Como el río y el mar


(Jotabé dodecasílabo)


Hay tantas cosas que te quiero decir,
que en una carta ya no puedo escribir.

Quiero un sol alegre en tu cielo colgar,
y rosas amarillas poder plantar,
donde puedan las mariposas volar,
como almas aleteando para amar.

Son tantos, tantos encuentros que se aplazan,
son tantos sentimientos que se entrelazan.

La luna quiero contigo compartir,
seamos como los ríos con el mar,
que cuando se encuentran, sus aguas se abrazan.



El tiempo se marchita

(Jotabé octodecasílabo)


Tengo esta tristeza, de sentirme cada día más lejano,
más lejano de ti... como si me fuera yendo de tu mano.

Como un rocío leve voy cayendo, cayendo en el olvido,
soy la hoja marchita, que la brisa se lleva sin hacer ruido,
el barco a la deriva que en el oscuro mar está perdido.
Ahora es que me doy cuenta, que me doy cuenta de que te
[ has ido.

Siento que busco el pecho todavía que no supe encontrar,
aunque siempre estuvo la puerta abierta, para poder
[ entrar.

Ya no me importa que los gorriones se levanten tan
[ temprano,
los días seguirán pasando sin que les encuentre sentido,
porque el tiempo se marchita, al sol ya no le importa
[ despertar.



Otra Navidad sin ti


(Jotabé con estrambote)


Otra vez regresa la Navidad
y tú sigues siendo necesidad.

De besarnos ombligo con ombligo,
mientras la luna nos presta su abrigo,
aunque solo quieras sea tu amigo,
cuando te quedes a solas conmigo.

Eres dulce pecado, eres mi vicio,
eres la obsesión que me nubla el juicio.

El bálsamo que cura mi ansiedad,
en las noches que el sueño no consigo,
porque el pecho se llena de bullicio.

Sueño que te acaricio,
sin que queden botones por abrir,
juntos los dos en un mismo latir.



No sé si dejarte ir

(Jotabé vigintasílabo)


Parece que me has dejado tus labios para que no pueda
[ olvidarte,
escondidos en cada recuerdo, donde pueda de nuevo
[ encontrarte.

En la penumbra de los remansos del alma, donde sueño<
[ contigo,
es el único mágico lugar, donde quizás tu cuerpo consigo,
cuando dulcemente el fuego y la pasión acarician tu tibio
[ ombligo,
dejando que mis dedos se pierdan, en tus cabellos color
[ de trigo.

Serás mía, cada segundo que al corazón le falte por latir,
aunque ya no encuentre tus abrazos y tu ausencia
[ comience a sentir.

Tantas, tantas ganas llueven en mis dedos, quiero volver a
[ tocarte,
deambulando van mis brazos, desolados como los de un
[ mendigo,
no sé si dejarte ir; no sé si podría, ya no sabría vivir.



Adiós

(Jotabé tetradecasílabo)


Tengo estos abrazos hoy, que no te puedo dar,
abrazos que mañana, no tendrás que olvidar.

Tengo todo este dolor, este dolor voraz,
amor que ayer me invadió; pero no fui capaz
de apretarte con fuerzas, fui suspiro fugaz
que saboreo tus labios, en festín procaz.

Quise en cada encuentro, darte todo mi calor,
pero en cada abrazo te dejaba más dolor.

Yo no sé, si en tu corazón me podré quedar,
quizás en el adiós, puedas encontrar la paz,
yo sin embargo, sé que me perdí un gran amor.



Ausencia


(Jotabé)


Quiero que me quieras, quiero quererte
aunque sea tarde, quiero tenerte.

Tengo esta loca y febril dependencia,
que me arrastra, me arrastra sin clemencia,
dejando en mis horas esta impaciencia
de querer verte, verte con urgencia.

Quisiera esos besos inolvidables,
que me dejan sabores memorables.

Triste son los días sin poder verte,
¡Qué frío silencio deja tu ausencia!
Solo quedan recuerdos imborrables.



Verte

(Jotabé)


No es posible verte sin decir nada,
sin tener tu sonrisa y tu mirada.

Y soy feliz con este ardor de verte,
quizás algún día tenga la suerte,
la suerte de en mis mañanas tenerte,
sentir como me vas dejando inerte.

Sentir ese temblor, la sacudida,
la grata llama en el pecho encendida.

Verte, deja en mi mente apasionada,
ese inefable placer de quererte
cada noche, en estos brazos rendida.



El beso que no te di


(Jotabé tetradecasilabo)

El beso que no te di
se me ha vuelto estrella dentro.
¡Quién lo pudiera tornar
-y en tu boca…-otra vez beso!


Dulce María Loynas y del Castillo


El beso que no te di, lo llevo aún adentro,
esperando otra tarde poder ir a tu encuentro.

Se ha convertido en verso, donde el amor florece,
palpitar imparable, que mi pecho estremece,
deseo desvelado que en mi boca amanece,
aunque con la luz del sol, siempre se desvanece.

Se ha quedado en mi boca, como suspiro inerte,
cargando con el temor de no volver a verte.

El beso que no te di, quiere llegar al centro
de esa pulpa sabrosa, donde mi voz perece
y mis inquietas manos, empiezan a quererte.



Que le digo al corazón

(Jotabé dodecasílabo)


Necesito que me serenes el alma,
que le digas al corazón tenga calma.

La cama grita, extraña las alboradas
con aquellas madrugadas trasnochadas,
de suspiros y estrellas alborotadas,
que dejaban las noches iluminadas.

Te esperé mil horas, minutos eternos,
el viento furioso trajo sus inviernos.

Solo queda el tibio recuerdo, en la palma
de estas manos que se quedaron mojadas,
y el loco deseo de volver a vernos.



Bajo un follaje de besos


(Jotabé tetradecasílabo)


Bajo un follaje de besos, tu mano caliente
sentí, como rayos de sol de verano ardiente.

Tantos deseos desnudos, ríos desbordados,
curvas apasionadas, pezones erizados,
febril, erguido, con los dedos desenfrenados,
los murmullos acarician los cuerpos sudados.

Como arrancarles a una guitarra melodías,
fuimos amándonos, robando el sol a los días.

Y con cada abrazo fue entrando, se hizo presente
el deseo y el amor, nos fue dejando enlazados
los corazones, saltando llenos de alegrías.



Por un beso y un abrazo


(Jotabé)

XXIII

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.

Gustavo Adolfo Becker



Por una mirada, el amanecer,
cuando comienza todo a florecer.

Por una sonrisa, las mariposas
en el cielo, volando jubilosas,
en una tarde de ocres y de prosas,
con colores y flores olorosas.

Por tus besos, una rosa amarilla;
que llene de sonrojo tu mejilla.

Por tus abrazos, un atardecer;
donde se piden al mar tantas cosas,
acariciando con los pies la orilla.



Sueño II


(Jotabé dodecasílabo)


Yo imagino que tus labios son delicias,
que con suaves manos mi cuerpo acaricias.

Sueño que me pierdo en tu largo cabello,
que tus lunares me dejan sin resuello,
cuando llega la luna con su destello
y tus besos van resbalando en mi cuello.

Y allí, con suaves gemidos me seduces,
mi cuerpo se queda tendido de bruces.

No sé si un día al fin tendré tus caricias,
llenaría de besos tu ombligo bello,
el cielo lo llenaríamos de luces.

 
     
 
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