Inicio Juan Benito
 
 

Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
GEYLER HARTLEY ARANDA RAFAEL
 
Poemas
 
Geyler Hartley Aranda Rafael

Geyler Hartley
Aranda Rafael

Trujillo (Perú)

A medianoche

(Jotabea Exacto con rima doble)


A medianoche el alma dirá al lirio del viento
lo que en amor y calma celebra el sentimiento.

A medianoche mi asta, mi hora a solas, mi espejo,
con su memoria vasta puesta en el ciclo viejo,
querrán cual entusiasta relatarme que tejo:
Un consuelo sin basta con la paz de un consejo.

Y en esas grandes horas donde la noche inunda,
se abren encantadoras las flores en su funda.

Detendrán en la palma su pendiente cimiento,
que el impulso no gasta, solo eleva un cortejo
y que en unas sonoras letras todo ello abunda.


(Poema ganador del Quinto Accésit del X Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



El mar a solas


(Jotabé tridecasílabo)


Veo el mar abrirse como un leve suspiro,
esas olas grises desde donde te miro,

ese encarcelado de quererte conmigo.
Tristes las gaviotas, cual dormido enemigo,
huyen de la arena, de la que siento y digo:
amor, todavía, todavía en tu abrigo.

Calladas las rocas, callado este gran grito;
amor, todavía, todavía infinito.

Llega el aire fresco como un nuevo respiro,
como una premisa delante del castigo,
pero no renuncio, nunca renuncio al rito.



El mar a solas


(Jotabé tridecasílabo con heterostiquios 6-7)


Veo el mar abrirse como un leve suspiro,
esas olas grises desde donde te miro,

ese encarcelado de quererte conmigo.
Tristes las gaviotas, cual dormido enemigo,
huyen de la arena, de la que siento y digo:
amor, todavía, todavía en tu abrigo.

Calladas las rocas, callado este gran grito;
amor, todavía, todavía infinito.

Llega el aire fresco como un nuevo respiro,
como una premisa delante del castigo,
pero no renuncio, nunca renuncio al rito.



La alegría de vivir


(Jotabé)


Porque en tus manos me siento seguro,
santo padre que alientas mi futuro.

¿Cómo puedo aclarar un llanto ahora
si tu imagen es la dicha que mora,
las claridades de mi alma escritora,
la voz de mi madre, firme y sonora?

Lo que frente al pánico no me hace huir.
Desde la fe: alegría de vivir.

Desde toda razón con cuerpo obscuro
y que elige alcanzarte con demora:
Eres siempre esperanza y porvenir.



A las puertas del cielo


(Jotabejoa, acentuación melódica pura)


Como un inesperado precedente de afecto,
supo el confinamiento mi camino correcto.

Cala en lo impenetrable conservada en mi casa
dulce la condolencia que absoluta rebasa.
Paz que se manifiesta, corazón que traspasa;
vida de las ansiadas, de cariños en masa.

Veo tan encantado que papá me acompañe,
lleva mis soñolencias evitando me dañe.

Supo el confinamiento mi camino correcto.
Vida de las ansiadas, de cariños en masa,
lleva mis soñolencias evitando me dañe.


(Poesía ganadora de una Mención de Honor del III Concurso Internacional de Poesía El mundo suena en Jotabé)



Te regalo otra mirada, otro guiño


(Jotabé)


Papá, aunque imagines que tu mirada
no deja ver alguna pena atada,

no te olvides de los ojos de hogar,
cuando te aciertan en aquel lugar
evocando un primer sol familiar:
siento que nos hallamos a la par.

Comprendo toda caricia de niño.
Descubro las semblanzas de cariño.

Te acompaño como luna callada.
Te protejo consagrado a tu altar.
Te regalo otra mirada, otro guiño.



Por tu amor he ganado mamá


(Jotabé con Estrambote)


Hasta para decirte algunas cosas
debo crearlas puramente hermosas.

Mamá, no sé bajo qué circunstancia
el Señor pudo dar suma importancia
a una vida mía de triste estancia,
puesta en tus mimos, amor y fragancia.

Casi inevitable al mirar atrás
parece que faltó quererte más.

Tú que sabes de penas silenciosas,
no me quieras librar con elegancia
¡Porque quiero bailar a tu compás!

Ven mamá y lo sabrás:
Por tu amor que nunca me dejará…
¡Con diez puntos… he ganado, mamá!



Pedido de paz: olivo de vida


(Jotabea Espejo acróstico doble)


I

Pido pronta alegría Para el latente reo
En el terror indócil, En su agudo careo.

Dios nos quiere felices, De manera que inspira.
Integrados, hermanos, Ilustres en la mira.
¡Detengamos el arma De embustera mentira!
O seamos bien juntos: ¡Obstáculo de la ira!

Dejen que el amor sea Dureza ante la envidia;
Estricto encarando odios, Excelso que presidia.

Por más que el enemigo Persista en su deseo
Acampen como ovejas Atadas a su tira.
¡Zurciendo las heridas, Zozobrando perfidia!


II

Ocupemos los sueños, Obsequios sin insidia,
Levantando pasiones, Lo que la vida aspira,
Insistiendo en los lindos Inicios de aleteo.

Vendrán tiempos sutiles, Vestidos de desidia
Ofreciendo descansos, Ocio que no fastidia.

De nuevo recobremos De cada flor su lira,
Encontremos indicios En el mundo que gira
Volvamos tiernamente Viendo como suspira
Inmensa la fe de almas, Ilusión que conspira.

Debemos ser felices Desde lo triste y feo,
Así la paz en llantos Abrazará apogeo.


(Poema ganador de la Primera Mención del II Concurso Poético Visual Jotaberos por la Paz)



Eco a voz querida


(Jotabea Eco)


Te ataño por prodigio, por alboroces voces;
así muriendo vivas, así solloces goces.

Sometido a tus brotes, mi más hermosa rosa,
cuyo cielo encogido que en ti reposa, diosa,
confiere dulcemente mi más preciosa prosa
y adonde el alma quiere presurosa, sedosa.

Con prisa irremisible cierto sencillo brillo
se ajusta a tu orden como lazarillo caudillo.

En coral cubren limpios tus arreboces roces.
En perpetuo embeleso, sigilosa, desposa:
¡Unión sobre la muerte con doradillo anillo!



El cobijo del ruego


(Jotabejoa exacto - Acento fonético en los versos 3, 6, 9, 13)


Tu consuelo de ruegos sutilmente contagia,
primavera acallada de gran ternura y magia.

Tus modestas codicias encajan en mis manos,
revelándome enigmas de ansiados y lejanos:
portentosos amados, que como unos ancianos
retoñecen querencias y júbilos tempranos.

Me permita el destino quebrar la pesadilla,
apagando el sentido que corre en tu mejilla.

Primavera acallada de gran ternura y magia,
retoñecen querencias y júbilos tempranos,
apagando el sentido que corre en tu mejilla.


(Poema Finalista del IX Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Últimos apuntes


(Jotabea)


Aparecen mis rimas como cierto contexto
que mi vida divaga pretendiendo un buen texto.

Y otra vez aquí, intento ganarme mi futuro,
pienso que no soy de hecho lo mejor y seguro
que ha llegado a sus ojos; pero intento, les juro
atrapo mis saberes y escribo, sin apuro.

Pude hacer otra cosa, pude haber renunciado,
pero me he dado cuenta que es mi sueño anhelado.

Tengo un miedo terrible, también algún pretexto;
sin embargo, de nuevo mi corazón maduro
pide volver a casa: vamos, todo se ha dado.



Te veo bonita


(Jotabea acróstico doble)


Te veo tan bonita, tan serena en mi mente,
emerges entre lirios entregada a la fuente.

Voy cuidando tu paso voceando alegría.
Este instante de nobles, esta fuerza bravía
ocasiona increíbles obras como valía.
Buenamente me entrego bendito, amada mía.

Ocurre en mis quimeras o sigue en mi destino,
no importa su enredado ni su suelto camino.

Imagino que entre ambos irradiará algún puente,
tenemos esperanza tercamente utopía,
ahí nos encontramos; ahí, amor repentino.



Alabanza a mi Salvador


(Jotabejoa Exacto)


Volverá en su sonar cual gesto milagroso
mi amado sembrador de amor puro y piadoso.

Será como un gorrión trayendo a la mañana
o un eco misterioso sonando en mi ventana.
Volverá con albura junto a su lumbre sana
que, en atroz ansiedad del desahogo, emana.

En el vacío: el soplo deja cantar tu anhelo,
inmaculado y blanco presuroso del vuelo.

Mi amado sembrador de amor puro y piadoso
que, en atroz ansiedad del desahogo, emana;
inmaculado y blanco presuroso del vuelo.

(Ganador del Primer Premio del I Concurso Internacional de Poesía, La marimba canta en Jotabé)



Ando loquito


(Jotabea Acróstico Doble)


Abracé cada nube; Arranqué su algodón…
No perduró mi sueño No… ¡No, mi almohadón.

Devolverá mi madre, De hecho, con mi dinero,
Otro caro cojín O el mismo si no quiero.
Lo que amerita ahora La verdad por entero:
¡Oh madre -de rodillas- Olvida ese agujero!

¡Qué en verdad no fui yo, Qué fue el demonio pillo!
Usó sus espantosas Uñas como cuchillo.

Inocente, sin cargos; Infantil con razón
Te soy sincero, madre, Tu niño es un cordero.
¿O qué pagaré igual? ¡Oh, madre, no hay sencillo!



Suspiros, pasiones y notas


(Jotabé hexadecasílabo con eco)


Entre nosotros la noche como si atrapara, para
y me miras desde el viento que en paz te declara, clara.

Tanto cielo, tierra y averno de pormenores menores
crean de su larga medida y su ola de aflores: flores.
Contigo llovieron sobre los sinsabores, sabores.
En ti pereció la tempestad de clamores amores.

Halló mi corazón suerte de quién se desvía, vía,
donde fue la débil ilusión que se extinguía, guía.

Fue fundiendo en lo profundo como si cavara, vara.
Dando por sentado que, a pesar de sus temores, mores
y sea de un canto más dulce en su melodía, día.



Eco a la humanidad


(Jotabea con eco, con estrambote)


Se contiene en el alma mi más risueño sueño,
del cual soy para bien, en sumo adueño, dueño.

Sutilmente lo cruel que en paz se relata, ata
y el odio para quién no se aclimata, mata
hace que el corazón como escarlata lata
y vuelva a la severa mirada ingrata: grata.

¡Por qué se juzga humana siendo atadura dura!
¡Ni la venganza justa, por más oscura, cura!

Planta la tiranía del desempeño, empeño;
de evadir la moral que la maltrata, trata
y pierde por clemencia que la depura pura

porque perjura, jura;
pero la voluntad reta su antifaz faz,
por amor a la vida, seamos capaz: ¡paz!



Eco a voz querida


(Jotabea con estrambote)


Te ataño por prodigio, por alboroces voces;
así muriendo vivas, así solloces goces.

Sometido a tus brotes, esplendorosa rosa,
cuyo cielo encogido que en ti reposa, diosa,
confiere dulcemente mi más preciosa prosa
y adonde el alma quiere presurosa, sedosa.

Con prisa irremisible cierto sencillo brillo
se ajusta a tu orden como lazarillo caudillo.

En coral cubren limpios tus arreboces roces.
En perpetuo embeleso, sigilosa, desposa:
¡Unión sobre la muerte con doradillo anillo!

Amorcillo chiquillo
que destina tu imagen en holograma llama,
que con fuego navega: que aún en su brama, ama.


(Poema Finalista del VIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Nefelibata


(2 Jotabé tetradecasílabos)


I

Es curioso ver cómo sigues en las paredes
sin quererlo siquiera, vas sin prisa y me excedes.

A veces, por cobijo, permito que suceda;
otras veces, en cambio, mirando la vereda
hago memoria y te hallo sonriente, cariaceda,
inestable raicilla que por poco se enreda.

Y emergen del susurro vestigios ilusorios,
etéreos felices de aforos transitorios.

Y en voz alta te llamo, te pido que te quedes,
digo amor no te vayas, aunque nunca se pueda,
te pido sollozando ya sin satisfactorios.


II

Me cuesta como nunca librarme del anhelo
y, sin embargo, adapto formas para el consuelo.

Todavía me atrevo con mi espléndido verso,
todos mis cualesquiera de cabeza y reverso,
dónde intencionalmente se cruza lo perverso
para verse apocado por el pasaje adverso.

Si entraras en mi mundo no creerías tanto,
pero algo, muy adentro daría un adelanto.

Y a lo mejor si quieres y me quieres en vuelo
haciendo con las manos algún vínculo inmerso
¡Qué nefelibata!... ¡Mi amor sonreiría en llanto!



El corito de las etapas del amor


(Jotabejo)


I Ilusión

Las nostalgias son llenamente mías
y son rendidamente fantasías

coligadas, largadas, fiel devoto,
efusivas en un revuelo ignoto,
luciéndose cándida foto a foto,
gárgolas en algún alero roto.

Quién pudiera suponer embriagado
inverosímil sueño enamorado.

Y son rendidamente fantasías,
gárgolas en algún alero roto
inverosímil sueño enamorado.


II Decisión

Heme aquí en un santiamén de armonías
donde entregarse y no, son como arpías.

Donde el sosiego junto al alboroto
se verán persuadidos por tu voto,
en terreno fronterizo o remoto,
en el tiempo contemplado e inmoto.

Donde en mis párpados queda entrañado
en el mismo mundo, pero soñado.

Donde entregarse y no, son como arpías
en el tiempo contemplado e inmoto,
en el mismo mundo, pero soñado.


III Enamoramiento

Aquí siempre habitará el enemigo
como cizaña en los campos de trigo.

Alevosos del siempre decidido,
buitres hambrientos tejiendo su nido,
fieros contraatacan con chirrido,
pueblan la gracia de haberte sentido.

Sin embargo, no es nada aterrador
y nunca son muchos ni yo inferior.

Como cizaña en los campos de trigo
pueblan la gracia de haberte sentido
y nunca son muchos ni yo inferior.


IV Declaración

Ah si pudiera estallar lo que digo
mi gloria sería esa voz contigo.

Tu beso quedaría suspendido
y ese mirar que sigue indefinido
dormiría en los míos sumergido
mientras todo se vuelve florecido.

Porque tengo tantos ratos de amor,
y porque todo es lo mismo y mejor.

Mi gloria sería esa voz contigo
mientras todo se vuelve florecido
y porque todo es lo mismo y mejor.



Todo por hoy


(2 Jotabéa)


I

Acudo en esta noche cual retoño de onagra
para estrenar mis flores que el corazón consagra.

Sin que nadie me sienta me dirijo a mi nido
con lozanos murmullos, creencias de alto ruido.
El céfiro sereno que se instauró temido
trae la bella entrega de lo desconocido.

Y entonces se disuelve por recónditos puntos
tu cándido recuerdo, del amor sus presuntos.

Discurre entre intervalos la cruz que no envinagra,
el caótico lapso que volverá al olvido
y tu eminencia amada que pedirá estar juntos.


II

La misma que merece miles de situaciones
cruzando la barrera de usuales relaciones.

Parece desatino, pero ha de haber locura
sea elegante o vaga su entera embestidura.
Por un bien indudable confieso con mesura
que el amor de los buenos no se anda con cordura.

Tal vez no oyes siquiera su sonoro silbato
ni comprendas ni un poco cuán extenso, cuán grato

es el amor inquieto de representaciones,
cuya arma contundente no revuelve fisura,
sino revuelve males con su accionar y trato.



Poema para llorar a solas

(Jotabé)


I

Creo que tienes razón, vida triste,
pese a tu derrota: prevaleciste.

Debí guardar cada valioso plano
para que no se gaste el sueño en vano
porque ante los cielos soy un tirano
y bien lo sabía Dios de antemano.

Todo por cuánto hubo tranquilidad
se torna en irrupciones de ansiedad.

Ahora soy un desgastado chiste
con claridades verdes de pantano,
desde aquí el desamparo es mi deidad.


II

Parece que un invidente me indaga
e intenta llamarme, pero lo traga.

La poca bondad de los visitantes
se tiende en mesa de los importantes;
como es sabido: alardean flamantes...
sus direcciones son frías, cortantes.

¿A dónde irá el tiraje de papeles?
¿Será que también voy sobre sus pieles?

Desde mi encierro veo que naufraga
la colina de mis sueños gigantes
y son de recordar como mis rieles.


III

Siento, en efecto, la necesidad
de abrigarme con cualquier soledad.

Suele decirse que: es inevitable
obviar o engañar a lo quebrantable
y sorprende que sea irrefutable
que, sin tomarlo en cuenta, sea dable...

Quisiera creer en algo bonito,
algo amigable, seguro y gratuito

porque aún no se aleja la voluntad,
ni la sonrisa ante lo lamentable
y se tiene fe así sea un poquito.

(Poema ganador del Noveno Accésit del,
V Certamen Poético Internacional, Rima Jotabé)




La he visto y me ha mirado

(Jotabé)


I

Hoy vuelve a emerger una esperanza...
¡Llegó entre sueños, llegó sin tardanza!

Hoy sé que cuando se ama de verdad
el destino mismo siente piedad
y lo que parece ser sequedad
es un manantial de afectividad.

Hoy, por más que me conciba deshecho
el momento para amar ya es un hecho.

¡Que se entere el mundo que formé alianza!
¡Canta el ruiseñor con grandiosidad!
Porque hoy, desde hoy, habito entre su pecho.


II

Me ha visto y me volví extraño del mundo.
Me ha sonreído y me atrapó al segundo.

La vi bonita... ¡Por Dios, qué bonita!...
Por un instante la pensé infinita
y tan transitoria como visita,
pero siempre estuvo en mi vida inscrita.

Dejé que el tiempo siga trabajando.
¡Total!... A mi amor se estaba acercando.

De la nada ella sintió algo profundo
y el cielo dispuso que se repita
hasta que fue hoy lo que estaba esperando.


III

La he visto y me ha movido cierto miedo
y una débil voz decía: "Yo puedo".

Si algo aprendí de la vida insegura,
es que puede ser en forma segura
la más fuerte amargura y atadura
hasta que decidas darle clausura.

Yo lo hice por amor, lo hice por ella,
por más que fue una potencial estrella

cuando quiero por nada retrocedo.
Viajé en la más enlutada aventura
con el fin de encontrar a mi doncella.


IV

¡Y estoy feliz, aquí abro la champaña!
Porque hoy mi mensaje llega hasta España.

Este mensaje es nombrado como arte,
pero es más valioso, es un estandarte
y es una donación que se comparte
a todo aquel que del amor imparte.

¡La amo tanto y la amo con demasía!
¡Es esencia de pronta fantasía!

Amor que crece, amor que me acompaña,
amor entero que no se reparte,
amor que me ha visto y la he visto un día.

(Poema ganador del Décimo Accésit del,
IV Certamen Poético Internacional, Rima Jotabé)




Soy un verdadero campeón

(Jotabé)


Si mi alma pide a gritos las colinas
será para no hallarme entre cortinas.

Fueron innumerables desazones
los fehacientes de altas proporciones
y fue mi garra quién tuvo razones
para frenar el tiro de cañones.

Porque después del dolor soportado
llegó al fin mi desquite acelerado

y lo que parecía estar en ruinas
hasta en los más apagados rincones
floreció un territorio bien labrado.

 
     
   
     
 
    Amigos conectados     Arriba