Estimados amigos, en esta ocasión no voy a escribir un artículo, sino la primera parte de un artículo más extenso en su conjunto, pues para hablar de los pilares de la poesía, sin dudarlo debemos hablar de la rima, la métrica y ritmo o acentuación fonética, y cada pilar por separado merece un apunte especial.
Comenzaré por definir la rima, la cual todos sabemos que, siempre que no sea rima blanca, es la unificación de algunas vocales y/o constantes de dos o más versos en la finalización de las palabras que constituyen el final de cada verso.
Para los no iniciados en estos temas, igual puede parecer algo complejo realizar la rima, pero la verdad es que es muy sencillo, sobre todo tras varios años de práctica, pues cuando te pones a componer un poema, las rimas surgen solas, ya que tus musas están totalmente acostumbradas a esta manera de componer poesía.
Es preceptivo comentar que en la poética hay tres formas diferentes de realizar la rima, todas ellas válidas, y, además, todas ellas vienen desde muy antiguo.
Comenzaré por comentar la rima blanca, la cual no debería llamarse propiamente rima, pues la verdad es que sus versos no riman.
Ahora bien, los poetas que en sus versos hacen uso de este tipo de rima, no tienen que preocuparse de que los versos, como mínimo de dos en dos, tengan la misma terminación, pues ninguno de los versos del poema acaba con las mismas vocales y/o consonantes, e incluso debe evitarse que algunos versos puedan acabar de igua manera, es decir, que rimen, pues entonces se podría caer fácilmente en lo que se denomina «ripio».
El origen de la rima blanca se pierde en la noche de los tiempos y la mayoría de los poetas en algún momento de su trayectoria, han publicado algún poema con rima blanca. (Aunque ese no es mi caso).
Su origen está confuso. Una hipótesis dice que los poemas con rima blanca surgieron cuando se tradujeron los poemas de una lengua a otra, pues en la traducción se perdía la rima, además de los otros dos pilares de la poesía. Pero lo cierto es que hay un libro del poeta valenciano, España, llamado Jordi de Sant Jordi (Reino de Valencia 1399 - 1424) que escribió el libro llamado «Stramps», el cual fue un libro de poemas con una suerte de versos sueltos, los cuales no rimaban entre sí, dando la apariencia de la rima blanca actual. De hecho, en ambientes cultos poéticos, a la rima blanca de le llama rima «estrampa» en honor a Jordi de Sant Jordi y su genial obra.
Otra de las posibilidades de rima es la llamada rima asonante o imperfecta.
En este tipo de rima, la misma se realiza haciendo coincidir tan sólo las vocales, desde la sílaba que tiene el acento fonético en la palabra que forma la rima al final del verso, hasta el final de la palabra.
Esta forma de rimar tuvo una amplia utilización en el ámbito del medievo, donde juglares y trovadores hacían uso y abuso de ella, pues era una sencilla forma de poetizar una historia real o ficticia para poder ser recitada en un espectáculo, que es lo que hacían estos personajes para subsistir.
Actualmente, la rima asonante o imperfecta se utiliza sobre todo en las composiciones llamadas romances, y en algo que día a día nos acompaña, la música, donde gran parte de las letras de las canciones están realizadas, bien con rima estrampa o bien con rima asonante para dotar a la canción de más musicalidad con la que sea fácil para todos recordar esa letra.
Aunque en la actualidad también hay honrosas excepciones, como la canción Brindis de la taberna, del grupo aragonés, (España) Lurte, aparecida en su disco Neopatria, la cual tiene su letra compuesta enteramente con redondillas perfectas.
Y la tercera forma de realización de la rima es la llamada rima consonante o perfecta.
En esta forma de rima, a diferencia de la asonante, desde la vocal que tiene la acentuación fonética hasta el final de la palabra que forma la rima al final del verso, todas las letras, tanto vocales como consonantes, deben coincidir exactamente.
Esta rima es la más compleja de todas, pues requiere un conocimiento muy bueno y muy grande, extraordinariamente grande, de la lengua en la que estás componiendo el poema, pues ya no sólo es que los versos deben rimar como mínimo de dos en dos, sino que hay que buscar muy bien las palabras a utilizar, pues al tener obligatoriamente que coincidir en la rima varias letras entre vocales y consonantes, es fácil por un lado caer en la cacofonía, al repetir varias veces una rima que igual no es la más acertada en el poema, y lo que es aún peor y marca una gran falta de oficio de poeta, caer en la rima fácil de los participios y algunas formas verbales que pueden llegar a hacer muy cansina la lectura del poema.
Este tipo de rima se está utilizando desde tiempos inmemoriales, pero cabe citar que la lengua valenciana, la primera lengua del mundo en obtener un Siglo de Oro, disponía de numerosos poetas como el gran Ausias March (Valencia, c.1397 - Valencia, 1459) que ya la utilizaba en poemas como «Lo temps és tal que tot animal brut» («El tiempo es tal que todo animal bruto»)
La rima consonante es la que habitualmente se utiliza en las estrofas y poemas estróficos de más prestigio como los sonetos, la Rima Jotabé, las espinelas, las octavas reales, etc.
Como apunte extra comentar que, al ser la rima consonante la más compleja y difícil de realizar, también es la más valorada por su dificultad de realización, siendo la rima libre la más sencilla de realizar, pues no requiere de ningún esfuerzo por parte del poeta en buscar alguna palabra que le obligue para mantener algún tipo de rima en concreto.
Siempre, realizar un poema con rima consonante, requiere del poeta un sobre esfuerzo que no lo tiene la composición de un poema con rima asonante, y mucho menos, la composición de un poema con rima blanca o estrampa.
Bueno amigos, espero que os haya gustado este artículo, y nos damos cita en el siguiente.
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