Desde hace muchos años, los empleados de distintas empresas, las cuales podríamos definir, como clave en cualquier país, como las líneas aéreas, ferroviarias o de transportes públicos urbanos, se sienten como si fueran los herederos de los dioses, pensando que pueden manejar a su antojo los destinos de las demás personas que junto a ellos, comparten el mundo entero, sí, digo el mundo entero.
Este es el caso de los controladores aéreos españoles, que desde el día 3 de diciembre de 2010 comenzaron una huelga general en España, cerrando todo el espacio aéreo del país al no acudir a sus puestos de trabajo aduciendo que padecían algún tipo de enfermedad. Pienso que es de ser muy ingenuos, o bien nadando en la estupidez, pensar que diciendo que estaban enfermos, todos, a la vez y el mismo día, sería entendido por la ciudadanía.
Al cerrar el tráfico aéreo de España, en primer lugar han dejado fuera de su reino al rey don Juan Carlos I que se encuentra en la XX Cumbre Iberoamericana en Argentina, fuera de su reino, grave error este por parte de los controladores, pues ante cualquier eventualidad que pudiera surgir, el reino no tiene a su rey en él.
Pero además han dejado sin sus merecidas vacaciones a miles de personas que con grandes esfuerzos han conseguido llegar a poder realizarlas, o pensaban que lo harían. Han dejado a muchos estudiantes que debían de volver a sus hogares, sin posibilidad de poder hacerlo y en muchos casos, sin recursos económicos para poder afrontar tal eventualidad. Las personas que estuvieran esperando algún órgano para ser trasplantado, se quedarán sin él, pues estos tienen un plazo de ‘vida útil’ una vez extirpados de sus donantes, igual con este actos están condenando a muerte a alguna persona. Y así podríamos relatar un millón de historias, pues cada persona que no ha podido acceder al vuelo que habían comprado y deseaban poder realizar, tiene una historia, que seguro rallará lo dramático o serán puro dramatismo, y que por culpa de los ‘Endiosados controladores aéreos españoles’ se van a ver abocados al drama, al sufrimiento, al lamento, a vivir como pordioseros...
El gobierno de Zapatero ha hecho muchas cosas dignas de ser causa de dimisión del presidente y su gobierno, pero pienso que este caso, ha acertado de pleno declarando el Estado de Alarma y militarizando los aeropuertos, pero yo añadiría aún más. Durante la administración Reagan en Estos Unidos, ocurrió una situación semejante que acabó con miles de controladores aéreos despedidos, pues eso y sólo eso es lo que se merecen todos y cuantos controladores han secundado esta macro huelga, ser despedidos sin posibilidad de que nunca pudieran volver a trabajar como controladores aéreos en ningún lugar del mundo, acción que también haría extensible a todos los médicos que hayan firmado los partes de baja de los controladores aéreos en huelga.
Y llegados aquí alguien, seguramente los controladores aéreos, podrían preguntar, ¿Y qué hay de las reivindicaciones que nuestro colectivo pide con esta huelga? Pues llevarían razón con esta pregunta, pero la respuesta es que me da igual lo que pidan. Si para mejorar ellos su situación laboral han de fastidiarme a mí, a miles o millones de personas en tantos aspectos, tantos lugares del mundo y tantas maneras como he intentado plasmar más arriba, sus reivindicaciones, carecen de todo sentido. Pidan lo que pidan con esta huelga. ¡No se les debería conceder por la manera grosera, insolidaria, brutal y hasta podríamos calificar de macabra como lo están pidiendo!
Este acto de presión brutal, también merece una respuesta brutal por parte de los ciudadanos y del gobierno. |
