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ARTÍCULO 493

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ERMITA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL DE SOTERNES

 

 
 

En Valencia y en la Comunidad Valenciana, podemos sentirnos orgullosos de tener multitud de razas, especies y otras cosas totalmente autóctonas, y en este sentido podemos hablar del «Tiro y arrastre».

Antes de continuar quiero comentar que en valenciano se dice «Tir i arrastre», no «Tir i arrossegament» como se dice ahora, pues el uso de «Tir i arrastre» está documentado desde mucho antes que la otra versión.

Desde hace mucho tiempo, el tiro y arrastre está reconocido como deporte por la Fundación Deportiva Municipal del Ayuntamiento de Valencia, y para darle soporte en Valencia se constituyó la Federación de Tiro y Arrastre y, en Castellón de la Plana el Club de Tiro y Arrastre. Además, desde la citada Federación se está impulsando el hecho de que el tiro y arrastre sea reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC).

Ahora vamos a conocer los orígenes de este deporte autóctono valenciano en el que se aúnan las fuerzas del hombre con su animal, en esta ocasión el caballo. Mas, los orígenes de este deporte son un tanto confusos y hay varias teorías sobre cómo se inició el mismo.

Una de las teorías dice que comenzó en Castellón de la Plana, siendo su impulsor en Castellón y en la Comunidad Valenciana Joaquín Tárrega Mor (1916-1994), el cual era transportista.

Otra de las teorías dice que comenzó en la década de 1940, cuando el tratante de ganado llamado Ramón Tamarit, apodado «el Morrero de Meliana» que llevaba a vender sus animales a la Feria del Ganado que se realizaba en el viejo cauce del río Turia, entre los puentes del Real y de la Trinidad, en cierta ocasión, para demostrar a uno de sus posibles compradores todo el potencial de sus animales, enganchó uno de sus caballos a un carro cargado y lo hizo caminar por las partes más difíciles de ese tramo. Pero esto sólo son posibles inicios de este deporte que está firmemente enraizado en la Comunidad Valenciana y, que a día de hoy se celebran concursos de tiro y arrastre en multitud de sus municipios como Valencia, Vila-Real, Alcàsser, Silla, Xàtiva, y multitud de municipios más de l’Horta (huerta) valenciana y de Castellón.

El caballo utilizado para este concurso-exhibición, es el percherón, también llamado caballo de campo, pues son fuertes, robustos y grandes, y en su trabajo habitual en la huerta, arrastran grandes pesos, haciéndolos muy resistentes.

Pero, la verdad es que este tipo de deporte-competición, no es de creación actual, pues ya en el tiempo de Julio César Augusto (63 a.C-14), se celebraban las fiestas en honor al dios Conso, protector de los silos y del grano que en ellos había, siendo el 21 del mes de Sextilis cuando se ofrecía a Conso, las primeras espigas y se realizaban competiciones de tiro a caballo, los cuales eran engalanados ricamente.

Además, hemos de recordar que el tiro y arrastre, en mayor o menor medida, siempre se ha realizado en el ambiente taurino, cuando tras dar muerte el matador a un toro de más de 700 kilos, salen al coso taurino los caballos para «arrastrar» al toro fuera del mismo. Y otras acciones de tiro y arrastre como el hecho de arrastras las «Rocas» en Valencia en la tradicional procesión del Corpus, o el arrastrar las carrozas de las procesiones hasta que los caballos fueron sustituidos por vehículos.

También hay que apuntar que en el País Vasco existe una modalidad de tiro y arrastre que denominan Zaldi-probak (Pruebas de caballos), siendo básicamente pruebas de resistencia de los caballos, pues estos deben arrastrar una piedra el mayor número de veces, sobre una superficie de piedra o adoquín. Realmente, esta prueba de caballos es agotadora y no tiene nada que ver con el tiro y arrastre de la Comunidad Valenciana.

Sea como fuere el inicio de este deporte-concurso-exhibición, hay que comentar que, en un principio, cuando no existían unas reglas establecidas, entre los participantes pactaban las mismas antes de iniciar el torneo. En la actualidad está todo estrictamente regulado.
Hablemos de los caballos, de los que hemos dicho que están acostumbrados al esfuerzo físico, pero en el torneo está totalmente prohibido que al caballo se le pueda pegar con la fusta ni con nada, e incluso en municipios como Xàtiava, incluso está prohibido que, durante la duración de la prueba, el carretero pueda tocar el caballo.

Los caballos están totalmente protegidos y supervisados por veterinarios especializados y por los servicios técnicos del Ayuntamiento, garantizándoles, además, un lugar con sombra para refugiarse donde siempre haya abundante agua y comida. En el transporte también se debe observar multitud de directrices para que los caballos no sufran lo más mínimo.

Ahora bien, hay que comentar que en las zonas agrarias las caballerías están siendo sustituidas, ya casi en su totalidad, por maquinaria agrícola especializada, por lo tanto, en multitud de ocasiones, estos caballos son criados ex profeso para cumplir con su misión en este deporte-concurso-exhibición.

El escenario donde se realizan las pruebas, es una pista de unos tres a cuatro metros de ancho, sobre metro y medio de alto y unos cincuenta a sesenta metros de longitud. Esto forma un inmenso rectángulo que está constituido por arena fina de playa. Los caballos, portando orejeras, se enganchan a un carro y guiado por su carretero deben recorrer ese tramo en el menor tiempo posible, aunque sí que hay un máximo de cinco minutos de tiempo para realizarlo.

Pero el carro no va vacío. Antes de comenzar la competición, se pesan los caballos y el carro debe llevar un peso que sea dos veces y media el peso del caballo, esto hace que las ruedas del carro, las patas del caballo y las piernas del carretero se introduzcan bastantes centímetros dentro de la arena con la complicación que esto comporta para poder moverse así mismo y además, tirar de un carro fuertemente cargado.

En el trayecto el caballo debe detenerse tres veces por obligación del reglamento. Esto tiene su parte buena y mala. La buena es que el caballo puede descansar brevemente. La mala es que iniciar de nuevo la marcha supone un sobre esfuerzo impresionante para el caballo. Comentar también que hay modalidades que utilizan dos, tres o cuatro caballos, y en estas modalidades, cada caballo debe ir guiado por su carretero correspondiente.
Para hacer la competición más equilibrada, se han declarado seis categorías para los caballos según sus pesos, a saber: 0-120 kg; 120-220 kg; 220-320 kg; 320-420 kg; 420-520 kg; 520-en adelante.

Este último año 2022, tras dos años sin poder realizar esta tradicional y esperada competición, se ha realizado en la Malvarrosa, en la calle Eugenia Viñes, justo al lado de la playa.

La complicidad entre caballo y carretero debe ser máxima, y sobre todo el carretero debe saber muy bien lo que hace para conseguir el máximo de su caballo en el mínimo tiempo y así ganar, aunque la verdad es que los premios suelen ser bastante testimoniales, pero lo que realmente es todo un premio es el hecho de haber ganado y demostrar la fuerza que hizo la unión entre hombre y animal.

Si nunca has visto ninguna competición de tiro y arrastre, acércate a ver alguna cuando puedas, pues la verdad es que es impresionante ver moverse las ruedas del carro hundidas veinte centímetros en la arena, y ver la cara de satisfacción del carretero al llegar al final, a la meta, la cual se produce cuando el eje de carro pisa la raya imaginaria que marcan las últimas banderas del recorrido.

La Comunidad Valenciana es sinónimo de simbiosis entre sus hombres y sus animales.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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