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ARTÍCULO 491

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EL PALMAR: AROMA DE VALENCIA

 

 
 

En la Comunidad Valenciana, hay numerosos lugares que debían ser visitados por todas las personas del mundo sin excepción, por su belleza, por su enclave, por su todo… y uno de esos lugares, sin ninguna duda, es El Palmar.

Este rinconcito de Valencia, es una isla de 308,5 Ha. que constituyó una pedanía de Ruzafa, siendo actualmente el barrio número 5, llamado «El Palmar», del distrito 19 de Valencia llamado «Poblados del Sur». El Palmar cuenta con un alcalde de barrio y, se encuentra situado muy próximo a la orilla del sureste del lago que hay en el Parque Natural de la Albufera.

Actualmente esa pequeña-gran isla con aroma valenciano, está unida a tierra firme por tres puentes que se construyeron en la década de 1930 sobre las acequias que delimitan la isla, estando estos unidos a carreteras secundarias que desembocan en las tres grandes vías que llegan hasta la misma, desde valencia y otros municipios.

Los historiadores estiman que esta isla, en tiempo andalusí ya debió acoger una alquería, dado que en el Llibre del Repartiment («Libro del Repartimiento») en el que el rey Jaime I (1208-1286) llamado «el Conquistador» hace constar el reparto que realizó de las tierras conquistadas a los leales que le acompañaron, hay un apunte en el que se hace referencia expresa a la donación de una alquería llamada «de la Alcudia», la cual estaba situada en la isla de El Palmar.

En 1248, los musulmanes que habitaban esta isla la abandonaron, pero se ordenó detener hasta cien musulmanes con sus familias para que pudieran atender al manejo de las barcas, siendo la posición del rey Jaime I muy favorable a que los habitantes de El Palmar, vivieran de la pesca.

A pesar de esto se cree que, durante los siglos siguientes, la población de la isla no sería estable y que la mayoría de los pescadores que faenaban en ella, tan sólo guardaban allí los aperos propios de su trabajo, pero no vivirían en la isla sino en poblaciones cercanas como Valencia, Catarroja, Silla o Ruzafa. En este punto es importante comentar que Ruzafa constituyó un municipio independiente y que tenía una extensión inmensa, la cual incluía las actuales zonas de Monteolivete, Fuente de San Luis, Malilla, Nazaret, La Punta, Pinedo y la Albufera, siendo El Palmar, como ya he citado, una pedanía de Ruzafa.

Como apunte histórico comentar que en 1877 Ruzafa pasó a incorporarse definitivamente al municipio de Valencia, y todos sus territorios pasaron a ser barrios de Valencia.

Actualmente Ruzafa es sólo un barrio de Valencia.

Con el paso del tiempo, los pescadores vieron más útil y razonable vivir donde tenían sus trabajos, así a partir del siglo XVIII comenzaron a instalarse definitivamente en la isla para vivir todo el año.

En el diccionario de Madoz (Pascual Madoz e Ibáñez (1806-1870)), titulado Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, publicado entre 1845 y 1850, en 1846 nos ofrece una gran descripción de la isla, siendo esta la primera que nos habla de la misma como poblado propiamente dicho. Esta descripción comienza de esta manera:

«Palmar: caserío con alcalde pedáneo de la provincia y partido judicial de Valencia, término jurisdiccional de Ruzafa».

El censo más antiguo que se conserva de El Palmar, es de 1854, el cual dice que la isla tenía 289 habitantes, 65 barracas y una ermita dependiente de la iglesia de Pinedo. La máxima población estable que ha tenido la isla fue de 1543 personas, según el censo de 1950, y a partir de ahí ha decrecido hasta llegar a las 767 personas en el censo en 2020.
Por desgracia, El Palmar sufrió un desastroso incendio en 1855 que destruyó la práctica totalidad de las barracas que había en la isla, las cuales se diferenciaban de la tradicional barraca valenciana porque tenían la parte trasera abombada para poder hacer frente a los grades vientos que azotaban la zona. Esta modalidad de barraca de El Palmar, se denominaba «con culata» o «de cul de mona» («de culo de mono»).

Tras el incendio la reconstrucción de la isla ya no se realizó mayoritariamente con barracas, sino que se reconstruyó con las casas de planta baja y primer piso que ahora se pueden ver.

Comentar en este punto que la plaza principal del barrio, aunque es muy habitual llamarlo «el pueblo de El Palmar», es la plaza de la Sequiota, que es donde se encuentra la iglesia, de la cual hablaré más adelante.

Como he comentado, una de las principales actividades de la isla era la pesca, pero además también lo era el cultivo del arroz, pues la mayor parte de la isla está rodeada de arrozales, pero en la actualidad, gran parte de la actividad económica de la isla está orientada al turismo, habiendo numerosísimos restaurantes que ofrecen los platos más típicos valencianos como la archiconocida mundialmente paella; el «all i pebre» que es un guiso de anguila y patata o; la «espardenyà», un guiso que aúna campo y mar, realizado entre otros ingredientes, con patata, anguila, conejo, pollo, etc.

A pesar del diminuto tamaño de la isla, su patrimonio cultural es grande. Así cabe comentar sobre la:

Iglesia parroquial del Niño Jesús en el Huerto.

Esta es la única iglesia en toda la diócesis de Valencia que está consagrada al Niño Jesús, celebrando la festividad del Niño Jesús desde 1769. Dice la leyenda que esta festividad se basa en que un fraile franciscano salvó a dos niños de ahogarse en la Albufera tras caerse de la barca donde iban. La iglesia se fundó en 1895, según reza una placa que hay en la misma, pero se cree que anteriormente ya existía una ermita en ese mismo lugar. Esta iglesia dependió de la de Pinedo hasta 1942 en que se constituyó como parroquia independiente.

La iglesia consta de una sola nave con techo abovedado. En la fachada está la gran puerta de entrada adintelada de dos hojas y, sobre ella tres mosaicos realizados con azulejos, una ventana de arco de medio punto, un reloj y una espadaña con una campana en su vano. En el interior hay tres retablos, estando el central dedicado al Niño Jesús.

Tras vivir el insigne escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928), en este bello paraje una larga temporada a principio del siglo XX, se inspiró en el mismo para escribir su libro «Cañas y barro», siendo estos los dos elementos fundamentales para construir la tradicional y auténtica barraca valenciana. Como muestra de las barracas tradicionales, en El Palmar podemos ver la «Barraca del Tío Aranda», también llamada «Barraca dels Arandes» que es la más antigua del Palmar, datada en el siglo XIX, y que se conserva construida de manera original, la cual ha estado habitada hasta hace pocos años.

También podemos gozar en El Palmar de «La Trilladora del Tocaico», el embarcadero, el Museo Etnológico y otros lugares.

Y si visitamos El Palmar el 4 de agosto, día en la que se celebra la Romería del Cristo de la Salud, a las 18:00 horas veremos navegar al Cristo de la Salud en procesión por las aguas circundantes a la isla y tras ello, lo sitúan en el lago de la Albufera para celebrar una misa y que, además, bendiga las aguas para que los pescadores tengan un buen año de pesca.

El Palmar es un trocito del paraíso en Valencia, y sobre todo, no te puedes perder sus paseos en barco, sus puestas de sol, que son verdaderamente espectaculares, y el rielar de las aguas de la Albuera que es realmente hipnótico.
Si puedes, y debes hacer por poder, no te pierdas la oportunidad de visitar esta maravilla valenciana.

El Palmar es sinónimo de indiscutible aroma valenciano.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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