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ARTÍCULO 488

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SAN VICENTE DE LA ROQUETA: 1718 AÑOS DE HISTORIA

 

 
 

Muchas de las construcciones históricas de Valencia, acumulan entre sus paredes una extensa y gran historia que, sin lugar a dudas debe ser contada y en algunos casos, casi rescatada del olvido. Pero San Vicente de la Roqueta, con 2.252,70 m2 construidos, es un conjunto histórico-artístico impresionante, declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural (BIC), desde 1978, que cuenta 1.718 años de gloriosa historia, y eso siempre es digno de destacar.

Vicente de Huesca, más conocido como San Vicente mártir fue en vida el diácono Vicente y, la voz del obispo Valero predicando la fe, pues este era algo tartamudo.

Los emperadores romanos Diocleciano (244-311) y Maximiano (250-310) decretaron la persecución de los cristianos, y de ello en la península se encargó el prefecto Publio Daciano (s. III-s. IV). Valero y Vicente fueron apresados, pero mientras que el obispo Valero fue condenado al destierro, el diácono Vicente fue martirizado brutalmente hasta su muerte, oficializada el 22 de enero de 304, aunque realmente se desconoce con certeza.

En 313 gracias al edicto de Milán, cesaron las persecuciones y matanzas de cristianos.
Donde murió, y se supone que fue enterrado San Vicente, pues no se sabe con seguridad, se construyó un «Martyrium» en lo alto de un pequeño promontorio rocoso. Este martyrium-iglesia se consolidó como tal, y se estima que en el tiempo de dominación musulmana de Valencia desde el 714 hasta el 1238, fue posiblemente, la única iglesia con culto cristiano de la época, cosa que hizo a que los cristianos se organizaran alrededor de ella constituyendo un gran arrabal cristiano denominado lugar de San Vicente o Rayosa, el cual, cuando en el siglo XI se comenzó a construir la muralla musulmana de Valencia, quedó extramuros de la misma.

Durante esta época, el cuerpo de San Vicente mártir, fue trasladado, se cree que, a Portugal, para que no fuera profanado, y desde entonces se desconoce exactamente donde pueda estar enterrado.

Durante el breve tiempo que Rodrigo Díaz de Vivar (¿?-1099) llamado «el Cid Campeador» fue el Señor de Valencia (1094-1099), también mantuvo el culto en San Vicente de la Roqueta. En 1175 el rey Alfonso II de Aragón (1157-1196) llamado «el Casto», o «el Trovador», sitió Valencia, y del rey de la taifa de Valencia Zayyan ibn Mardanish (1124 o 1125-1172) llamado «el Rey Lobo», consiguió que Aragón administrara todos los diezmos, primicias y demás derechos de San Vicente de la Roqueta. De esta manera el rey Alfonso II en 1177 se lo cedió al Abad Abdón y los monjes del monasterio de San Juan de la Peña, y en 1232 la propiedad le es concedida al Monasterio de San Victorian en Aragón.

Ahora bien, en la reconquista de Valencia realizada por el rey Jaime I (1208-1276) llamado «el Conquistador», dicen las crónicas que el rey tuvo un asentamiento en este lugar de San Vicente y, como era muy religioso, achacó a este santo la victoria sobre Valencia y lo consideró como su protector. Y en agradecimiento al mismo, ordenó construir una nueva iglesia, un convento y un hospital, y al conjunto de estas tres cosas, es a lo que tradicionalmente se ha denominado San Vicente de la Roqueta.

Como apunte histórico, comentar que este convento fue el segundo de la península y el tercero de la Hispania romana.

El conjunto fue cedido a los monjes de la Orden de San Benito de San Victorian de Asán quienes estuvieron entre 1238 y 1255, y desde este último año y hasta 1259, en el complejo residieron la Orden de los Mercedarios. Y desde el año en que estos se fueron y hasta 1287 o 1289, estuvo el conjunto a cargo de la Orden Cisterciense como un priorato dependiente del Real Monasterio de Santa María de Poblet.

Mas, hay que comentar que las construcciones no cesaron, así entre los siglos XIV y XV, se construyeron varias capillas junto a la iglesia mayor, aunque a mitad del último siglo citado, tan sólo residían en el monasterio once monjes. De todas maneras, hay que resaltar entre esas construcciones, la Capilla de la Virgen de Belén en 1707, luego rebautizada con el nombre que hoy es conocida, Capilla de la Comunión.

En la Guerra de la Independencia Española, acaecida entre 1808 y 1814, contra las tropas napoleónicas francesas, San Vicente de la Roqueta fue utilizado como cuartel francés.

También sufrió las desamortizaciones, sobre todo la dramática de Mendizábal, acaecida entre 1836 y 1837, en la que los monjes fueron exclaustrados y el conjunto monástico quedó en un total abandono. Así pues, en 1837 el ayuntamiento demolió el testero y el campanario para poder abrir la calle de San Vicente (la calle más larga de Valencia, en la cual recae actualmente la fachada principal. Algunos años después, se construyó un nuevo testero plano a ras de calle y un pequeño campanario de ladrillo en la parte interior del conjunto que, realmente, distan mucho del esplendor de la obra original. La fachada del nuevo testero tiene dos puertas, aunque la derecha está cegada, y en medio de las mismas hay luna una lápida con esta leyenda:

«Convento de Religiosas Agustinas de San José y Santa Tecla, antes de San Vicente de la Roqueta»

El 9 de octubre de 1838 el industrial sedero Pedro Henrich adquiere el convento y su huerto con el fin de inaugurar una fábrica de hilados, mas, finalmente sus herederos se lo vendieron al marqués de Tremolar, el cual a su vez en 1879 se lo vendió a las Madres Agustinas del Convento de Santa Tecla, y del Convento de San José, que había sido demolido, iniciando así la rehabilitación de San Vicente de la Roqueta para que fuera su nuevo convento. Esta rehabilitación la realizó el arquitecto Antonio Martorell Trilles (1845-1930). De esta época es el claustro, aunque se reformó en el siglo XIX, y a finales de este siglo, el sarcófago donde estuvo el santo fue llevado a la Ciudadela, donde fue utilizado como abrevadero para las caballerías. Algunos años después fue redescubierto y restaurado, aunque conserva un agujero en el fondo usado para vaciar e agua. Ahora está expuesto en el Museo de Bellas Artes de Valencia.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) el conjunto fue incendiado, y al acabar la misma paso a manos de la Orden de San Agustín, quienes en 1973 lo vendieron para construir viviendas, pero este trámite se detuvo, gracias a la acción popular y la ayuda de algunos medios de comunicación.

De las tres construcciones realizadas por el rey Jaime I, queda la iglesia, propiedad del arzobispado de Valencia, situada a la izquierda del testero, la cual ha dejado de ser una iglesia monacal y ha pasado a ser una iglesia parroquial que tiene por nombre «Cristo Rey». Esta iglesia albergó durante más de 200 años el «Penó de la Conquista» («El Pendón de la Conquista»), el cual se conserva en el Ayuntamiento de Valencia. Y el convento, el cual, próximamente está destinado a albergar oficinas municipales, pues es de titularidad municipal.

Pero el hospital desapareció hace años, pues en 1512 el rey Fernando de Aragón (1452-1516) llamado «el Católico» ordeno la unificación de todos los hospitales en uno sólo, y el de San Vicente de la Roqueta, que tenía como titular a Santa María Magdalena, y que estaba situado frente al convento, fue abandonado y posteriormente demolido.

Debido a los 1.718 años de historia con que cuenta el conjunto histórico-artístico, dejaré el comentario del interior y sus sucesivas rehabilitaciones para otra ocasión, pues el interior por sí sólo, es digno de un artículo propio.

Valencia es sinónimo de esplendorosas y milenarias construcciones.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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