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ARTÍCULO 470

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ERMITA DE SANTA LUCÍA

 

 
 

Habitualmente relacionamos grandes construcciones con perpetuidad en el tiempo, siendo las catedrales, castillos, fortalezas y palacios los que suelen venir siempre a la mente, pero en esta ocasión vamos a hablar de una construcción algo más reducida que ha pasado guerras, penurias, desamortizaciones y todo cuanto ha traído la historia, y sigue en pie y cumpliendo con sus funciones, la Ermita de Santa Lucía.

Esta ermita se encuentra en la actual calle del Hospital, 15; en el Distrito de Ciutat Vella en el barrio Sant Francesc.

Para hablar de esta ermita, debemos retroceder en el tiempo hasta la conquista de Valencia por Jaime I (1208-1276), llamado «el Conquistador», en 1238 pues poco después, se fundó la Cofradía de Santa Lucía, virgen y mártir, llamada inicialmente «Almoina de Santa Llúcia» («Limosna de Santa Lucía»), en la Catedral que se construyó sobre aljama, (mezquita mayor), y que actualmente es la Catedral Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia. La «Almoina de Santa Llúcia» en 1276, gracias a la reina consorte Constancia de Sicilia (1249-1302) del rey Pedro III de Aragón (1240-1285) llamado «el Grande», tuvo una capilla con el mismo nombre en la girola de la Catedral de Valencia.

Posteriormente, en 1399, gracias al rey Martín I de Aragón (1356-1410) llamado «el Humano» o «el Viejo», la cofradía dejó la capilla que tenía en la Catedral y construyó la ermita que, con algunas reformas, ha llegado hasta nosotros. La ermita estaba muy cerca del desaparecido Portal de Torrente o de los Inocentes, que fue una de las monumentales puertas de la muralla cristiana de Valencia.

Es preceptivo comentar que el nombre completo de la cofradía es: Pontificia, Real y Primitiva Cofradía de Santa Lucía Virgen y Martir.

La construcción de la ermita se realizó en 1400, ampliándose en 1511. Es digno de apuntar que en 1410 la Cofradía cedió parte de su huerto, para construir «el dormidor de locos» del primer Hospital General de Valencia, que estuvo situado junto a ella y, al cual estuvo vinculada acogiendo en sus inicios algunos enfermos y expósitos.

La ermita dispone de dos naves, siendo la principal realizada en estilo gótico con cinco tramos. Con el paso del tiempo se cubrió con una bóveda rebajada de medio cañón sostenida por arcos fajones decorada con grutescos dorados y grandes lunetos, siendo esta bóveda un revestimiento barroco, que no incluyó el presbiterio donde se puede ver una bóveda de aristas que, se supone que sería la original. Al lado de la epístola (el derecho según se mira al altar), hay otra nave bastante más estrecha y corta, estando ambas naves separadas por arcos de medio punto con arquivoltas. En esta pequeña nave hay varias capillas, una de ellas está dedicada a Santa Águeda, y otra al Santísimo Cristo del Perdón. En el lado del Evangelio (el izquierdo según se mira la altar), encontramos cinco retablos de estilo barroco en madera tallada y dorada.

En el altar encontramos en estilo barroco y dorado, el retablo mayor, el cual tiene en tamaño natural, una imagen de Santa Lucía flanqueada por dos gruesas y vistosas columnas salomónicas. Coronando el retablo se encuentran el escudo pontificio y el de le Real Cofradía.

En los pies, en alto, encontramos un coro de no muy grandes dimensiones, pero con una impresionante vidriera en la que predominan los tonos blancos y azules y en el que descansa un armonio que fue propiedad del Cardenal Juan Bautista Benlloch y Vivó (1864-1926), más conocido como el Cardenal Benlloch.

La fachada que conocemos es barroca y muy sencilla. Fue realizada en 1860 por el arquitecto Sebastián Monleón Estellés (1815-1878) y consta de tres puertas, la central y principal, por donde se accede a la ermita, está adintelada y las de los extremos están realizadas con arcos de medio punto, siendo por una de ellas por donde se accede a los pisos superiores.

En 1865 el maestro de obras Luis Peseto junto a José Mustieles construyeron un campanil sobre el techo de la fachada principal, pero en 1925 Lorenzo Criado reformó de nuevo la fachada e introdujo la actual espadaña de grandes dimensiones, la cual cuenta con dos vanos que acogen dos campanas con nombre propio, Santa Lucía (1786) la de la izquierda y de mayor tamaño que la Santa Águeda (1872) que es la de la derecha. En 1979 se volvieron a realizar obras de restauración y conservación.

Finalmente, en 2012 la Fundación Hortensia Herrera rehabilitó por completo la ermita, la cual estaba bastante deteriorada, e incluso la habilitó para que pudieran acceder a ellas las personas con movilidad reducida, pues para acceder a la ermita, desde siempre, se debían bajar unos peldaños.

A los lados del basamento de la espadaña y sobre el techo de la fachada hay una barandilla que llega hasta los extremos donde hay sendas estatuas, la de la derecha representa «el Martirio» y la de la izquierda «la Virtud», ambas esculturas son del escultor José Esteve Edo (1917-2015) y fueron talladas en 1988.

Entre la espadaña y la puerta central adintelada, en una hornacina hoy una imagen de Santa Lucía proveniente del primer Hospital General de Valencia, llamado Hospital de los Pobres Inocentes, que estuvo junto a la ermita.

Sobre la ermita se encuentra la Casa de la Cofradía de Santa Lucía. En el primer piso está el Archivo Histórico en el que se guarda, entre otras cosas, la escritura de venta de Bernardo Pérez Pasquala a la Cofradía, el 25 de noviembre de 1381, de tres patios situados en el término de la Parroquia de San Martín donde se levantó la ermita y a la que perteneció en un principio. En el segundo piso están la Sala de Juntas y la Sala Grande, esta última contiene un pequeño gran museo de arte en el que, entre otras obras de arte, podremos ver una talla del Cristo crucificado del siglo XVII; la imagen procesional de vestir de Santa Lucía; y el retablo original de la fundación de la cofradía que cuenta con la imagen de Santa Lucía junto con San Vicente Mártir y San Vicente Ferrer.

En 1963 la Ermita de Santa Lucía fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y en 2007 fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

La ermita tiene algunas fechas grandes; el 13 de diciembre, día de Santa Lucía, aunque la víspera es más lúdica, pues a las 19:30 horas se celebra la «Tabalá» donde se concentran decenas de dulzainas y tambores, y la Muixeranga de Valencia realizando sus famosos castillos humanos, para anunciar la fiesta grande del día siguiente. Otra fecha importante es el 5 de febrero, día de Santa Águeda.

La ermita tiene numerosas obras de arte, aunque algunas en un estado de conservación mejorable. Algunas de ellas son:
Óleo representando a la Sagrada Familia en conjunto con la Trinidad.
Óleo sobre lienzo de Santa Lucía, pintado en 1730 por Evaristo Muñoz Estarlich (1684-1737)
Lienzo dedicado a los santos Abdón y Senén, pintado sobre 1650.
Lienzo de la Virgen de los Desamparados, atribuido a Gaspar de la Huerta (1645-1714), pintado en 1680.
Lienzo de san Isidro «el Labrador», pintado sobre 1650.
Retablo de las Almas o del Juicio Final, pintado sobre 1500.
Lienzo con el busto de la Virgen.
Lienzo de la Virgen de la Leche, que representa a la Virgen María amamantando al Niño.
Retablo con una copia de la imagen del Patriarca San Juan de Rivera.

Si puedes verla, seguro que se hará un hueco en tu corazón.

Valencia es sinónimo de fe milenaria.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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