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ARTÍCULO 466

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LA INDUSTRIA LANERA VALENCIANA

 

 
 

En ocasiones, hay opciones históricas que tienen un desarrollo muy similar, pero alguna de ellas, bien sea por la fama que se le ha dado o bien sea porque, de alguna manera ha sabido ganarse un puesto en la historia, todos sabemos algo de esa opción. En cambio, otras opciones similares no han dejado la huella que merecen, están algo olvidadas por el colectivo popular, y pocas personas saben algo de ellas.

Esta situación es la que podemos encontrar con las industrias de la seda (Sedería) y de la lana (Pañería), pues mientras que la primera tiene fama mundial por haber constituido incluso la llamada «Ruta de la Seda», harto conocida por todos, siendo la industria que constituyó un momento histórico en Valencia (España) de muy alto prestigio, la industria de la pañería, se ha quedado un tanto al margen y en cierta manera, en el olvido.

Mas, lo cierto es que, hasta finales del siglo XIX en Valencia, tanto la sedería como la pañería constituyeron dos industrias básicas dentro de su economía y tejido empresarial, y aunque ambas comenzaron su actividad en la capital, en el Cap i Casal, cada industria arraigó donde mejor podía conseguir sus materias primas. Así la sedería se consolidó en Valencia capital, que era donde se cultivaba mayoritariamente la morera que es el alimento de los gusanos de seda; y la pañería se desplazó a las localidades del interior donde las ovejas productoras de lana pastaban a placer.

Centrándonos en la industria lanar o pañería, que es la que nos ocupa, hay que saber que, de la misma se tiene constancia desde 1316, año desde el que está documentado el primer Gremio del sector, el Gremio de los Pelaires de Alcoy. Pero realmente esta industria lanar, era eminentemente de carácter familiar, aunque con el paso de las décadas, fue abriéndose camino a unos mercados cada vez más grandes y alejados, hasta el punto que entre 1460 y 1580 esta industria tuvo un muy importante crecimiento en su producción.

En cambio, el siglo XVII fue especialmente difícil para la industria textil en general, y aunque la industria de la pañería no tuvo el mismo apoyo institucional que la industria sedera, la cual, en 1686 obtuvo del rey Carlos II de España (1661-1700) llamado «el Hechizado», el título de «Colegio del Arte Mayor de la Seda» concedido al «Gremi de Velluters» («Gremio de Terciopeleros»), sí que supo adaptarse a las nuevas pañerías y sistemas y sobrevivir a este mal siglo, recuperando a finales del mismo algunos mercados perdidos, haciendo que esto incrementara su producción.

Tras la guerra de sucesión (1701-1713) que ganó el rey Felipe V de España (1683-1746) llamado «el Animoso», el conquistado Reino de Valencia se convirtió en el principal productor de tejido lanar, siendo Bocairent, Enguera y Ontinyent algunos de sus grandes productores de esta industria. Mas, fue Alcoy la que se conformó como la ciudad número uno de la industria de la pañería, no sólo en el Reino de Valencia sino en toda España.

Como apunte histórico cabe comentar que Alcoy desde 1715, pasó a cuadruplicar su población, llegando a tener 13.500 habitantes a principios del siglo XIX.

Sobre el Gremio de Pelaires, hay que comentar que, con el paso del tiempo comenzó a llamase «Fabricantes», siendo el documento más antiguo conocido de esta «Fábrica de Paños», de 1561, titulado como «Capítulos y ordenaciones del oficio de pelaires de la Villa de Alcoy, decretados por el Gobernador de Valencia», y el 8 de junio de 1800, el rey Carlos IV de España (1748-1819), llamado «el Cazador», le concedió a esta «Fábrica» el título de «Real», pasando a denominarse «Real Fábrica de Paños de Alcoy», por ser la entidad que fabricaba los tejidos para los ejércitos reales.

En el siglo XVIII se estableció «La Bolla», que era una garantía que certificaba la calidad y acabado del los textiles de Alcoy, siendo luego conocida como «Casa de la Bolla». Mas, en 1829, la Real Fábrica de Paños de Alcoy fundó la primera escuela textil de enseñanza técnica con el nombre de «Escuela de la Bolla», convirtiéndose en 1853, gracias a Ministerio de Fomento, en «Escuela Industrial Elemental».

A partir de 1791 comienza la mecanización de la industria pañera, dejando atrás lo que, hasta entonces se realizaba a mano en tornos, manejados sobre todo por mujeres. En 1819 la Real Fábrica compró una «spinning jenny» hidráulica para hilar el algodón. Esto causó gran malestar entre los trabajadores, pues quitó muchos puestos de trabajo, ya que un solo trabajador podría manejar ocho carretes. Las «spìnning Jenny» se extendieron rápidamente. En 1853 comenzaron a utilizarse las «mules» y en 1880 las «selfactinas» mas, en este año se produjo una gran crisis, y esto llevó, entre otras cosas, a que la producción incluyera y en cierto modo se decantara, por las fibras semisintéticas, a la vez que emergieron las fábricas mecanizadas de ciclo completo donde se abarataron aún más los costes.

En la década de 1890, el tren llega a Alcoy y el uso del carbón y la electricidad sustituyen en gran manera al uso de la hidráulica como energía para la maquinaria. Esto hizo que, al no depender ya de un cuerpo de agua para mover las máquinas, algunas localidades pudieran especializarse. Así encontramos que Ontinyent destacó por la confección de mantas; Morella destacó por las prendas de abrigo que llevan su nombre, las mantas morellanas; y Crevillent destacó por la confección de alfombras de lana, entre otras localidades y especializaciones.

La industria pañera valenciana y, sobre todo la de Alcoy, que fue realmente el motor de la misma, supieron adaptarse a los cambios económicos, sociales y políticos que se fueron sucediendo, conquistando los mercados nacionales como el de Murcia, Madrid o La Mancha, mas otros mercados de ultramar como el americano. Además, una vez estalló la Gran Guerra (1914-1918), (I Guerra Mundial), abastecieron de ropa a los ejércitos, cosa que hizo que esta industria tuviera un nuevo empuje.

Ya en la época más reciente, cabe destacar que las décadas de 1920 y 1930 fueron bastante complejas para la industria textil, y algunas de las poblaciones tradicionales de producción textil, paulatinamente se fueron abandonando en pro de otras localizaciones emergentes que les fueran más rentables económicamente. Además, tímidamente, pero con gran fuerza, se comenzaron a introducir las fibras sintéticas.

La Guerra Civil Española, interrumpe la producción habitual, pero algunas fábricas, sobre todo de Alcoy, como ya pasara con la I Guerra Mundial, fueron reconvertidas para uso militar. Tras esta, hubo unos años de escasez de materia prima que impidió el resurgimiento de la industria, pero en la década de 1950, la misma volvió a remontar, incluso a final de esa década la inyección de capital extranjero fue un gran valor añadido para su recuperación.

Posteriormente y hasta nuestros días, la industria textil ha pasado por décadas de auge y décadas de depresión, pero para beneficio de todos, esta industria sigue estando muy presente en la Comunidad Valenciana del siglo XXI.

Algunas de las grandes empresas de la industria lanar y textil fueron:

Industria Martí Tormo. Fundada en Valencia en 1908. (Desde 1968 se conoce como El Trovador). Ropa de cama y toallas. Sigue en activo.
Paduana S. A. Fundado en Ontinyent en 1919. Principalmente sábanas y colchas. Sigue en activo.
Alfombras Imperial. Fundada en Crevillent en 1923. Alfombras y moquetas. Sigue en activo.
Ferry’s. Fundada en Canals en 1928. Ropa interior. Sigue en activo.
Grupo Sáez Merino. Fundado en Valencia 1954. Especializada en ropa «vaquera», utilizando un tejido llamado denim. sus marcas estrellas fueron. Lois, Caster, Cimarron y Caroche. Cesó su actividad en 2008.

La Comunidad Valenciana y sobre todo Alcoy son sinónimos de textil a lo grande.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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