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ARTÍCULO 459

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ARC DE LA TORRETA: O DE CÓMO SE CONFUNDE LA HISTORIA

 

 
 

En ocasiones hay todo tipo de monumentos, fuentes, edificaciones, estatuas… que, por el mero hecho de verlas a diario «desde siempre», casi no le damos importancia y casi realmente «ni las vemos», motivo por el que difícilmente nos decidimos a investigar un poquito sobre eso que estamos viendo diariamente, aunque realmente no sepamos qué es.

Esto es lo que ocurre con el trozo de historia que vamos a conocer hoy, el Arco de la Torreta, («Arc de la Torreta») o, Portalet de la Torreta («Puertecita de la Torreta»), (En español «Torreta» se traduciría como «Torrecilla»), el cual se encuentra situado en la actualidad en una pequeña explanada peatonal con carril bici incluido y sin ningún tipo de valla o protección. Anteriormente esa explanada peatonal era una semi rotonda para facilitar el cambio de sentido de circulación, y el Arco de la Torreta se encontraba en una pequeña isleta a la que no se podía acceder fácilmente y contaba con una valla de hierro forjado no muy alta para protegerlo.

Con cualquiera de las configuraciones, este pequeño trozo de historia se encuentra frente al río Turia en su margen izquierda, en la calle Llano de Zaidía («Plà de la Saïdia»), donde confluyen las calles Visitación y Poeta Monmeneu.

El Arco de la Torreta se encuentra en el Distrito de Campanar, en el barrio Tendetes («Tiendecitas»). Este barrio en un principio fue un conjunto de masías y alquerías con numerosas tiendecitas en medio de la huerta donde los labradores y carreteros solían hacer un alto en su camino para «reponer fuerzas», pues es preciso comentar que, entre esas tiendecitas, se encontraban numerosas tabernas, además de otros muchos establecimientos humildes.

Como apunte histórico cabe comentar que el actual barrio Tendetes, fue un municipio independiente desde el 7 de noviembre de 1837 hasta 1897, año en que definitivamente pasó a formar parte del municipio de Valencia situado en el actual comentado Distrito de Campanar.

El incipiente barrio Tendetes, cuyo origen podría remontarse a 1242, año en el que rey Jaime I de Aragón (1208-1276), llamado «el Conquistador», entregó a Gaspar Despallargues, según el Llibre del Repartiment (Libro de la Repartición) un conjunto de alquerías musulmanas por las que pasaba y pasa la acequia de Rascaña, una de las grandes acequias de Valencia. Con el tiempo, este conjunto de alquerías conformaría un núcleo de población.

Entre esas alquerías se encontraba una que disponía de una torreta rematada con un tejado bastante alto y puntiagudo de forma piramidal. Esta alquería ha pasado a la historia como la Alquería La Torreta, y es de suponer que esta sería muy importante en la época, pues un gran molino harinero que se encontraba muy próximo a ella, tomó el nombre de la misma, conociéndosele como el «Molino de la Torreta». De esta manera seguramente todos sabrían situar al molino.

De esta manera, el Arco de La Torreta, ha llegado hasta nuestros días como la puerta de entrada al molino, cuando en realidad, era la entrada a la alquería, como así lo atestiguan los vecinos contemporáneos del molino que lo vieron antes de su demolición en la década de 1960.

Esta confusión está apoyada desde los restos del propio Arco de La Torreta, muy restaurados con respecto a sus restos originales, pues en su parte izquierda, bastante más ancha que la derecha, realizado por el maestro ceramista xixonenc Jaume de Scals Aracil (1913-1978), encontramos un socarrat (1) esmaltado en blanco y sobre él con tonos azules vemos la representación de la alquería de La Torreta junto con una leyenda que reza:

«Soc l’Arc del Molí de la Torreta. Tendetes»
(«Soy el Arco del Molino de la Torreta. Tendetes»)

Cuando realmente lo que debería decir es:

«Soc l’Arc de l’Alqueria La Torreta de Tendetes»
(«Soy el Arco de la Alquería La Torreta de Tendetes»)

Apoyando aún más este error histórico, en el vano de la puerta nos encontramos con dos ruedas de molino, dando a entender a todo quien lea el texto del socarrat y vea las ruedas, que realmente lo que están viendo, fue la entrada al molino y no a la alquería.

Cuando se demolió el molino harinero en la década de 1960, se rescató la puerta de entrada a la masía La Torreta que, según las fotos del Archivo Municipal, estaba pegada a él. Tanto el molino como la alquería estaban situados en una localización diferente de la que hoy en día se encuentra el portal rescatado, hecho este que ha llevado a que los vecinos de Tendetes, los que aún llegaron a ver el molino, hayan solicitado que esos restos sean devueltos a su lugar original, pero hasta la fecha, no han tenido suerte en sus reclamaciones.

El Arco de La Torreta es uno de los pocos vestigios musulmanes que le quedan a la ciudad de Valencia, y como tal, debe ser visto y valorado en su justa medida, y no sólo de pasada con el coche o pasando con rapidez ante el mismo.

Los restos rescatados propiamente dichos, aunque como he comentado muy restaurados, constan de un arco de influencia mudéjar. El mismo está construido en ladrillo rojo sin ningún tipo de decoración, el cual está almenado. El vano de la puerta está compuesto por tres centros, y el mismo tienes más de cuatro metros de ancho y aproximadamente la misma altura. Está realizado en ladrillo rojo, con la técnica denominada «cara vista» y con mucho tendel, es decir, con una perfecta y esmerada alineación horizontal entre todos los ladrillos de una misma hilera. La cornisa está conformada por el canto de varias hileras de ladrillos con un bordón en el centro de la misma, y sobre ella, como ya he citado, se yerguen cuatro almenas de base y alzados rectangulares las cuales están rematadas con una pirámide truncada, (tronco piramidal) pues a todas ellas les falta la punta. Este tipo de construcción es de tradición de la España islámica.

Al costado derecho del Arco de la Torreta, se ha conservado un breve lienzo de la murada que lo uniera con su original construcción.

Citar como apunte histórico que, los contemporáneos del molino, llamaban al lugar donde se encontraba y sus alrededores, en la margen izquierda del río Turia y extramuros de la ciudad de Valencia, «el llogaret», que vendría a traducirse como «el lugarejo» o «la ladea», pues lo recuerdan como un lugar tranquilo donde poder relajarse.

En no pocas ocasiones, es importantísimo conocer la historia que hay detrás de cada monumento o asimilado, para conocer algo más la historia de tu tierra y poder quererla y amarla más y mejor.

Valencia es sinónimo de historia cristiana y musulmana.

 

(1) Pieza de barro cocido, esmaltado en blanco y decorado en colores rojizos, azules, amarronados, negruzcos y otros. Es de origen medieval y muy típico de la alfarería valenciana.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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