Inicio Juan Benito
 
 


Artículos



ARTÍCULO 453

EL PERIÓDICO DE AQUÍ

El Periódico de Aquí

Volver a El Periódico de Aquí

Volver a Artículos

 
 

INICIO ECLÉCTICO DE LA CALLE SAN VICENTE MÁRTIR DE VALENCIA

 

 
 

A finales del siglo XIX e inicios del XX, gran parte de Valencia aún estaba por construir, y para ello se sucedían las expropiaciones y demoliciones de todo tipo de conjuntos histórico-artísticos de nuestro patrimonio que nunca más se podrán volver a recuperar. Pero en contraposición fueron surgiendo nuevas edificaciones que han dejado su huella en la fisonomía de Valencia y que, han llegado hasta nuestros días.

Además, en cada época hay ciertas personas que destacan por su buen hacer en sus respectivos ámbitos, y en el periodo de tiempo indicado, hubo un arquitecto valenciano llamado Lucas García Cardona (1847-1899) que construyó en Valencia algunos de sus edificios más brillantes e icónicos como el Edificio Sancho, la Casa de las religiosas Oblatas, la Casa Blasco, la Casa Pampló, la Casa Ylario, la Casa Sansano y muchísimas más como las dos que hoy son el centro de este artículo, el Edificio Monforte, situado en la calle de San Vicente, 1; y el Edificio Pedro Sánchez León, situado en la calle de San Vicente, 2. No confundir este último con el Edificio Mercedes Sánchez de León, el cual tiene su fachada principal en la calle de San Vicente, aunque la entrada se realiza por el lateral que recae en la calle de los Derechos, 2, y que también fue construido por el mismo arquitecto y mantiene el mismo estilo arquitectónico que los citados edificios.

Los dos edificios objeto de este artículo, como dos enormes centinelas, inician la calle más larga que ha tenido y tiene Valencia, la calle de San Vicente Mártir, la cual tiene 3.790 metros y 377 números de policía.

Ambos edificios achaflanados, han sido declarados Bien de Relevancia Local (BRL). Están situados ante la actual y enorme Plaza de la Reina, (siendo esta reina, María de las Mercedes de Orleans (1860-1878)). Están construidos en estilo ecléctico con algunas trazas del modernismo valenciano y sus bajos y entresuelos son comerciales, el resto de plantas son de uso privado.

Los edificios constan de planta baja, entresuelo y tres pisos. En sus plantas bajas se suceden multitud de columnas en hierro fundido pintadas en azul en el edificio Monforte y en negro en el Edificio Pedro Sánchez León, las cuales se cierran en un arco de medio punto en la planta del entresuelo. Las puertas de entrada a los edificios están disimuladas entre los grandes vanos que se abren entre las columnas.

Y, aunque se les puede considerar a ambos edificios como mellizos, no son gemelos, y ello es porque aun a pesar de todo lo que tienen en común, que no son pocas cosas, realmente son bastante diferentes.

El Edificio Monforte fue un encargo de Josefa Sancho, comenzándose su construcción en 1895. Se caracteriza por ser un claro referente del eclecticismo valenciano, en el cual, su arquitecto Lucas García, introdujo numerosas formas de decoración nuevas.

En la fachada encontramos multitud de decoraciones polícromas con predilección del color azul cobalto y motivos helenísticos, frisos con palmeta, ovas y numerosos ornamentos de gran tamaño realizados en hierro fundido, entre los que caben destacar numerosas y grandes columnas con capiteles jónicos y corintios pintadas también de un azul cobalto.

En la fachada está realizada con elementos como la piedra, el hierro, la madera, estucados o ladrillos barnizados que le confiere al edificio un aspecto peculiar y característico.

La última planta, diferente en la fachada a todas las demás, luciendo diez imágenes en gran tamaño de bacantes danzando realizadas en cerámica azul de la fábrica «La ceramo de Benicalap». Las otras dos plantas cuentan con unos generosos miradores. E iniciando en tejado en varias aguas, tenemos un enorme alero.

En los bajos de este edificio, los hermanos Campoy Emilio y Juan, (este último llegaría a ser directivo del Ateneo Mercantil de Valencia), situaron los almacenes «La isla de Cuba», el mismo año que se inició la Guerra de la Independencia de Cuba, que condujo a la pérdida por parte de España de esta provincia española en 1898. Mas, a pesar de ello, el nombre de los almacenes siguió siendo «La isla de Cuba», hasta que se disolvió la empresa 16 años después de haber sido constituida.

Los almacenes confeccionaban trajes a medida, pañuelos de manila, surays, glasés, tafetanes, tornasoles, bengalinas, paños de Lyon, damascos de Manila traídos de Cuba y muchas otras cosas. Cabe destacar que en lugar claro y preferente habían unos carteles en los que se anunciaba que tenían «Precio fijo», dando a entender a sus clientes, que no se aceptaba el regateo.

Con el paso de los años, este Edificio Monforte, es mucho más conocido como Edificio La isla de Cuba, aunque estos almacenes desaparecieron. Luego fue ocupado por «Viuda de Miguel Roca», que vendía discos de vinilo y casetes, y en la actualidad en una entidad bancaria.

Frente a él se encuentra el Edificio Sánchez de León, en el número 2 de la calle de San Vicent mártir, construido en 1896 por orden de Pedro Sánchez de León, constituyendo la Casa de Sánchez León.

También fue construido en estilo ecléctico con trazas de estilo modernista valenciano. En este edificio el color predominante es el ocre y el marrón. La fachada de la última planta, que es un ático, carece de balcones o miradores, mientras que las otras dos plantas sí los poseen. Además, estas dos plantas en el chaflan cuentan con generosos miradores acristalados. Las columnas de este edificio fueron fundidas en «El Vulcano Valencia».

En este edificio la decoración, algo menos copiosa que en su gemelo, estando compuesta por multitud de rosetas y cabezas de león, estucos, frisos. Destacando que, en el vértice del chaflán más próximo a la calle de San Vicente, hay un busto en grandes dimensiones de San Vicente Mártir. Además, en lo alto del edificio, antes de dar paso al tejado en varias aguas, encontramos un generoso alero. Y en el tejado, sobre el chaflán hay un cupulino compuesto de dos partes. En la más baja tiene tres óculos, recayendo cada uno a una fachada de las tres que tiene el edificio, y la parte más alta se cierra a modo de capullo de flor.

En los bajos de este edificio estuvieron los almacenes Sánchez León, mas, en la actualidad los bajos están ocupados por gran variedad de comercios de diferente índole.
En Valencia encontramos monumentos, cuya construcción se pierden en la noche de los tiempos, además de edificaciones en todos los estilos que ha habido en la historia y, además, en gran cantidad. Pasear por las calles de Valencia, ya no sólo del casco histórico, sino de todo su amplio centro y alrededores, es un verdadero placer para los sentidos y un extremo goce para los arquitectos y los amantes de la buena arquitectura.

Valencia es sinónimo de arquitectura sin par.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
    Amigos conectados     Arriba