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ARTÍCULO 446

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MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO DE COTALBA

 

 
 

Situado en la población de Alfahuir, perteneciente a la actual comarca de La Safor, nos encontramos en lo alto de una colina llamada Tossalet de Cotalba, uno de los monasterios con más historia de nuestra Comunidad Valenciana, el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba, el cual se comenzó a construir en 1388, mas, con el paso de los años, ha tenido varias ampliaciones, realizándose la última de ellas a principio del siglo XX.

En 1388 el rey Alfonso de Aragón (1332-1412) llamado «el Viejo» compró el lugar de Cotalba a los musulmanes y se lo entregó a la Comunidad Jerónima de Jávea a la vez que promovió la construcción del monasterio, trasladándose esta comunidad religiosa al mismo al acabar su construcción. Con esto, esta Comunidad Jerónima se constituyó como la más antigua de la Corona de Aragón y, además, como Casa Madre de la Orden de los Jerónimos.

Dicen las crónicas que fue Pere March (1336 a 1338-1413), padre del insigne poeta valenciano Ausias March (c. 1398-1459) quien ideó la distribución del convento y que Pere Compte (¿?-1506) constructor de la Lonja de la Seda de Valencia, pudo estar implicado en la construcción de alguna de sus partes.

En 1412 el rey Alfonso de Aragón (c. 1358-1422 o 1424) llamado «el Joven», hijo del rey Alfonso de Aragón «el Viejo», en 1412 ordenó construir el campanario, también llamado Torre del Homenaje o Torre de Campanas, construcción de planta cuadrada que sobresale del conjunto arquitectónico.

En el siglo XVI el monasterio pasa a ser de la Casa de los Borja, siendo María Enríquez de Luna (1474-1539), viuda de Juan de Borja y Cattanei (1474-1497) segundo duque de Gandía, quien ordenó construir el Claustro superior, realizado en gótico tardío, el aljibe medieval construido en el Patio de los Naranjos, formado por las galerías y la «Puerta de los leones» o puerta y escalera «Alma Christi», una puerta doble flanqueada por dos leones. Por su parte, el claustro inferior está considerado como una de las mejores muestras del gótico mudéjar, desde el cual, dicen las leyendas más que las crónicas, que predicó San Vicente Ferrer (1350-1414).

El Monasterio de San Jerónimo de Cotalba recibió visitas tan relevantes como la del rey Felipe II de España (1527-1598) llamado «el Prudente» que residió en la «Celda Prioral»; la infanta Isabel Clara Eugenia de Austria (1566-1633) o Isabel de Portugal (1503-1539), única esposa del rey Carlos I de España (1500-1558) llamado «el César», la cual murió en el monasterio.

Entre los ilustres intelectuales que frecuentaron el monasterio, encontramos al citado Ausias March, y a Joanot Martorell, pues la primera mujer de Ausias March, Isabel Martorell, era hermana de Joanot Martorell.

El monasterio desde su construcción fue muy querido y apoyado por la Casa de Aragón y la Casa de Austria, y muestra de ello son las múltiples donaciones que realizaron a la orden jerónima, mas, el 6 de agosto de 1835, debido a la Desamortización de Mendizábal, los monjes tuvieron que desalojar el monasterio y todos sus bienes fueron repartidos entre otras instituciones.

Entre esos bienes se encontraban numerosas pinturas del pintor valenciano renacentista Nicolás Borrás Falcó (1530-1610), nombrado benefactor de la Orden Jerónima, falleciendo en el monasterio, donde sólo se conserva un cuadro suyo en el refectorio, «La Santa Cena».

El escritor y eclesiástico Gaspar Juan Escolano (1560-1619) en sus «Décadas de la historia de la insigne y coronada ciudad y reino de Valencia», publicadas en 1610, dijo así sobre las pinturas de Borrás Falcó y sobre el propio pintor:

«De las delicadas y célebres pinturas que, por todos sus claustros y paredes de los lugares más vistosos, ha dejado de su mano y pincel un hijo de esta casa y reino, llamado Fray Nicolás Borrás, que murió en este año [...] su espíritu y excelencia en el arte de pintar vivirá para siempre en las lenguas de la fama».

También entre sus bienes más preciados se encontraba la Custodia, realizada por Fray Antonio Sancho de Benevento realizada entre 1548 y 1555, la cual, estaba considerada como uno de los mejores ejemplos de la orfebrería española del Renacimiento, siendo una de las mejores de España, contando con una altura de un metro. Mas, en la Desamortización pasó a la Colegiata de Santa María de Gandía, para desaparecer definitivamente en el trascurso de la Guerra Civil Española. Además, durante esta contienda, el monasterio fue utilizado como hospital.

La familia Trénor adquirió el monasterio en 1843, ordenando construir a principios del siglo XX los Jardines de estilo romántico de la parte norte y además, convirtió el refectorio en un salón de ceremonias. A la familia Trénor se le debe el excelente estado de conservación con el que ha llegado hasta nuestros días.

La iglesia, construida en gótico valenciano es de planta basilical sin crucero, tiene cuatro tramos abovedados con arcos de crucería. El presbiterio barroco es rectangular y el coro se encuentra elevado con una bóveda estrellada.

La que inicialmente fuera la Sala Capitular, en la actualidad es la Capilla de la Virgen de la Salud. Y, adosado a sus muros encontramos el sarcófago tallado en piedra de Juan y Blanca de Aragón, hijos del rey Alfonso de Aragón «el viejo».

Pero, además de lo dicho, es del todo imprescindible reseñar el acueducto gótico de unos 5.800 metros de longitud que unía el monasterio con la Fuente de Batlamala o de la Finestra en el término municipal de Almísera, para que este impresionante conjunto arquitectónico con una historia de 634 años pudiera abastecerse de agua. El acueducto, el cual está en muy buen estado de conservación, tiene dos alturas, la inferior se construyó en el siglo XIV, y la superior entre los siglos XV y XVI.

El monasterio fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) el 24 de mayo de 1994, y desde 2005 está abierto al público, pudiéndose visitar en la actualidad prácticamente todo el monasterio. Y, desde 2007, entre julio y agosto, se realizan el ciclo de conciertos Música en Sant Jeroni, dedicados especialmente al jazz y la música clásica.

Es preceptivo comentar que, casi todo lo que sabemos sobre el monasterio, se lo debemos al padre Francisco del Castillo, monje del monasterio, quien en 1757 escribió una pormenorizada descripción del mismo en su:

«Historia general de nuestro Real Monasterio de San Jerónimo de Gandía»

Del cual sólo existe una copia que se conserva en la Catedral de Santa María de Valencia.
Si eres amante de la historia y disfrutas viendo los impresionantes conjuntos arquitectónicos que hay en la Comunidad Valenciana, el monasterio de San Jerónimo de Cotalba en Alfahuir, es una parada imprescindible.

Alfahuir es sinónimo de grandes monumentos con historia.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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