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ARTÍCULO 440

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CASTILLO DE SAN FERNANDO

 

 
 

Esta construcción es muy singular en todos los sentidos, y el primero sin lugar a dudas, es denominarla como «castillo», pues con este nombre se suele designar a las construcciones, habitualmente de la Edad Media, donde vivía un Señor feudal. Pero en el Castillo de San Fernando, nunca vivió un Señor feudal, es más, las instalaciones están diseñadas como un acuartelamiento para que en ellas vivieran los militares que tenían que defender esa plaza. Es por ello que más que un castillo, sería una fortaleza, un fuerte fusilero o un cuartel, y un nombre quizá más adecuado, sería Fortaleza de San Fernando.

Otra curiosidad de este castillo/fortaleza es su nombre, pues lo más habitual es que el castillo tome el nombre de la población que lo acoge o puntualmente el de algún santo, pero en esta ocasión no es así, y adquiere el nombre del rey Fernando VII de España (1784-1833) llamado «el Deseado» o «el rey Felón», quien tras su abdicación en las llamadas las «Abdicaciones de Bayona», renunció al trono de España en favor de Napoleón Bonaparte (1769-1821), quien le cedió el reino a su hermano, reinando este con el nombre de José I Bonaparte (1786-1844).

El castillo se encuentra al oeste de Alicante en el mismo corazón de la ciudad, en un cerro llamado, Monte Tossal, el cual también es conocido como el Cerro de San Fernando.

El castillo/fortaleza fue construido en el transcurso de la Guerra de la Independencia contra los franceses, que se extendió desde 1808 hasta 1814. Exactamente, se tiene constancia que se comenzó su construcción en 1809 y se concluyó la misma en 1813, siendo uno de los pocos castillos que se construyeron en el siglo XIX.

El proyecto de la obra fue del Mariscal de Campo, subinspector de ingenieros militar y en ese momento Comandante de la Plaza de Alicante Pablo Ordovás Sastre (¿?-1832), participando todo el pueblo en la construcción del mismo. El castillo concluyó su construcción en un tiempo récord, y ello llevó a que la misma tuviera algunas fallas de construcción, cosa que pocos años después de su construcción condujo a presentar unas serias grietas y algunos desperfectos diversos.

Esta fortaleza se construyó con el ánimo de contener y repeler cualquier invasión napoleónica, apoyar al Castillo de Santa Bárbara y, que llegado el momento funcionara como una cárcel para los prisioneros franceses, pero la verdad es que nunca tuvo su oportunidad y nunca pudo cumplir con la finalidad para la que fue construido, pues Alicante nunca fue tomada por los franceses, aunque sí hubo algunos intentos.

El 16 de enero de 1812, desde la zona de Altozano las tropas napoleónicas bombardearon Alicante sin que las obras de construcción de la fortaleza hubieran concluido, pero este asedio tan sólo duró un día ya que el general Louis Pierre Montbrun (1770-1812) y sus tropas, fueron requeridos para apoyar la invasión a Rusia, que acaeció entre el 24 de junio y el 18 de diciembre de 1812. Unos tres meses después de ese ataque, los franceses volvieron a intentar conquistar la ciudad, pero estos fueron repelidos, que no derrotados, en la batalla del Cerro del Calvario, que acaeció en el municipio de Muchamiel, a unos 12 km. de Alicante. Y tras estos intentos de los franceses por conquistar Alicante, se aceleró la finalización de la fortaleza de San Fernando. Pero la verdad es que el ejército francés ya nunca más volvió a intentar conquistar Alicante.

En 1939, al final de la Guerra Civil Española, esta vez sí que sirvió el castillo como prisión para los presos republicanos, cumpliendo esta función tan sólo hasta final de ese año.

El castillo/fortaleza, con unos muros más bajos que los de un castillo, pero muy robustos, tiene un trazado bastante irregular, pues debía de adaptarse a la orografía del Monte Tossal. Posee dos baluartes, uno de forma poligonal al norte de la construcción, frontera en la que se excavó un foso por no ser una zona muy escarpada. Y otro baluarte circular con forma troncocónica en la parte sur, al que se ha apodado el «yogurt», y ambos están unidos por unas cortinas de trazado quebradizo. También tiene otros dos medios baluartes, mas un tercero de reducidas dimensiones en los frentes más vulnerables del monte.

La fortaleza en el interior, cuenta con bóvedas a prueba de fuego, una cisterna que era lo suficientemente grande como para abastecer de agua a todos los militares del acuartelamiento durante varios días y, como ya he citado, las dependencias para los militares que debían vivir en la fortaleza.

La puerta principal es sencilla pero llamativa, pues flanqueando la misma se alzan dos jambas, las cuales sustentan en lo alto sendos leones de no muy grandes proporciones, sentados sobre sus cuartos traseros y con la boca ligeramente abierta. Hay historiadores que estiman que estos leones no pertenecen a la construcción original, sino que fueron añadidos posteriormente. A esta puerta se llega por un camino zigzagueante, en varios tramos de rampa.

El castillo de San Fernando tuvo unos años en los que realmente estuvo en un estado de total abandono, y como consecuencia de esto, se fue deteriorando más y más. Pero, en 2018 se rehabilitó el foso para acoger eventos culturales, y en 2020 se iniciaron las obras de una gran restauración global.

En la década de 1990, en la ladera del cerro se construyó un parque temático, el cual incluía poder navegar en barcas, pero tuvo que ser clausurado y desmantelado porque se producían corrimientos de tierra. En la actualidad, en la falda del cerro se encuentra el Parque Monte Tossal en el que encontramos pistas deportivas, un mini golf, pista para monopatines, pistas para patinar, un rocódromo, pistas de petanca, monumentos, una zona de bosque, jardines, una sala polivalente… y, además, un espacio temático que reproduce las distintas geografías y morfologías de la Comunidad Valenciana.

El castillo de San Fernando, en 1949 fue declarado monumento del Patrimonio Histórico Español, y en 2001 fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural).

Mas, algo que penaliza la belleza e historia del entorno, son las altas y feas antenas de comunicaciones que han colocado en el interior de la fortaleza.

Alicante es sinónimo de una historia singular.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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