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ARTÍCULO 435

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COLEGIO REAL E IMPERIAL DE NIÑOS HUÉRFANOS DE SAN VICENTE FERRER

 

 
 

En Valencia contamos con muchas primeras veces en multitud de ámbitos diferentes, y este es el caso del Colegio Real e Imperial de niños huérfanos de San Vicente Ferrer, pues este colegio posiblemente sea el primer orfanato benéfico del mundo, acogiendo en él a niños y niñas y quiero remarcar lo de niñas, pues desde el inicio de esta centenaria institución ha sido mixta, acogiendo en su seno a infantes de ambos sexos.

Pero, para conocer mejor este venerable colegio hagamos algo de historia. En la Edad Media surgió un movimiento, en un principio sólo de mujeres, que se llamó las Beguinas, posteriormente se añadieron los hombres que se llamaron los Bigardos. Así, en Brujas, en 1225 nace el Beginaje o Beaterio, compuesto por seglares comprometidos con una vida recta y ejemplar de ayuda a los demás, pero sin conformar una orden o grupo religioso.

Las Beguinas se extendieron por toda Europa y llegaron a España, y en Valencia, aproximadamente donde en la actualidad se encuentra la Finca de Hierro, regentaban el Hospital de María Santísima, y nos dicen las crónicas que en 1410 San Vicente Ferrer pide a las Beguinas que acojan a los niños huérfanos en su hospital, y estas así lo hacen. Este es el momento histórico que se toma como la fundación del Colegio Real e Imperial de niños huérfanos de San Vicente Ferrer, aunque en ese momento no exactamente con este nombre. La obra civil y religiosa que fue y es el colegio de huérfanos de San Vicente, siempre ha vivido de limosnas y donativos.

Tras un tiempo en este hospital, el colegio de niños huérfanos pasó la que podemos llamar, su segunda sede, la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer, ayudados por el gremio de sombrereros y boneteros de Valencia que tenía como patrono a San Vicente Ferrer.
Más, este enclave se quedó pequeño para la misión que estaba realizando. Así en 1522 el clavario director, que es como siempre se ha designado al director del colegio, habló con el rey Carlos I de España (1500-1558) y a su vez emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico y, le solicitó como sede del colegio la Casa del Emperador, de la cual una de sus fachadas recaía en la actual calle de Colón, junto a la muralla cristiana de Valencia. En la actualidad en ese emplazamiento hay un edificio de El Corte Inglés, el cual en un principio fue Galerías Preciados.

Bernat Simó, ciudadano de Justicia de la ciudad de Valencia, el 17 de octubre de 1550 recoge la providencia del rey Carlos I, que inicia el proceso para otorgarle al colegio el rango de «Real e Imperial».

En 1583 está sobradamente constatado que el patronazgo de San Vicente Ferrer sobre el colegio es indiscutible. Y entre 1584 y 1593 se constituye la «Loable Cofradía del Bienaventurado San Vicente Ferrer», que sustituiría a las Beguinas en la gestión el Hospital de los niños huérfanos de María Santísima.

En 1593 el rey Felipe II de España (1527-1598) llamado «el Prudente» realizó una auditoría oficial al colegio que condujo a un cambio en el gobierno del mismo. Se constituyó una junta de gobierno formada por un canónigo del cabildo, un jurado de la ciudad, hoy el Ayuntamiento de Valencia y uno de los diez clavarios del Hospital Provincial, actualmente la Diputación de Valencia pues es quien tiene la titularidad del hospital. Esta estructura conforma el Patronato del colegio y se ha mantenido hasta el día de hoy (2021). Además, en el Patronato hay un notario que es el actual secretario y algunos políticos propuestos y designados por el propio Patronato.

En el colegio había muchos hijos de moriscos, pero en 1609 el rey Felipe III de España (1578-1621) llamado «el Piadoso», decretó la expulsión de todos los moriscos de España y, con ellos los niños moriscos que iban al colegio gracias al dinero donado por el rey para que fueran cristianizados. El colegio quedó casi vacío.

En 1624 el colegio pasa a su tercera sede, la Casa del Emperador, la cual tenía entrada por la actual calle Pérez Bayer. Pero el 10 de octubre de 1968 el colegio se hunde, quedando prácticamente en ruinas. Mas, gracias a las negociaciones del Patronato, el solar donde estaba el colegio se lo alquilan a Galerías Preciados por cien años y el colegio se ubica provisionalmente en las Colinas de San Marcelino, que podríamos decir que fue su cuarta sede, donde estuvieron desde 1969 hasta 1977, año en que se inauguró el nuevo colegio en San Antonio de Benagéber, construido en un solar de 66 km2 que en un principio fue una donación a Cáritas y que posteriormente le compró el colegio para edificar el mismo, siendo esta quinta ubicación su sede en la actualidad.

El colegio es una entidad autónoma que no depende directamente del arzobispado ni de ninguna otra entidad. A los directores del mismo se les denomina, «Clavarios Directories» y son siempre sacerdotes seculares de la Diócesis de Valencia, y no frailes dominicos que es la orden religiosa donde estuvo San Vicente Ferrer. Este extremo posiblemente viene dado por los inicios del colegio con las Beguinas, que eran mujeres seculares y no religiosas.

En la actualidad el colegio tiene dos ramas bien diferentes. Una de ellas es el internado, que podríamos decir que es el heredero directo del primigenio colegio creado en 1410. Y además, el colegio concertado, al que llaman Fundación, el cual no es un internado y funciona como cualquier otro colegio de similares características.

Durante la dilatada historia del colegio, ha pasado por muchas vicisitudes, de las cuales cabe comentar que, en el siglo XIX, en cumplimiento de las leyes de instrucción pública, tuvo que cambiar su metodología de enseñanza, pues en ella se decía que los niños tenían que aprender con la «cartilla» y no con la Sagrada Biblia, queriendo de alguna manera aparta el contenido religioso del contexto del colegio.

En el tiempo de la segunda república, aunque no todos los años, el colegio pasó a llamarse José Ferrer Guardia, hermano del anarquista Francisco Ferrer Guardia (1859-1909). Y, la lotería de Navidad de 1936 fue cantada por los huérfanos de San Vicente Ferrer.

El colegio en sus instalaciones tiene una amplia y hermosa capilla, en la que conservan la reliquia del hueso radio de uno de los brazos de San Vicente Ferrer en un bonito relicario con el busto del santo, que les fue enviada desde Vannes (Francia) donde reposan los restos mortales del insigne patrono del colegio.

En la actualidad el colegio acoge a niños de familias monoparentales, ya sean viudos; con una renta mínima de inclusión o bien los que han sido abandonados, entre otros supuestos, pasando al régimen de internado y ofreciéndoles alimentación, ropa, material escolar y educación con un mínimo aporte al mes, pudiendo estar los niños en este colegio hasta los dieciséis años de edad.

El colegio ha sido merecedor de numerosos premios y distinciones, entre ellos cabe destacar el que le concedió el diario Las Provincias en 2019, galardonándolos con el premio: Valencianos del siglo XXI.

Este colegio tiene una tradición de 611 años de labor educativa y social ininterrumpida, y por ello le deseamos que obtenga el Premio Princesa de Asturias, pues se lo merece sobradamente.

El presente artículo ha sido redactado con la información que el actual clavario director don José Ignacio Llópez Guasp me facilitó en una entrevista que amablemente me concedió, teniendo su aprobación para publicarlo.

Valencia es sinónimo de primeras veces y de estar en la vanguardia en todos los aspectos, y en este caso desde 1410.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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