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ARTÍCULO 427

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LA TORRE DE PATERNA

 

 
 

La ciudad de Paterna, en la comarcar de la Huerta Oeste de la provincia de Valencia, es conocida por la gran cantidad de cuevas-viviendas que llegó a tener. Está documentado que en 1824 ya había un censo de unas 30 cuevas-viviendas, llegando a tener sobre 200 pasada la mitad del siglo XIX, y marcando un máximo histórico de unas 500 cuevas-viviendas, más o menos, sobre 1950, año en que sus habitantes las comenzaron a abandonar en favor de pisos o casas en la superficie. Cuando esto comenzó a ocurrir, algunas de las cuevas fueron demolidas. De estas cuevas, pueden visitarse ocho de ellas en el llamado Espacio Cultural del Batà.

Como apunte histórico extra, comentar que las cuevas-vivienda tenían unas dimensiones entre 70m2 y 160m2, aunque en algún caso algunas de ellas llegaron a alcanzar los 240m2.

Hay que comentar que la mayoría de estas cuevas están a los pies de una de las más emblemáticas construcciones de esta ciudad, la llamada Torre de Paterna, siendo totalmente preceptivo comentar que el conjunto de las cuevas-viviendas y la torre han sido calificados como BIC, Bien de Interés Cultural.

Antes de que la torre se convirtiera en BIC, el gobierno central, argumentó que era una Torre militar y no de los paterneros. Esto desembocó en un contencioso, y el mismo se resolvió a favor del municipio de Paterna, pues la torre siempre estuvo al servicio de la Villa de Paterna, siendo en la actualidad esta su titular.

Centrándonos en la Torre de Paterna, símbolo inequívoco de esta ciudad, hay que comentar que fue parte de la muralla defensiva musulmana que rodeó a esta bella ciudad y que, además, jugó un papel muy importante en la conquista de Valencia, pues el rey Jaime I (1208-1275), llamado «el Conquistador» se hizo con Paterna en 1237, siendo este el último lugar que sumó a sus posesiones antes de llegar a Valencia en 1238.

La torre se encuentra situada, como era costumbre en aquella época, en lo más alto de la ciudad, en este caso en un cerro que se encuentra a 79 msnm, junto al que, en su día, fue el castillo o alcázar musulmán de Paterna. La construcción tiene una altura aproximada de 19,50 metros, y en un principio tenía planta cuadrada, como otras que hay en la Comunidad Valenciana, por citar alguna, la Torre del castillo de Torrente, pero Jaime I concedió el Visto Bueno para que se pudiera modificar la estructura exterior de la torre y convertirla en redonda.

La torre, como he citado, es de origen musulmán y consta de planta baja, dos alturas y terraza, habiendo sido construida entre finales del siglo XI y principio del siglo XII. La actual planta circular es de forma troncoide, siendo su parte más ancha a nivel de suelo, donde tiene un diámetro de 12,7 metros, reduciéndose hasta los 9,6 metros en su parte más alta.

El interior de la planta baja es de planta cuadrada, tal y como era en origen, teniendo dos bóvedas de cañón rebajado y una pilastra central de la que arrancan en sentido perpendicular a las bóvedas, dos arcos rebajados. Esta planta primera era utilizada como aljibe donde se recogía el agua de lluvia de la terraza, motivo por el que no tiene puerta en la fachada exterior para acceder a ella.

La primera planta, por donde se realiza el acceso a la torre, también es de sección cuadrada con cinco metros de lado, tiene una cubierta que la conforma una bóveda octogonal que entronca con su planta cuadrada gracias a unas trompas que se resuelven por medias bóvedas de aristas en sus cuatro ángulos.

El acceso a esta planta se realiza por medio de una escalera de obra exterior con barandillas metálicas que circunvala la fachada de la torre. La puerta de entrada tiene un arco apuntado realizado con sillares, y a ambos lados separados con un ángulo de 90º tienen saeteras o aspilleras defensivas en las que, en los tiempos de uso defensivo, serían para disparar arcos o ballestas.

Desde esta planta se accede a la segunda por medio de una escalera situada en el lado oeste, a la que se accede por una puerta interior, y esta planta, a diferencia de las otras dos, tiene planta octogonal con una arquitectura similar a la planta primera.

Llegamos a la terraza, de planta circular, la cual tiene unos 8,90 metros de diámetro, y consta de ocho parapetos en voladizo con troneras, que dejan hueco a ocho almenas. Estas troneras están sustentadas cada una mediante tres ménsulas. Hay que comentar que, desde la terraza de la torre, la cual tienen unas generosas banderas de Paterna, Valencia y España, se tiene una panorámica impresionante de la Villa de Paterna, y en el tiempo que se construyó, la visión llegaría sin ningún tipo de problemas hasta la Valencia amurallada de aquel entonces.

En el interior de la torre encontraremos una estupenda colección de «socarrats» de Paco Ginés.

Desde su construcción, el paso del tiempo se ha dejado notar en extremo, motivo que la ha llevado a tener varias rehabilitaciones, reconstrucciones y limpiezas. Una de las que podríamos denominar de las recientes, se le realizó en 1967, y tras ella, en 1971 fue declarada Monumento Histórico Artístico de carácter local, dentro del patrimonio histórico de España, y en 1972 recibió una nueva rehabilitación.

En 2018, y con un presupuesto de unos 90.000€, el municipio de Paterna realizó una nueva rehabilitación integral de su monumento más icónico, con el que le devolvieron su aspecto circular tal y como fue reconstruida tras el beneplácito del rey Jaime I. En esta última rehabilitación, también se eliminaron todos los restos de mortero de cemento que se utilizaron en la anterior rehabilitación.

Actualmente, la Torre de Paterna es visitable y su visita es sumamente recomendable para los amantes de la historia, más aun sabiendo que la entrada es gratuita.

No quiero terminar sin comentar que, como la torre se encuentra aislada de la población y sólo tiene alrededor de ella las chimeneas y conductos de ventilación de las cuevas-viviendas, es como si fuera una inmensa torre de ajedrez situada en un imaginario tablero.

No dejes de visitarla y disfrutar además de la ciudad de Paterna.

Paterna es sinónimo de historia y grandes gestas.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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