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ARTÍCULO 408

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LA CASA CUEVA TUAREG DE VILLENA

 

 
 

En muchas localidades de la geografía de la Comunidad Valenciana, podemos encontrar una construcción que, sobre todo, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, estuvo muy extendida, las Casas Cueva.

Estas se excavaban en los emplazamientos más propicios para ello, como las laderas de las montañas, perforándolas principalmente a ras de suelo y horadando la roca de la montaña; junto a los lienzos de algunos castillos; e incluso construidas totalmente bajo tierra como fue el caso de las casas cueva de Manises, de las cuales, mayoritariamente, tan sólo se veía en el exterior las chimeneas de ventilación y las de expulsión de los humos de las cocinas. Para la construcción de estas casas cueva siempre se buscaba un terreno fuera propicio para excavar con relativa facilidad, como los que estaban compuestos por roca calcárea.

Otros lugares que tienen o han tenido casas cueva, tan sólo por nombrar algunos de ellos son; Paterna, ciudad que tiene muchísimas casas cueva de las cuales tan sólo apuntaré las Casas Cueva del Batà; Massamagrell con la casa cueva Mansergas o las casas cueva excavadas en los cimientos del castillo de Petrer.

Estas construcciones eran realizadas por las personas más humildes, pues no podían acceder a otras construcciones en las que vivir. En un principio perforaban una estancia en la que poder guarecerse del frío y del calor, pero con el paso del tiempo llegaban a ser unas verdaderas casas con todas las habitaciones necesarias y cierto número de comodidades para poder vivir dentro de ellas.

Pero en esta ocasión me centraré en la Casa Cueva Tuareg de Villena, aunque más certera y concretamente deberíamos decir en las casas cueva, pues esta no es sólo una casa cueva sino seis, las cuales, a la hora de ser restauradas, fueron unidas pues pertenecían al mismo propietario y, con esta unificación la cueva da una impresión de ser enorme, o por lo menos, mucho mayor de lo que fueron estas casas cueva individualmente. De este modo, en la actualidad esta construcción unificada tiene una habitabilidad de unos 150 m2, constituyendo todo ello un gran entramado de estancias para todas las necesidades y usos.

Pero para hablar de esta Casa Cueva Tuareg, debemos retrotraernos hasta 1967, año en el que un grupo de jóvenes decidieron conformar una escuadra especial para la Fiesta de Moros y Cristianos, tan arraigada en numerosas ciudades de la Comunidad Valenciana, y una vez conformada esta nueva escuadra, en 1968, con unos trajes bastante sencillos y acondicionados al poder económico de los jóvenes, realizaron su primer desfile como la Escuadra Tuareg de la Comparsa de Marruecos de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Esta comparsa, para utilizarla como su segunda sede y última, pues tras varias décadas sigue siendo su sede, compraron una casa cueva situada en la parte alta de Villena, en la placeta de Santa Bárbara, nombre que hace referencia a que, en tiempos había una ermita, hoy desaparecida, dedicada a esta santa, quedando hoy en día tan sólo una hornacina con una imagen de la santa. Además, la Casa Cueva Tuareg, se encuentra en las faldas del emblemático castillo de la Atalaya de Villena.

Es preceptivo comentar que esta iniciativa de recuperar esta casa cueva, es totalmente privada y que, aunque la idea fue gestada hace varias décadas cuando fue comprada la casa cueva por la comparsa Tuareg, se ha restaurado hace relativamente poco tiempo. Y, aunque en la actualidad sigue siendo la sede de la Escuadra Tuareg, la casa cueva se puede visitar contactando con la escuadra o bien con el Ayuntamiento de Villena.

La visita puede ser tan sólo una visita guiada en la que te muestran todo y te hablan de su glorioso pasado, o incluyendo tomar un té moruno y unos dátiles sentados en una de las estancias conversando con el guía y, además, disfrutando de una bailarina que realiza a la perfección la danza del vientre.

A esta casa cueva, sede de la Escuadra Tuareg, se accede por una puerta muy normal que pasaría totalmente desapercibida, aunque sobre el dintel de la misma esté dibujada una media luna que forma la «T», inicio de la palabra «Tuareg» y la fecha en que se constituyó la escuadra, 1967.

Una vez dentro, pasamos a una primera habitación que es propiamente la sede de la comparsa y en ella encontramos una puerta de reja con un gran letrero de madera sobre ella con la leyenda:

«Museo · Cuevas · Jaima»

Este letreo hace referencia a que actualmente esta casa cueva es una especie de museo, y quizá un hogar como lo puedan ser las jaimas, es decir, las tiendas de campaña que utilizan los pueblos nómadas del norte de África, como los Tuareg, pues esta casa cueva museo, está decorada en todos los sentidos al estilo moruno, y de hecho en ella, puedes sentir el retorno a un pasado que, aunque lejano, es parte de nuestra historia, pues los territorios que hoy son la Comunidad Valenciana estuvieron bajo dominio musulmán desde 714 hasta 1238 que Jaime I (1208-1276) llamado «el Conquistador» los recuperó para el cristianismo. La decoración actual, tal y como la podemos ver al visitar la casa cueva es obra de Pedro Marco, un miembro de la Escuadra.

Al pasar la puerta enrejada nos introducimos en un amplio espacio basado totalmente en el mundo árabe, y todas las salas están decoradas con un especial gusto.

Entre las múltiples cosas que podemos encontrar en el interior de la casa cueva, nos sorprenderá un pergamino que documenta que en la ladera del castillo de la Atalaya ha habido cuevas habitadas desde el tiempo de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla (1451-1504) y Fernando II de Aragón (1452-1516), los cuales consintieron que 150 familias ocuparan este lugar. José Marco, también componente de la Escuadra Tuareg afirma que es:

«Una historia documentada en los archivos de Orihuela, Toledo, Córdoba y Villena»

Además de este histórico pergamino, en el recorrido de la cueva, la cual está totalmente encalada salvo un techo para que se pueda ver la piedra caliza con su propio color, encontraremos un telar de la época musulmana en perfectas condiciones; escudos alusivos a este periodo; cimitarras y otros elementos bélicos; azulejos que conforman cuadros y otros que sirven de cenefas; múltiples asientos en los que descansar; diversos utensilios como múltiples y auténticos peines árabes expuestos sobre un gran tablón; una colmena de abejas hecha con esparto; numerosas pipas de agua distribuidas por toda la casa cueva; chilabas al más puro estilo moruno; e incluso trajes de la propia comparsa expuestos, pues aunque en 1967 comenzaron con unos trajes bastante sencillos, en la actualidad esta comparsa luce unos llamativos trajes que son un verdadero gozo para la vista, recreando todo lo que en tiempos llevaban los tuareg.

Si visitas Villena, no dejes de ver esta Casa Cueva Tuareg, pues es todo un lujo para tus sentidos.

Villena es cultura y tradición.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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