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ARTÍCULO 401

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LOS ÓRGANOS DE LA CATEDRAL DE VALENCIA

 

 
 

Todas las catedrales y muchísimas iglesias católicas disponen de un órgano, en la actualidad es posible que la modernidad lleve a que esos órganos sean electrónicos y de reducidas dimensiones o simplemente un teclado, pero los órganos monumentales de tubos, son un privilegio que lucen las mejores catedrales e iglesias del mundo para acompañar con ellos los actos litúrgicos, y en este sentido la Catedral Metropolitana de Valencia, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora la Virgen María, tiene una larga tradición que se remonta a finales del siglo XIV.

Así, el primer órgano del que se tiene constancia que acogió la catedral de Valencia, llamada habitualmente «la Seo», fue construido por el organero de Vila-Real Aparici Piquermil en 1379 y años siguientes.

Posteriormente entre 1420 y 1425 el organero Jaume Gil, construyó un órgano menor o «chich», aunque se tienen muy pocos datos sobre estos dos órganos.

Ya en 1460 el cabildo contrató al organero alemán Pere Ponç para construir un gran órgano para la catedral, el cual se ubicó en el lado izquierdo junto a la nave del Evangelio, obligando esto a retirar los órganos antiguos, siendo trasladados estos al lado opuesto del coro junto a la nave de la Epístola. El nuevo órgano fue terminado en 1465, mas, la talla de la caja se acabó totalmente en 1471. Este órgano constaba de cinco cuerpos sonoros con teclados independientes para cada uno de ellos.

Este órgano en la época, alcanzó una gran notoriedad fuera de la ciudad amurallada de Valencia, pues sirvió de modelo para el que se construyó nueve años más tarde en la catedral de Zaragoza.

En 1479 llegó a Valencia Guillem Molins (c. 1420-1500) también conocido como Guillermo de Podio, y se estableció en la catedral como beneficiado, el cual fue un veterano y prestigioso músico que tendría mucho que ver con los órganos.

El 5 de febrero de 1483, el cabildo decidió que se construyese un nuevo órgano a partir del material de los antiguos, a causa del sonido disonante que, por la vejez y el deterioro de la madera, producía el órgano mayor «organum maius», y le encargaron el proyecto a Marturià Prats (¿?-1500), el cual en 1485 obtuvo el nombramiento de maestro de canto de la catedral de Valencia, cargo que renovaría casi anualmente hasta su muerte en 1500. Se cree que se instaló en la Casa de la Almoina (Limosna), que era una institución catedralicia de caridad cuya sede estaba situada frente al templo.

Este órgano fue reformado en 1487 por Joan Spindelnoguere, más conocido como Joan Alemay, y como estrella de esa reforma de modernización, se instalaron dos pedaleros, cosa que fue una total novedad, y tras ella, en la gran mayoría de los órganos construidos en el reino de Valencia durante el siglo siguiente contaron con siete pedales que cubrían todos los sonidos a excepción del «si», que se pudo recuperar ya entrado el siglo XVII. Con esto, nos encontramos ante la más antigua referencia inequívoca a este recurso mecánico en la península Ibérica.

El 5 de noviembre de 1510 el cabildo de la Catedral decidió sustituir totalmente el monumental órgano mayor creado por Pere Ponç y reformado por Joan Spindelnoguere, encargándoles esta misión a Pere Ancreu Teixidor y Diego Ortiz. Y con este nuevo órgano se consolidaron definitivamente los mecanismos de separación de hileras con secreto de correderas. Pero la principal novedad en este órgano fue la aparición de timbres desconocidos hasta entonces en el templo, los cuales se integraron en la «cadereta» bajo las denominaciones de «sordetes» y «musetes». El diseño y decoración de la caja fue obra de Fernando Yáñez de la Almedina (1459-1536) y Fernando o Hernando de los Llanos (1480-1510).

Así, desde el siglo XVI, la catedral tuvo dos órganos, ubicados ambos en el coro, que se extendía a lo largo y ancho de los dos primeros arcos de la nave central. Estos eran:

«L’orgue gran» («El órgano grande»)
Situado en la parte izquierda del coro, llamada «del Chantre»)

«L’orgue chic» («El órgano pequeño»)
Situado en la parte derecha del coro, llamada «del Obispo»)

En los siglos siguientes fray Antoni Llorens y fray Joan Olius y Nicolás Salanova reformaron el órgano grande con una estética barroca. Mas, en 1777 el interior de la Catedral fue reformado al estilo neoclásico, y con ello, el coro y ambos órganos fueron trasladados un arco más hacia la puerta principal de la catedral, llamada «de los Hierros». Y ya en el siglo XIX, los organeros Gustav Adolf Ibach (1815-1880) y Juan Amezua lo volvieron a reformar dándole una estética romántica.

La mayoría de los historiadores coinciden en que la caja del órgano mayor existente antes de la Guerra Civil Española (1936-1939), conocida hoy a partir de fotografías y de algunos fragmentos del mismo que se han conservado, fue la construida en gran parte a raíz del órgano de 1510.

En 1942, el cabildo decidió desmontar el coro central, y con ello también se desmontaron los dos órganos que lo flanqueaban, trasladándolos al lugar actual. Así tenemos que, el actual órgano de la catedral de Valencia fue construido entre 1944 y 1947 y situado en el espacio que separa la girola y el presbiterio o capilla mayor. Y en 1972 se realizó una repristinación del mismo, bajo la dirección de Fernando Chueca Goitia (1911-2004).

En 2015, el órgano fue completamente reconstruido por el organero francés Jean Daldosso (1958) dándole una estética romántico-sinfónica, aunque un gran porcentaje de la tubería procede de los órganos anteriores de Ibach, Amezua, Pedro Palop Marín (1879-1941) y Óscar Walcker (1869-1948)

El órgano de la catedral de Valencia se ha convertido en un referente mundial en su género, acogiendo en sus ciclos a los mejores organistas del mundo, y por supuesto, también es un referente en el festival «El órgano en las catedrales» del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM).

Dispone de un total de 24 juegos reales dispuestos en secretos de 83 notas y, a pesar de no ser de enormes dimensiones ofrece un sonido de ricos matices, controlado todo desde una consola móvil, a través de una transmisión eléctrica, que ofrece todos los avances de la tecnología del siglo XXI.

El órgano posee cerca de 2500 tubos repartidos en tres teclados de 61 notas y un pedalero de 32 notas, tres cajas de 99 registros en la consola y una gran variedad de acoplamientos y accesorios.

De nuevo debo decir que Valencia fue pionera en el arte de construir los órganos monumentales que tan buenos, sonoros y emotivos momentos podemos disfrutar en numerosas catedrales del mundo.

Valencia pionera, Valencia a la vanguardia, Valencia es sinónimo de futuro.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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