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ARTÍCULO 392

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TRIBUNAL DE LAS AGUAS DE LA VEGA DE VALENCIA

 

 
 

Si hablamos del Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia, más conocido tan sólo como el Tribunal de las Aguas, no estamos hablando de cualquier tribunal que pueda impartir justicia, sino que estamos hablando, ni más ni menos que, de la institución de justicia más antigua existente en Europa y, como Europa está en el llamado «Viejo Continente», no sería descabellado pensar que, incluso podría ser la institución de justicia más antigua del mundo.

Aun a pesar de eso sus integrantes no son abogados, jueces o magistrados, sino labradores de la huerta elegidos entre las comunidades de regantes a las que cada uno pertenece y representa, siendo siempre estas personas, llamadas «síndics» («síndicos»), de las que se denominan un «home honrat» («hombre honrado») al cual todos respetan. Y de entre esos hombres honrados se elige a quien será por dos años, el presidente del tribunal, siendo en la actualidad don Onofre Cubells Gimeno, síndico de la acequia de Quart.

En cada comunidad de regantes hay una acequia que toma sus aguas del río Turia, y aunque estas acequias no han sido siempre las mismas, en la actualidad son ocho estas acequias:

Quart, que es la primera de todas. De esta se separó la acequia de Benàger-Faitanar, situadas en la margen derecha del río.
Tormos en la margen izquierda.
Mislata en la margen derecha, la cual se bifurcó para que llegara a Chirivella, por lo que en ocasiones se la denomina Mislata-Chirivella.
Mestalla en la margen izquierda.
Favara en la margen derecha.
Rascanya en la margen izquierda.
Rovella, que es la última que toma el agua del río Turia, en la margen derecha.

En la actualidad hay un canal de riego al que también se llama acequia llamado la acequia del Oro. Y, además, tras la realización de la desviación del río Turia con el llamado Plan Sur y, la creación del azud del Repartiment (Repartimiento), también llamado de la Caçola (Cazuela), las acequias Favara, Rascanya y Rovella se encuentras agrupadas en el citado azud, siendo en la actualidad estas tres acequias, las tres últimas.

La Vega de Valencia siempre ha sido un lugar fértil donde los agricultores han hecho uso del agua de las acequias provenientes del río Turia para regar sus correspondientes campos, y como consecuencia de ese uso, en ocasiones surgen diferentes situaciones problemáticas que deben ser tratadas por los «especialistas», y estos son los síndicos del Tribunal de las Aguas, para que de esta forma se pueda restablecer la buena armonía entre los regantes y el buen uso del agua, siempre un bien escaso que se debe cuidar para que, todos los regantes de la Vega de Valencia puedan llevar a buen término sus cosechas.

Y, para impartir esa justicia en los momentos que son necesarios, Valencia cuenta con el Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia, una institución que ha sido elogiada por personas e instituciones de todo el mundo, de hecho, en septiembre de 2008 fue designado como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO (siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), cosa que se materializó definitivamente en 2009.

El funcionamiento del Tribunal de las Aguas, data de tiempos inmemoriales, pero la organización tal y como la conocemos actualmente es de cuando la península en la que hoy está España, era Al-Ándalus. Y es del todo imprescindible remarcar que esta entidad es una de las pocas, y puede que la única, que ha pervivido desde que se creó, a todo tipo de ideologías políticas, izquierdas, derechas, centros, extremos… a todos los sistemas de gobierno como el reino, la dictadura y la república. A todas las guerras, revoluciones y otros considerandos.

Y quizá esta pervivencia resida en la manera de impartir justicia que utiliza, la cual es rápida, directa, oral y sin posibilidad de apelación.

En el transcurso de un litigio, el denunciante expone ante el tribunal su queja, y a su vez el denunciado también expone sus razones, pudiendo ambos llevar testigos.

Para mantener la imparcialidad en la decisión del tribunal, el síndico de la acequia donde se encuentra el litigio, no participa de las deliberaciones para dilucidar si el denunciado es o no culpable de los cargos o delitos de los que se le acusa. Además, el tribunal no es quien impone la pena o condena que debe cumplir el acusado en caso de ser sentenciado como culpable, tan sólo decide si el denunciado es culpable o no, pues las penas y condenas según los diferentes delitos que una persona pueda cometer, ya están baremadas y estipuladas en las Ordenanzas.

De esta forma, en caso de ser culpable el acusado, el presidente del tribunal lo anuncia con la siguiente frase:

«Este Tribunal li condena a pena i costes, danys i perjuins, en arreglo a Ordenances»
(«Este Tribunal lo condena a pena y costes, daños y perjuicios con arreglo a Ordenanzas»)

Una frase muy popular en este tribunal era: «Calle vosté i parle vosté» («Calle usted y hable usted»), para dar paso a una u otra persona, pero en la actualidad esta fórmula ha caído algo en desuso.

Es preceptivo saber que el Tribunal de las Aguas, el cual siempre ha hablado y sigue hablando en valenciano, haya litigios o no los haya, se reúne todos los jueves del año salvo los festivos, que se reúnen los miércoles, y los jueves que van desde Navidad a Reyes. El tribunal se reúne en la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia frente a la gran Plaza de la Virgen, la cual luce una enorme fuente con figuras humanas alusivas al río Turia y a las diferentes acequias que emanan de él.

La reunión se realiza a las 12:00 horas del mediodía coincidiendo siempre con el toque del campanario de la Catedral, el Micalet (Miguelete).

A las reuniones, en ocasiones, son invitadas altas personalidades de diferentes mundos como la política y la cultura, y actualmente los síndicos se prestan a fotografiarse con todas las personas que acuden a ver sus sesiones, las cuales al no haber normalmente nada que juzgar, suelen ser muy cortas.

Los valencianos que no hayan visto en alguna ocasión una sesión de este tribunal, tienen una gran deuda. Y todas las personas que visiten Valencia, deben hacen un hueco en su agenda para poder ver una sesión de este milenario tribunal, el Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia.

Valencia tiene mucho que ofrecer al mundo, y este sabe reconocerlo en su justa medida.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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