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ARTÍCULO 383

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DE FELINOS E INSECTOS

 

 
 

Valencia tradicionalmente ha contado con unas fuentes harto ornamentadas y elaboradas en mármol, granito, piedra y otros materiales de obra y, de entre ellas, por citar algunas, destacar, la Fuente de las Cuatro Estaciones, situada junto al Puente del Real, La Fuente de los Cuatro Elementos junto al Puente de Aragón o la Fuente del Tribunal de la Aguas situada en la Plaza de la Virgen a los pies de la Real Basílica de Nuestra Señora la Virgen de los Desamparados.

Pero en 1986, de la mano del escultor de Manises (Valencia) Miquel Navarro (1945), la ciudad del Turia contó con una nueva estética dentro de las fuentes, algo que fue totalmente revolucionario en todos los sentidos, pues se abandonaba el arraigado figurativismo en las esculturas de las fuentes de Valencia y se abrazaba la abstracción como medio para hacer que el agua fluyera en armonía desde ella y se embalsara en un recinto acondicionado para ello.

Esta fuente tiene por nombre Fuente Pública, y se encuentra en la Plaza de Manuel Sanchis Guarner (1911-1981), frente al cruce de la Avenida de Peris y Valero y el comienzo de la Avenida de Ausias March, la cual en la rotonda que se forma al cruzarse con el Boulevard Sur, tiene otra fuente llamada De los anzuelos, también muy peculiar y con una extraña historia.

La Fuente Pública, es una fuente/escultura con la que se quiso conmemorar el hecho del trasvase de agua a Valencia desde el río Júcar, el cual se materializó con el canal llamado Júcar-Turia que se puso en servicio en 1979 sobre un proyecto de 1965.

La Fuente Pública está realizada en hierro colado y cuenta con una altura de 22 metros. Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1984, siendo la misma un prisma cuadrangular que se estrecha en el centro de su altura a una sección menor. En lo que pudiéramos llamar «su parte trasera», tiene un tubo por el que sube el agua hasta la cima de la fuente, estando este tubo pegado al prisma central excepto en sus últimos metros que lo une al estanque, el cual haciendo un ángulo de unos 30º se despega del prisma. En su parte más alta hay otro prisma de forma irregular unido al prisma central por unos elementos que la separan del mismo, y en uno de los extremos de ese prisma irregular, que tiene su plano inclinado con respecto al suelo, tiene un trozo de tubería de una longitud aproximada de un cuarto de la altura total de la escultura, por la que continuamente tira un chorro de agua que cae con fuerza en el embalse de la fuente.

La fuente/escultura costó unos 5 millones de pesetas de la época, un precio algo elevado para aquel entonces, que se corresponderían con unos 30.000 € actuales, de los cuales el propio Miquel Navarro comenta que no ganó prácticamente nada de dinero.

En un principio el color de toda la fuente/escultura era el del óxido metalizado, rojizo, y este color y su peculiar forma que recuerda al personaje de dibujos animados La Pantera Rosa, le hicieron merecedora del sobrenombre de Fuente de la Pantera Rosa, y como ocurre con la mayoría de los sobrenombres, este ha trascendido más que su nombre oficial de Fuente Pública, siendo conocida e incluso anunciada en catálogos y otros medios, como la Fuente de La Pantera Rosa.

Mas, tras 37 años de estar erguida en su plaza y recibiendo a las personas que vienen desde Alicante, se ha constituido en un elemento de referencia de la ciudad de Valencia, conocido por todos y buscado por los visitantes que vienen a disfrutar de la ciudad del Turia.

Ahora bien, el propio Miquel Navarro en una entrevista concedida al diario Valencia Plaza, reconoce que su boceto inicial estaba muy lejos de lo que al final acabó siendo o las personas vieron que representaba la fuente pues dijo, «Pensaba más en un insecto. Era una especie de gárgola inspirada en los respiradores de agua de la acequia que se dan mucho en la huerta valenciana».

Pero para que no le quedara dentro de él esa necesidad de ofrecernos un insecto en forma de escultura, se pudo desquitar en 2003, ya que la Fundación Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia, para conmemorar su 125 aniversario, confió en este escultor Miquel Navarro, para que realizara una nueva escultura, la cual luce en la rotonda de la Plaza de Europa en la Avenida de Francia.

A esta escultura de una altura aproximada de 46 metros y 100 toneladas de peso, se la denominó El Parotet, diminutivo de la palabra «parot», en español «libélula». La escultura El Parotet está realizada en acero al carbono por el sistema de calderería, grallanada y zincado al frío y terminada con pintura azul.

Actualmente, esta escultura, como la de la Fuente Pública (La Pantera Rosa), son figuras emblemáticas en la ciudad de Valencia que hay que ver y hacernos fotos con ellas, aunque no nos podamos acercar físicamente a las mismas, por estar en unas rotondas circundadas por un amplio jardín de césped.

Valencia es cultura y patrimonio artístico allá por donde vallas.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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