Inicio Juan Benito
 
 


Artículos



ARTÍCULO 375

EL PERIÓDICO DE AQUÍ

El Periódico de Aquí

Volver a El Periódico de Aquí

Volver a Artículos

 
 

EL SANTO GRIAL

 

 
 

Valencia rebosa historia a la vez que cuenta con un patrimonio histórico de los más grandes a nivel mundial, de hecho, España es el segundo país del mundo que más Patrimonio tiene según la Organización de la Ciudades del Patrimonio Mundial (OCPM), sólo superada por Italia con su «Ciudad eterna» como estandarte de ello.

Mas, en Valencia, aprovechando que estamos dentro del Año Jubilar, que comenzó el 25 de octubre de 2020 bajo el lema «Cáliz de la pasión» y concluirá el 28 de octubre de 2021, es el momento más adecuado para hablar sobre una de las reliquias más grandes de la cristiandad, el Santo Grial, la copa de suave y pulida calcedonia que, según la tradición cristiana es con la que Jesús de Nazaret realizó la Última Cena con sus apóstoles antes de que fuera apresado y con ello, diera comienzo su Pasión.

Tras esa última cena en libertad de Nuestro Señor Jesucristo, Pedro (¿?-67), quien pasaría a la historia como San Pedro, salvó la Copa de Bendición de todo mal, resguardándola en Roma de cualquier peligro, y en esa ciudad estuvo a buen recaudo durante dos siglos, hasta que el cruel e impío emperador Valeriano (200-260) persiguió con saña a los cristianos y sus más preciados bienes.

Pero el virtuoso papa Sixto II (¿?-258) presintió que el Santo Grial estaba en peligro si continuaba en Roma. Así pues, buscó entre la cristiandad a una persona que mereciera ser el portador de la Copa de Bendición para poder salvarla de todo mal, y sus plegarias le encaminaron hasta Lorenzo de Roma, el cual ha pasado a la historia como San Lorenzo mártir (ca.225-258). San Lorenzo era uno de los siete diáconos regionarios de Roma, ciudad donde fue martirizado y quemado en una parrilla cuatro días después del martirio del papa Sixto II, exactamente el 10 de agosto de 258. Pero aún así, tuvo tiempo de encomendar la Copa de Bendición a Perecelio, el cual consiguió sacar la reliquia de Roma.

De esta manera, el Santo Grial llegó a España, a Huesca, donde de nuevo, estuvo escondido durante varios siglos en la casa del santo, hasta que los sarracenos invadieron España en el siglo VIII, y con ello el obispo oscense ocultó el Santo Grial en los Pirineos. Mas, pasado el peligro, el Santo Grial volvió a Huesca, al monasterio de San Juan de la Peña, donde estuvo hasta 1399, año en que fue trasladado al majestuoso palacio de la Aljafería de Zaragoza, donde fue entregado al rey Martín I de Aragón (1356-1410) llamado «el Humano» o «el Viejo», pues este rey era un fiel y devoto cristiano.

Más, en 1437, el rey Alfonso V de Aragón (1396-1458) llamado «el Magnánimo» o «el Sabio», entregó a la Catedral de Valencia esta singular y única reliquia, convirtiendo de esta manera a Valencia en la Sede Espiritual de la Corona de Aragón. Y desde ese momento el Santo Grial ha permanecido en Valencia.

Ahora bien, la copa de calcedonia pulida que es una de las mayores reliquias de la cristiandad, está siempre su relicario, el cual es un soporte que consta de una base con numerosa pedrería incrustada, de la cual emerge un pequeño cuerpo al que están unidas dos asas en forma redondeada, y al lado opuesto de la base hay un soporte para que descanse en el la Copa de Bendición.

El Santo Grial con su relicario, está situado en el centro de lo que fue la puerta del Coro de la Catedral, que ahora se encuentra el interior de la llamada Capilla del Santo Grial, construcción que, situada a la derecha de la Catedral, en un principio fue la Sala Capitular, la cual tiene planta cuadrada con paredes lisas.

Como apunte histórico extra, comentar que cuando el rey Alfonso V de Aragón tras conquistar Nápoles y establecer en esa ciudad italiana su Corte, hizo decorar el Castillo Nuevo con la iconografía de la Copa de Bendición, causando a todos los contemporáneos una gran admiración esta bella y singular decoración.

Es preceptivo comentar que, como valenciano es un orgullo tener en mi ciudad natal esta emblemática reliquia, la cual está reconocida ampliamente como la copa original que sostuvo Jesús en sus manos en la Última Cena.

Para todas las personas que visiten Valencia, deleitarse con la Catedral debe ser una parada ineludible, y dentro de ella, extasiarse con la contemplación del Santo Grial, todo un inmenso gozo.

Valencia es sinónimo de cultura, tradición y patrimonio.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
    Amigos conectados     Arriba