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ARTÍCULO 342

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MUSEO DE BELLAS ARTES: VISITA INELUDIBLE

 

 
 

Pasado este atípico estío, en el que los viajes y las salidas vacacionales han estado bastante limitadas culpa de esa «Espada de Damocles» que sigue siendo la pandemia coronavírica, septiembre nos ha abierto las puertas de un nuevo curso, en el cual hemos de depositar nuestras esperanzas de poder continuar con nuestras vidas a nuestro alegre albedrío sin ningún tipo de restricción, y luciendo nuestra sonrisa a todo el mundo, a todas horas y en todos los supuestos.

Y para que esto paulatinamente llegue a ser una realidad en todos los sentidos, son muchas las entidades que ya han abierto, o están abriendo sus puertas para que poco a poco, aunque sea con aforo limitado y las manos bañadas en hidroalcohol, podamos continuar nuestra trayectoria cultural, pues la cultura es como el alimento de nuestro espíritu, y no debemos dejar de alimentarlo bajo ningún concepto.

Así pues, hoy vamos a solazarnos con una visita virtual a uno de los grandes museos de España, y quizá del mundo, el Museo de Bellas Artes de Valencia, sabiendo que esta visita virtual no puede nunca sustituir a una visita física para poder admirar en vivo todas las maravillas que en lienzos y tablas nos ofrece este impresionante museo.

Mas, como siempre es bueno saber algo de la historia del lugar que vamos a visitar, hemos de saber que, el Museo de Bellas Artes de Valencia se inauguró en 1839, siendo su primera ubicación el Convento del Carmen Calzado de Valencia, una edificación de 1281 promovida por el carmelita fray Arnaldo Gasch o fray Arnaldo de Bascher, que se encontraba extramuros de la ciudad de la Valencia amurallada, siendo su primer nombre Real Monasterio de la Madre de Dios del Carmen.

En un principio el Museo de Bellas Artes estaba unido a la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, creada el 14 de febrero de 1768 por el rey Carlos III de España, llamado «el Político» o «el Mejor Alcalde de Madrid» (1716-1788), de ahí el nombre de «Carlos», el cual desde su fundación siempre ha impartido las materias de pintura, escultura y arquitectura. Mas, en 1913, a través de un real decreto del 24 de julio de ese año, el Museo se separó definitivamente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, y desde entonces se convirtió en una entidad autónoma dependiente del estado español pero regida por un Patronato, hasta que en 1984 fueron transferidas sus competencias a la Comunidad Valenciana.

Durante la Guerra Civil Española, el museo como entidad física visitable desapareció, y los fondos pictóricos se trasladaron al Museo del Prado de Madrid, de donde fueron rescatados al acabar la contienda gracias al director del museo el valenciano Manuel González Martí (1877-1972), mas, al volver de nuevo los cuadros a Valencia, estos no se expusieron en el convento pues este necesitaba una reforma que nunca se le hizo, en ese momento fue cuando se decidió trasladar el Museo de Bellas Artes al Colegio-Seminario San Pío V, el cual fue fundado por el arzobispo Juan Tomás de Rocabertí, O. P. (1627-1699) para la formación de sacerdotes.

Esta edificación, diseñada en 1683 por el arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel (1650-1707) es de planta cuadrangular con un bello claustro central, pero dada la gran cantidad del fondos pictóricos del museo y las dependencias utilizadas por la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, ha hecho necesarias varias ampliaciones, siendo las más recientes las realizadas en cuatro fases proyectadas por los arquitectos valencianos Álvaro Gómez-Ferrer Bayo (1965) y Manuel Portaceli Roig (1942) entre los años 1986 y 2003. Más una quinta fase realizada entre 2013 y 2016 que estuvo destinada en su totalidad, a subsanar el estado de deterioro que mostraba la edificación tanto en su exterior como en su interior.

Mas, el Museo de Bellas Artes es más que una impresionante parte de la historia de Valencia, pues dentro de sus entrañas alberga una de las mejores y más grandes pinacotecas de España, pues, además de sus colecciones permanentes y sus exposiciones temporales, tiene un buen número de «rarezas pictóricas» que lo hace, en ocasiones, único en el mundo.

Entre esas rarezas cabe citar a Gherardo Starnina como representante del gótico italiano con su «Retablo de fray Bonifacio Ferrer», o la tabla «Madre de Dios con el niño y los santos», atribuido al genial Cenni di Francesco di Ser Cenni. Además, también cabe citar a los pintores San Pietro di San Simone, Pinturicchio, Antoniazzo Romano, Giampietrino, Diogo de Contreiras, Giovanni Baglione, Bartholomeus Spranger, Mario Minniti, o al pintor malagueño Juan de Pareja, con una de sus pocas obras «Retrato del arquitecto español José Ratés Dalmau», convirtiendo estos insignes pintores y sus obras al Museo de Bellas Artes e Valencia, en un centro de referencia y de estudio.

Pero, paseando por sus galerías y admirando detenidamente cada cuadro, encontraremos obras tan espléndidas y singulares como «La Virgen de la leche» de Bartolomé Bermejo; el «Autorretrato» de Velázquez; «El cazador dormido» de Tomás Yepes; y magníficas obras de los pintores valencianos Juan de Juanes con su «Asunción de la Virgen María»; José de Ribera con su «San Sebastián asistido por Santa Irene»; o el impresionista Joaquín Sorolla con «La grupa valenciana»

Además del Impresionismo Valenciano ya citado, el museo también posee muestras de corrientes pictóricas como lo fue Renacimiento, representado por pintores de la categoría de Sebastiano del Piombo y Yáñez de la Almedina, y representando al Renacimiento Valenciano cuenta el museo con grandes pintores como Vicente Macip, o Juan de Juanes.
No me puedo olvidar del Barroco, pues el museo cuenta con obras de Francisco Ribalta y Pedro Orrente, siendo uno de los representantes del Barroco Valenciano el genial Jerónimo Jacinto de Espinosa.

Y, por no extenderme demasiado en esta visita virtual, con la que podríamos llenar varios tomos de buenas reseñas pictóricas, comentar que el Neoclasicismo también está presente con grandes pintores como Antonio Palomino, León Boronat, y los valencianos Mariano Salvador Maella y José Vergara Gimeno.

Además, el museo también cuenta periódicamente con exposiciones temporales como la que en 2019 realizó sobre las Cabezas grotescas de Leonardo da Vinci, poniendo a disposición de la sociedad valenciana siempre todo lo mejor en arte a nivel mundial.

Todo esto y más que, evidentemente no cabe en estas líneas, hace que al pasear por las galerías de este impresionante museo siempre encuentres nuevas sensaciones y disfrutes cada día que vuelvas a él como si fuera el primer día, pues, evidentemente, en un día se pueden llenar nuestros ojos por entero con toda la magnificencia que se puede admirar por doquiera que se mire, siendo la visita a este gran museo, una parada ineludible para todos los buenos amantes de la pintura.

Valencia es sinónimo de cultura.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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