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ARTÍCULO 340

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ASUNCIÓN DE MARÍA: ¡CUIDADO CON LORENZO!

 

 
 

Si en agosto hay una fiesta que destaca entre todas las demás, esa es sin lugar a dudas el día que popularmente se conoce como «La virgen de agosto», que se corresponde con el día 15 de ese caluroso mes, pero ¿a qué virgen hace referencia?

Pues evidentemente, hace referencia a la Virgen María (8 de septiembre 18 a. C. ¿? – 15 de agosto 46 d. C. ¿?), la madre de Jesús de Nazaret (Siglo 4 a. C. ¿? – 31 d. C. ¿?), conociéndose oficialmente como el día de la Assumptio Beatae Mariae Virginis, es decir, el día de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, aunque habitualmente se acorta y se nombra como el día de la Asunción de María, o Asunción de la Virgen.

Este día dentro del paradigma de la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa, La Iglesia Ortodoxa Oriental y la Iglesia Anglicana, por citar algunas confesiones religiosas, tiene un marcado carácter espiritual con una profunda carga y significación simbólica, pues en este día se celebra la elevación al Cielo de la Virgen María en Cuerpo y alma, cuando esta acabó sus días terrenales.

Y eso es lo que le confiere la extrema significación a este día, el hecho de que la Virgen María fue elevada al Cielo en cuerpo y alma, así pues, no sólo fue su espíritu el que subió al cielo, sino también su cuerpo, y esto, según la Sagrada Biblia, ha ocurrido en muy contadas ocasiones.

Una de ellas fue el propio Jesús, quien ascendió al Cielo con su cuerpo resucitado en presencia de once de sus apóstoles. Esta ascensión está narrada en la Sagrada Biblia en Lucas 24:51; Marcos 16:19; y Hechos 1:9-11

Otra de ellas es el citado caso de la Virgen María.

Y por citar otro caso, tenemos el del profeta Elías (900 a.C – 849 d. C.) que también fue arrebatado hacia el cielo, como se narra en 2 Reyes 2:19-11.

En 1849, siendo papa Pío IX (1792-1878), llegaron a la Santa Sede las primeras peticiones para que la Asunción de María fuera declarada dogma de fe (1), pero esta finalmente fue definida como tal fue por el papa Pío XII (1876-1958) el 1 de noviembre de 1950 a través de la Apostólica «Munificentissimus Deus» («Benevolísimo Dios») aludiendo lo siguiente:

«Al no tener ningún pecado y al no estar sujeta a la corrupción del sepulcro, María fue elevada al cielo en cuerpo y alma, al terminar su paso por este mundo.»

Y el papa Juan Pablo II en 2004 añadió:

«El dogma de la Inmaculada Concepción fue definido por Pío IX no tanto por las pruebas en las escrituras o en las tradiciones antiguas, sino por el profundo sensus fidelium (2), un sentido de los fieles que tiene siglos, y del Magisterium».

Ahora bien, la primera referencia que tenemos de esta celebración, data del siglo IV en la carta que Dionisio el Egipcio o el Místico (no Dionisio el Areopagita, discípulo de San Pablo) dirigió a Tito (13 – 107), Obispo de Creta. Mas, en el siglo VI esta celebración pasó a llamarse Dormición de María, pero, definitivamente en el siglo VII adoptó el nombre con el que conocemos actualmente a esta celebración, denominándose definitivamente como la Asunción de María.

En textos apócrifos como el llamado El Teólogo, del evangelista San Juan (10 d. C. – ca. 100 d. C.), también se menciona la Asunción de María.

Y, basado en los textos apócrifos, en España contamos con una representación teatral que se celebra anualmente en la Basílica Menor de Santa María de Elche, que se denomina, El Misteri d’Elig (El Misterio de Elche), en el que se recrea la Asunción de la Virgen María al Cielo. Y para que esta se pudiera representar sin problemas, el papa Urbano VIII (1568-1644), mediante una bula levanta la prohibición de representar obras teatrales en el interior de las iglesias, la cual se había acordado el Concilio de Trento (1545-1563).

Hay que remarcar especialmente que esta representación de El Misterio de Elche, la UNESCO, el 18 de mayo de 2001 la declaró Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Pero esta no es la única escenificación que se realiza de la Asunción de la Virgen María, y entre todas ellas nombraré también el Misteri de la Selva (El misterio de la Selva), que también cada 15 de agosto se celebra en la iglesia de San Andrés de la Selva del Campo en Tarragona.

La Virgen de la Asunción es la patrona, entre otros lugares, de Serradilla en Cáceres (España); de Cutervo y Chacas (Perú); de Asunción (Paraguay); Juigalpa y de Sébaco (Nicaragua); Cabo Frío (Brasil); Nueva Guatemala de la Asunción (Guatemala) y Cayey (Puerto Rico), demostrando la fe que las personas creyentes tienen a esta advocación de la Virgen María.

Ahora bien, agosto también nos regala el día más caluroso del año, que no coincide con el equinoccio de verano, pero al que podríamos llamar coloquialmente el «equinoccio del calor», y este es el día 10 de agosto, en el que «Lorenzo» deja sentir todo su calor en su máxima expresión.

Lorenzo es como se llama popularmente al sol. Unos dicen que es porque el 10 de agosto se celebra la festividad de San Lorenzo (ca. 225 – 258) uno de los siete diáconos regionarios de Roma, el cual murió asado en una parrilla justamente el día 10 de agosto.

Y otros, los más festivaleros, opinan que se debe a que una jovencísima Marisol (Pepa Flores) (1948) popularizó una canción llamada Rumbita, en la que parte de la letra decía que:

«Al sol le llaman Lorenzo, y a la luna Catalina, cuando Lorenzo se pone, se levanta Catalina…»

Sea como fuere, el día 10 de agosto es el considerado más caluroso del año, y durante el mismo, uno debería cobijarse del calor, a ser posible bajo un potente aire acondicionado, acompañado de una buena compañía y de una buena lectura, que siempre viene bien para las largas y calurosas tardes estivales.

Valencia es sinónimo de cultura.

1.- Dogma de fe. La Iglesia católica lo define como una verdad de fe infalible, incuestionable, absoluta, indiscutible, definitiva, inmutable y segura, sobre la cual no puede haber ninguna duda, sin posibilidad de ser sometida a pruebas de veracidad.
2.-Este concepto se refiere a que la verdad de una doctrina es reconocida por los fieles como una inspiración del Espíritu Santo que establece testigos y les provee un sentido de la verdad de la palabra escrita.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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