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ARTÍCULO 311

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ENTRADA DE TOROS Y CABALLOS DE SEGORBE

 

 
 

Desde final de la primavera, durante todo el verano, e incluso entrado el otoño, en toda nuestra bella Comunidad Valenciana, disfrutamos de un sinfín de Semanas Culturales y Fiestas Patronales que se suceden a un ritmo vertiginoso, coincidiendo incluso varias en el mismo día, pues cada pueblo y ciudad tiene la suya, y nos las quieren mostrar a todos, transmitiéndonos lo mejor de cada lugar convertido en fiestas, en unas fiestas que quien las vive, no las puede olvidar.

Entre esas entrañables e inolvidables fiestas, hay algunas de renombre universal que todos conocemos como las Fallas de Valencia, las Gayatas de Castellón, las Hogueras de San Juan en Alicante, la Tomatina en Buñol, Los Moros y Cristianos en Alcoy, y tantas y tanas fiestas más.

Pero tenemos otras muchas fiestas que, aun a pesar de no ser tan conocidas como las anteriormente citadas, son muy importantes dentro del ámbito festivo y turístico de nuestra Comunidad Valenciana.

En esta ocasión, voy comentar la sorprendente Entrada de Toros y Caballos de Segorbe, en Castellón, declarada, Fiesta de Interés Turístico en 1985, Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2005, y BIC Inmaterial, es decir, Bien de Interés Cultural Inmaterial en 2011.

Pero para comenzar a hablar de esta gran fiesta segorbina, tenemos que remontarnos hasta el año 1386, ya que a este año corresponde la primera referencia escrita sobre esta fiesta de la Entrada de Toros y Caballos de Segorbe. Aunque procede comentar que, en esa primera referencia, no se hace mención expresa a que, la realización de este acontecimiento se iniciara en ese año, por lo tanto, y hasta la fecha, se desconoce con exactitud el inicio de esta fiesta, que, en cualquier caso, ya cuenta con más de 633 años de antigüedad.

Mas, se piensa que en su época más temprana no constituyera una fiesta, sino tan sólo, el traslado de una res para su posterior utilización, la cual era financiada por las carnicerías de la ciudad, turnándose para tal menester, tanto las carnicerías musulmanas como las cristianas.

En la actualidad, en municipio de Segorbe, capital de la comarca del Alto Palancia, situado entre las sierras de Espadán y de la Calderona, es quien convoca y se hace cargo de la fiesta, en la cual participan, no uno, sino seis toros bravos.

Durante el recorrido de la Entrada de Toros y Caballos, los toros bravos son hábilmente conducidos por trece jinetes montados en unos bellos y adiestrados caballos que hacen las delicias de los segorbinos, y de los foráneos que llegan desde todas las partes del mundo para disfrutar de la fiesta grande de Segorbe.

La fiesta se realiza siempre el segundo sábado del mes de septiembre de cada año y se extienden durante toda esa semana. Este año 2019, se ha realizado entre los días 9 y 15 de septiembre. A las 14:00 horas en punto de cada uno de estos días, el estruendo de una carcasa, marca el inicio del recorrido, el cual comienza en los corrales que se habilitan muy cerca del río Palancia, que discurre atravesando la ciudad, y a la vera de la llamada Torre del Verdugo, la cual, según comentan algunos historiadores, puede deber su nombre al hecho de que, en tiempos, la casa del verdugo estuviera muy cerca de dicha torre.

El recorrido, de un kilómetro de largo aproximadamente, concluye en la plaza, y en el minuto escaso que dura el recorrido, si se tiene la suerte de poder ver el mismo desde uno de los balcones y miradores que lo jalonan, su belleza plástica es indudable, pues no es un recorrido al uso.

Así, desde tempranas horas de la mañana, el recorrido está concurrido con la gente que viene a disfrutar de él, mas, al iniciar el mismo, no se le pide a esa gente que abandone el trayecto del recorrido, sino que, a medida que los toros y los caballos van completando el recorrido, los asistentes que llenan las calles, se van abriendo para dejar paso a los toros y los jinetes, y cuando han pasado, vuelven a cerrarse con una explosión de alegría. Realmente es como si los toros y los jinetes se deslizaran en una burbuja que se abre camino hábilmente en un mar de personas.

Algo que siempre llama la atención de todos los que acuden por primera vez a ver y disfrutar de esta fiesta, es la total ausencia de barreras en las calles que puedan contener a los toros en el recorrido, siendo la misma gente que se agrupa en las calles del recorrido, las que hacen de muro de contención para que los toros no se salgan del trazado del mismo.

Una vez acabada la Entrada, y tras los aplausos de rigor, es imprescindible esperar la vuelta de los jinetes con sus caballos especialmente entrenados para la ocasión, pues como en Segorbe se tiene un especial cariño y culto a los caballos, a la vuelta de la plaza, acto que se denomina, el Desfile de los caballistas, estos hacen que sus monturas encabriten sus patas delanteras, o que caminen con un paso cadencioso y artístico, haciendo las delicias de todas las personas que cada día acuden a presenciar este espléndido acto.

Y, como no sólo de toros y caballos se hace la fiesta, cuando todo ha concluido, lo que procede es acercarse a la Feria del Jamón, donde poder degustar las ricas viandas que allí encontraremos como los embutidos artesanos, que harán que sientas toda una explosión de suculentos sabores.

Conocer y disfrutar de todas y cada una de nuestras fiestas, es un placer y un deber que no nos podemos perder, pues Valencia es sinónimo de cultura.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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