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ARTÍCULO 308

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CÁNTICOS DE LA LEJANA TIERRA

 

 
 

Queridos amigos lectores, hoy quiero comentar un libro de un gran escritor, científico y divulgador británico llamado Arthur Charles Clark, más conocido por Arthur C. Clark, nacido Minehead, en el Reino Unido, en 1917, y fallecido en 2008 en Colombo, la ciudad más poblada de Sri Lanka, país que fuera una antigua colonia británica conocida como Ceilán, la cual obtuvo su independencia en 1948.

Seguramente a todos lectores les habrá venido a la cabeza, uno de los mayores éxitos de este autor, el cual fue llevado a la gran pantalla el mismo año en que se publicó el libro, 1968, con un éxito arrollador tanto en el libro como en la película.

Me estoy refiriendo a 2001 Una odisea espacial, libro que está compuesto por varios relatos cortos del autor, entre ellos, el llamado El Centinela, el cual se publicó finalmente bajo el nombre de Centinela de la eternidad. 2001 comienza dándonos a entender, que la “chispa” de inteligencia que tuvieron nuestros ancestros para que pasáramos de ser unos simples homínidos, a constituir la raza humana, se la entregaron los extraterrestres.

Este libro, el cual fue publicado después del estreno de la película, es uno de los más icónicos de Arthur C. Clark, el cual, pasados unos años, bastantes años, tuvo tres secuelas. 2010 Odisea dos, en 1982. 2061 Odisea tres, en 1987. Y 3001 Odisea final en 1996.

Pero hoy no quiero profundizar en las bondades de esta novela, aunque algún día hablaré de HAL 9000, pues hoy quiero comentar otro libro, también de Arthur C. Clark, que ha pasado bastante desapercibido para el grueso de las personas, aunque no así para un gran músico de la talla de Mike Oldfield, el cual puso el nombre del libro a uno de sus mejores discos, me estoy refiriendo al gran libro, Cánticos de la lejana Tierra, publicado por primera vez en 1986.

Este libro, como tantos otros de este prolífico autor, es de ciencia ficción, basado en un momento remoto de nuestra existencia, y en un mundo post apocalíptico, donde la Tierra fue destruida por la conversión prematura del sol en una supernova.

La población terrestre que pudo ser evacuada en naves, colonizaron otros planetas, así una de esas naves llegó hasta un planeta que era prácticamente todo océano al que llamaron Thalassa, teniendo el mismo tres únicas islas que fueron conquistadas y pobladas con los primeros terrícolas que hasta él llegaron.

Siglos más tarde, una de las últimas naves con colonos terrícolas llamada Magallanes, llegó hasta este planeta y en él se despertaron algunos tripulantes del sueño en el que estaban sumidos todos ellos para poder viajar por el vasto universo, forzando con esa acción la interactuación con los Thalassianos, creándose en la narración de la novela, unos lazos afectuosos entre los colonos establecidos y los recién llegados, tanto en el plano sentimental, como en cualquier otro plano que podamos imaginar.

Tras la introducción al libro que acabo de realizar, es el momento de dejar aquí el comentario del argumento del mismo, antes que desvele su final a todas las personas que aún no lo hayan leído, lectura que, evidentemente aconsejo y recomiendo a todo el mundo, no sólo a los amantes del género de ficción, de naves espaciales y extraterrestres, sino verdaderamente, a todo el mundo en general, pues es un libro que, a buen seguro, no dejará indiferente a nadie.

Algunos de los lectores más avispados, dirán, y, ¿por qué nos trae el comentario y reseña de este libro, y no nos trae el comentario y reseña del famoso libro 2001 Una odisea espacial? Pues, realmente quiero compartir con todos ustedes el libro Cánticos de la lejana Tierra, porque es un libro que, dentro de la amplia producción de Arthur C. Clark, se sale de sus propios cánones de escritura.

En los libros de Clark, los personajes suelen ser bastantes fríos y planos, de hecho, si comparamos el libro que estoy comentando con 2001 Una odisea espacial, nos podremos dar perfecta cuenta de esto.

En el libro insignia de Clark, 2001, los personajes son muy planos, casi sin sentimientos, fríos, y con unos diálogos, mínimos. Esto lo podemos comprobar fácilmente en la película, de la cual Clark fue coguionista.

Debido a lo antedicho, en la película, en no pocas ocasiones, nos encontramos con largos tramos del metraje en silencio, dejando que su banda sonora compuesta por música clásica, entre la que destaca Así habló Zaratustra de Richard Strauss, tome un papel protagonista. Incluso uno de los personajes principales de la obra culmen de Clark, es el ordenador HAL 9000, el cual luce una impersonal voz.

En cambio, en Cánticos de la lejana Tierra, libro que nunca ha tenido su versión cinematográfica, los personajes tienen un punto fundamentalmente humano y con una gran puerta abierta a los sentimientos, los cuales los personajes, los expresan explícitamente durante toda la narración del libro.

Este contrapunto de humanidad repleta de sentimientos del libro que estoy comentando, lo hace singular dentro de toda la producción de nuestro autor Arthur C. Clark, aunque el argumento del libro en sí, no sea demasiado original, y en algunos momentos la lectura se haga un tanto “densa”, debido a la cantidad de datos que ofrece el autor, pues, y esto sí que sigue su línea maestra, el libro es de ficción, pero basado enteramente en la ciencia y en lo que la misma puede dar de sí.

Así, nos encontramos pasajes del libro donde, al ser meramente de ficción y de naves espaciales, no haría falta explicar demasiado las cosas, pues todos nos las deberíamos creer con los ojos cerrados, pues en realidad no haría falta explicar nada con profundidad. Pero la verdad es que nuestro autor, intenta basar toda su narración en datos científicos corroborables, haciendo que todo el libro llegue a ser un conjunto de medias verdades junto con medias mentiras, que, a los profanos en la materia, que no tenemos ningún conocimiento sobre temas científicos, nos llegue a parecer que esta novela bien pudiera ser una historia real narrada por un científico que hubiera vivido la situación que se plasma en el libro.

No hemos de olvidar que nuestro autor, entre los diversos estudios que cursó, están los de matemáticas y de física, los cuales acabó con honores, sirviéndole los mismos para realizar los complicados cálculos de toda índole que realiza en diferentes pasajes del libro con una gran exactitud, o con una gran exactitud aparente, que llega a ser asombrosa.

Tampoco hemos de dejar de lado que, en el prólogo que el mismo autor realizó para su libro, hace público que, está en contra de sagas como la de la Guerra de las Galaxias con su universo expandido, que se inició en 1977, y de la de Star Treck con sus trekkies, que se inició en 1979, pues en ellas todo es ficción y no hay ni un sólo ápice de verdad.

Aquí, es de razón apuntar que algunos de los inventos que han aparecido en ambas sagas, en el devenir de los años se han ido haciendo más o menos realidad. Además, y no quiero poner el dedo sobre ninguna llaga, igual también podría haber cierto halo de envidia al ver que esas sagas iban ganando adeptos hasta contarse estos por millones en todo el mundo. De hecho, La Guerra de las Galaxias tiene un día mundial dedicado a la saga, el cual es el 4 de mayo, y el idioma klingon, creado para la raza klingon de Srat Treck, es la lengua artificial más hablada en el mundo.

Esto igual motivaría a Clark para continuar su saga de la Odisea espacial en 1982, con su libro 2010 Odisea dos, el cual fue llevado al cine, aunque con un discreto éxito, y las otras dos secuelas nunca se llevaron al cine, pues, aunque para 2061 Odisea tres, hubo un proyecto de Tom Hanks para producir la versión cinematográfica del libro, el mismo nunca llegó a materializarse.

Retomando el hilo de nuestro libro, Cánticos de la lejana Tierra, y a modo de conclusión, debo decir es un libro que cumple a la perfección su misión de entretener, pues a pesar de su carácter pseudocientífico, es un libro que sabe conjugar en sus páginas todo aquello que un buen fanático del genero puede esperar de él.

Para quien no lo haya leído, lo invito a que lo haga, y… ya me contará.

 
 
 
Fuente:
http://www.elmonarquico.com/texto-diario/mostrar/1373316/canticos-lejana-tierra
 
 
 
 
     
   
 
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