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ARTÍCULO 339

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LA RIMA JOTABÉ DENTRO DE LA POESÍA CLÁSICA

 

 
 

Mi afición a la poesía apareció en mí a una edad muy temprana, y comencé a escribir unos simples versos que fueron evolucionando en unos pequeños poemas faltos de todo tipo de… faltos de todo.

Pero como ese gusanillo de la poesía se había instalado en mí, y no cesaba de comerme por dentro, mis inquietudes poéticas me llevaron a estudiar de manera autodidacta todo cuanto caía en mis manos con respecto a la poesía y todo el mundo que hay a su alrededor. Así, conocí los sonetos, las octavas reales y las octavas italianas, las escalas métricas, las décimas… y todo tipo de estrofas y poemas estróficos, componiendo en esas estructuras mis primeros poemas en los que ya iba apuntando maneras poéticas, e incluso algunos de esos primeros poemas, ahora, al volver a leerlos tras casi cuatro décadas dedicado al mundo de la poesía, y de la literatura en general, me siguen pareciendo muy buenos, o por lo menos, buenos, pero claro, una apreciación personal sobre mis propios poemas no tiene demasiada validez como crítica literaria.

El tiempo iba pasando y sentía la necesidad de algo más que una vida de poeta autodidacta, así que me inscribí en diversos cursos de creación y composición de poesía clásica, muchos cursos a decir verdad, y de todos ellos aprendí muchísimo y muy bueno, y me cabe la satisfacción de que con uno de mis profesores de preceptiva poética, el Maestro Juan Antonio Alapont (1940), mantengo una muy buena y estrecha relación, y en numerosas ocasiones me ha felicitado por mi evolución poética dentro de este complejo mundo, pues componer poesía clásica no está al alcance de todo el mundo, y como he dicho en alguna ocasión, (y que me perdonen todos los poetas del mundo), todas las personas que componen poesía no son poetas.

El tiempo continuó pasando y con ello pude comprobar que todo en la vida va evolucionando más o menos rápidamente, y en ocasiones, sobre todo en tecnología, lo que era novedad en enero, en febrero está obsoleto pues han comercializados tres o cuatro tecnologías nuevas.

Pero el mundo de la poesía desde que comencé a tener plena consciencia de él, con todo lo que conllevaba la poesía clásica, siempre me pareció un mundo muy estático, un mundo que realmente no había cambiado o evolucionado, no en las últimas décadas, sino en los últimos siglos, y, aunque un soneto sigue teniendo la misma vigencia que cuando los popularizó Francesco Petrarca (1304-1374), lo cierto es que dentro de mi interior comenzó a nacer la necesidad de intentar renovar el mundo de la poética mundial.

Así, un buen día me propuse crear una estructura estrófica nueva, algo que no estuviera descrito en la poética mundial, pues hubiera sido muy fácil tomar algunas estrofas ya conocidas, combinarlas y presentarlas al mundo, pero no hubiera sido honesto obrar de esa manera. Así que continué con la pretensión de crear algo nuevo.

De esta manera me decidí por tomas dos de las estrofas ya existentes en la poética. De un lado el pareado, el cual tradicionalmente había estado relegado al mundo infantil o al ámbito de los refranes, para que tuviera su oportunidad en la poesía con mayúsculas.

De otro lado me decidí a tomar una estrofa que durante el tiempo del Mester de Clerecía tuvo muchísima repercusión, el tetrástrofo monorrimo o cuaderna vía, de la cual fue uno de sus máximos exponentes el poeta Gonzalo de Berceo (1197-1264), y esta estrofa, que en la Rima Jotabé la denominé Cuerpo Monorrimo, la encerré entre dos pareados buscando cierta simetría de composición del poema.

Pero la estructura final no estaba acabada, pues a la misma le faltaba lo que realmente era nuevo en la poética mundial, además de a estructura final, el Terzo, una estrofa de tres versos que rima de una manera especial y novedosa. El primer verso con el primer pareado, el segundo verso con el cuerpo monorrimo, y el tercer verso con el segundo pareado. Además, con esta disposición le hacía cierto guiño a la poesía libre que tan arraigada está actualmente en los poetas, y con esto mi creación estaba concluida.

Y así, el 18 de junio de 2009 siendo las 09:49 horas, liberé al mundo la primera Documentación formal de composición de poesía en Rima Jotabé, y desde entonces hasta el presente, la Rima Jotabé ha crecido exponencialmente y ha tomado una relevancia a nivel poético tal, que podría decir sin temor a equivocarme que, la Rima Jotabé ya tiene vida propia y en ella están componiendo parte de su producción poética miles de poetas, entre los que se encuentran los más distinguidos poetas de cada país.
Rima Jotabé, una forma neoclásica de componer poesía clásica.

 
 
 
Fuente:
Revista Esperanta
 
 
 
 
     
   
 
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